Cada vez que llega la época de campaña de declaración de la renta y la Navidad, las entidades financieras cambian su cara, dándonos su lado más amable regalándonos jamones, cuberteria, televisores, viajes, etc. eso sí, a cambio de suscribir un plan de pensiones. Lo habitual es que el importe del regalo sea inversamente proporcional al cuidado y esmero en la gestión que se debiera traducir como mínimo en una aceptable rentabilidad.
Nos reiteran que faltan pocos días para beneficiarnos de las importantes ventajas fiscales que concede el Estado a los partícipes de estos planes y que, una vez estemos jubilados, este ahorro y sus plusvalías generadas nos ayudarán a sostener nuestro actual nivel de vida.
¿Interesa suscribir planes de pensiones?
Antes de pasar a analizarlo, nos gustaría compartir una serie de datos relacionados con el tema para su reflexión:
1) Sigue aumentando el número de años que vivimos después de la jubilación.
La esperanza de vida en España es de 85 años para las mujeres y de 81años para los hombres. Somos el cuarto país de Europa con menor tasa de ocupación entre los mayores de 65 años.
En 2050 un 40% de la población tendrás más de 65 años.
2) El salario de los jubilados se reducirá por término medio un 50 % con respecto a su salario en activo.
Cuando entre en vigor plenamente la actual que no la futura reforma el salario de los jubilados será un 50% inferior al salario en activo .La pensión media de jubilación en el año 2017 de 1.065 euros con revalorizaciones del 0,25% en los próximos año, lo que da para un café más al mes. La pensión media actual es del 59% respecto del salario medio frente al 46% de los países de nuestro entorno. La pensiones serán sostenibles en España si la tasa de paro cae al 6%.
3) Sistema de reparto de la Seguridad Social.
En el sistema actual de reparto de la Seguridad Social donde los trabajadores activos pagan las pensiones de los jubilados, y con la estructura de la población, en la que cada vez más hay más parados y jubilados por cada trabajador en activo puede llegar a suceder que el Estado se vea imposibilitado a mantener el poder adquisitivo de las pensiones públicas a no ser que adopte otras fórmulas de financiación para acometer este gasto. La tan cacareada información sobre la pensión a percibir en un futuro ningún Gobierno de nuestro país la ha enviado. ¿Nos preguntamos por qué?
4) El Estado ofrece ventajas fiscales con el objeto de fomentar la contratación de planes de pensiones.
Las aportaciones a estos planes, con ciertos requisitos, reducen la base imponible del Impuesto de la Renta.
5) Una vez comenzamos a recuperar dinero de estos planes, es decir, a cobrar de los mismos, estos ingresos tributan como rentas del trabajo.
El ahorro fiscal viene por el hecho que cuando estamos aportando a los planes, es decir mientras somos trabajadores, nos deducimos al suscribir el plan a un tipo mayor que tributamos al percibir la pensión.
6) Según estudios realizados, las razones para invertir en un plan de pensiones son acumular ahorro para la jubilación (60%), la desgravación fiscal (32%) y la rentabilidad financiera (31%).
Para materializar nuestras inversiones los españoles solicitamos información principalmente a nuestro banco en un 60% de los casos o también a nuestros familiares y amigos, en un 19%. La importancia de la inversión en pisos nos hace a los españoles un caso atípico en cuanto a la distribución de la riqueza si lo comparamos con los países de nuestro entorno.
7) En la Europa del norte la mayoría de la gente, ahorra para su jubilación invirtiendo en acciones (86%) frente a un mero 25% que hace lo mismo en España.
El ladrillo que muchos creían que nunca bajaba nos diferencia de la inversión de nuestro ahorro en relación al resto de Europa.
8) Según los estudios que anualmente publica el profesor Pablo Fernández:
Solo tres de los 335 fondos de pensiones con 15 años de historia arrojaron desde el 2001 una rentabilidad superior a la del Ibex-35, la principal referencia bursátil española, y los bonos del Estado a ese periodo.
Fiel a su cita anual, el estudio que realiza el profesor del IESE, Pablo Fernández, insiste en que "los datos indican que pocos gestores se merecen las comisiones que cobran". ¿Será por eso por lo que el Gobierno pretende disminuirlas o porque observa que dado el escaso patrimonio que gestionan asistiremos en un futuro a una mayor contestación social en esta materia? Y los resultados no difieren demasiado de las de los estudios que analizaron los periodos 2000-2015, 1999-2014, 1998-2013. Entre diciembre del 2001 y el mismo mes del año pasado, la rentabilidad de los fondos de pensiones se situó en una media anual del 2,03%, por debajo de inflación media del periodo (2,29%), de la de los valores del Ibex-35 (5,24%) y de los bonos del Estado a 15 años (5,27%).
