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Historias de la Bolsa.

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CÓDIGO AMIGO

Gestión inteligente del capital con Trade Republic: IBAN español y 2% de remuneración sin límite de saldo

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#1276

Llega el tan temido por los mercados "9 de julio"...¿qué puede pasar?


 
3 focos de atención que prometían, pero han pasado sin gran impacto: (i) acuerdos comerciales como venía anticipando EE.UU. antes del 9 de julio, (ii) aprobación del plan fiscal de Trump y (iii) la cumbre de bancos centrales en Sintra.

En el frente comercial, se ha llegado a un acuerdo con Vietnam y se relajan las restricciones de exportación de tecnología para diseño de chips a China, mientras las negociaciones con Japón parecen estar estancadas. Senado primero y, posteriormente, Congreso finalmente aprobaron el “Big Beautiful Bill”.

La oficina presupuestaria del Congreso (CBO) estima que supondrá un aumento de deuda de +3,4Bn$ en 10 años, desde los 36,2Bn$ actuales (123% s/PIB), +0,8Bn$ superior a lo que había aprobado inicialmente la Cámara de Representantes. Y en Sintra, Powell mantiene el modo de “esperar y ver” hasta que el panorama comercial se aclare.

Un dato fuerte de empleo en junio le da un balón de oxígeno para, efectivamente, esperar, al menos, hasta la reunión de septiembre cuando ya se habrá clarificado más el frente comercial. En cambio, las Actas del BCE muestran un tono dovish, dejando abierta la puerta a nuevos recortes de tipos de interés. Las TIRes de los bonos repuntan en EE.UU. (T-Note 4,35% +7pb), mientras se mantienen estables en Europa (Bund 2,61% +0,0pb).

Las bolsas arrancan el mes con ligeras caídas en Europa, mientras Wall Street alcanza nuevos máximos en una semana corta por el festivo del Día de la Independencia.


Nuevo retraso en el anuncio de los aranceles finales. Trump da margen hasta el 1 de agosto. Es esperanzador para evitar imposiciones hostiles sin acuerdo, pero alarga la incertidumbre. Y la clave estará ahí porque en el plano convencional, la semana carece de interés. Eso nos deja en manos de Trump.

Éste hoy empezará a enviar cartas a 12 países notificándoles el arancel específico que se les aplicará a partir del 1 de agosto. Éstos podrían estar entre el 20% y 30% o, incluso, superior (¡70%!). Parece que un acuerdo con India es inminente y podría situarlos en el 10%.

Hasta ahora, los acuerdos firmados no han llegado a las amenazas maximalistas iniciales, pero son claramente superiores a la situación previa. Ya hemos visto casos como R. Unido donde el arancel genérico se sitúa en el 10%, o Vietnam donde se aplicará un 20% sobre la mayoría de los productos, 40% si circunvalan desde otros países (China). Mejor que el 46% anunciado, pero, una vez más, peor que la situación anterior.

Y, ¿qué puede pasar? Si Trump no suaviza significativamente sus amenazas, los aranceles a los países “díscolos” deberían ser superiores al 10% que ha aplicado a sus “amigos”... Recordemos que antes de la tregua los aranceles impuestos a la UEM eran del 20%, 26% para India y 24% para Japón. Y, ¿cuál podría ser la reacción? ¿Alivio porque, por lo menos, desaparece/disminuye la incertidumbre o susto porque la realidad, ya conocida, es mala?


El mercado ha mostrado una complacencia elevada hasta el momento, ignorando riesgos geoestratégicos, comerciales y económicos aupado en una liquidez ingente y la esperanza de que recortes de tipos y estímulos fiscales compensarán un enfriamiento del ciclo.

Pero esta semana podría traer un baño de realidad en el que se confirme el escenario de menos comercio, menos crecimiento y más inflación… ¿o como China nos pondremos todos a competir en precios para compensar los productos que ya no venderemos en EE.UU.?, y ¿absorberán las compañías el aumento de coste de sus materias primas y productos intermedios o trasladarán los aumentos a los precios finales?

En cualquier caso, o menores márgenes y beneficios o menores ventas porque los consumidores ya no toleran nuevas subidas de precios. Cualquier alternativa es mala o, al menos, peor que lo anterior y el mercado debería reaccionar en concordancia. Una sana toma de beneficios que nos permita evaluar la situación resultante y volver a entrar con más conocimiento de causa. 

Bankinter.

No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1277

El dólar y las tormentas de verano


Nvidia, ha vuelto a subir, avanzando un 2,8% en las cinco últimas sesiones y marcando el pasado jueves un nuevo récord histórico de todos los tiempos al llegar casi a 161 dólares por acción, para cerrar finalmente el viernes en 159,25 dólares.


Mientras tanto el petróleo, que se había desplomado mientras Nvidia marcaba su máximo histórico, ha logrado detener su caída, pero solo ha conseguido un pequeño rebote semanal del 1,3% en el crudo ligero (WTI) y del 0,6% en el Brent.


Esos movimientos de Nvidia y del petróleo han tenido como marco el buen tono de las bolsas americanas, en las que tanto el S&P como el Nasdaq han alcanzado nuevos máximos históricos de todos los tiempos el pasado jueves.


Distinta suerte ha corrido el dólar, que ha seguido cayendo frente al euro, si bien en esta ocasión la caída semanal se limita a un 0,5%. Desde el uno de enero el dólar acumula ya una caída cercana al 14% frente al euro, cerrando el viernes en 1,1778 dólares por euro tras haber descendido el martes 1 de julio por debajo de los 1,18 dólares por euro.


Lejos quedan aquellos momentos (no tan distantes en el tiempo) de 2022, en los que el dólar estaba fuerte y rompía la paridad con el euro, llegando a 0,95 dólares por euro el 28 de septiembre de 2022. Lejos quedan también los 1,025 dólares por euro de mediados de enero de este mismo año 2025, e incluso los 1,10 dólares por euro de hace tres meses, a principios de abril.


