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Participaciones del usuario Contracorriente

Contracorriente 05/07/10 14:26
Ha comentado en el artículo No a la discriminación
Pues no estoy de acuerdo contigo Tristán. El mensaje del vídeo no va en contra de que se les otorgue una subvención. El mensaje que hay detrás es simplemente un insulto: se contrapone a la "gente normal" con la "gente anormal", según ellos los gays y lesbianas. Esto para mi es un insulto y es inaceptable que no se castigue, porque la crítica política está bien, pero lo que no cabe es insultar a alguien, y luego decir que lo has hecho "aparándote en tu libertad de expresión". Yo con lo que no puedo estar de acuerdo es con que se insulte a los demás. Lo que tu dices de que es un lobby, etc. pues supongo que tendrás tus razones para pensarlo. Yo seguramente no las comparto, pero yo nunca podré censurarte porque no estás insultando. El mensaje de Intereconomía insulta. No se puede llamar a un grupo de personas "anormales" sólo por su opción sexual. Así que me parece cojonudo que les planten una multa, y para mí se han quedado cortos. Creo que les deberían obligar a disculparse públicamente.
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Contracorriente 05/07/10 11:51
Ha comentado en el artículo No a la discriminación
Pues a mi el mensaje de Intereconomía si que me parece homófobo. Para mi, resaltar en un mensaje "364 días de orgullo de la gente normal y corriente" en contraposición a "1 día de orgullo gay", me parece homófobo. ¿Qué pasa, que los gays no son "gente normal y corriente"? Para mi la multa está muy bien puesta. Hay cosas que se deben respetar, la libertad de uno mismo empieza donde termina la de los demás. Y no creo que se deba amparar el insulto a los demás en una mal entendida "libertad de expresión". Así que, si insultan, que se atengan a las consecuencias y paguen la multa. Si esta cadena no está de acuerdo con la homosexualidad, pues OK, pero que no insulten. Porque el mensaje que hay tras su anuncio es que los gays "no son gente normal y corriente". ¿Qué son entonces? ¿Anormales? Vaya pena me dáis los que seguís dándole audiencia a Intereconomía.
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Contracorriente 04/07/10 14:01
Ha comentado en el artículo ¿Recuperación sin consumo?
Anrabro, creo que tu comentario tiene mucha miga. Así que me lo voy a guardar, creo que requiere un poco de reflexión por mi parte. Si puedo esta tarde, si no en un par de días, te mando mi respuesta, y si quieres comentamos. Un saludo.
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Contracorriente 04/07/10 13:58
Ha comentado en el artículo ¿Recuperación sin consumo?
Hola Ramon13, ¡qué va! No soy empresario ¡qué mas quisiera yo! Sólo soy un currito de a pie, un mileurista de tantos. Lo que si tengo, por mi puesto de trabajo, es bastante contacto con directivos y empresarios, y esto me permite comparar las teorías económicas que estudié con el comportamiento "real" del empresario. Veo cómo fijan los precios, cómo toman las decisiones de inversión, cómo manejan los niveles de stock, sus motivos a la hora de contratar o no a nuevo personal, o cómo actúan en sus políticas para atraer y conservar a los clientes. Respecto a las decisiones de inversión, te puedo decir que el empresario sólo invierte si lo tiene bien, pero bien claro. Es una cuestión de expectativas, ya que nadie tenemos la absoluta certeza de qué va a ocurrir en el futuro. Normalmente, se suelen fijar en cómo han ido las cosas en el pasado, las tendencias actuales del mercado, y en funcion de esto hacen una "apuesta" sobre lo que va a pasar. Si tienen medios suficientes, incluso hacen un estudio de mercado, aunque si la empresa es pequeñita, esto no es lo normal. Así que tienes toda la razón cuando dices que cuando lo vuelvan a tener claro, volverán a invertir, y el paro volverá a bajar al 8%. La recuperación de la confianza es fundamental: que los consumidores recuperen la confianza para que se recupere el consumo, que las empresas recuperen la confianza en sus proveedores y en sus clientes, y que los bancos recuperen la confianza para volver a prestarse unos a otros y para dar liquidez a las empresas y a los consumidores. Creo que este aspecto es clave, y los poderes políticos y el BCE de forma muy especial, tienen mucho que decir para que se recupere el clima de confianza (aunque por el momento, y en mi humilde opinión, han hecho bastante poco para restaurar el clima de confianza). Por cierto, ya que hemos empezado a hacer conjeturas sobre nuestros trabajos, voy a arriesgarme a hacer una sobre tu profesión: ¿trabajas en la redacción de economía de algún diario, o alguna agencia sobre noticias de economía? ¡Me sigues asombrando con la cantidad de enlaces que pones sobre noticias de economía! ¿¿¿de dónde las sacas??? Y sobre todo ¿de dónde sacas tiempo para encontrar tantas y tan variadas? Un saludo. Nos hablamos.