Las consecuencias de elegir mal los fondos de pensiones
A la vista de los datos, en muchos casos los inversores en fondos de pensiones pierden la desgravación fiscal tan cacareada, vía comisiones, gastos e ineficiencias en la gestión, sobre todo si tienen la desgracia de elegir un mal plan de pensiones:
La diferencia de rentabilidad entre el mejor plan y el peor oscila alrededor del 18% anual, sin que el participe se entere.
De esa forma, en lugar de ahorrar para la vejez, con los planes de pensiones muchas personas se descapitalizan. Esto sucede porque en España, contratamos el plan de pensiones y nos despreocupamos de vigilar los rendimientos que éste nos genera. Así el 82% de los titulares de un plan de pensiones desconoce su rentabilidad y un 71% las comisiones que satisface por la gestión de los mismos. ¿Cambiará esto con Mifi II o la letra pequeña seguirá existiendo?
Seamos honestos y entonemos el mea culpa. La responsabilidad última de que nuestro dinero esté mal gestionado es nuestra, al no realizar un seguimiento de la rentabilidad, ni un análisis previo a la elección de los mismos. Y es que los españoles dedicamos el triple de tiempo a la adquisición de un coche (36 días), que a seleccionar nuestro plan. La formación financiera sólo existe en las estadísticas a pesar de esfuerzos muy loables de ciertas entidades.
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La inversión inteligente en planes de pensiones
1. Evaluar qué tipo de plan se ajusta a tus necesidades:
- Un plan que replique un índice. En este caso optamos por un plan que se comprometa a obtener por ejemplo el mismo nivel de rentabilidad que el activo donde invierte. En estos casos, y en la medida en que no vamos a exigir una gestión extraordinaria, lo que más importa es satisfacer unas comisiones bajas. Cualquier décima adicional de rentabilidad que podamos alcanzar por reducción de comisiones se convierte al final en dinero, especialmente, si vamos a plazos de inversión muy largos por la magia del interés compuesto. Cuánto más cerca estemos del rescate del plan (normalmente a la jubilación) menos riesgo debemos asumir tanto en renta fija como en variable por lo que aconsejamos planes monetarios o de renta fija a corto plazo.
- Elegir un plan de gestión activa. En ese caso, para elegir el plan debemos confiar en los mismos gestores que en la elección de un plan de pensiones.
2. Comenzar a invertir cuanto antes
Pongamos el caso de dos amigos, Pedro y Juan. El primero empieza invirtiendo 1.800 € anuales a partir de los 25 años y mantiene la inversión durante 10 años, pero a los 35 se mete en una hipoteca y deja de hacer aportaciones. Juan, que gana lo mismo que él, gasta más de joven y no ahorra nada, pero a los 35 años decide empezar a destinar la misma cantidad, es decir 1.800 euros anuales, y continúa manteniendo esa aportación hasta los 65.
Así, Juan ahorra y aporta 1.800 € anuales más que Pedro durante 20 años, es decir, aporta 36.000 € más. Sin embargo, el capital final, suponiendo un 8% de rentabilidad anual en ambos casos, es de 283.383 € para Pedro y de 220.222 € para Juan.
La idea de sacrificarse desde joven durante unos años, para poder disponer después de un mayor capital funciona.
Si comienza a ahorrar en fondos de pensiones desde joven las aportaciones que tendrá que realizar a posteriori serán menores. De igual manera, si comienza joven podrá optar por fondos de pensiones que asuman más riesgos, y consecuentemente sean potencialmente más rentables. Si comienza en una edad más cercana a la jubilación no podrá asumir tantos riesgos y por tanto las rentabilidades potenciales serán menores.
El 60% de las personas activas del norte de Europa (el 95% en Holanda) ya tienen un plan, pero en España sólo un 30%. Ello puede ser debido a que aquí la confianza en el Estado es mucho mayor, incluso a pesar de que sólo el 9% de los españoles en activo, conoce cuál será el importe de su pensión de jubilación.
3. ¿Vale la pena endeudarse para constituir un plan?
La rentabilidad a medio-largo plazo de un buen plan (con presencia en bolsa) es superior al coste del dinero con la ventaja adicional de que usted se puede desgravar de las aportaciones que realiza pudiendo capitalizarlas, en sucesivos años. Si elige un buen plan, algo que es muy sencillo, la rentabilidad financiero-fiscal de un plan de pensiones será siempre superior al coste del préstamo. Si no está familiarizado con el producto empiece poco a poco, para conocer el funcionamiento.