Ahora, de pronto, el consenso se ha vuelto “dólar bajista” y se da por descontado que los 1,20 dólares por euro serán solo una etapa más en el camino hacia los 1,25 o según algunos los 1,50 dólares por euro a los que se supone que deberá llegar el dólar en su descenso a los infiernos.


Probablemente no hay nada más difícil en los mercados que acertar el curso de las divisas, y eso es, precisamente, lo que nos hace mirar con cierta indiferencia estos pronósticos tan generalizados sobre el curso bajista del dólar. Sobre todo, mientras el dólar siga siendo la divisa de reserva a nivel global, y de momento no se ve ninguna candidata a sustituirla, y mientras la economía norteamericana siga atrayendo inversiones como economía más dinámica e innovadora del planeta.


El gráfico adjunto muestra una clara tendencia bajista del dólar en los últimos tres meses, solo interrumpida a mediados de mayo tras la reunión de la Reserva Federal del 7 de mayo, en la que la Fed mantuvo un sesgo muy restrictivo en su política monetaria, impulsando al dólar hasta cerca de 1,10 dólares por euro. Ahora, por el contrario, parece que la Fed puede ceder ante la presión de Trump y bajar tipos y, además, está claro que no dudará en ayudar al Tesoro en caso de una crisis de deuda.


Eso hace bajar al dólar, pero tal vez convendría mirar un gráfico más a largo plazo para ver como la tendencia larga del dólar frente al euro es alcista en favor del dólar desde los niveles de 1,60 dólares por cada euro de verano de 2008. En ese gráfico largo se ve también como en episodios de crisis de la deuda del Tesoro norteamericano, como en el verano de 2008 cuando el Tesoro americano vio rebajada su calificación crediticia, el dólar subió con fuerza respecto al euro.

Nada está, por tanto, escrito en piedra, en lo que al dólar se refiere, y tal vez sea precisamente eso lo que pueda provocar este verano algunas tormentas imprevistas.

C.B.






No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1278

Uno de los gestores más reputados de Wall Street predice una caída de las bolsas mayor del 10% en el segundo semestre


 
El estratega Barry Bannister dijo en una nota a clientes que espera que el S&P 500 caerá un 12,4%, hasta los 5.500 puntos, en el segundo semestre.


“Prevemos una fuerte desaceleración del PIB básico de EE. UU. en el segundo semestre de 2025E, lo que se ha asociado durante mucho tiempo con las correcciones del S&P 500”, escribió Bannister. “Prevemos una desaceleración del PIB básico de EE.UU. en el segundo semestre de 2025, a medida que el consumo se desacelera debido a la debilidad de los ingresos reales por empleo y la caída del gasto en capital”.
El problema de las bolsas es la sobrevaloración.

Bannister espera que el crecimiento interanual del consumo se desacelere a menos del 1% en el segundo semestre, lo que provocará un fuerte retroceso en el S&P 500.

“La corrección que prevemos ocurre a pesar de que el sector tecnológico es más rentable que en la burbuja de los 90… la sobrevaloración es el problema”, afirmó. “El entorno que prevemos de desaceleración del PIB subyacente con una inflación persistente favorece una repetición, esencialmente un ‘eco del mercado’, de la ‘operación de estanflación’, que fue la que tuvo un mejor rendimiento en la corrección del primer trimestre de 2025”.


El llamado de Bannister se produce en un momento en que Estados Unidos busca alcanzar acuerdos comerciales con otros países. Durante el fin de semana, la Casa Blanca extendió el plazo para que otros países lleguen a un acuerdo con Estados Unidos desde el 9 de julio hasta el 1 de agosto.


Las tensiones comerciales han aumentado este año a medida que la administración Trump impone proteccionismo económico, lo que aumenta la preocupación de que la inflación y las tasas de préstamo de la Reserva Federal se mantendrán altas.


El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, declaró la semana pasada que el banco central ya habría recortado las tasas de no haber sido por los aranceles de Trump. “De hecho, nos quedamos en suspenso al ver la magnitud de los aranceles, y prácticamente todas las previsiones de inflación para Estados Unidos aumentaron significativamente como consecuencia de ellos”, declaró Powell en un foro de bancos centrales en Europa.
Bannister de Stifel dijo que en este clima de mercado prefiere acciones de bienes de consumo básico, servicios públicos y equipos de atención médica.


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#1279

El profesional de inversiones de UBS se inspira en LL Cool J al afirmar que la posibilidad de los "felices años 20"...


 
Jason Draho, jefe de asignación de activos de la oficina principal de inversiones de UBS, invocó las letras del rapero LL Cool J para sugerir la posibilidad de un retorno a la década de los locos años 20 después del impacto inicial de los aranceles.


Draho comparó a Estados Unidos con la era de los locos años 20 cuando comenzó el año: un crecimiento del PIB real promedio del 2,85% durante 2023 y 2024, una inflación superior al 2,5%, un crecimiento del PIB nominal de al menos el 5% y pronósticos de consenso de que el crecimiento nominal volvería a acercarse al 5%.

Ahora, las condiciones macroeconómicas no son tan sólidas, con un crecimiento del PIB real previsto del 1,5 %. «Sin embargo, sería un error dejar que una desaceleración temporal del crecimiento nos distraiga de una perspectiva a lo largo de una década. Nuestro marco para un régimen sostenido de los locos años veinte siempre se ha basado en un auge de la productividad impulsado por la inversión que impulse el crecimiento potencial, permitiendo así que la economía crezca cerca del 3 % sin ser inflacionaria», escribe.

La adopción de la IA está en aumento, las políticas de Trump 2.0 se están consolidando, mientras que un auge del gasto de capital no es evidente y una inmigración más restrictiva limitará el crecimiento de la oferta laboral. La recién aprobada Ley de la Gran y Hermosa Ley (One Big Beautiful Bill) debería añadir entre 30 y 80 puntos básicos al crecimiento del PIB el próximo año. La Reserva Federal podría optar por tasas de interés artificialmente bajas como solución a la trayectoria insostenible de la deuda federal, afirma.


