Vivir en Madrid tiene alguna ventaja y muchas desventajas, entre las cuales una de las peores son las manifestaciones que nos toca sufrir todos los fines de semana. De las de este último quiero destacar dos, una de majaderos y otra de carotas.
Comenté en julio que varios lectores intrépidos me han escrito contándome los follones en que se han metido en su estreno en las subastas judiciales. Todavía me quedan un par de ejemplos bastante tremendos de los que aún continúo esperando el permiso de los protagonistas para poder publicarlos. Quizá la timidez les venga de las hostias que a veces reciben en los comentarios. Hoy sed buenos y
Si observamos el gráfico, la mejoría en las ventas que hemos disfrutado hasta ahora este año, es la que disfrutaron los americanos el año pasado (línea azul) y según mi opinión, aquí va a pasar algo parecido.
- Tristán, ¿No creés que ya sería hora de ponerse a laburar? Son las nueve y aún estás en piyama.
- ¿Ponerme a trabajar con lo a gusto que estoy aquí leyendo a George R. R. Martin? Ni loco. Ayer me conecté por primera vez desde el 28 de julio y me encontré más de cien consultas en el correo. Contesté unas cuantas y me fuí a la playa. Pero dime ¿Tú quien eres?
- ¿Quien voy
- Buenos días señorita, ¿Sería usted tan amable de decirme quien maneja la subasta 815/09?
- Yo misma me encargo de ese procedimiento, ¿Qué desea?
- Ah qué bueno, mucho gusto en conocerle. Yo soy Wilson José Pacheco, para servirla.
- Dígame. ¿Qué desea?
&
Continúo con la serie de julio de "Pesadillas en subastas" que inicié con los Embargos que juegan al escondite. Parece que otro lector ha sido más valiente de lo debido y no ha tenido paciencia para esperar a que el juzgado le diera la Posesión.
Hace tres mil años había un reino en el sur llamado Tartessos mientras que en el norte astúres, cántabros y vascos talaban árboles y pescaban y en el resto de la península los celtíberos se saqueaban unos a otros. Luego nos fuimos a conquistar Roma acompañando a un general genial llamado Aníbal, pero la cosa terminó mal y acabamos siendo conquistados por Escipión el Africano. Al final
Me encuentro en una disolución de proindiviso con una sentencia en la que se dicta expresamente que antes de que los copropietarios se repartan el parné, hay que dejar pagadita la hipoteca que grava la finca. Cosas veredes.
Uno de los objetivos de este blog es ahorrar a algunos inversores neófitos más de un disgusto de los que las subastas judiciales están plagadas. Pero, a tenor de algunos mails que estoy recibiendo está claro que no lo estoy consiguiendo.
El negocio de las subastas judiciales está de enhorabuena, gracias una vez más a la iniciativa de Pública Subasta, que está organizando un nuevo ciclo de seminarios de subastas, esta vez en toda la geografía española. Y luego dicen que en España no hay emprendedores. Claro que los hay, lo que pasa es que en este país nadie les reconoce el mérito.
La duración es de cinco horas y
Cosas como esta pasan todos los días en la vida de cualquier subastero...
Estaba en el Madrid de los Austrias, investigando acerca de un pisito que salía a subasta en breve. Como en el piso subastado no contestaba nadie decidí llamar a la puerta de enfrente.
Me abre la puerta una chica de rompe y rasga, de esas en cuyas caderas nunca se pone el sol. Estaba descalza e Iba
No existe un manual cuya lectura capacite al novato a asistir sin peligro a las subastas judiciales. Hace unos meses mencioné la guía de Pública Subasta para subasteros novatos. Es estupenda y no resulta un tocho desalentador, siendo más divulgativa que el resto de los manuales actuales.
Qué cosa más curiosa me sucedió hace un par de meses en una subasta judicial de provincias. Salía a subasta un piso de un pueblo del sur de Madrid, (ya he comentado que la subasta era en otro lado) que pertenecía a un muerto al que le habían embargado por una deuda de 600 euros.
Yo personalmente me he descornado numerosas veces tratando de encontrar parcelas que ya no lo eran o que se habían convertido en los viales de una urbanización y la única ocasión en que he perdido dinero en las subastas judiciales tuvo que ver, precisamente, con parcelas de terreno a principios de los noventa
Sería un hipócrita si no reconociera que la publicación del Blog de Subastas judiciales está provocando que algunos clientes potenciales llamen a mi puerta. Pero ni mucho menos los que podría pensarse, porque por un lado la situación económica no está para tirar cohetes y por otro resulta que la mayoría de los que contactan conmigo necesitan mis servicios donde no puedo darlos, es decir