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Historias de la Bolsa.

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#1366

Dos señales técnicas que indican que podría venir una corrección


 
Eugenio Catone, en su análisis reciente, identifica dos señales clave que sugieren que el mercado podría estar al borde de una corrección. Desde nuestra perspectiva, esas alertas merecen atención seria si buscamos anticipar movimientos del mercado.


1. Divergencia entre líderes y mercado amplio

Catone advierte que las acciones que han dominado las subidas —los llamados nombres “líderes”— están mostrando signos de debilidad, mientras que los índices generales aún se mantienen en terreno firme. Esa falta de sincronía entre el liderazgo y la amplitud del mercado indica que el soporte del conjunto no está siendo fuerte. Nosotros creemos que una desconexión así suele preceder correcciones: cuando los motores pierden fuerza, el tren deja de avanzar.


2. Deterioro del volumen y del momentum en los avances
Otra señal que Catone menciona es que los movimientos alcistas recientes no están siendo apoyados por volumen significativo ni por un impulso técnico sólido. En otras palabras: el mercado sube “con manos débiles”. Para nosotros, eso es peligroso porque ese tipo de avances tiende a ser frágil frente a cualquier estornudo macro o noticia negativa.

Nuestra interpretación y enfoque estratégico

Tomando las advertencias de Eugenio Catone como puntos de partida, nosotros las incorporamos dentro de nuestro radar técnico y táctico:

  • Consideramos que solo si ambas señales (divergencia sectorial y debilidad técnica en el volumen/momentum) se coinciden con rupturas de soportes importantes podríamos hablar de corrección estructural.

  • Prestamos especial atención a zonas de soporte clave (medias móviles, retrocesos de Fibonacci, niveles históricos) para anticipar posibles zonas de rebote o ruptura.

  • En nuestra gestión, priorizamos controles de riesgo: reducción de exposición, stops ajustados, cobertura parcial si las señales se confirman.




 

No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1367

La temporada de resultados y la IA mantienen el impulso de los mercados hacia fin de año



 
Según Mathieu Racheter, Head of Equity Strategy Research en Julius Baer, la inversión en inteligencia artificial sigue siendo la prioridad para los inversores, con los resultados de los grandes “hyperscalers” que se publicarán esta semana como factor clave para determinar si el impulso de la IA se extenderá al cuarto trimestre.


Hasta ahora, aproximadamente un 30 % de las compañías del S&P 500 han publicado resultados, con una tasa impresionante de sorpresas positivas: el 87 % de ellas superó las expectativas de ganancias, muy por encima del promedio histórico del 75 %. Los sectores de materias primas y utilities han liderado las sorpresas al alza, mientras que comunicaciones ha sido el único sector con resultados por debajo del consenso. Como consecuencia, el crecimiento agregado de ganancias para el segundo trimestre se ha revisado al 9,2 %, frente al 7,9 % estimado al inicio de la temporada.


Curiosamente, la reacción del mercado a las publicaciones positivas sigue siendo más moderada de lo habitual: el rendimiento medio de las acciones tras un “beat” se ha situado en 110 puntos básicos frente a un promedio histórico de 140, mientras que los resultados negativos continúan siendo castigados severamente, con caídas de 550 puntos básicos frente a un promedio de 246. En Europa, la situación también muestra señales de mejora, aunque desde un nivel bajo: alrededor del 57 % de las compañías han presentado sorpresas positivas, ligeramente por encima del promedio histórico, con ganancias impulsadas por los cíclicos, especialmente los bancos.

A nivel agregado, se espera que el crecimiento de beneficios por acción para el tercer trimestre se mantenga ligeramente por encima de cero. No obstante, las revisiones estabilizadas y un entorno macro más equilibrado sugieren que lo peor del ciclo de rebajas podría haber quedado atrás.

Esta semana será crucial: más del 40 % de la capitalización bursátil estadounidense publicará resultados, incluyendo a los principales hyperscalers. El foco estará en Amazon, Alphabet, Meta y Apple, y la gran pregunta será si el impulso de la IA sigue creciendo o si se aproxima una pausa. El consenso estima que la inversión en capital (capex) de estos gigantes tecnológicos crecerá alrededor del 75 % interanual en el tercer trimestre, antes de moderarse hacia 2026 (aprox. 20 %). Sin embargo, los patrones recientes de gasto sugieren que estas previsiones podrían resultar conservadoras.


Las grandes plataformas han señalado que la demanda de IA continúa superando la capacidad, financiando estos proyectos principalmente a través de flujo de caja operativo (60 %) en lugar de endeudamiento. En un contexto donde los mercados de renta variable valoran la inversión agresiva en tecnología, este impulso podría seguir sosteniendo la dinámica positiva hacia fin de año. 


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#1368

Los cuatro índices bursátiles estadounidenses cerraron en máximos históricos. Esto es lo que la historia dice que ocurri


Como señala Gordon Gottsegen en MarketWatch, este lunes se produjo un evento poco frecuente en los mercados estadounidenses: los cuatro principales índices —Dow Jones Industrial Average, S&P 500, Nasdaq Composite y Russell 2000— cerraron al mismo tiempo en máximos históricos. Este hecho, según el autor, suele indicar que el mercado mantiene un impulso alcista y podría prolongarse en las próximas semanas.

Según Gottsegen, varios factores han impulsado a las acciones al alza este lunes. Nos encontramos en plena temporada de resultados, y hasta ahora los reportes han sido generalmente sólidos. Además, se espera que la Reserva Federal anuncie otro recorte de tipos de interés este miércoles, y los inversores se han visto tranquilizados tras los comentarios del presidente Trump sobre unas negociaciones comerciales con China que apuntan a un desenlace positivo, a pesar de la incertidumbre de semanas anteriores.


