En 2006, alguien como Enolagay te hubiese dicho que las condiciones económicas eran insostenibles, que vivíamos en una burbuja inmobiliaria que iba a estallar, que estábamos tomando prestado para malgastarlo, que habíamos creado una sociedad ineficiente que gastaba mucho e ingresaba poco, que se alimentaba porque todo el mundo se endeudaba debido a los bajos tipos. En definitiva que era insostenible y que por lo tanto tendría un mal final.
En 2006 el consenso económico era de crecimiento continuado, de un Ibex a 11.000 que podría llegar a 16.000 y más. De una deuda inferior a las naciones de nuestro entorno, de pleno empleo y una economía en la champions league. La burbuja la tenían los americanos y en España las casas siempre subían.
¿Quién tenía razón? Pues ambos. El tiempo hace toda la diferencia. Si te hubieras puesto corto en 2006 te habrían barrido. A finales del 2007 el consenso ganaba por goleada con el Ibex a 16.000. 2008 fue otra historia.
Lo que dice Enolagay tiene razón. La situación sigue podrida por dentro. Él está atrapado dentro del pensamiento negativo por lo que hace predicciones extremadamente negativas, y por ser extremas, con menos probabilidades de suceder tal y como las dice. De momento el consenso gana por goleada y 2011 es un año alcista.
Pero...
La recuperación tiene dos piernas muy débiles, llamadas paro y deuda. Los emergentes están empezando a dejar de emerger. Hay países europeos con cuentas insostenibles (más de los que se comenta). Y el petroleo barato se acaba. A esto se pueden añadir factores coyunturales como el precio de las commodities que está haciendo saltar gobiernos y creando inestabilidad en regiones enteras.
Algunos pensamos que la recuperación que estamos viviendo es tan poco sostenible como el crecimiento del 2006, y que va a tener un final similar. La cuestión es que no sabemos cuando. Y como he dicho el tiempo hace toda la diferencia. Yo creo que el plazo es de meses, no de años.
No busques profetas que te guíen. Busca luz y encuentra tu camino.