Todos sabemos que lo único que justifica que las rentas de capital paguen menos impuestos es que son precisamente las que más fácilmente pueden deslocalizarse.
Creo que la justificación más lógica es que son rentas que ya han pagado impuestos de manera previa por lo general además de que se está arriesgando un capital propio pudiendo haber beneficios pero también pérdidas. Cuando se producen pérdidas el Estado no te cubre nada.
Mas allá de eso, no tiene mucho sentido que un director general de una empresa que curra 12 horas al día (y que sí que genera valor añadido para el país) esté pagando un tipo efectivo medio de casi el 50% y los vagos de sus hijos que han heredado todo el capital y no dan un palo al agua paguen la mitad de impuestos por las rentas que les genera dicho capital.
Mantener el patrimonio y aumentarlo no es nada fácil. Generar rentas tampoco. Si no se actúa bien ese capital se acabará perdiendo o diluyendo.
Muchos probablemente me contestaréis que entonces lo que tenemos que hacer es bajar los tipos marginales de las rentas del trabajo al 25%. En mi opinión es casi imposible que un país desarrollado y con unas mínimas aspiraciones de bienestar y de redes de seguridad pueda ser viable con tipos tan bajos.
Suiza tiene impuestos por debajo del 20% en casi todos los cantones y el estado de bienestar en mi opinión es bastante mejor que el español.
Además en España hay que tener en cuenta que la empresa asume un coste adicional por trabajador nada despreciable que mucha gente no es consciente de él porque los sueldos brutos no lo incluyen pero la empresa si lo paga. Por ejemplo, un salario bruto de 40k€ puede tener de partida unos impuestos cercanos al 40% si suponemos IRPF promedio del 20%, Seguridad Social del 6,35% y un coste del trabajador a cargo de la empresa de 10k€. El trabajador recibe unos 30k€ de los 50k€ que pone la empresa.
En este tema no me gusta ser categórico porque probablemente nadie tenga una varita mágica.
Coincido contigo en que es complicado encontrar el punto más justo. Además creo que es difícil encontrar una postura que convenza a todo el mundo.
