Pues la sesión de hoy tiene dos partes bien diferenciadas. La primera pre-Trump y la segunda post-Trump. En la primera había mucha tranquilidad, ligeros movimientos, bajos volúmenes de negociación, y la sensación entre los gestores de que iban a pasar un fin de semana tranquilos. La segunda fue otra cosa.
Y es que Trump le ha cogido el gusto, mientras le funcione seguirá siendo así, de amenazar primero y negociar después. O al menos negociar sin presiones adicionales. El presidente de los EE.UU. declaraba en redes sociales que las negociaciones comerciales con la Unión Europea se habían estancado, por lo que sugeriría la implantación de un arancel del 50% a los productos de la zona euro a partir del 1 de junio. Y a partir de esas declaraciones se desató el infierno.
Las bolsas europeas se desplomaron. Los futuros de Wall Street también. El oro subía. El dólar caía. Los bonos subían y hacían caer las rentabilidades de los activos. Todo lo que oliera a "activo de riesgo" se desplomaba. Las reacciones no se hicieron esperar, y a cuál más incendiaria.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ofreció su opinión sobre la amenaza del presidente Trump de imponer un arancel del 50% a la Unión Europea el 1 de junio, y Bessent dijo que espera que "encienda un fuego bajo la UE".
"Creo que el presidente considera que las propuestas de la UE no han sido de la misma calidad que las que hemos visto de nuestros otros socios comerciales importantes", declaró Bessent en una entrevista con Fox News. "Por lo tanto, creo que esto responde simplemente al ritmo de la UE".
Bessent añadió: «La UE tiene un problema de acción colectiva. Hay 27 países, pero están representados por un único grupo en Bruselas, así que, según me han comentado, los países subyacentes ni siquiera saben qué está negociando la UE en su nombre».
Estas declaraciones, más conciliadoras, provocó que las caídas de las bolsas se redujeran. Las del Dow Jones se situaron por debajo del punto porcentual, en Europa por debajo de los dos puntos porcentuales, la presión vendedora sobre el dólar se mitigó, y la compradora sobre el oro también.
La Casa Blanca tiene que mantener un difícil equilibrio entre presionar a sus socios comerciales para conseguir buenos acuerdos, pero no tanto como para que los mercados se hundan, afecte a la confianza consumidora estadounidense, a su economía, y por tanto, a la visión del pueblo americano sobre su presidente. Funambulismo económico difícil de mantener.
Hasta ahora esta actitud parece haberle salido bien con algunos países como el Reino Unido, y mal con otros como China, el gran vencedor de esta guerra comercial. Veremos el efecto sobre la Unión Europea. De cualquier forma, al mercado estos cambios de opinión no les gustan nada. Y es justo el mercado el que puede doblar la intención del presidente Trump.
La última escalada arancelaria del presidente Donald Trump sorprendió a los inversores el viernes. Pero en retrospectiva, hubo indicios, como señaló Charlie McElligott de Nomura en un comentario compartido con MarketWatch.
El primero fue Trump y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, diciendo que no había tiempo suficiente para llegar a acuerdos con más de 150 países y que Estados Unidos actuaría para imponer gravámenes unilateralmente en las próximas semanas.
Además, después de que China logró asegurar una reducción preliminar, posiblemente temporal, jugando duro, ¿por qué otras naciones no intentarían replicar ese enfoque?
Pero quizás la señal más obvia fue la velocidad del repunte del mercado.
"El alza de los mercados bursátiles en las últimas semanas ha animado claramente a Trump a tomar la iniciativa, y ahora, antes de que nadie se vea obligado a ceder, desencadena la próxima gran caída de las operaciones, quizás una reducción de los aranceles de represalia de la UE... o su propia y eventual próxima gran capitulación", afirmó McElligott en el comentario enviado por correo electrónico.
Peter Berezin, de BCA Research, lo resumió en una publicación en X : «Los aranceles de Schrödinger: si los mercados se toman en serio la amenaza de Trump, se desplomarán y él no la cumplirá. Por otro lado, si no creen que lo hará, lo hará».
Al sonar la campana de apertura el viernes, Bessent estaba en Fox News, aparentemente para intentar controlar los daños, diciendo que la UE simplemente avanzaba con lentitud y que pronto se anunciarían acuerdos con India y otros países, escribió McElligott. La táctica parecía estar funcionando.
C.B.