4. Realizar aportaciones periódicas de forma sistemática
Además de comenzar a aportar desde temprana edad, realizar ingresos periódicos puede mejorar de forma considerable la rentabilidad final. Si aporta de forma periódica, cuando el plan de pensiones baja, está comprando más participaciones a precios más bajos. Si ha elegido un buen plan cuando éste se recupere esas aportaciones le reportaran una mayor rentabilidad.
5. Realizar aportaciones extraordinarias en momentos clave
Considere realizar aportaciones extraordinarias cuando éste haya sufrido una caída superior al 40 % desde máximos siempre, que confíe en la labor de los gestores del plan. El tiempo será su aliado y si ha elegido un buen plan éste le recompensará con creces. La paciencia es su aliada en la inversión inteligente.
6. Amortiguar riesgos en función del tiempo que le reste para la jubilación
A medida que se acerca el tiempo en que va a dejar de percibir rentas del trabajo conviene reducir los riesgos que asume con su plan de pensiones. Puede optar por:
- Un plan con objetivo predeterminado de rentabilidad a largo plazo que invierta un porcentaje mayor en activos sin riesgo bien conforme se alcance la rentabilidad absoluta prevista o bien conforme se acerque la edad de jubilación,
- Efectuar traspasos a un plan de menor riesgo como los de renta fija a corto plazo si prevé rescatar el plan próximamente,
- tenga en cuenta tanto su perfil de riesgo, como la posible evolución de los mercados financieros. Considere la inversión en planes integrado en el conjunto de su patrimonio, considerando éste como una unidad de inversión y riesgo. Al jubilarse puede vender otros activos (vivienda habitual sin tributar si lo reinvierte en rentas vitalicias) o percibir rentas de alquileres que hay que considerar. Consultar con el asesor fiscal es una decisión acertada.
¿Cuál es la rentabilidad real de los planes de pensiones?
Vamos a analizar un ejemplo de forma que nos ayude a analizar qué rentabilidad real cabe esperar de un plan de pensiones.
Suponiendo una base liquidable en el Impuesto sobre Renta de 32.000 euros que corresponden a unos ingresos aproximados de 40.000 euros. Su tipo marginal, el correspondiente al último tramo de sus rentas, es del 30%.
Realizamos una aportación única de 6.000 euros, obteniendo una rentabilidad del 8%. Capitalizamos tanto la rentabilidad como la desgravación fiscal del primer año, reinvirtiéndolo nuevamente en el plan de pensiones y desgravándonos otra vez por el beneficio fiscal y por la rentabilidad anterior y así sucesivamente durante 20 años. Al final del período tendríamos 63546 euros, lo que arroja una rentabilidad media anualizada del 12,52%. Es decir, las ventajas fiscales que le reporta un plan de pensiones y el efecto de la reinversión del ahorro fiscal del plan en el mismo plan, como si fuera interés compuesto o bola de nieve .habrían incrementado su rentabilidad en 4,52 puntos. Es decir el beneficio fiscal reinvertido a su vez incrementa la rentabilidad relativa inicial en más de un 50%, pasando del 8 al 12,52%.¿Hay quien dé más?.
No obstante para calcular la rentabilidad real de un plan de pensiones faltaría considerar la tributación que soporta el rescate del plan, es decir, lo que pagamos a Hacienda cuando pretendemos recuperar el fruto de nuestros ahorros.
En la medida en que suponemos que en la jubilación el tipo al que tributamos es inferior al que cuando estábamos activos trabajo, conviene tener en cuenta cuál sería la forma más beneficiosa de recuperar nuestra inversión.
La reciente modificación de la legislación permite retrasar las decisiones del cobro del plan aunque se esté jubilado e incluso puede seguir aportando al plan siempre que no se cobre una prestación del propio plan.
Por ejemplo, no resulta disparatado pensar que si nuestro plan de pensiones ha obtenido una rentabilidad histórica atractiva y está en manos de buenos gestores., puede resultar muy interesante poder endeudarnos y no rescatar el plan de pensiones. Así podríamos dejar el mismo a nuestros herederos los cuáles quizás, sobre todo a los de menor renta (nietos) y si son varios mejor.
Importante es no confundirnos a la hora de suscribir un plan de pensiones con un seguro de jubilación. La sorpresa puede ser mayúscula.
¿Planes de pensiones, fondos de inversión o planes de inversión de ahorro sistemático?
Con la reciente modificación del IRPF ha reducido sustancialmente las ventajas que los planes de pensiones disfrutaban en comparación con otros productos que como los fondos de inversión o los planes de inversión de ahorro sistemático (P.I.A.S.) pueden también servir como instrumento eficaz para la canalización del ahorro de cara a la jubilación.
Es por ello que es importante clarificar las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos y realizar los cálculos pertinentes.
