Hola Tomás,
En primer lugar, te agradezco que hayas contestado a mi mensaje, pues de verdad que no esperaba ni siquiera que lo hubieras leído.
Gracias, también, por el enlace que has puesto. Lo he leído con interés, y me parece una muy buena explicación del ajuste de la producción por vía precios. Efectivamente, esta es la decisión que tomaría una empresa precio aceptante, si no existiesen problemas de demanda efectiva. Esto es lo que critico en mi comentario: si aceptas que en Irlanda los precios están cayendo, estás aceptando que el ajuste vía precios es válido (las empresas responden a una bajada en el precio aumentando su producción). Estás, por tanto, admitiendo implícitamente que no hay problemas de demanda, y estás dando la razón a quienes piensan que la “vía deflacionista” es la política que hay que seguir para que los países salgan de la crisis.
Me gustaría ponerte un ejemplo que explicase por qué no estoy de acuerdo contigo. Volvamos, para ello, por un momento al ejemplo que has puesto:
“podemos suponer que se nos plantea una inversión de 100, que nos permitirá hacer un determinado producto que podremos vender a 10. Podemos asumir que el coste de materias primas, de personal y el resto de costes en los que incurrimos si producimos ese producto asciende a 4 y el precio actual es de 10. En consecuencia es fácil determinar que por tanto, dado que por cada venta nos quedan 6, pues necesitaríamos vender 17 unidades del producto, para cubrir los costes en que incurrimos cuando realizamos la inversión.”
Veamos cuáles son estos costes: por un lado, tienes un coste fijo de 100€, derivado de la compra del capital (vamos a suponer, como creo que haces tu, que es una capital que se consume totalmente al final del proceso productivo). Tenemos, por otro lado, costes variables: personal y materias primas, que en tu ejemplo es de 4€ por unidad producida. Como la cantidad que produces es de 17 uds, tenemos que el coste variable total es de 17 x 4€ = 68€. Los costes totales en este proceso productivo son de 100€ + 68€ = 168€
Como el capital hay que amortizarlo, me gustaría hacer una pequeña puntualización a tu ejemplo: lo que nos queda de beneficio en tu ejemplo no es 6€ por unidad producida, sino:
Costes variables por unidad: 4€
Coste fijo por unidad: 100€/17 = 5.88€
Precio venta: 10€
Beneficio: Precio venta – (coste variable + coste fijo) = 10€ - (4€ + 5,88€) = 0,12€
Volvamos a tu ejemplo:
“En caso de que exista deflación, tendremos que ajustar el precio, y en este caso nos encontramos con una situación perversa.
Es fácil comprobar que si los bienes que producimos, sólo los podemos vender a 9, comprobamos que suponiendo que las materias primas no suban, lo que ganaremos es 5 por producto. Esto supone que tendremos que vender 20 unidades para lograr rentabilizar el proyecto.”
Supongamos ahora que el precio cae a 9€. ¿Cuál sería, en este caso, el beneficio?
9€ - (4€ + 5,88€) = -0,88€
Es decir, si el precio cae hasta 9€, la empresa obtiene una pérdida de 0,88€ por cada unidad que produce, si sólo vende 17 unidades.
En este escenario, y como muy bien apuntas, puede optar por intentar aumentar la cantidad producida, siempre que el mercado absorba este exceso de producción, es decir, si no hay problemas de demanda efectiva. De esta forma, diluye el coste fijo entre el mayor número de unidades producidas. Aumentará la cantidad hasta que el precio de la venta sea igual al coste variable por unidad mas el coste fijo por unidad. P = Cv + Cf
Vamos a suponer que no varía ni el coste de las material primas ni el coste laboral:
9 = 4 + X, por tanto X = 5; como el coste de capital es 100€, debe aumentar la cantidad hasta que el coste fijo por unidad producida sea exactamente 5€.
Es decir 100/5 = 20 uds
O, según tus palabras:
“Como se puede comprobar, un 10% de caída en el precio, implica que se necesite vender cerca de un 20% más de producto, para compensar con volumen lo que perdemos con margen.”