Como explica el autor, pese a que “el mercado no está barato” y persisten las preocupaciones sobre valoración, el optimismo previo al encuentro de Trump con el líder chino Xi Jinping ha contribuido a reducir los temores sobre posibles nuevos aranceles. Gordon Gottsegen añade que, aunque la economía no necesite urgentemente un recorte de tipos, reducir los costes de financiación podría ayudar a mantener el dinamismo económico.


Históricamente, apunta Gottsegen, no es común que los cuatro índices cierren en máximos el mismo día; en lo que va de año, esto ha ocurrido solo en dos ocasiones, y antes, la última vez fue en 2021. En los últimos diez años, este fenómeno se ha producido 35 veces y desde 1990, 85 veces. La relevancia de este patrón radica en que suele suceder en fases avanzadas de mercados alcistas, lo que sugiere que la tendencia positiva podría continuar.


Gottsegen detalla que, según datos de Dow Jones Market Data, en los tres meses posteriores a un cierre récord simultáneo de los cuatro índices, el S&P 500 ha subido en el 69,7% de los casos, con una ganancia media del 2,2%. A seis meses, el índice ha registrado ganancias en el 78,8% de las ocasiones, con un aumento promedio del 3,8%. Aunque el autor recuerda que el desempeño pasado no garantiza resultados futuros, esta estadística señala que el impulso del mercado tiende a sostenerse tras estos episodios.


En conclusión, como indica Gottsegen, los inversores pueden interpretar estos cierres récord simultáneos como un reflejo de la fortaleza del mercado y de la continuidad del impulso alcista, aunque siempre conviene tener en cuenta los riesgos y la volatilidad que puedan surgir.




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#1369

Las tres claves sobre las que gira Wall Street


 
La narrativa del mercado estadounidense vuelve a girar sobre tres fuerzas. De un lado la euforia en torno a la inteligencia artificial, de otro, la creciente fractura dentro de la Reserva Federal y por último, la pérdida de fiabilidad de los datos económicos oficiales.

Todo esto sucede mientras Warren Buffett acumula más efectivo que nunca, un gesto que, viniendo de quien viene, no es menor.

La revolución de la IA sigue siendo el eje del ciclo alcista. Ni los movimientos bruscos tras los resultados de Meta o Microsoft, ni el escepticismo mediático sobre el gasto en infraestructura tecnológica cambian el fondo, pues estamos lejos del pico de inversión en inteligencia artificial. Amazon y Alphabet baten récords, Nvidia ya rozó los 5 billones de capitalización y las emisiones corporativas vinculadas a proyectos de IA se “sobre suscriben” varias veces. Las grandes tecnológicas están financiando la próxima década a coste casi cero, convencidas de que el retorno superará con creces su coste de capital.


Al mismo tiempo, la política monetaria entra en zona de ruido. La Fed está cada vez más dividida con Powell defendiendo una estrategia de “gestión del riesgo”, mientras voces como Logan o Hammack reclaman mantener la restricción para no perder el control de la inflación. En otras palabras, la política monetaria estadounidense ya no rema en una sola dirección. Las diferencias internas aumentan y, con ellas, la incertidumbre sobre los próximos recortes de tipos.

En paralelo, el mercado laboral y los datos macro se miden ya sin el Gobierno. La parálisis en Washington ha dejado a los inversores sin estadísticas oficiales del BLS, sustituidas por cálculos privados como los de ADP. Esas mediciones muestran desaceleración, pero también divergencias notables. En un sistema donde cada parte genera sus propios datos, la visibilidad macro se difumina, lo que agrava la volatilidad y amplifica las reacciones a cualquier señal parcial.

Y en este entorno, aparece el espejo de la prudencia: Buffett. Berkshire Hathaway acaba el trimestre con 382.000 millones de dólares en caja, marcando un nuevo máximo histórico, y lleva 12 trimestres consecutivos vendiendo acciones netas. Más que miedo, es un diagnóstico que indica que las valoraciones son demasiado exigentes y apenas quedan activos que “muevan la aguja”. Buffett entiende que, cuando el precio lo descuenta todo, el riesgo deja de pagarse.


Así las cosas, el mercado sigue sosteniéndose sobre la narrativa tecnológica y la expectativa de recortes de tipos, pero las grietas aumentan con una Fed fragmentada, datos cada vez menos fiables y la acumulación de liquidez por parte de los gestores más pacientes.
Los inversores no deberían buscar aún un techo, pero sí reconocer que, cuando hasta los “números duros” dejan de ser claros, el ciclo empieza a hablar en susurros. 

 Javier Molina, analista senior de mercados para eToro 

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#1370

El fantasma de la sobrevaloración sacude a los mercados: Europa y Wall Street tiemblan

 
Las bolsas europeas registraron pérdidas significativas hoy, mientras que Wall Street también operó a la baja, en un ambiente de creciente cautela ante indicadores macro y valoraciones elevadas. Se citan como factores de preocupación la falta de datos oficiales por el cierre parcial del Gobierno de EE.UU., la incertidumbre sobre futuras decisiones de tipos de interés de la Federal Reserve y una clara moderación del impulso tecnológico.

En este contexto, conviene volver al análisis de Jim Paulsen, quien sostiene que —aunque las valoraciones parezcan elevadas— podrían estar justificadas por un nuevo paradigma de mercado. Paulsen argumenta que:

  • La menor frecuencia de recesiones, un mejor manejo del ciclo económico y los avances tecnológicos hacen que las empresas registren beneficios más estables y menos cíclicos.

  • Por ello, el rango histórico de múltiplos de beneficios podría haber ascendido estructuralmente (por ejemplo, de 7-21 veces a 20-35 veces) y permanecer allí durante más tiempo.