"La probabilidad de que el régimen de los locos años veinte se prolongue el resto de la década es menor hoy que a principios de año, pero no por mucho", añade. Si las acciones estadounidenses siguen subiendo, la frase "no lo llamen una recuperación, llevo aquí años" será apropiada, dice Draho. 


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1280

Por qué este genio del mercado de valores está 100% invertido en el S&P 500 ahora mismo


 
Mark Minervini es un experto operador de bolsa, conocido por su enfoque disciplinado, sus altos rendimientos constantes y su metodología patentada de Análisis de Puntos de Entrada Específicos.

Ha asesorado a fondos de cobertura y ganó el Campeonato de Inversión de EE. UU. con una rentabilidad del 155 % en 1997 y un récord del 334,8 % en 2021. También apareció en "Stock Market Wizards", el clásico libro de Jack Schwager sobre inversión de 2001. A través de sus propios libros y programas de mentoría, Minervini continúa capacitando a operadores de bolsa en todo el mundo.

En esta reciente entrevista, que ha sido editada para mayor brevedad y claridad, Minervini comparte sus ideas sobre gestión de riesgos, disciplina comercial y su perspectiva para el mercado de valores de EE. UU. actual.


MarketWatch: Con los ataques estadounidenses a Irán el fin de semana pasado, ¿ha realizado ajustes en su estrategia comercial a corto plazo?


Minervini: Los ataques a Irán pueden generar volatilidad a corto plazo en el petróleo y acciones, pero la historia demuestra que los mercados suelen recuperarse en un plazo de seis a doce meses. Si bien los precios del petróleo por encima de los 80 $ podrían afectar la confianza, con el S&P 500 SPX aún en una tendencia alcista confirmada y nuestra señal de compra del 8 de mayo intacta, considero cualquier retroceso como una oportunidad de compra. Se espera volatilidad a corto plazo, pero no se debe perder de vista la tendencia general. Nuestro enfoque ascendente sigue orientándose al comportamiento de cada acción, no a los titulares.


MarketWatch: ¿Qué opinas de la economía de Estados Unidos?

Minervini: Actualmente, nos encontramos en un período óptimo de crecimiento económico, propicio para un mercado alcista sostenido. Es una economía ideal. Tenemos un crecimiento real del producto interno bruto (PIB) del 2% al 3%, lo cual es un entorno muy favorable para un mercado alcista sostenido. No es lo suficientemente fuerte como para generar inflación, y no nos estamos acercando a una recesión. El 8 de mayo, nuestra empresa emitió una señal de compra para el S&P 500. Fue entonces cuando invertimos el 100% en el S&P 500.

MarketWatch: ¿Qué podría salir mal para el mercado de valores?


Minervini: Actualmente, tenemos mucha incertidumbre con los aranceles, el petróleo e Irán. Si el petróleo supera los 80 dólares por barril, podría ser un punto de inflexión que presione el mercado. Cada 5 o 10 dólares que el petróleo supere los 80 dólares podría agravar un escenario recesivo. Actualmente, somos optimistas con respecto a los principales índices, como el S&P 500, pero cautelosos con respecto a las acciones individuales, en particular las de pequeña y mediana capitalización.


MarketWatch: ¿Por qué están adoptando un enfoque cauteloso con las acciones individuales?


Minervini: Actualmente, la participación es baja porque los gestores de fondos no están dispuestos a arriesgarse demasiado en la curva de riesgo, por lo que se inclinan por las acciones con mayor ponderación del índice. Por ejemplo, actualmente, alrededor del 40 % de la capitalización bursátil del S&P 500 se concentra únicamente en sus 10 principales acciones, un nivel no visto en décadas. En el caso del Nasdaq Composite, las cinco empresas principales (seis si contamos a Alphabet) clases de acciones duales: representan más del 40% de su peso total.


Este no es un mercado alcista generalizado. El dinero está muy concentrado. Por eso vemos que índices como el S&P 500 alcanzan nuevos máximos, pero el porcentaje de acciones que superan su media móvil de 200 días sigue siendo muy bajo. Es un mercado bifurcado. Si inviertes en las empresas de mayor capitalización de los índices, podrías ganar dinero.
Es una simple ley de capitalización compuesta: si no pierdes mucho, ganar se vuelve más fácil.


MarketWatch: Ha sido dos veces campeón de inversión y, en un momento dado, promedió una rentabilidad anual del 220 % durante cinco años. ¿Cuál cree que ha sido la clave para obtener esos resultados?


Minervini: El verdadero secreto reside en la gestión del riesgo y la disciplina. La disciplina es la clave: comprometerse plenamente con una estrategia, dominar sus detalles y comprender tanto sus fortalezas como sus limitaciones a lo largo de cada ciclo del mercado. Se ven muchos traders que ganan mucho, pero no respetan el riesgo, y de repente caen en picado, saliendo de un pozo y solo volviendo al equilibrio. Yo rara vez salgo de un pozo, y si estoy en uno, la pérdida es pequeña. Es una simple ley de la capitalización compuesta: si no pierdes mucho, ganar es más fácil.

MarketWatch: A menudo enfatiza la importancia de la gestión del riesgo y la disciplina, aspectos que muchos operadores tienen dificultades. ¿Qué métodos o prácticas específicas recomienda para gestionar el riesgo eficazmente?

Minervini: Al entrar en una operación, no hay otra alternativa para gestionar el riesgo que vender una posición con una pequeña pérdida antes de que se convierta en una pérdida grande. La clave es salir con un solo dígito, y para ello, se debe usar un stop-loss. Algunas personas se cubren y quizás usan opciones de venta, pero eso solo aumenta el riesgo, ya que se podrían perder ambas partes.

MarketWatch: Entonces, en su opinión, ¿gestionar el riesgo y mantener la disciplina es el verdadero secreto del éxito en el trading?