Bien, ya tenemos claro lo que quieren hacer las empresas cuando baja el precio: aumentar la producción. Pero ¿nos hemos puesto el la piel de los consumidores?
Pensemos ahora por un momento que los consumidores de esta economía están saturados de ese bien, y que aunque el precio bajase a 9€ sólo demandan 18 unidades. La empresa, para obtener beneficios, debería producir y vender 20 uds (20 x 9€ = 180 €). Sin embargo, los consumidores sólo consumen 18 uds. ¿Qué beneficio tendrá la empresa?
Coste fijo unitario: 100€/18 = 5,56€
Coste variable unitario: 4€
Beneficio: 9€ - (4€ + 5,56€) = -0,56€
Si los consumidores se han saturado de ese bien, aunque el precio caiga a 9€, la empresa no logrará colocar toda su producción.
Esta situación puede darse perfectamente, ya que dependerá de la elasticidad – precio del producto en cuestión; algo que refleja los gustos de los consumidores. Hay bienes en los que, aunque bajes el precio significativamente, no lograrás aumentos significativos en la cantidad demandada.
Bien, ¿tiene sentido en este caso, en el que hemos introducido la demanda, que la empresa produzca una cantidad superior a la que demanda el mercado, y la venda con pérdidas? Mi respuesta es que no.
¿Qué haría, en este caso, la empresa? Creo que intentará mantener el precio, y reducir sus costes variables; es decir, como sólo puede vender 18 uds, comprará menos materias primas y contratará menos trabajadores.
Por tanto, no puedo estar de acuerdo contigo en este párrafo:
“La primera reacción será sin embargo, tratar de mantener el precio, siendo el stock la primera amenaza a tal efecto. En consecuencia, el primer efecto suele ser tratar de producir menos, o incluso en el caso de los alimentos (ya producidos y perecederos), se llega incluso a destruir los productos.
Claro que dicha solución no puede ser mantenida en el tiempo, porque para cubrir los gastos, necesitamos precio y cantidad vendida. Parando producción, podremos mantener el precio, pero no lograremos alcanzar la cantidad de ventas que necesitamos para conseguir beneficios. Por tanto al final la única forma de compensar una caída del margen es incrementar cantidad producida. El grave problema es que si tratamos de producir más productos en un entorno en el que la demanda está deprimida, el efecto se trasladará al precio de forma que no hay nada que presione más a la baja los precios que un almacén repleto.
Por esta razón nos encontramos con las empresas en un duro equilibrio en el que poco o nada se puede hacer. Evidentemente, la solución pasa por conseguir incrementar más las ventas que la caída de los márgenes, de tal forma que en un contexto en que la tarta es cada vez más pequeña, lo que significa en la práctica es que sobrevivirán empresas muy grandes pero sólo una gran minoría.”
Las empresas sí que pueden compensar la caída en el margen sin incrementar la cantidad producida: reduciendo los costes variables (coste de materias primas y trabajadores contratados).
Siguiendo la regla que ha de cumplir, P = Cv + Cf, ahora tenemos que 9€ = Cv + 5,56€; por tanto Cv = 3,44. El total de coste variable total será 3,44€ x 18 = 61,92 €. Es decir, comprará menos materias primas y contratará menos trabajadores; concretamente, contratará sólo los trabajadores estrictamente necesarios para producir 18 unidades.
Como en tu ejemplo no has puesto coeficientes de producción, no podemos estar seguros de cuántos trabajadores menos contratará; en cualquier caso, lo que me gustaría resaltar para finalizar mi comentario, es que, en situaciones de insuficiencia de demanda, una empresa puede compensar el menor precio de venta despidiendo trabajadores, ajustando sus costes para producir menos, en lugar de aumentando su producción. Este ajuste, vía cantidades, es el que creo que se da en la economía real; por tanto, una política deflacionista como la que han aplicado en Irlanda, en mi opinión no llevará a caídas significativas en los precios, sino a caídas significativas en la ocupación y la producción.
Saludos.