  • No considera que las valoraciones sean un buen mecanismo de timing de mercado; en cambio, destaca que lo decisivo serán el sentimiento (ya sea de euforia o temor) y el entorno económico/político.

En el marco actual, la caída de los mercados —tanto en Europa como en EE.UU.— puede interpretarse como un ajuste momentáneo más que el fin de la tendencia alcista. Las tensiones mencionadas (tipos de interés, crecimiento global, valoración tecnológica) están controladas, pero generan turbulencia que los inversores deben monitorear.

Qué observar de aquí en adelante


  • Cómo reaccionan los grandes valores tecnológicos: si vuelven a liderar, podrían propiciar un rebote. Si siguen debilitados, la corrección podría ampliarse.
  • La evolución de los tipos de interés y de la política de la Fed: cualquier indicio de alza inesperada podría pesar sobre los mercados de renta variable.

  • Datos macroeconómicos clave, en particular manufactura y confianza, tanto en EE.UU. como en Europa.

  • El sentimiento inversor y la amplitud del mercado: una subida concentrada en pocas acciones suele ser más frágil. En este sentido, Paulsen aconsejaría prestar atención no solo a los grandes nombres, sino también al desempeño del conjunto del mercado.

En resumen: aunque las valoraciones del mercado sean elevadas, según Paulsen ese hecho por sí solo no implica una burbuja inmediata. Pero la sesión de hoy nos recuerda que la prudencia sigue siendo necesaria —especialmente ante un entorno global que permanece cargado de incógnitas.



 



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#1371

La fiesta continúa en Wall Street, pero los más sensatos ya se acercan a la puerta.


Joseph Calhoun plantea una pregunta crucial: ¿están los mercados estadounidenses entrando nuevamente en una burbuja? En su análisis mensual, el gestor de Alhambra Investment Management advierte que, aunque las bolsas mantienen una trayectoria alcista desde los mínimos de octubre —a los que llama “liberation day lows”—, el avance se está concentrando cada vez más en un número reducido de valores, especialmente en el sector tecnológico.

Calhoun observa que la euforia en torno a la inteligencia artificial recuerda a episodios especulativos del pasado. Aunque reconoce que la IA podría marcar una nueva era de productividad, también sugiere que parte del entusiasmo puede estar impulsando valoraciones excesivas. “Podríamos estar construyendo centros de datos que nunca se usen a plena capacidad”, ironiza el autor, subrayando la imposibilidad de saber en tiempo real si el mercado se encuentra ante una burbuja o ante un cambio estructural legítimo.


El analista se detiene también en el oro y los metales preciosos, cuya subida superior al 50% este año genera dudas sobre su significado real. Según Calhoun, el repunte podría reflejar temores sobre el dólar, una huida hacia activos refugio o incluso simples movimientos especulativos. “No hay manera de saberlo con certeza”, reconoce, recordando la famosa frase de Alan Greenspan de que las burbujas solo se identifican en retrospectiva.


Desde el punto de vista técnico, Calhoun advierte que el S&P 500 cotiza entre dos y tres desviaciones estándar por encima de su media móvil de 50 meses, una zona que, a su juicio, justifica una postura de prudencia. No anticipa un desplome inminente, pero considera que los inversores deberían estar más inclinados a vender que a comprar, manteniendo liquidez y evitando la sensación de urgencia o “FOMO” (fear of missing out). “Si sientes que debes comprar algo de inmediato, probablemente sea mejor esperar un poco”, aconseja.


En cuanto al comportamiento de los distintos índices, el autor señala que el NASDAQ lideró en octubre con una subida cercana al 5%, acumulando siete meses consecutivos de avances, mientras el S&P 500 encadena seis meses en positivo. Sin embargo, los valores medianos y pequeños siguen rezagados, un fenómeno que Calhoun asocia a la especulación y a la concentración extrema del mercado en las grandes capitalizaciones.


Las bolsas europeas han subido más de un 30% en dólares.


Otro punto destacado del análisis de Calhoun es la superioridad de los mercados internacionales frente a los estadounidenses. Pese a los aranceles impuestos por Washington, las bolsas europeas han subido más de un 30% en dólares, impulsadas —según el autor— por la salida de capitales que buscan diversificar ante el riesgo percibido en la moneda norteamericana. “Si el capital está fluyendo de vuelta a Europa, tiene que invertirse en algún sitio”, resume.

En el apartado de materias primas, Calhoun subraya que el índice S&P GSCI apenas avanza un 1,3% en el año, pero aclara que la cifra es engañosa: solo el petróleo, que representa el 40% del índice, resta fuerza al conjunto, con una caída del 15%. En contraste, los metales preciosos e industriales presentan alzas espectaculares: el oro sube un 51%, la plata un 65%, el platino un 73% y el paladio un 59%. Incluso productos agrícolas como el café (+22%) y el ganado (+21%) muestran buen desempeño.


Sobre renta fija, el autor destaca que los bonos acumulan rendimientos positivos por tercer año consecutivo —el mejor ejercicio desde 2020—, aunque advierte que los retornos a cinco años de los Treasuries siguen prácticamente planos. La debilidad del dólar, añade, ha impulsado especialmente los bonos internacionales y emergentes.


Calhoun concluye con un mensaje de moderación. Reconoce el entusiasmo general del mercado, pero insiste en que los inversores prudentes deben “contradecir a la multitud en los extremos”. En su opinión, la combinación actual de euforia tecnológica, concentración bursátil y sobrevaloración técnica merece una postura defensiva y disciplinada.




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#1372

¿Se está preparando Warren Buffett para una crisis sin precedentes?


