En la anterior burbuja la elasticidad de oferta al precio, las expectativas, estaba superando el 1,8. Imagínense la de viviendas que se han comprado para su puesta en mercado inmediata o posterior. Imagínense las viviendas liberadas por defunciones del cabeza de familia o reposición. Está oferta, dado el número de transacciones, no es capaz de sostener un dato correctivo a la baja, señores. Lo hubo en 2023 y sólo han hecho la bola más grande, con la mera intención de diseminar riesgo a través de los particulares. No se dejen engañar, por dios.