Decía ayer que, según cuentan ellos mismos, la labor de los primeros espadas de Azvalor se limita ya a la mera supervisión de su extraordinario proceso de inversión: “MÉTODO AZVALOR”.
Por tanto, reconocen, al menos tácitamente, poder disponer ya de abundante tiempo libre (la tecnología actual, además, permite hacer esas tareas de supervisión a distancia y a ratos sueltos...).
Aporto hoy pruebas de lo que ayer comenté. La última vez que les leí/escuche declaraciones sobre el asunto fue en el podcast de Juan Such de enero de 2025 en el que se entrevistó a AGL. Dejo enlace, para el que tenga interés, a la transcripción escrita completa porque el sonido del micrófono de AGL era prácticamente inaudible en el podcast:
Selección de las manifestaciones de AGL en ese podcast respecto a este tema (es literal):
Hemos estructurado el equipo en tres niveles, como en un equipo de fútbol:
Defensas (analistas junior): Validan los números de las compañías. Comprueban que la contabilidad es sólida. Se aseguran de que no hay fraudes o problemas ocultos.
Centrocampistas (analistas senior): Analizan el sector y los competidores. Evalúan si el pasado de la empresa se repetirá en el futuro. Discuten posibles riesgos regulatorios o tecnológicos.
Delanteros (gestores): Toman la decisión final. Siempre nos gusta tener uno con una filosofía muy distinta, como era por ejemplo Alsalem. Solo invierten si es un "penalti sin portero", es decir, si hay una oportunidad clarísima. Si uno de los gestores dice que no lo ve claro, se descarta la inversión.
El método es más colegiado que nunca. El principal valor de Fernando y mío es la selección inicial de compañías. Nosotros, como guardianes de esta cultura de inversión, pronto detectamos si una compañía no es para nosotros. Si, por ejemplo, me hablas de una compañía farmacéutica que será el futuro por tener un medicamento revolucionario, en principio, a menos que el analista lo defienda con mucha convicción, decimos: esto no es para nosotros.
Lo que hacemos es lanzar pelotas a ese campo de fútbol y automáticamente la pelota va al defensa. Del defensa salen los números limpios, y pasan a un centrocampista que analiza el sector y ve si el futuro va a ser igual al pasado y eso lleva a una sesión final entre todos y ahí tiene que salir si es una compra o no. Porque es un penalti sin portero.
Y luego para ver el peso que se mete en cartera interaccionan los tres centrocampistas, todo eso está recogido en hojas de cálculo. ¿Por qué nos hemos metido en este lío? Porque, a fin de cuentas, aunque el mundo y los periodistas crean en dioses, héroes o gurús, esto no va de eso.
Creo que no me equivoco si concluyo que el trabajo de los delanteros (los gestores), siguiendo su terminología, es ya un trabajo exclusivamente cualitativo (puntual) y poco cuantitativo (de echar pocas horas, por tanto). Se limitan ya a dar un "toque de calidad" a un trabajo estructurado ("MÉTODO AZVALOR") que desarrolla su equipo.
En la parte final del podcast dice AGL, además (es literal):
Álvaro: Lo primero es que yo no soy muy importante ya en cuanto al proceso de Azvalor. Ya no trabajamos 14 horas al día. Hemos trabajado durante muchos años formando un equipo y haciendo que todo sea más sostenible. Recuerdo que en Bestinver, llegaba temprano cuando abría y me iba cuando cerraba, ese celo del joven.
En Azvalor tuvimos muchas inversiones en sectores novedosos, como el del petróleo, el cobre, el uranio, etc. Hubo que darle un nuevo aire al equipo y trabajar más horas. Pero ahora tenemos una vida equilibrada, lo cual es importante. Personalmente, ya no soy el pilar único del equipo.
Junto con Fernando, decidimos si una compañía es interesante y luego debatimos con nuestros analistas. Me gustaría seguir haciéndolo siempre. Ahora, mi papel es más de supervisión...
Saludos