 
La acumulación de efectivo de Buffett genera temores de un colapso, pero los fundamentos y la IA podrían mantener los mercados fuertes.


El nombre de Warren Buffett se ha vuelto tan legendario en el mundo de las inversiones como el de Bruce Lee en las artes marciales. Por lo tanto, no sorprende que millones de inversores sigan de cerca cada movimiento en la cartera de Berkshire Hathaway, incluso después de que ocurra, a través de documentos como el Formulario 10-Q y el Formulario 13F


Sin embargo, en los últimos años, la actividad de Buffett ha sido relativamente moderada, limitada principalmente a reducir la posición de Berkshire en Apple o a acumular reservas de efectivo. Muchos ven esta creciente acumulación de efectivo como una señal clásica de Buffett: “sé cauteloso cuando otros son codiciosos”, y una posible indicación de un colapso inminente en el S&P 500 o el Nasdaq.


Pero parecen olvidar que Berkshire Hathaway no es un fondo de inversión típico. Es un conglomerado basado en negocios de seguros y reaseguros, que, por su naturaleza, requieren una cantidad considerable de efectivo disponible en caso de que se materialicen los riesgos asegurados.

También es posible que Buffett esté preparando el terreno para su sucesor. El inversor de 95 años dejará el cargo de director ejecutivo a finales de año, y Greg Abel lo sucederá
Por lo tanto, dar demasiada importancia a los cambios en la cartera de Berkshire, como si fueran señales de advertencia de una crisis similar a la de 2008, podría ser demasiado simplista. Podría haber muchas otras razones para tales movimientos, incluida la simple optimización de la cartera.


¿Pero cuáles son las probabilidades reales de una caída del mercado?


Más allá de los desafíos fiscales del Tesoro, las continuas tensiones comerciales y las señales contradictorias de la Reserva Federal, los llamados “pesimistas perpetuos” han identificado otro posible cisne negro: el debilitamiento de la confianza del consumidor
En el frente macroeconómico, el índice de confianza del consumidor de The Conference Board cayó ligeramente en octubre, bajando 1.0 puntos a 94.6. Si bien las perspectivas sobre la situación actual de las empresas y el mercado laboral mejoraron modestamente, las expectativas a corto plazo para los ingresos, las empresas y el empleo cayeron 2.9 puntos a 71.5.


En el ámbito corporativo, informes como el de Chipotle comienzan a ser preocupantes. La compañía reportó una disminución del 4% en las ventas en tiendas comparables el trimestre pasado, y el director ejecutivo Scott Boatwright señaló un “retroceso significativo” entre los clientes más jóvenes y de menores ingresos


Aun así, el panorama general de ganancias no es malo. Según FactSet, con el 64% de las empresas del S&P 500 que han presentado informes, el 83% ha registrado sorpresas positivas en las ganancias por acción y el 79% ha superado las expectativas de ingresos. Si a eso se le suma el auge continuo de la IA y el próximo cambio de la Reserva Federal en la flexibilización cuantitativa, el crecimiento del mercado aún podría tener algo de impulso.


En cuanto a cómo un inversor puede proteger su cartera de posibles caídas del mercado, la filosofía de inversión de Buffett ofrece una valiosa guía: comprar empresas, no solo acciones, y al evaluar empresas, centrarse en las ganancias ajustadas en lugar del ruido del mercado a corto plazo.



 

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#1373

¿Es prematuro preocuparse por la corrección del sector tecnológico?


 
Según Yeo Boon Ping de MW, la situación actual del mercado nos obliga a contextualizar sin dejarnos llevar por el alarmismo inmediato.


1. Contexto de mercado


Durante la última sesión, los principales índices estadounidenses registraron tendencias mixtas: el S&P 500 y el Dow Jones Industrial Average modestamente al alza, mientras que el Nasdaq Composite cerraba en ligero retroceso. Según Yeo Boon Ping, los futuros cotizaban con optimismo la noche del domingo, lo cual subraya que los inversores ya están anticipando un posible giro.


2. Inflación en China y expectativas del shutdown en EE.UU.


El artículo de Yeo Boon Ping destaca que el índice de precios al consumo en China creció un 0,2 % interanual en octubre, la primera tasa positiva desde junio. Este dato sobrepasa las expectativas del mercado y podría añadir un matiz inflacionario al escenario global.
Simultáneamente, apunta que los legisladores estadounidenses están “en camino” de aprobar un acuerdo que ponga fin al cierre parcial de la administración federal —una situación que hasta ahora había generado incertidumbre adicional en los mercados financieros.

3. Sobrevaloración tecnológica y posibles riesgos


Yeo Boon Ping remarca que, en el foco del mercado, están muchas compañías tecnológicas con valoraciones elevadas y una concentración de capital considerable. Cita al CEO de una entidad bancaria asiática que advierte: “con billones de dólares ligados a siete empresas […] es inevitable que surjan interrogantes sobre cuándo estallará esta burbuja”.
Desde Goldman Sachs, su CEO ha señalado que podría producirse una corrección del 10 % al 20 % en los mercados de renta variable dentro de los próximos 12 a 24 meses.

4. ¿Es la corrección necesariamente negativa?

No necesariamente. De acuerdo con el análisis de Yeo Boon Ping, aunque una caída del sector tecnológico podría parecer alarmante, también puede generar oportunidades de compra para aquellos inversores con mayor horizonte y perfil de riesgo. Uno de los expertos citados por el artículo explica que las cifras de beneficios han sido “tranquilizadoras”, lo que sugiere que el panorama podría prolongar la fase alcista.


5. Factores a vigilar

El artículo pone sobre la mesa varios elementos clave que podrían condicionar la evolución del mercado:

Evolución de los datos macroeconómicos en China, EE.UU. y Europa, especialmente la inflación.