Minervini: Me encantaría contarte algo nuevo, pero la verdad es que las cosas no han cambiado mucho en cuanto a riesgo, recompensa y oferta y demanda. Puede que sea redundante y aburrido, pero si quieres que se te erice el vello de la nuca, no estás gestionando el riesgo. Estás jugando.

Cuando Jack Schwager me entrevistó para su libro, después de darle la misma respuesta, detuvo la grabadora y dijo: «Mark, esto es genial, pero esto es lo que dicen todos los magos del mercado». Y yo le respondí: «Bueno, Jack, ¡esta es la razón por la que son magos del mercado!».

El verdadero miedo, y esto es lo que impide que la gente venda, es que, al venderlo, el precio suba. Entonces, te equivocarás una segunda vez.

MarketWatch: Aun teniendo todo esto en cuenta, muchos operadores aún tienen dificultades para obtener ganancias constantes. ¿Qué se les escapa?

Minervini: Mucha gente dedica todo su tiempo a investigar una empresa y se enamora de productos y servicios como la inteligencia artificial. Luego compran acciones, y al día siguiente, estas bajan un 3%, un 4%, un 5% o un 8%. Se ven obligados a decidir si recortan pérdidas. No planearon que las acciones cayeran.


Cuando compras una acción y su precio baja, te equivocas. Si la vendes y asumes la pérdida, admites la derrota. El verdadero miedo, y esto es lo que impide que la gente venda, es que la vendas y que su precio suba. Entonces te equivocarás una segunda vez. Psicológicamente, equivocarse dos veces es una fuerza muy poderosa que nos hace aferrarnos a una posición incluso cuando es evidente que debería venderse.

Este es uno de los mejores momentos de la historia para operar e invertir en acciones.

MarketWatch:
¿Qué consejo le darías a los traders en estos momentos?

Minervini: Tenga cuidado con la sobrecarga de información, incluyendo a miles de autoproclamados expertos financieros en YouTube. Debe encontrar la manera de reducir el ruido y comprometerse con una estrategia específica. Debe convertirse en un especialista, no en un experto en todo.

MarketWatch: ¿Cometió algún error cuando comenzó a operar?

Minervini: Cometí todos los errores posibles. Todo lo que hice entonces fue completamente opuesto a lo que hago ahora. Perdí dinero durante casi seis años.


Luego invertí todos los criterios. Estudié cómo eran las acciones ganadoras y creé un perfil de liderazgo, que es el que uso ahora. Se trata de una clasificación técnica de perfiles que compara si una acción cumple con los criterios de las acciones con mayores ganancias de los últimos 100 años. Analizamos los denominadores comunes para ver si su acción tiene lo necesario para ser una gran ganadora. Eso es lo que me ha funcionado durante los últimos 38 años.

MarketWatch: Parece que eres un seguidor de tendencias.

Minervini: Definitivamente estoy alineando mis inversiones con la tendencia. Lo principal es que una acción tenga una tendencia alcista. No opero contra la tendencia. Luego busco acciones que muestren una fortaleza relativa en comparación con el mercado en general. También buscamos un patrón gráfico técnico llamado Patrón de Contracción de Volatilidad, que es mi estrategia característica. Si una acción no cumple con mis criterios, la evito. Mucha gente compra acciones por una noticia o porque un amigo les dio un consejo, pero eso no es sostenible. No es una estrategia.

MarketWatch: ¿Algún consejo final?

Minervini: Si eres nuevo en la inversión o el trading, no creas a quienes dicen que antes era más fácil. Operar es más fácil ahora que nunca. Este es uno de los mejores momentos de la historia para operar e invertir en acciones. Ten paciencia contigo mismo y no te rindas. No puedes convertirte en médico ni en jugador de béisbol de las Grandes Ligas en seis meses o un año. Tampoco esperes que eso suceda con el trading. Tendrás que dedicarle algo de tiempo, pero vale la pena.


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1281

Hay unos nuevos "7 Magníficos" en la ciudad


 
Si ha invertido en las llamadas Siete Magníficas acciones, esto es lo que puede hacer para mejorar el rendimiento de su cartera: Deseche a Tesla y Apple. Mantenga los otros cinco: Nvidia, Microsoft, Amazon.com, Alphabet y Meta Plataform. Luego, para reemplazar a Tesla y Apple, incluya Oracle y Broadcom ¿Una actualización de los Siete Magníficos?

Esa es la recomendación de Vimal Patel, gestor del Fondo Tecnológico Global Columbia Seligman. Vale la pena escuchar a Patel, porque su fondo supera a sus rivales en seis puntos porcentuales anualizados en los últimos cinco años, según Morningstar Direct. Además, la experiencia de Patel le otorga gran credibilidad en la inversión tecnológica. Tiene un título avanzado en ingeniería eléctrica y trabajó en el sector tecnológico antes de dedicarse a la gestión de fondos.


Resulta muy beneficioso que Patel y su equipo estén ubicados en la zona de desarrollo tecnológico de vanguardia: Menlo Park, California. Analicemos la lógica de Patel para vender dos de las Siete Magníficas y por qué elige estas dos alternativas. Después, analizaremos las otras cinco acciones.

Fuera lo viejo


Tesla:
Este fabricante de vehículos eléctricos ha sido una acción fantástica para tener, pero podría ser momento de hacerse a un lado, dice Patel. A diferencia de muchos fondos tecnológicos, el suyo no posee acciones de Tesla. Una de las razones es la competencia que enfrenta Tesla en la industria de vehículos eléctricos, tanto por parte de los fabricantes tradicionales como de la presión en el mercado chino por parte de los productores nacionales. Como resultado, Patel prevé que Tesla experimente una desaceleración del crecimiento de las ventas y una presión a la baja en los precios que erosione sus márgenes de beneficio.


«Es simplemente una guerra de precios», afirma. ¿Qué hay de las perspectivas para los robotaxis de Tesla y sus robots humanoides Optimus? Patel afirma que aún está por verse como de bien puede Tesla competir con Waymo y si puede tener éxito con los robots.
"No nos conformamos con ilusiones", afirma Patel.


