¿Qué tiene de "complicado" tramitarlas en el orden en que se reciben? Pues que, en ese caso, los 18 millones de personas que presentan declaración a devolver querrían ser los primeros en hacerlo. El sistema informático colapsaría el primer día en que se abriera. La gente, con tal de cobrar pronto, presentaría las declaraciones casi sin mirar, provocando muchos más errores y, en consecuencia, la necesidad de presentar muchas más rectificaciones y de que la Administración haga muchas más comprobaciones, para lo que se necesitaría más personal, para lo que se necesitaría más dinero, para lo que te subirían los impuestos.
Si hay 3 meses para presentar es por algo... Y, como se presentan dentro del plazo, el que lo hace el 30 de junio tiene el mismo derecho a que se la comprueben el primero que el que la presenta el 2 de abril. Por eso las comprobaciones no se inician hasta julio.
Antes, son revisiones automáticas de un programa informático muy rígido que, en cuanto algo no le cuadra, lo pasa a otro programa informático más complejo, y así sucesivamente. Por eso hay declaraciones que se tramitan en 3 días y, otras, en 1 mes, pero todas sin revisión real de una persona.