Resolución del cierre gubernamental de EE.UU. y su impacto sobre la confianza.
Comportamiento del sector tecnológico: si los resultados trimestrales descienden o el mercado revisa a la baja sus expectativas, podríamos ver una corrección más profunda.
Las acciones que actualmente presentan condiciones de sobreventa, que podrían captar el interés si se confirma una fase de rebote.

Conclusión

Desde nuestra perspectiva —basándonos en el análisis de Yeo Boon Ping—, aún es temprano para entrar en modo “pánico tecnológico”, pero no debemos ignorar los riesgos derivados de la concentración sectorial, la inflación global y un entorno legislativo-institucional volátil. Recomendamos adoptar un enfoque equilibrado: vigilar el desarrollo de los catalizadores señalados, aprovechar fases de debilidad si surgen, y evitar asumir que el escenario alcista continuará sin ajustes. 



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#1374

El mercado pone a prueba su propio optimismo


 
La racha compradora global que impulsó a los mercados desde abril empieza a mostrar signos de agotamiento. El denominado “buy everything rally” se enfrenta a su primera gran prueba desde la primavera, con los inversores más cautelosos y los activos especulativos bajo presión.

Según la periodista Joy Wiltermuth (MarketWatch), el impulso alcista se topa ahora con un entorno más frágil, donde la fe en el crecimiento y el apetito por el riesgo comienzan a resquebrajarse.


1. De la euforia al escepticismo



El Nasdaq Composite retrocedió un 3% en la última semana, su peor desempeño desde abril, mientras el S&P 500 cayó un 1,6% y el Dow Jones un 1,2%, según datos de Dow Jones Market Data. Las ventas se concentraron en tecnología y activos especulativos, pese a que el rally desde abril había sido sólido y amplio.


El giro refleja una sensación generalizada: ya no parece un mercado en el que se puede comprar todo sin pensar. El exceso de optimismo empieza a ceder ante los temores sobre el gasto en inteligencia artificial, las valoraciones de las grandes tecnológicas y la debilidad de algunos datos económicos durante el prolongado cierre del Gobierno estadounidense.


2. El peso de la tecnología y la duda sobre la IA


El foco vuelve a situarse en las grandes tecnológicas. Los cinco gigantes —Amazon, Microsoft, Alphabet, Meta y Oracle— podrían elevar su inversión en inteligencia artificial hasta 600.000 millones de dólares en dos años, según estimaciones de LPL Financial citadas por Wiltermuth.


Aunque algunos gestores, como Bryant VanCronkhite (Allspring Global Investments), defienden que gran parte de ese gasto es productivo y estratégico, otros empiezan a cuestionar si las valoraciones actuales justifican tal nivel de inversión. La euforia por la IA ha pasado a una fase de selección natural, donde se distingue la inversión sólida de la mera especulación temática.

3. Un mercado más frágil y con menor liquidez


A esta pérdida de impulso se suma cierta tensión en los mercados de financiación a corto plazo. En octubre se observaron repuntes en los costes de financiación overnight, señales que algunos interpretan como advertencias tempranas sobre la liquidez del sistema. Aunque, como recuerda Guy LeBas (Janney Montgomery Scott), en la mayoría de los casos no hay una relación directa con la política de la Reserva Federal, los inversores comienzan a mostrarse más sensibles a cualquier signo de estrés financiero.

Incluso Bitcoin llegó a rozar brevemente un nuevo mercado bajista, y otros activos especulativos registraron caídas pronunciadas desde finales de octubre. Sin embargo, como apunta Wiltermuth, el patrón de los últimos meses ha sido claro: cada corrección profunda ha terminado siendo una oportunidad para recomprar.

4. El exceso de riesgo y el “momento de limpieza”


El comportamiento de los inversores minoristas y fondos temáticos sugiere que el mercado está entrando en una fase de depuración. “Están comprando todo lo vinculado a una tendencia, cuando es evidente que no todo tendrá éxito a largo plazo”, advierte de nuevo VanCronkhite (Allspring). El experto considera que este proceso de selección es necesario y saludable para que el mercado distinga entre “activos basura” y oportunidades reales.
El apetito por el oro, que acumula una subida superior al 50% en el año y cotiza en torno a 4.000 dólares por onza, también muestra signos de consolidación. Según Aakash Doshi (State Street Investment Management), el metal podría cerrar el año en esos niveles, reflejando su papel como refugio en un entorno de incertidumbre.


5. Perspectiva: de la complacencia al equilibrio

Históricamente, noviembre suele ser un mes favorable para la renta variable. Sin embargo, la combinación de un cierre gubernamental prolongado, la debilidad del empleo y el temor a una saturación de gasto en IA genera un contexto más inestable que en meses anteriores.
Como subraya Joy Wiltermuth, el sentimiento de mercado se ha vuelto más prudente: los inversores ya no pisan el acelerador a la primera señal de caída. Esto no implica el fin del ciclo alcista, pero sí una transición desde la complacencia hacia un escenario más selectivo y racional.

Conclusión


El mercado estadounidense entra en una nueva fase: menos eufórica, más discriminadora. La caída reciente de la tecnología no necesariamente anticipa un cambio de tendencia estructural, pero sí una maduración del rally. Los próximos movimientos dependerán de la evolución del gasto en IA, la capacidad de las grandes compañías para rentabilizar sus inversiones y la rapidez con la que se resuelva el bloqueo político en Washington.
En palabras de Wiltermuth, “ya no parece un mercado en el que se pueda comprarlo todo; los inversores vuelven a examinar qué merece realmente la pena”.