Apple

Apple se beneficia de una base de seguidores fieles, aferrada a su ecosistema privado de hardware, software y servicios. Sin embargo, los clientes de Apple sufren el agotamiento por las actualizaciones del iPhone.


"Hemos estado esperando un ciclo de crecimiento del iPhone, y no lo hemos visto", afirma Patel. Añade que la oferta de inteligencia artificial de Apple ha sido decepcionante.

Un tercer problema para Apple es el riesgo geopolítico. Si bien la compañía ha trasladado parte de su cadena de suministro a la India, aún se abastece de muchos productos de China. Esto deja a Apple vulnerable a la guerra comercial entre Estados Unidos y China.


"De todos los Mag 7, son los más expuestos", afirma Patel. "No están en una buena posición para afrontar la situación arancelaria".


El fondo de Patel mantenía acciones de Apple al 31 de marzo, pero la cartera estaba infraponderada en estas acciones en relación con el índice de referencia del fondo.

Con lo nuevo


Esta es la razón por la que Patel agregaría a Oracle y Broadcom a los Siete Magníficos, reemplazando a Tesla y Apple.


Oracle: Oracle ha sido durante mucho tiempo un proveedor esencial de software de bases de datos, registrando un crecimiento de ingresos bastante constante, de un dígito medio.
Esto está cambiando drásticamente a medida que la compañía amplía su negocio de Oracle Cloud Infrastructure (OCI). Esta plataforma de computación en la nube compite seriamente con Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud Platform (GCP).
"Se están convirtiendo en el próximo hiperescalador", afirma Patel sobre Oracle. "Están empezando a demostrar su potencial".


Los ingresos totales de Oracle en la nube (provenientes de infraestructura y aplicaciones) aumentaron un 27 % en el último trimestre, alcanzando los 6700 millones de dólares, lo que impulsó un crecimiento de las ventas del 11 %, hasta los 15 900 millones de dólares.
«Logramos un crecimiento de ingresos de dos dígitos, y la tendencia seguirá en aumento a medida que la empresa crezca», informó Safra Catz, directora ejecutiva de Oracle, en la última presentación de resultados de la compañía.


Catz predice que los ingresos en la nube crecerán un 40 % en los próximos 12 meses. «Oracle va por buen camino para convertirse no solo en la empresa de aplicaciones en la nube más grande del mundo, sino también en una de las empresas de infraestructura en la nube más grandes del mundo».


Oracle también apuesta por la inteligencia artificial (IA). Oracle ofrece a las empresas una forma de utilizar los grandes modelos de lenguaje (LLM) de IA para gestionar sus datos privados almacenados en bases de datos Oracle, con una solución llamada Oracle 23 AI.
«Somos el motor clave para que las empresas utilicen sus propios datos y modelos de IA. Nadie más lo hace», declaró Lawrence Ellison, cofundador y director de tecnología de Oracle, durante la última presentación de resultados de la compañía. «Por eso nuestro negocio de bases de datos va a crecer drásticamente».

En total, esto debería producir un crecimiento de los ingresos del 16% durante el próximo año, hasta 67 mil millones de dólares, en comparación con el crecimiento del 9% en los últimos 12 meses.


Broadcom: Hiperescaladores como Amazon.com, Alphabet y Microsoft pagan por los versátiles chips de silicio comercial de Nvidia, en parte por su alta programación. Esto también contribuye a sus altos precios y alto consumo energético.

Para reducir costos, los hiperescaladores también diseñan sus propios chips para tareas específicas, o circuitos integrados para aplicaciones específicas (ASIC). Son menos programables, pero esto reduce los costos y el consumo de energía.

Estos chips también ayudan a los hiperescaladores a ofrecer servicios personalizados que los distinguen de la competencia. Alphabet, por ejemplo, implementa silicio personalizado llamado Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU) para su uso en el entrenamiento e inferencia de IA.

Broadcom desempeña un papel fundamental en este aspecto, ya que ayuda a los hiperescaladores a diseñar estos chips personalizados.

Patel afirma: «En lugar de gastar un dineral en chips Nvidia, los hiperescaladores crean sus propios chips fabricados por Broadcom. Esto reduce drásticamente los costes y los requisitos de energía».

Los ingresos de Broadcom por chips de IA crecieron un 46%, alcanzando los 4.400 millones de dólares en el último trimestre, lo que impulsó un crecimiento de las ventas totales del 20%, hasta los 15.000 millones de dólares. La compañía prevé un crecimiento interanual del 60% en las ventas de chips de IA, hasta los 5.100 millones de dólares, en el próximo trimestre.
Broadcom también ofrece chips de red utilizados en conmutación y enrutamiento a empresas como Cisco Systems y Arista Networks y chips inalámbricos utilizados en teléfonos inteligentes.


Broadcom ocupó el primer puesto en el fondo de Patel al final del primer trimestre. 


C.B.




No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1282

La rentabilidad por dividendo de las acciones estadounidenses en mínimos históricos, y a los inversores no les importa..


 
Por primera vez desde el año 2000, los rendimientos de los dividendos de las acciones del índice S&P 500 se acercaban a mínimos históricos, según Deutsche Bank.


Sin embargo, a los inversores no parece importarles, lo cual no es precisamente sorprendente, según Jim Reid, de Deutsche Bank. Las empresas que dejaron de lado los dividendos para optar por la recompra de acciones comenzaron lentamente. La rentabilidad de los dividendos empezó a caer con el auge de la posguerra a finales de la década de 1950.


Pero las recompras realmente empezaron a experimentar un auge en los años 1980, estimuladas por acontecimientos como la reducción de los impuestos a las ganancias de capital durante el gobierno del Presidente Ronald Reagan, afirmó Reid.

Quizás más importante aún, un cambio regulatorio implementado por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en 1982 contribuyó a legalizar eficazmente la práctica al establecer directrices claras para las empresas que buscaban comprar sus propias acciones. Esto les permitió evitar posibles acusaciones de manipulación del mercado.