Resumiendo:
- Liquidez: Los fondos de inversión son los más líquidos, seguidos por los P.I.A.S. (planes de ahorro sistemático para constituir una renta vitalicia asegurada) , que tras la reforma fiscal, se rebaja de cinco a diez años el tiempo mínimo de aportación a planes individuales de ahorro sistemático. Los planes de pensiones, tras la última reforma fiscal, se pueden rescatar a los 10 años, de permanencia a partir de 2025 que antes solo se podía acceder a él hasta la jubilación o en casos de paro prolongado o enfermedad grave. No obstante, las entidades financieras en caso de necesidad suelen conceder préstamos con la garantía de estos productos.
- Flexibilidad: Tanto en los fondos de inversión como en los planes de pensiones de pensiones se puede modificar la cuantía y la tipología de las rentas. En los P.I.A.S esto resulta más difícil.
- Fiscalidad:
- Los alteraciones de patrimonio de los fondos tributan desde el 19al 23%, pudiendose compensar con otras variaciones de patrimonio provinientes de enajenaciones.
- Las aportaciones a los planes de pensiones desgravan del Impuesto de la Renta al tipo marginal. Los rescates tributan íntegramente como rentas del trabajo, tanto la parte proveniente de las aportaciones como la de los rendimientos.
- En cuanto a los P.I.A.S. hay que tener presente los siguientes puntos:
- Si se rescatan antes del tiempo mínimo, se pierden los beneficios fiscales y pasarán a tributar como cualquier otro rendimientos del ahorro,
- Cuando se traspasan a Rentas Vitalicias los rendimientos generados en ese tiempo (cinco o más años) están exentos de tributación.
- En función de la edad del perceptor y tratándose de una renta vitalicia se considerará rendimiento de capital mobiliario y es el resultado de aplicar a cada anualidad un porcentaje que oscila entre el 40% cuando el perceptor tiene menos de 40 años y el 8% cuando el perceptor tenga 70 años o más.
- En el caso de anticipación total o parcial de las rentas vitalicias se deben reintegrar los impuestos que quedaron exentos.
¿Fondos de inversión versus planes de pensiones?
Suponiendo que la rentabilidad financiera fuera igual, probablemente el factor que más haya que tener en cuenta sea el tipo impositivo al que desgrava las aportaciones al plan de pensiones y el tipo al que tributará cuando lo perciba.
Considerando la misma rentabilidad, no olvidemos que las comisiones de los planes de pensiones serán menores que la de los fondos de inversión y que si se produce la futura armonización fiscal con países de nuestro entorno no sabemos quedarán los traspasos de fondos y si los rendimientos de los planes serán rentas del ahorro o del trabajo, ciñemonos a la situación actual, a la baja y que el podríamos extraer las siguientes conclusiones:
- Para tipos marginales de deducción de la base imponible de alrededor del 30% y de tributación a la percepción de renta del 25%, tipología no muy alejada de la media en nuestro país interesan algo más los planes de pensiones, que los fondos de inversión. Todo ello teniendo en cuenta únicamente el aspecto financiero-fiscal y dejando de lado aspectos como la liquidez. Para tipos de deducción inferiores al 18% es posible que interesen más los fondos de inversión aunque los planes de pensiones también son útiles para las rentas bajas. Haga números en función de la fiscalidad de cada momento.
- Como norma general en la medida en que sean mayores cualquiera de los siguientes parámetros: aportaciones anuales, el número de años de duración de la inversión, y el tipo impositivo, suelen convenir más los planes de pensiones, suponiendo la capitalización de los beneficios fiscales y reinversión en el mismo plan.
- Igualmente interesan más los planes de pensiones tanto en cuanto la diferencia entre el tipo impositivo al que se desgrava en el momento presente y al que tributarás en el futuro sea mayor.
- No olvide la posibilidad de rescatar el plan de pensiones si está en paro de larga duración, con una tributación mínima.
- Cuando haga los cálculos para comparar productos y que adjuntamos (tanto con una única aportación como con aportaciones regulares en cada año) tenga en cuenta la realidad de capitalizar en años sucesivos bien la desgravación y la rentabilidad obtenida. El interés compuesto es el motor de las finanzas.
Pocas son las entidades financieras que realizan una planificación financiera personalizada en función de la edad del cliente, del ahorro acumulado, unas tasas de rentabilidad razonable, y de unas cantidades de ahorro hasta la edad de jubilación que nos permitan conocer si podemos mantener nuestro nivel de vida.
Tabla adjunta sobre el efecto fiscal en Planes de Pensiones:
En la tabla que se tenemos a continuación, podemos ver cómo funciona el efecto multiplicador de la reinversión del efecto fiscal y de la rentabilidad:
Y si todavía tenéis más dudas sobre los planes de pensiones, podéis hacer vuestra consulta en el foro de planes de pensiones.
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