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Contracorriente 02/07/10 22:56
Ha comentado en el artículo ¿Recuperación sin consumo?
Tomás, hoy estoy totalmente de acuerdo con tu post. Lo que guía la inversión no es la abundancia de ahorro, sino las expectativas empresariales. Si una empresa piensa que la inversión le reportará mayores beneficios, invertirá. Si no tiene expectativas de que la inversión le genere beneficios, no invertirá, por muy bajos que estén los tipos de interés, y por mucho ahorro que haya disponible. Y para que haya un retorno de la inversión, tiene que haber una expectativa de ventas. Si no ¿para qué invertir? Sólo quisiera añadir a los motivos que expones para realizar la inversión (lograr producir mejor o con menos recursos), otros dos mas: la inversión para producir nuevos bienes y servicios (por ejemplo, que una empresa decida invertir en nanotecnología); y la inversión para aumentar la capacidad productiva (un empresario que produce yogures, y monta otra fábrica de mas capacidad para atender una demanda creciente). Saludos.
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Contracorriente 23/06/10 11:03
Ha comentado en el artículo Irlanda ha tomado las mismas medidas que se piden para todos. ¿Que tal ha ido?
Efectivamente. Para mi, el problema está mas en los efectos recesivos que tiene el descenso de la demanda sobre la producción y el empleo, que la propia caída de precios. Por hacer una analogía, para mi la caída de precios sería como la fiebre, un "síntoma" de la enfermedad, mientras que la "enfermedad" en sí es la caída de la demanda, la ocupación, el empleo y el uso de los factores productivos. Realmente, me parece loable por tu parte que critiques las medidas adoptadas para salir de la crisis. Lo que no comparto plenamente es tu enfoque, para mi el ajuste via cantidades es la "madre del cordero". Saludos, y enhorabuena por tu blog.
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Contracorriente 22/06/10 20:32
Ha comentado en el artículo Irlanda ha tomado las mismas medidas que se piden para todos. ¿Que tal ha ido?
Hola Tomás, En primer lugar, te agradezco que hayas contestado a mi mensaje, pues de verdad que no esperaba ni siquiera que lo hubieras leído. Gracias, también, por el enlace que has puesto. Lo he leído con interés, y me parece una muy buena explicación del ajuste de la producción por vía precios. Efectivamente, esta es la decisión que tomaría una empresa precio aceptante, si no existiesen problemas de demanda efectiva. Esto es lo que critico en mi comentario: si aceptas que en Irlanda los precios están cayendo, estás aceptando que el ajuste vía precios es válido (las empresas responden a una bajada en el precio aumentando su producción). Estás, por tanto, admitiendo implícitamente que no hay problemas de demanda, y estás dando la razón a quienes piensan que la “vía deflacionista” es la política que hay que seguir para que los países salgan de la crisis. Me gustaría ponerte un ejemplo que explicase por qué no estoy de acuerdo contigo. Volvamos, para ello, por un momento al ejemplo que has puesto: “podemos suponer que se nos plantea una inversión de 100, que nos permitirá hacer un determinado producto que podremos vender a 10. Podemos asumir que el coste de materias primas, de personal y el resto de costes en los que incurrimos si producimos ese producto asciende a 4 y el precio actual es de 10. En consecuencia es fácil determinar que por tanto, dado que por cada venta nos quedan 6, pues necesitaríamos vender 17 unidades del producto, para cubrir los costes en que incurrimos cuando realizamos la inversión.” Veamos cuáles son estos costes: por un lado, tienes un coste fijo de 100€, derivado de la compra del capital (vamos a suponer, como creo que haces tu, que es una capital que se consume totalmente al final del proceso productivo). Tenemos, por otro lado, costes variables: personal y materias primas, que en tu ejemplo es de 4€ por unidad producida. Como la cantidad que produces es de 17 