La tendencia a favorecer las recompras de acciones en lugar de los dividendos realmente se aceleró durante la última década aproximadamente.


A medida que las empresas en crecimiento, como las acciones tecnológicas, obtuvieron mejores resultados, los inversores recompensaron cada vez más a las empresas por elegir reinvertir las ganancias en sus negocios.


A juzgar por las enormes ganancias que han experimentado las acciones estadounidenses en términos de retorno total durante las últimas dos décadas, la estrategia parece haber funcionado bien, dijo Reid.

Aun así, podría llegar un momento en que los inversores empiecen a perder sus dividendos. Actualmente, quienes se centran más en los ingresos pueden encontrar en el mercado de bonos algunas de las rentabilidades más altas desde la crisis financiera de 2008.


Reid enumeró varias razones por las cuales los inversores deberían ser más cautelosos con las recompras de acciones, aun cuando se ha atribuido a las recompras el mérito de ayudar a impulsar el repunte de las acciones estadounidenses desde la liquidación de principios de abril.


Los riesgos, tal como los ve Reid, son los siguientes:


  • Las recompras son más discrecionales y, por lo tanto, pueden desaparecer de la noche a la mañana durante una recesión. Por otro lado, las empresas suelen ser más reacias a recortar dividendos.

  • Las empresas suelen recomprar más acciones en los máximos del mercado que en los mínimos, afirmó Reid. Esto significa que no necesariamente obtienen el mejor valor.

  • Una consecuencia de las recompras es que tienden a inflar métricas clave como las ganancias por acción, lo que podría hacer que las empresas parezcan más rentables de lo que realmente son.

  • Si los ejecutivos los utilizan para ayudar a cumplir objetivos de ganancias con la esperanza de aumentar su compensación, las empresas podrían asignar dinero a recompras que podría utilizarse mejor invirtiendo en el negocio.

¿El resultado? Depender de las recompras podría no ser un problema ahora mismo. Pero eso siempre podría cambiar.


Entonces, ¿importa una rentabilidad por dividendo casi históricamente baja? No mientras las empresas tengan mucho efectivo y estén dispuestas a recomprar sus propias acciones, dijo Reid.

Pero sí eleva la beta del mercado estadounidense. Si se produce una recesión, las recompras se detendrán mucho más rápido que los dividendos, lo que podría desmantelar un pilar clave del mercado.


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1283

EEUU se queda sin tiempo para evitar una enorme crisis: "El país es una bomba relojería fiscal y Japón puede ser la mech


 
EEUU se está quedando sin tiempo para solventar sus grandes desequilibrios fiscales. Los déficits público y exterior (importaciones menos importaciones) se acumulan, la deuda no para de subir y mientras tanto los inversores globales empiezan a perder la paciencia. Ya hay quien habla incluso de algunos factores que pueden desencadenar una crisis de deuda (una enorme crisis de deuda) más pronto que tarde. Cuando los niveles de 'apalancamiento' son tan elevados, un pequeño cambio en el sentimiento de los inversores puede generar desencadenar un efecto dominó que se lleve por delante el precio de los bonos de EEUU, se deje de financiar el déficit exterior y ponga en duda la capacidad de refinanciación de la mayor economía del mundo en los mercados (siempre podrá aparecer la Fed para monetizar el déficit público, pero hoy esa opción no está disponible).


 Los economistas de DwS, en un análisis que se centra en la deuda pública, creen que EEUU está llegando a un punto complejo que pronto podría no tener retorno. Tras la aprobación del polémico plan fiscal de Donald Trump, la One Big Beautiful Bill Act, en la que se pretenden hacer permanentes la mayoría de los recortes de impuestos de su primer mandato, a estos analistas les llama la atención el hecho de que 50 republicanos del Senado apoyaran el Proyecto de Ley, lo que subraya, lamentan, "la indiferencia de Washington hacia la sostenibilidad de las finanzas federales". Y avisan: "Un punto de partida clave (para evaluar la sostenibilidad de la deuda) es que, una vez que los tipos de interés superan el crecimiento económico, la deuda federal crece más rápido que la economía, a menos que se compense con superávits primarios sostenidos".


Esto subraya los riesgos de que la trayectoria de la deuda estadounidense se vuelva dinámicamente inestable", argumenta Christian Scherrmann, economista estadounidense de DwS. Este experto utiliza un análisis de la Wharton School que identifica un umbral crítico de deuda/PIB que se establece para EEUU en aproximadamente el 200% y sugiere que, dadas las recientes condiciones políticas y macroeconómicas, EEUU cuenta con un plazo estimado de 20 años para implementar medidas correctivas, si las condiciones del mercado se mantienen generalmente favorables". Esta es la realidad: EEUU tiene apenas dos décadas para resolver el problema; un periodo que parece largo, pero en realidad no lo es. Por ahora, los próximos años van a seguir acumulando déficits, mientras que las condiciones del mercado podrían no ser favorables, lo que desataría una crisis incluso antes de que finalice este periodo. 

 
Lo cierto es que las cifras que deja a futuro el paquete fiscal de Trump causan pavor. Según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, el proyecto de ley añadirá unos 3,4 billones de dólares a la deuda pública del país en los próximos diez años mediante la prórroga de 3,8 billones de dólares en recortes fiscales, que se promulgaron en 2017. El proyecto de ley aumentará la financiación para la seguridad fronteriza y el ejército, al tiempo que recortará la cobertura sanitaria (Medicaid) y la asistencia alimentaria y encarecerá los préstamos estudiantiles. A su vez, se espera que el ratio deuda pública/PIB pase de aproximadamente el 100% actual a más del 125% en 2034, frente al 115% de la ley anterior. El gasto relacionado con los tipos de interés se duplicará de aquí a 2034, pasando de un billón de dólares a unos 1,9 billones.

