La gasolina está como está porque resulta que tenemos que mantener a la banca de inversión, a los productores de petróleo, a las multinacionales del petróleo, a los países y supongo que mercenarios por aquí, abogados por allá y demás fauna. Y en medio de todo este panorama, también tenemos que mantener a las personas que se ensucian las manos en todo el proceso para extraer el crudo.
Ayer puse un post sobre la bajada de la limitación de velocidad. Parece que ha existido y existe cierta polémica sobre si se ahorra o no, y sobre las técnicas de conducción.
El problema es que para salir de la situación, es clave saber porque se ha generado esta situación. Es importante saber que ha fallado para corregirlo y eso no ha pasado.
Hoy el gobierno ha aprobado bajar el límite de velocidad de 120 a 110 kilómetros por hora en autovías y autovías, y nos han vendido que se va a ahorrar entre el 5 y el 10% de la energía. Tenemos unos dirigentes que intentan demostrar todos los días la frase de Einstein: “la estupidez es mucho más interesante que la inteligencia, la inteligencia tiene límites mientras la estupidez no”.
Uno de los modelos más utilizados para explicar el funcionamiento de la demanda es el de la utilidad marginal. En síntesis, lo que se trata de de explicar cómo toman los consumidores sus decisiones de consumo.
Cuando tenemos una encuesta política, cada uno de los partidos políticos sacará su visión y por supuesto nos convencerá de que los aspectos importantes de toda la información que se facilite será una determinada.
Para analizar un negocio, lo más importante es el “poder de precios”; por si no quedaba claro, nos lo explica: “Si tienes el poder de subir los precios sin perder cuota de mercado, tienes un gran negocio. Y si tienes que rezar antes de subir los precios un 10%, tienes un negocio terrible”.
La vinculación de los salarios al IPC,(Indice de precios al consumo),se basa en mantener el poder adquisitivo de los sueldos;aspecto importante para tratar de evitar que el poder adquisitivo caiga en picado.La razón de esta clausula es más que evidente;la caída de poder adquisitivo de los sueldos,implica matemáticamente la caída de mercado potencial de las empresas.
Todos conocemos la historia de Nueva Rumasa; ya sabemos que hace unos meses lanzó unos pagarés, anunciados en bombo y platillo en todos los medios de comunicación generalistas, de forma que se han colocado entre 5.000 inversores.
Mi responde a un artículo de opinión en el que se defiende que la mejor medida que se puede adoptar es que los salarios estén ligados a la productividad y al desempeño empresarial, en vez de la nefasta práctica de indiciar los salarios respecto a la inflación.
Hace unos meses fue un minicrash en Wall Street que absurdamente se atribuyó a un bróker que introdujo mal una orden de venta; y hoy nos encontramos con una petición de liquidez de emergencia al banco central europeo por valor de 15.801 millones al 1,75%
Sea en lo que sea, cualquier medida que signifique más apoyo, más garantía o más poder en el campo de la oferta, significará invariablemente menos cantidad en el mercado a un precio mayor; por lo que si planteamos una modificación en tal sentido, lo que se espera que se obtenga es lo que ha pasado.
Para demostrar que la “sentencia de Navarra” no era la primera en la que una audiencia provincial desestimaba las pretensiones de cobrar de una entidad financiera tras entregar el inmueble por un valor superior a la deuda, me he puesto a buscar sentencias, y esto al final ha degenerado en toda una serie de post.
Hace unos meses explicaba que en todos lados se identifica el proceso liberalizar con privatizar, cuando no son procesos equivalentes ni mucho menos. Hasta estos momentos, las privatizaciones, solían ser transmitir a la propiedad privada, empresas con un marcado poder de mercado, dentro de monopolios u oligopolios.
Metidos en ciertos problemas de una burbuja inmobiliaria, puede tener cierta importancia esto de valorar los activos inmobiliarios. Sin embargo, si preguntamos por la evolución del valor de estos, obtendremos tantas respuestas como nos dé la gana; o lo que es lo mismo, no tendremos ni una sola respuesta buena, (o no podremos saber cual es).