 

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#1375

El S&P 500 encadena 36 máximos históricos: un hito que recuerda a 1929, pero con una peligrosa diferencia


El índice S&P 500 ha alcanzado 36 máximos históricos en lo que va de año, según datos de Turning Point Market Research (TPMR). Pero lo más llamativo no es la cifra total, sino la concentración temporal: 31 de esos récords se produjeron en una ventana de tan solo cuatro meses, un fenómeno extremadamente raro que —según TPMR— solo se ha registrado ocho veces desde 1928.

1. Una concentración histórica de euforia


La secuencia de máximos refleja una fuerza compradora poco común. Desde los mínimos de 2022, el S&P 500 ha recuperado más del 40%, impulsado por la fortaleza de los beneficios empresariales y el entusiasmo por la inteligencia artificial. Sin embargo, la historia demuestra que estos periodos de euforia concentrada suelen anticipar una fase de consolidación o incluso corrección, especialmente cuando el avance se apoya en un número reducido de compañías.

Como subraya Turning Point Market Research, la amplitud de mercado actual es “notablemente más pobre” que en ciclos anteriores: menos del 35% de los valores del índice están en máximos anuales, mientras que el grueso del avance se concentra en los gigantes tecnológicos. En otras palabras, el rally es fuerte, pero estrecho, y eso siempre ha sido una señal de advertencia para los analistas técnicos.

2. El inquietante precedente de 1929


El estudio de TPMR añade un dato inquietante: en 1929, el 31.º máximo histórico del S&P 500 (entonces bajo su forma original) se alcanzó justo un día antes del techo definitivo del mercado, preludio del famoso desplome de octubre. Aunque la comparación no implica necesariamente un desenlace similar, sí subraya que una sucesión tan densa de récords suele ser preludio de volatilidad.


En términos históricos, los periodos con más de 25 máximos en menos de cuatro meses han coincidido con fases finales de ciclo o techos temporales: ocurrió en 1968, 1987, 1999 y 2021, años que luego dieron paso a correcciones relevantes.


3. Rally concentrado, fundamentos divergentes

A diferencia de los años noventa o del ciclo post-pandemia, el actual impulso del mercado no está acompañado de una expansión generalizada de beneficios. El crecimiento del BPA (beneficio por acción) en el S&P 500 ronda el +4% interanual, pero la mitad de ese avance procede de solo cinco compañías —las denominadas Magnificent Seven—.
Mientras tanto, los sectores cíclicos, industriales y de pequeña capitalización siguen rezagados, reflejando una economía que crece de forma desigual y una liquidez financiera que empieza a mostrar tensiones en los márgenes de crédito.

4. Señales técnicas y comportamiento del inversor


El índice de fuerza relativa (RSI) del S&P 500 se encuentra por encima de 70 puntos, zona de sobrecompra técnica. Además, la volatilidad implícita (VIX) permanece en niveles inusualmente bajos —por debajo de 14—, lo que sugiere una complacencia creciente entre los inversores.


Sin embargo, los datos de flujos semanales de fondos muestran un repunte en la entrada de dinero hacia activos defensivos y bonos de corto plazo, una combinación que suele anticipar una toma de beneficios inminente.

5. Perspectiva de Capital Bolsa

En nuestra lectura, el mercado estadounidense se encuentra en una fase madura del ciclo alcista, más dependiente del momentum que de los fundamentales. La concentración del rally en un puñado de valores, junto a los paralelismos históricos detectados por Turning Point Market Research, nos invita a la cautela.


No se trata de anunciar un nuevo 1929, pero sí de recordar que los techos de mercado rara vez se identifican por la euforia general, sino por la falta de participación del resto de activos.


A corto plazo, el S&P 500 podría seguir marcando nuevos máximos si la narrativa de tipos a la baja y beneficios resilientes se mantiene. Pero a medio plazo, la estadística es clara: nunca antes una concentración tan intensa de récords se sostuvo sin una corrección posterior.




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#1376

Mi decisión más difícil en 14 años de mercados y por qué no puedo ignorarla


 
El mercado actual se encuentra en un entorno de alto riesgo y alta recompensa, impulsado por la disrupción de la inteligencia artificial (IA), la disminución de la demanda laboral y la concentración de ganancias en unas pocas acciones mega-cap.

Mientras tanto, los sectores cíclicos y de consumo enfrentan una recesión de ganancias, mientras los gigantes de IA y sus industrias relacionadas superan al mercado, creando un entorno frágil y “top-heavy”.


El desafío para los inversores es doble: la diversificación es compleja, y apostar por sectores tradicionales requiere paciencia y convicción a largo plazo. A pesar de ello, veo oportunidades significativas en sectores cíclicos infravalorados, esperando que las tendencias de capital relacionadas con la IA y el apoyo de políticas públicas amplíen el mercado más allá de unos pocos ganadores.

Un mercado como Fórmula 1


Como fanático de la Fórmula 1, observo el paralelismo entre la estrategia de Max Verstappen y el mercado: ambos requieren arriesgar al máximo con control absoluto. Verstappen domina por su capacidad de manejar el límite del coche, sacando ventaja donde otros temen acercarse. Hoy, la economía y los mercados presentan un riesgo similar: la IA está alterando el empleo, pero también genera un efecto similar a la liquidez cuantitativa a través de billones en inversión de capital a largo plazo por parte de los gigantes tecnológicos.
Por otro lado, los sectores cíclicos siguen estancados, lo que puede obligar al gobierno y la Fed a “calentar la economía” mediante estímulos y políticas expansivas. Si se ejecuta correctamente, la recompensa podría ser enorme; de lo contrario, el escenario más extremo sería una estanflación, la pesadilla de consumidores e inversores.