Esto hace que los avisos se multipliquen. "Las disposiciones fiscales adicionales y los recortes compensatorios del gasto deberían mantener el déficit fiscal estadounidense cerca de su nivel actual, lo que no contribuirá en gran medida a apoyar el crecimiento económico en EEUU. Por contra, el déficit presupuestario persistentemente elevado, estimado en un 6% durante la próxima década, sitúa la política fiscal estadounidense en una trayectoria de endeudamiento insostenible, con una carga de tipos de interés en constante expansión", se pronuncia sobre la ley de Trump, David Kohl, economista jefe de Julius Baer. 

 
Patrick Artus, economista jefe de Ossiam, advierte en un informe publicado el viernes pasado sobre un riesgo creciente para la economía estadounidense: que su déficit público y déficit exterior se vuelvan "difíciles de financiar". Actualmente, el déficit exterior se cubre gracias a las compras extranjeras de activos en dólares, principalmente bonos del Tesoro, por parte de países como Japón, la Eurozona, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, Artus identifica cinco factores que podrían reducir drásticamente esas compras y desatar una crisis antes de lo previsto: la depreciación esperada del dólar, la caída del precio del petróleo, el aumento de los tipos de interés a largo plazo en Japón, el temor a una burbuja en las tecnológicas de EEUU y el continuo aumento de la deuda pública estadounidense.

Según el análisis Flash Economics recogido por Artus, cada uno de estos elementos podría debilitar la demanda extranjera de activos estadounidenses. Por ejemplo, los inversores japoneses podrían "sustituir los bonos estadounidenses por deuda nacional" ante el repunte inflacionario y la mayor rentabilidad nominal de la deuda nipona, mientras que la caída de ingresos en los países exportadores de petróleo (como consecuencia del exceso de oferta) reduciría su capacidad de compra. Además, "la sobrevaloración percibida de las tecnológicas estadounidenses" podría redirigir los flujos hacia acciones europeas, y el creciente déficit fiscal en EEUU podría hacer que los inversores se muestren más reacios a financiar su deuda pública.


Artus concluye que, si el déficit exterior dejara de financiarse con facilidad, "seguiría una caída necesaria de la demanda interna", derivada del hundimiento de los índices bursátiles (con su consiguiente efecto riqueza negativo) y de un aumento en los tipos de interés a largo plazo. EEUU se enfrenta a un panorama y fiscal financiero extremadamente complicado, es la principal conclusión de lo expuesto por el analista.

Recurrente en sus avisos es Albert Edwards, veterano analista de Société Générale que suele señalar en dirección a Japón. El país asiático es el mayor tenedor extranjero de bonos del Tesoro y en abril, en plena vorágine en el mercado de deuda por la crisis de los aranceles, vio aumentar sus tenencias en 3.700 millones de dólares en abril, hasta los 1,13 billones.

En uno de sus últimos informes, Edwards recoge un revelador comentario escrito por los estrategas detrás de la cuenta de X (antes Twitter) EndGame Macro: "El mercado de bonos de Japón no está aislado. Es la piedra angular de la supresión del rendimiento mundial. Durante años, las instituciones japonesas apuntalaron el mercado mundial de bonos a través del carry trade financiado con yenes y las compras masivas de bonos extranjeros, especialmente del Tesoro estadounidense. Esa era está llegando a su fin en tiempo real. El Banco de Japón está perdiendo el control del tramo largo de su curva. Y con los rendimientos de los bonos del Tesoro cubiertos por el tipo de cambio, que ahora son muy negativos, el capital está volviendo a casa".



"El fracaso de Japón es la señal"

"Este es el cambio de régimen. El modelo de represión de los bonos soberanos, en el que los tipos son bajos, se ignora la inflación y los balances absorben una deuda ilimitada, se está quebrando. El fracaso de Japón es la señal. La respuesta de EEUU definirá las consecuencias. La secuencia es importante. No lo entiendan al revés. El mercado de bonos de Japón puede ser la mecha, pero EEUU es la bomba de relojería (fiscal)", añaden. "La terrible situación fiscal estadounidense es la bomba de relojería a la que alude EndGame Macro y los vigilantes de los bonos se están poniendo nerviosos", subraya Edwards. Como destaca el analista, al que le gusta hablar de "disentería fiscal", en otro informe separado, EEUU solo ha registrado un superávit fiscal desde el año 2000 y fue en 2001.

Durante años, si no décadas, desarrolla François Rimeu, estratega senior en Crédit Mutuel Asset Management, el mundo financiero se ha preguntado cuál es el límite de la deuda pública estadounidense: "Hasta ahora, esta pregunta era puramente retórica, gracias a la bajísima inflación registrada en todos los países desarrollados desde 2008 y a la fortísima demanda de bonos estadounidenses por parte de países con superávit presupuestario. La baja inflación condujo a sucesivas rondas de flexibilización cuantitativa, que a su vez 'animaron' a los diferentes gobiernos a ser fiscalmente laxos. La situación a la que asistimos ahora en EEUU es aplicable a otros países, con Francia como ejemplo destacado".


Desde ING, el equipo de analistas encabezado por James Knightley apunta más allá de la ambiciosa ley fiscal de Trump: "Las iniciativas fiscales de la administración Trump podrían no ser perfectas y estar sujetas a algunos desafíos, pero el coste potencial de no hacer nada podría ser aún mayor. El análisis reciente de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) de diversos escenarios fiscales sugiere que, si se permite que los ingresos y los gastos no relacionados con intereses vuelvan a sus promedios de 30 años, el déficit primario y los gastos relacionados con intereses se dispararían, lo que llevaría a que la deuda pública estadounidense terminara siendo más de 10 billones de dólares (un 25% del PIB) superior al valor de referencia para finales de 2035". Estos expertos consideran, por tanto, "esencial" la implementación de medidas de austeridad para frenar por completo el aumento de la deuda pública.