uds, tenemos que el coste variable total es de 17 x 4€ = 68€. Los costes totales en este proceso productivo son de 100€ + 68€ = 168€ Como el capital hay que amortizarlo, me gustaría hacer una pequeña puntualización a tu ejemplo: lo que nos queda de beneficio en tu ejemplo no es 6€ por unidad producida, sino: Costes variables por unidad: 4€ Coste fijo por unidad: 100€/17 = 5.88€ Precio venta: 10€ Beneficio: Precio venta – (coste variable + coste fijo) = 10€ - (4€ + 5,88€) = 0,12€ Volvamos a tu ejemplo: “En caso de que exista deflación, tendremos que ajustar el precio, y en este caso nos encontramos con una situación perversa. Es fácil comprobar que si los bienes que producimos, sólo los podemos vender a 9, comprobamos que suponiendo que las materias primas no suban, lo que ganaremos es 5 por producto. Esto supone que tendremos que vender 20 unidades para lograr rentabilizar el proyecto.” Supongamos ahora que el precio cae a 9€. ¿Cuál sería, en este caso, el beneficio? 9€ - (4€ + 5,88€) = -0,88€ Es decir, si el precio cae hasta 9€, la empresa obtiene una pérdida de 0,88€ por cada unidad que produce, si sólo vende 17 unidades. En este escenario, y como muy bien apuntas, puede optar por intentar aumentar la cantidad producida, siempre que el mercado absorba este exceso de producción, es decir, si no hay problemas de demanda efectiva. De esta forma, diluye el coste fijo entre el mayor número de unidades producidas. Aumentará la cantidad hasta que el precio de la venta sea igual al coste variable por unidad mas el coste fijo por unidad. P = Cv + Cf Vamos a suponer que no varía ni el coste de las material primas ni el coste laboral: 9 = 4 + X, por tanto X = 5; como el coste de capital es 100€, debe aumentar la cantidad hasta que el coste fijo por unidad producida sea exactamente 5€. Es decir 100/5 = 20 uds O, según tus palabras: “Como se puede comprobar, un 10% de caída en el precio, implica que se necesite vender cerca de un 20% más de producto, para compensar con volumen lo que perdemos con margen.” Bien, ya tenemos claro lo que quieren hacer las empresas cuando baja el precio: aumentar la producción. Pero ¿nos hemos puesto el la piel de los consumidores? Pensemos ahora por un momento que los consumidores de esta economía están saturados de ese bien, y que aunque el precio bajase a 9€ sólo demandan 18 unidades. La empresa, para obtener beneficios, debería producir y vender 20 uds (20 x 9€ = 180 €). Sin embargo, los consumidores sólo consumen 18 uds. ¿Qué beneficio tendrá la empresa? Coste fijo unitario: 100€/18 = 5,56€ Coste variable unitario: 4€ Beneficio: 9€ - (4€ + 5,56€) = -0,56€ Si los consumidores se han saturado de ese bien, aunque el precio caiga a 9€, la empresa no logrará colocar toda su producción. Esta situación puede darse perfectamente, ya que dependerá de la elasticidad – precio del producto en cuestión; algo que refleja los gustos de los consumidores. Hay bienes en los que, aunque bajes el precio significativamente, no lograrás aumentos significativos en la cantidad demandada. Bien, ¿tiene sentido en este caso, en el que hemos introducido la demanda, que la empresa produzca una cantidad superior a la que demanda el mercado, y la venda con pérdidas? Mi respuesta es que no. ¿Qué haría, en este caso, la empresa? Creo que intentará mantener el precio, y reducir sus costes variables; es decir, como sólo puede vender 18 uds, comprará menos materias primas y contratará menos trabajadores. Por tanto, no puedo estar de acuerdo contigo en este párrafo: “La primera reacción será sin embargo, tratar de mantener el precio, siendo el stock la primera amenaza a tal efecto. En consecuencia, el primer efecto suele ser tratar de producir menos, o incluso en el caso de los alimentos (ya producidos y perecederos), se llega incluso a destruir los productos. Claro que dicha solución no puede ser mantenida en el tiempo, porque para cubrir los gastos, necesitamos precio y cantidad vendida. Parando producción, podremos mantener el precio, pero no lograremos alcanzar la