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Todos los titulares sobre anecdotario

Anécdotas de banca... curiosidades y clientes varios

Muchos de los que formamos Rankia trabajamos o hemos trabajado en entidades financieras. Parece que hoy la culpa de todo lo que ocurre en el mundo es nuestra. Muchos días tenemos que aguantar gente grotesca, mal educada, insultos... etc Quizás las entidades financieras tienen algo de culpa, pero evidentemente no todas.

Estás en mis manos, listillo

Querido listillo, entiendo que en todos las actividades humanas siempre suele haber una oveja negra acostumbrada a hacer de su capa un sayo y que sin palabra ni ley ni honestidad va tomando lo que se le antoja sin preguntarse siquiera lo que está bien o mal ni a quien perjudica con sus actos sino solo mirando por su propio interés.

Arrendamiento ficticio, retracto seguro

¿Qué pensarían los ilustres lectores de este aburrido blog, en el que siempre escribimos sobre lo mismo -las subastas y los subasteros-, de una subasta en la que el nombre de la empresa demandada, el apellido de su administrador y el de la inquilina fueran el mismo?

Si las notarías contaran...

Si las notarías contaran, la de libros de anécdotas que podrían escribirse. Yo solo las visito de vez en cuando y ya tengo un buen anecdotario para cuando sea mayor y me convierta en el "abuelo Cebolleta". Concretamente, para el último piso que he vendido he necesitado ir a la notaría tres veces.

Vamos a contar mentiras tralará

En este país dejado de la mano de Dios y donde toda gilipollez tiene su asiento y toda desvergüenza parece poca, todavía ocurren cosas que sorprenden incluso a los más curtidos. Me sucedió la semana pasada al estudiar la subasta de un pedazo de chalet en la provincia de Madrid.

¿Ejecuciones hipotecarias camaleónicas?

Esta mañana me he quedado de una pieza cuando por dos veces seguidas me he topado con una figura jurídica nueva o, al menos, cuya existencia yo no conocía. Ha sucedido en dos juzgados diferentes del mismo pueblo de la provincia de Madrid. 

Triste encuentro

Hoy la he vuelto a ver y ha sido como despertar de un sueño cayéndome de la cama. Era guapa que te rilas y ahora no es más que un engendro, un adefesio, una aberración de la naturaleza. Supongo que una degeneración tan brutal solo la puede haber causado la droga.

Primer contacto con el ex-propietario

La cosa viene porque, como siempre que me acabo de adjudicar una subasta, he tratado de contactar con el demandado y, tras varios intentos infructuosos, finalmente he decidido dejarle una breve y cortés nota en su buzón. Por lo visto no le ha gustado el detalle. No importa, lo intentaré de nuevo más adelante

Encuentro inesperado en las subastas judiciales

Me pasó hace unas semanas y aluciné con la casualidad. Maldita casualidad que me impidió participar en una subasta en la que tenía mucho interés, por una parte por tratarse de una propiedad muy buena (un chalet en Madrid ciudad) y por otra por tener un cliente al que la subasta le calzaba como un guante.

Relatos sobre lanzamientos judiciales

Hacía años que no participaba en un lanzamiento judicial y entre las agentes judiciales que participaron me encontré con una a la que conocía y con la que pasé un rato muy entretenido comentando algunas recientes anécdotas de lanzamientos bastante originales.

Las subastas, esa selva

El género epistolar, que hace solo veinte años estaba extinguiéndose, tiene ahora más fuerza que nunca en la Historia. El que he pegado a continuación no es más que un ejemplo de intercambio de mails entre dos personas que antes de esto eran dos desconocidos. Como son muchos mails, el post ha quedado un poco largo, pero es de imprescindible lectura.

Posesión amenazada y breve historia de un holgazán

En teoría el demandado en este procedimiento judicial no debería tener motivos de queja porque ha tenido la suerte de cara desde el principio. La subasta se celebró en el juzgado más atascado de España, cuyos empleados judiciales estaban en tal estado de estrés que un buen día la mitad decidieron pedir cambio de destino y se largaron dos días después.

Un día cualquiera en un juzgado del Lado Oscuro

Esta mañana vengo de mala leche. A primera hora he estado en uno de mis juzgados favoritos, de esos que por estar en la otra esquina, lejos de todo y de todos, no suelen ser frecuentados por la competencia y he tenido uno de esos encontronazos que te dejan tocado.

Tristán en peligro

Escribiendo el otro día sobre lo inteligente que resulta que el adjudicatario se ponga de acuerdo con el demandado para buscar su cooperación en la venta del piso subastado, recordé una vivencia que tuve hace diez años en la que no solo no pudo ser sino que el primer contacto casi acaba en los titulares de la prensa.

Así ganamos todos

Yo suelo acordar una comisión o un precio cerrado junto al compromiso de abandonar la vivienda entre los dos o tres meses que transcurren entre la entrega de las arras y la firma de la escritura notarial de compra-venta, antes de la cual deben haberse ido sin excusas. Nunca reciben ni un euro mientras permanezcan en la casa.

Veinticuatro horas

Se subasta un piso de 75 m2 en una ciudad dormitorio cercana a Madrid que ha despertado el interés de varios subasteros, entre otras cosas porque el edificio estaba bastante bien. Yo estoy acompañado de mi cliente y, como es un tío con suerte, resulta que la adjudicación es nuestra con una última puja de apenas sesenta mil euros.

Triste balada rusa

Supongamos que te llamas Igor y que eres ruso.Además vives en Coslada en un piso de tu propiedad. Pero como ya estás mayor y te has pasado la vida sobreviviendo a crisis económicas,ahora no te apetece soportar la actual viviendo en España, que por mucho sol que haga y por bien que se viva, no deja de ser un país extranjero, así que dejas de pagar la hipoteca y te vuelves a Rusia.

El desastre judicial

No hay duda de que desde el "España va bien" de Aznar la situación económica fue mejorando ostensiblemente de año en año y cada vez circulaba más el dinero y, por tanto, los morosos fueron disminuyendo y con ellos las demandas civiles, llegando un momento en que los empleados del Ministerio de Justicia apenas tenían nada que hacer.