La torre de Jenga del empleo y la demanda cíclica


El mercado laboral muestra signos de debilidad: la demanda laboral cae, aunque los despidos han sido moderados hasta ahora, mientras la IA comienza a influir en la contratación. Sin embargo, octubre marcó un aumento significativo de recortes de empleo, especialmente en tecnología y logística, con más de 150.000 despidos anunciados, casi el triple del año pasado.
El consumo se bifurca: los hogares de ingresos bajos luchan por mantener el gasto, mientras que los más ricos sostienen una parte desproporcionada de la actividad económica, creando lo que algunos llaman una “torre de Jenga” económica, frágil y top-heavy. Por ejemplo, McDonald’s reporta que el tráfico de consumidores de menores ingresos cae casi a doble dígito, mientras que los consumidores de ingresos altos aumentan sus visitas en la misma proporción.

Ganancias concentradas y riesgo de burbuja


El mercado de acciones depende actualmente de un puñado de empresas de IA. Con cerca del 80% de las compañías reportando ganancias, el crecimiento de EPS del S&P 500 es del 13,9%, impulsado principalmente por los hyperscalers de IA. Al excluir compañías como Amazon y Tesla, los sectores de consumo y básicos muestran una recesión de ganancias, lo que refuerza la fragilidad del mercado.

La Fed y el gobierno bajo presión


El próximo movimiento del gobierno y la Reserva Federal será clave. La evidencia sugiere que la Fed está cerca de concluir su política de reducción de balance, y el mercado espera un cambio hacia la expansión y tasas más bajas para estimular sectores cíclicos, incluyendo la vivienda. Esta liquidez adicional podría sostener al mercado, pero también genera riesgos si se ejecuta sin cuidado.

Estrategia de inversión: el enfoque cíclico


A pesar de la concentración de ganancias en los gigantes tecnológicos, hay oportunidades en acciones infravaloradas y cíclicas. La combinación de un acuerdo comercial con China, la expansión de capital en IA, la desregulación y la reindustrialización podría desencadenar un broader market rally a mediano plazo. Sin embargo, esto requiere un enfoque paciente, tolerancia al riesgo y visión a largo plazo.

Escenarios y riesgos


  • Optimista: Estímulo gubernamental y liquidez de la Fed activan la economía cíclica, ampliando la base del mercado y generando retornos sostenibles.
  • Neutral: La concentración de ganancias en IA persiste, con volatilidad elevada y rendimientos limitados fuera del sector tecnológico.
  • Pesimista: Estímulos insuficientes o desaceleración de consumo generan estanflación, afectando a toda la economía y a los mercados.

Conclusión


El mercado de 2025 es uno de los más complejos que he visto en 14 años. Comprar los gigantes de IA puede funcionar a corto plazo, pero la diversificación y la inversión en sectores olvidados podrían ofrecer los mejores retornos en los próximos años. Es un juego de riesgo calculado, donde el premio puede ser significativo si las políticas de estímulo y la inversión en IA realmente amplían la economía.

Leo Nelissen 

 

No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1377

Wall Street se adelanta al espíritu navideño, pero la estadística dice otra cosa.


 
Cada fin de año, el mercado revive el mito de la llamada “rally de Santa Claus”, ese impulso alcista que tradicionalmente anima a los inversores durante las fiestas. Pero, según el veterano analista Mark Hulbert (MarketWatch), muchos en Wall Street están colgando las luces demasiado pronto: la verdadera magia bursátil de diciembre no suele comenzar hasta después de Navidad.

Históricamente, el Dow Jones Industrial Average ha subido un 77% de las veces en el periodo comprendido entre el día posterior a Navidad y los dos primeros días hábiles de enero, con una ganancia media del 1,44%. Por el contrario, el promedio de cualquier otro periodo similar apenas alcanza el 0,16%. Son cifras con una significación estadística del 95%, suficientes para sostener que el fenómeno es real… aunque puntual.


Los falsos mitos del rally adelantado


Según explica Hulbert, muchos analistas han estirado tanto el concepto que ya apenas guarda relación con su base estadística. Algunos lo aplican al conjunto de noviembre y diciembre, otros incluso a cualquier repunte pre-navideño del mercado. Pero los datos históricos desmontan esa idea:


  • En la primera mitad del registro histórico del Dow (desde 1896), el periodo noviembre-diciembre no tuvo un rendimiento superior al promedio.

  • Solo en las últimas décadas se ha visto un mejor comportamiento, lo que sugiere —en palabras de Hulbert— “que Santa estuvo dormido durante más de 60 años antes de despertar repentinamente”.

La realidad, por tanto, es que no hay evidencia sólida que respalde un rally temprano. La única versión con base estadística comprobada es la que comienza el día después de Navidad, no antes.

Paciencia, inversores: Santa no llega antes de tiempo


Hulbert insiste en que no conviene adelantar posiciones de riesgo basándose en el entusiasmo estacional. Aunque noviembre y diciembre suelen ser meses favorables, la rentabilidad media se reparte de forma irregular y depende más del contexto macroeconómico y de la política monetaria que del calendario festivo.

El mensaje final del analista es claro: “La única rally digna del nombre de Santa Claus llega en su momento, no antes. Igual que el propio Santa”. 





No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1378

El optimismo de los inversores cae a su nivel más bajo en dos meses en medio de una venta masiva de acciones tecnológica

El optimismo de los inversores individuales sobre el mercado bursátil estadounidense ha caído a su nivel más bajo en dos meses, mientras que la proporción de inversores bajistas se ha disparado.

En una encuesta realizada durante la semana que finalizó el miércoles por la noche, la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales descubrió que el 31,6% de los encuestados eran optimistas sobre el mercado de valores en los próximos seis meses.