cantidad de ventas que necesitamos para conseguir beneficios. Por tanto al final la única forma de compensar una caída del margen es incrementar cantidad producida. El grave problema es que si tratamos de producir más productos en un entorno en el que la demanda está deprimida, el efecto se trasladará al precio de forma que no hay nada que presione más a la baja los precios que un almacén repleto. Por esta razón nos encontramos con las empresas en un duro equilibrio en el que poco o nada se puede hacer. Evidentemente, la solución pasa por conseguir incrementar más las ventas que la caída de los márgenes, de tal forma que en un contexto en que la tarta es cada vez más pequeña, lo que significa en la práctica es que sobrevivirán empresas muy grandes pero sólo una gran minoría.” Las empresas sí que pueden compensar la caída en el margen sin incrementar la cantidad producida: reduciendo los costes variables (coste de materias primas y trabajadores contratados). Siguiendo la regla que ha de cumplir, P = Cv + Cf, ahora tenemos que 9€ = Cv + 5,56€; por tanto Cv = 3,44. El total de coste variable total será 3,44€ x 18 = 61,92 €. Es decir, comprará menos materias primas y contratará menos trabajadores; concretamente, contratará sólo los trabajadores estrictamente necesarios para producir 18 unidades. Como en tu ejemplo no has puesto coeficientes de producción, no podemos estar seguros de cuántos trabajadores menos contratará; en cualquier caso, lo que me gustaría resaltar para finalizar mi comentario, es que, en situaciones de insuficiencia de demanda, una empresa puede compensar el menor precio de venta despidiendo trabajadores, ajustando sus costes para producir menos, en lugar de aumentando su producción. Este ajuste, vía cantidades, es el que creo que se da en la economía real; por tanto, una política deflacionista como la que han aplicado en Irlanda, en mi opinión no llevará a caídas significativas en los precios, sino a caídas significativas en la ocupación y la producción. Saludos.
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Contracorriente 20/06/10 15:47
Ha comentado en el artículo Los convenios colectivos como mecanismo de selección natural
Me gustaría añadir un comentario mas: aunque la "cláusula de desenganche" esté destinada a facilitarle la vida a las empresas en crisis, puede que sea completamente ineficaz. Pienso que, igual que las empresas compiten en los mercados de bienes y servicios por tener mas éxito que sus competidores al vender sus productos, también compiten en el mercado de trabajo por atraer a los mejores trabajadores. Desde el momento en que se acojan a la "cláusula de desenganche" para pagar salarios por debajo del salario de convenio, veo dificil que puedan atraer a los mejores trabajadores. Además, si esto lo combinamos con una menor indemnizacion por despido, o su desaparición por completo a cargo de la empresa, siguiendo el "modelo austriaco", ni siquiera podrá retener a los mejores trabajadores de su organización. ¿Quién querría trabajar en una empresa que paga un salario inferior al resto de las del sector, si tienes la opción de ganar mas en otra empresa de la competencia? Se podría entender que el trabajador no cambie de empresa si pierde sus derechos adquiridos por antigüedad, pero si estos desaparecen ¿cómo podrá retenerle la empresa acogida la "cláusula de desenganche"? Por tanto, puede que las empresas que se acojan a esta cláusula, además de no conseguir atraer a buenos trabajadores, pierdan a los mas eficientes de su organización. Por todo ello, esta "cláusula de desenganche" terminaría incluso perjudicándole mas que beneficiándole. Aceleraría sus problemas, ya que añadiría a la mala gestión empresarial, una plantilla en la que quedarían sólo los trabajadores que no puedan encontrar un trabajo en otra empresa del sector: aquellos que las empresas eficientes rechacen por tener menos motivación, por tener menos experiencia o con menos cualificación. Saludos.
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