También reparte culpas Edoardo Campanella, economista de UniCredit Research: "Para ser justos, la incapacidad de controlar el déficit público es un problema bipartidista. La administración Biden contribuyó al aumento de la deuda pública con la Ley del Plan de Rescate Americano, la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo, la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley CHIPS y de Ciencia. Además, es probable que la creciente polarización política empeore aún más el déficit federal en el futuro". El resumen es que unos y otros deberían darse cuenta de la magnitud del problema y ponerse de acuerdo en tomar medidas. El reloj no se detiene. 




No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1284

Re: EEUU se queda sin tiempo para evitar una enorme crisis: "El país es una bomba relojería fiscal y Japón puede ser ...

Supongo que dirían lo mismo en los 80 con las bajadas de impuestos que hizo Ronald Reagan, y lo cierto es que USA ha ido como un tiro desde entonces. Yo no soy tan pesimista.
Lo cierto es que sigue siendo la nación más emprendedora e innovadora del mundo, o de las que más. China lo está haciendo bastante bien también.
#1285

Re: EEUU se queda sin tiempo para evitar una enorme crisis: "El país es una bomba relojería fiscal y Japón puede ser ...


No se puede comparar a  Ronald Reagan con Trump.... veremos el tiempo es el que dice lo que estuvo bien o mal... a primera cuenta sin mas a vista gruesa... parece que los aranceles son una cagada monumental y puede meter a EEUU en una seria recesión...

Oficialmente todavía no esta en recesión ya lleva un trimestre en contracción otro trimestre mas y entrara oficialmente en recesión.

Es cierto que EEUU es o era un referente, pero las cosas cambian, EEUU se esta labrando muchos enemigos comerciales y eso le puede pasar factura, no se puede tratar a tus socios comerciales y militares como el hace con esa chulería y soberbia.

Saludos.


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1286

Aquí hay cinco gráficos que los inversores deberían estar observando ahora mismo


 
El S&P 500 experimentó una escasa caída del 1% a principios de este mes después de que el presidente Donald Trump anunciara planes para restablecer algunos de los aranceles que había postergado en abril. El miércoles, la capitalización de Nvidia Corp superó los 4 billones de dólares por primera vez, lo que supuso otra victoria para los alcistas.

Pero un estratega de GlobalData TS Lombard cree que el vertiginoso repunte del mercado tras el tumulto bursátil de abril podría estar acercándose a su límite superior.


“Si bien el sentimiento de riesgo es ampliamente neutral, una economía en desaceleración y una [Reserva Federal] al margen este año son obstáculos para que las acciones estadounidenses suban mucho más este año en medio de la postura inflexible de Trump sobre los aranceles sectoriales”, dijo Daniel von Ahlen, un estratega macroeconómico senior de la firma de investigación, en un informe compartido con MarketWatch.


Para recalcar su punto, Von Ahlen compartió algunos gráficos que, según él, los inversores deberían tener en cuenta ahora mismo. Estos gráficos ayudan a destacar algunas de las discrepancias entre los datos económicos, las expectativas y los precios actuales del mercado que podrían generar problemas para las acciones a finales de este año.


El sentimiento de riesgo permanece estancado


Esto probablemente sea positivo para las acciones. La velocidad de recuperación del S&P 500 tras la ola de ventas de marzo y abril puede haber marcado un récord, pero muchos inversores siguen sin estar convencidos de que las ganancias se mantengan.

Debido a esto, las encuestas de sentimiento, incluidas las realizadas por Investors Intelligence y la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales, se han mantenido en gran medida en territorio neutral.


“A falta de más shocks negativos inesperados o rebajas en el crecimiento, la 'operación dolorosa' para las acciones estadounidenses es avanzar”, dijo Von Ahlen.

El consumo personal real se está desacelerando

Los inversores que se muestran escépticos ante el repunte cuentan con al menos algunos datos que respaldan sus opiniones. Como señaló Von Ahlen, el gasto real del consumidor se ha desacelerado significativamente desde finales de 2024.


Algunos han descartado esto como los efectos persistentes del shock arancelario de abril, pero si el consumo continúa deteriorándose en el segundo semestre, los inversores podrían tener un problema. El gasto de los consumidores representa casi tres cuartas partes del PIB estadounidense, lo que significa que cualquier debilidad adicional probablemente se reflejaría en las ganancias corporativas.

Las acciones cíclicas están superando drásticamente a las defensivas

Hasta ahora, los inversores se han contentado en su mayoría a ignorar las señales de debilidad en los datos duros.

Un resultado es que las acciones cíclicas han seguido superando notablemente a las defensivas en 2025. Recientemente, el grado de ese desempeño superior volvió a niveles vistos por última vez a principios de año.

Esto significa que los mercados prevén un crecimiento sólido durante la segunda mitad del año, afirmó Von Ahlen. Si ese crecimiento no se materializa, tengan cuidado.

Las expectativas de recorte de tasas de la Fed pueden ser demasiado optimistas


Los futuros de fondos federales incorporan dos recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal a finales de este año. Sin embargo, TSLombard cree que esto podría ser un poco optimista.
Von Ahlen afirma que el impacto inflacionario total de los aranceles de Trump aún no se ha sentido. Una vez que los precios comiencen a subir, la Fed probablemente solo aplicará un recorte de tasas este año, afirmó.

Los rendimientos de los bonos no tienen mucho margen de caída

Más allá de cierto umbral, el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro puede generar cierto sufrimiento a las acciones.

Desafortunadamente para los inversores en renta variable, el margen para una mayor caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro podría ser limitado, afirmó Von Ahlen. Las previsiones económicas ya incorporan un mayor deterioro del mercado laboral, y se espera que el ritmo de creación de empleo se desacelere a medida que aumenta la tasa de desempleo.




Los futuros de tasas de interés vinculados a la tasa de financiamiento garantizado a un día reflejan las expectativas de que el objetivo de la tasa de los fondos federales tocará fondo en torno al 3,1 % a finales de 2026. Esto sugiere que los rendimientos vinculados a los bonos del Tesoro a 10 años y bonos del Tesoro a 30 años es posible que no tenga mucho espacio para descender.


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

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