Esa cifra fue mucho menor que el alcista dato del 38% de la semana anterior y mostró a los inversores en su punto menos positivo desde la semana que finalizó el 10 de septiembre.
El cambio de sentimiento se produjo cuando muchos inversores minoristas se vieron sacudidos por las fuertes caídas de los últimos días en varias empresas tecnológicas populares, como Palantir y CoreWeave.


La proporción de encuestados que se mostraron pesimistas sobre las perspectivas del mercado aumentó al 49,1% desde el 36,3% de la semana anterior.






No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1379

Comprar la caída o vender la subida: el dilema que divide hoy a los minoristas


 
Según la pieza original, los movimientos recientes del mercado han generado dudas razonables entre inversores minoristas: ¿aprovechar las caídas o asegurar beneficios después de un año fuerte? En un entorno donde tecnología y expectativas sobre la Fed marcan el ritmo, el debate vuelve a polarizarse.


Volatilidad, dudas y dos bandos claros

Como explicaba la fuente original, parte del mercado sigue actuando como comprador en las caídas, convencido de que los líderes han corregido lo suficiente como para ofrecer nuevas oportunidades. Otros, en cambio, han preferido realizar beneficios tras un año especialmente sólido. Aunque los principales índices se estabilizaron el viernes, la sesión previa registró la peor caída desde el 10 de octubre.

Recordatorios clave: invertir con método

El artículo subraya que, para quienes invierten de forma periódica, lo sensato sigue siendo mantenerse firmes con las aportaciones automáticas. El promedio del coste en el tiempo —una herramienta clásica— permite comprar menos en fases de euforia y más en correcciones, suavizando la volatilidad total de la cartera.


Para perfiles que se acercan a una fase más conservadora, la fuente original recomendaba valorar ajustes hacia combinaciones más equilibradas, como un 60/40.

Comprar en tramos y analizar el horizonte temporal

El texto recogía también la visión de gestores que recomiendan aprovechar las caídas, pero siempre en tramos y con una perspectiva mínima de tres a cinco años. Ponen como ejemplo compras recientes en valores de gran capitalización como IBM, cuyo perfil de caja, dividendo y exposición a IA, según la fuente original, sigue infravalorado por el mercado.

Evitar el ‘market timing’: diversificar y reequilibrar

Mantener liquidez para actuar en correcciones puede ser útil, pero sin caer en el error de intentar adivinar techos o suelos. El texto recordaba que sectores menos exigentes en valoración —consumo básico, salud, inmobiliario o utilities— pueden servir como colchón táctico.
Asimismo, la fuente original insistía en que, cuando los megacaps de IA volaron, muchos inversores debieron haber rotado parte de beneficios hacia áreas infravaloradas. La diversificación no evita caídas generales, pero las modera y acelera recuperaciones.

¿Rally de final de año? Señales mixtas pero favorables

La pieza apuntaba que varios estrategas ven una estructura de mercado que aún sugiere fortaleza. Un factor destacado es el inusual patrón de diez lunes consecutivos al alza. Si Nvidia aporta buenas perspectivas en su próxima presentación de resultados, podría reactivarse el apetito por riesgo.


Según la fuente original, algunos nichos muy calientes —como cripto, nuclear o quantum— han purgado excesos, lo que suele preceder a nuevas fases de euforia en ciclos alcistas largos. Incluso se mencionaba la posibilidad de que el S&P 500 trate de acercarse a los 7.000 puntos.

Conclusión

El mensaje general es claro: en mercados volátiles, los titulares generan ruido, pero las estrategias disciplinadas —aportar regularmente, diversificar, reequilibrar y aprovechar correcciones sin precipitarse— suelen imponerse. Para perfiles de largo plazo, las caídas siguen siendo oportunidades. Para quienes están cerca de un cambio de ciclo vital, quizá sea momento de ajustar riesgos. 



No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1380

"El mercado pone a prueba la confianza de los inversores alcistas”


Lale Akoner, la analista Global de Mercados de eToro, toma el pulso en su análisis semanal al comportamiento de bitcoin, cuya cotización ha caído por debajo de los 100.000 dólares, pero que aún no supone el fin de la tendencia.

El reciente retroceso del bitcoin y del mercado de criptoactivos en general refleja un proceso de reajuste técnico en un contexto macroeconómico más incierto, más que un cambio estructural en la tendencia.

El retroceso del Bitcoin pone a prueba la convicción del mercado

¿Qué está provocando la caída?


Tras una larga subida, la toma de beneficios y la creciente aversión al riesgo a nivel global desencadenaron una venta masiva. El BTC ha caído por debajo de un soporte clave, su máximo anterior, que se mantuvo durante casi dos años, lo que sugiere que los inversores están reevaluando su tolerancia al riesgo.

¿Qué dicen los indicadores técnicos?

Con el BTC ahora por debajo de su soporte de dos años y de las principales medias móviles (50 y 200 días), las señales de sobreventa podrían no garantizar un rebote inmediato, lo que sugiere que esta fase podría prolongarse antes de que surja un soporte sólido.

Aun así, los fundamentos se mantienen

A pesar del deterioro del sentimiento, los fundamentos en la cadena de bloques se mantienen sólidos: más del 70% de los BTC emitidos siguen generando ganancias y las direcciones con más de 1.000 BTC aumentaron sus posiciones en más de 45 000 BTC la semana pasada, una clara señal de acumulación institucional. Este comportamiento apunta a un mercado en consolidación, más que a una reversión estructural.

Conclusión: La disciplina de riesgo sigue siendo clave. Una caída sostenida por debajo del rango de $89.000 a $90.000 indicaría una ruptura del soporte y un posible cambio hacia una fase bajista más prolongada. Pero si se mantiene el nivel de $95.000, esta corrección podría convertirse en una oportunidad de compra para los inversores a largo plazo.



No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.