Estados Unidos ha perdido este viernes la Triple A, la máxima calificación crediticia, entre dudas crecientes sobre su gobierno, el Congreso y la capacidad de poner bajo control un déficit y una deuda crecientes en un entorno de máxima incertidumbre, hostilidad y temores a una recesión. "Esta rebaja de un escalón en nuestra escala de calificación de 21 niveles refleja el aumento a lo largo de más de una década de los ratios de deuda gubernamental y pago de intereses a niveles significativamente superiores a los de países con calificaciones similares", ha anunciado en un comunicado sorpresa la agencia de calificación Moody's.Donald Trump volvió a la Casa Blanca el 20 de enero con un programa sin precedentes que incluía desmantelar poco a poco el Estado, cerrar agencias y despedir a decenas de miles de personas. Pero también, declarar una guerra comercial unilateral a todo el planeta. La reacción fue inmediata. Primero fueron las sacudidas en los mercados de renta variable, después los movimientos más que serios en los de deuda pública y las fugas en los de divisas. Y ahora, como en los momentos más calientes de la crisis de 2008-2012, las bajadas de rating.Por ello, esta noche, con las Bolsas cerradas de cara al fin de semana, la agencia de calificación ha rebajado la puntuación de la deuda soberana de la primera potencia del planeta, que pasa de la célebre y segura triple A, que garantiza costes de financiación más bajos, a Aa1. Manteniendo, por lo menos, la perspectiva de estable, lo que indica que no debería haber nuevas rebajas a corto plazo, si no ocurriera algo inesperado.Con la rebaja de la mázima nota, Moody's sigue así los pasos de Fitch, que lo hizo en 2023 y S&P, que lo hizo en 2011."Las sucesivas administraciones y el Congreso de Estados Unidos no han logrado un acuerdo sobre medidas para revertir la tendencia, y no creemos que las propuestas fiscales actualmente en consideración resulten en reducciones significativas plurianuales del gasto obligatorio y los déficits. Durante la próxima década, prevemos mayores déficits a medida que aumenta el gasto en prestaciones sociales, mientras que los ingresos públicos se mantienen prácticamente sin cambios. A su vez, la persistencia de grandes déficits fiscales incrementará la deuda pública y la carga de intereses. Es probable que el desempeño fiscal de Estados Unidos se deteriore en comparación con su propio historial y con el de otros países soberanos de alta calificación crediticia", dice el demoledor informe.La noticia va a desatar la ira del presidente Donald Trump e inevitablemente tendrá consecuencias el lunes, cuando abran de nuevo las bolsas asiáticas, las europeas y Wall Street. Moody's acepta la premisa de que EEUU "conserva fortalezas crediticias excepcionales", como el tamaño, la resiliencia y el dinamismo de su economía, y el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva global. Además, explica, "si bien los últimos meses se han caracterizado por cierta incertidumbre política, prevemos que EEUU. mantendrá su larga trayectoria de política monetaria muy eficaz, liderada por una Reserva Federal independiente".Pero en la misma frase hay más una advertencia al Gobierno que una constatación, ya que Trump ha atacado, insultado y presionado al presidente de la Fed, Jerome Powell, para que baje los tipos de interés. En algunas entrevistas ha intentado corregir sus palabras diciendo que no tiene previsto cesarlo, algo por otro lado probablemente ilegal, pero su mensaje es que a partir de 2026 tendrá, por las buenas o las malas, un banco central más abierto a escucharle y a acomodar sus exigencias. Algo que puede tener efectos devastadores en los mercados.El Congreso debate estos días el Presupuesto y las políticas fiscales que quiere aplicar Trump, incluyendo rebajas fiscales, si bien el presidente sorprendió a sus partidarios abriéndose hace unos días a la posibilidad de subir algún impuesto a los más ricos. La agencia de calificación advierte de que si no hay cambios serios, los gastos por intereses de la deuda aumentarán hasta suponer el 78% del gasto total para 2035, desde aproximadamente el 73% en 2024. "Si se prorroga la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, que constituye nuestro escenario base, se añadirán alrededor de cuatro billones de dólares al déficit fiscal primario federal (excluyendo el pago de intereses) durante la próxima década", una cantidad astronómica y que muchas empiezan a plantearse si viable, por mucho que el dólar sea la reserva global. Ya que esta administración está reventando los pilares del sistema levantado en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods."Como resultado, prevemos que los déficits federales se amplíen, alcanzando casi al 9% del PIB para 2035, frente al 6,4% en 2024, impulsado principalmente por el aumento del pago de intereses de la deuda, el aumento del gasto en prestaciones sociales y una generación de ingresos relativamente baja. Anticipamos que la carga de la deuda federal aumentará a alrededor del 134% del PIB para 2035, en comparación con el 98% en 2024", zanja Moody's.Moody's le quita la triple A a EEUU por su deuda y déficit | Internacional