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No he conocido a nadie más desdichado que la mujer que esta mañana me ha enseñado, entre llantos, su vivienda, que próximamente va a salir a subasta. Se trata un chalet en la sierra de Madrid, en uno de los parajes más bonitos y menos desarrollados urbanísticamente de la misma.

El caso es que la buena señora, lejos de echarme de allí a escobazos, ha tenido la amabilidad de enseñarme, una a una, todas la habitaciones de la casa, mientras me contaba que su marido había enfermado hacía un par de años y que, como era autónomo y dependía completamente de su trabajo, con la enfermedad los ingresos se habían reducido tanto que la familia acabó cayendo en manos de desaprensivos, hasta el momento actual, en el que están en trance de ver su casa subastada.

El hijo que podría ayudarles es un parado de larga duración y, por lo que he visto, pues le he conocido, se trata de una persona sin espíritu. De esos incapaces de llevar responsablemente el timón de su propia vida ¡Pobrecillo!

La hija tiene esclerosis múltiple y bastante tiene con lo suyo.

Y finalmente el marido enfermo murió hace cuatro meses dejando a la viuda desconsolada y preguntándose cada día qué va a ser de ellos. A mí también me lo ha preguntado y... no he sabido que decirle.

En fin, que como decía Baltasar Gracián:

"Como las desdichas andan encadenadas, unas a otras se introducen y al acabarse una es necesario engendrarse otra mayor"

Y una oportunidad perdida porque desde luego no me veo en el papel de ser yo quien les eche a la calle. No estoy seguro de si el cliente para el que estaba estudiando esta subasta lo entenderá, pero me da lo mismo. No asistimos.

Y tú, ¿asistirías a esta subasta sin tener en cuenta estas circunstancias?

A lo mejor es que yo soy un blandito muy poco profesional.

 

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  1. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #20
    22/01/14 09:53

    Pues así de simple, como cuentas es egoísmo puro y duro, como todos, si algo económicamente nos beneficia pero emocionalmente el perjuicio es aún mayor es una "mala inversión" y punto, las monjitas igual, dan por recibir a cambio un rendimiento emocional superior al gasto que les supone dar, es un negocio más.

    Eso sí, esa familia con tan mala suerte saldrá perdiendo, un postor menos.

    Este un uno de esos casos donde entender que las posturas de intentar hacer negocio económico y negarse a ello tienen argumentos igual de válidos.

    Aprovecho para desearle suerte a esa familia aunque no lo lean.

  2. en respuesta a Marco Porcio Catón
    -
    Top 100
    #19
    22/01/14 09:49

    Uff...sabias que hay fabricantes de armas que no son las más mortíferas...más bien al contrario...y además están bien cotizadas...si algún día tuviera que invertir en esa industria lo haría en aquellas que fabrican armas contra armas...un abrazo...

  3. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    Top 100
    #18
    22/01/14 09:46

    Ya te comente aquella Navidad que no eras mala persona...gracias a aquel post me interese con otra mirada de vuestra forma de ganamos la vida y rectifique algunas de mis apreciaciones...un abrazo...

  4. en respuesta a Exiliado
    -
    Top 100
    #17
    22/01/14 08:58

    Eso te pasa por mirar atrás. Yo no he dicho que sea un santo, más bien al contrario. Mi espantada no se debe a mi buen corazón sino a egoísmo puro y duro. El coste de comprar ese chalet no son solo los euros que habrá que pagar sino también el mal trago de echar a la calle a esos desgraciados. No señor, si el destino es que otro lo compre por solo cincuenta mil euros, bienvenido el destino y que con su pan se lo coma. Mi prioridad es dormir por las noches como un bendito y así hago.

    Ahora bien, ¿comprarlo yo mismo y convertirme en benefactor de esta familia? Tampoco, para la caridad ya están las monjitas.

  5. en respuesta a Crayola
    -
    #16
    22/01/14 07:11

    No me queda mas remedio que alinearme con Crayola en este asunto. La primera vez que se me planteo este dilema moral fue con una anciana viuda en una situacion desesperada, viendose abocada a la perdida de su modesta vivienda sin mediar culpa ninguna por su parte, victima de la actuacion cuasi criminal de parientes y abogados; deprimido y asqueado con la condicion humana decidi no formar parte de tan siniestra historia y no acudi a la subasta. Poco tiempo despues tuve ocasion de arrepentirme al descubrir que sorprendentemente el resto del mundo no compartia mis humanitarios remilgos, y que el inmueble habia sido adjudicado, (y aqui viene la parte verdaderamente importante) por una cantidad inferior a la que yo hubiera estado dispuesto a pujar.

    Desde entonces y tras dedicarle mucha reflexion sume una nueva regla a mi decalogo subasteril personal: participar en una subasta redunda ultimamente en beneficio del ejecutado, y la inhibicion le perjudica.

    Independientemente de que lo entiendan o no, les guste o les disguste, esten en una encrucijada personal mas o menos desesperada, la propiedad va a ser subastada, y pasara a manos del mejor postor o del ejecutante, y por lo tanto no acudir a la subasta reduce el precio de adjudicacion y daña las posibilidades de sobrante para el ejecutado, ahondando su drama.

    El epilogo de mi pequeña historia es algo que no le he contado ni a mi mujer, y cuyo recuerdo sigue acechandome a pesar de las decadas transcurridas. Avergonzado tras comprobar que mis escrupulos morales habian perjudicado tanto al demandante como a la demandada, e incluso a mi mismo al privarme de una ocasion de negocio, calcule la diferencia entre el precio de adjudicacion y mi limite de puja, y tras pasar por el banco me encamine al aun domicilio de la viuda. Una de esas vecinas cotillas que nunca faltan en rellano patrio disfruto de lo lindo contandome con cara de pena como la anciana habia fallecido tres dias despues de la subasta. Me fui de alli dejando a la vecina con la palabra en la boca, pues tuve repentinamente claro que no queria enterarme de como murio.

  6. #15
    21/01/14 22:19

    Pero ¿qué es esto? Quiero pensar que estás con la menopausia, porque esta soflama absurda que lanzas al aire, entre lágrimas de cocodrilo, no está a la altura de tu capacidad intelectual. Aborrezco tus momentos racistas, pero este papel de Pilatos que te has pedido hoy es todavía peor.
    El que va a las subastas, como el policía, como el médico, como recaudación de Hacienda o de SS, como el funcionario de prisiones, como muchos otros, trabaja y vive de la desgracia ajena. Eso, intrínsecamente, no tiene por qué ser nada malo. Ahora bien, uno puede hacer un trabajo de muchos modos. Tú puedes taparte los ojos y dejar que otro se lleve por delante a esa gente que tanta pena te da. Yo en tu lugar habría evaluado la mejor salida posible, si la hay, para esta familia y a la vez unos honorarios que me recompensasen mi esfuerzo. Ponerles una alternativa sobre la mesa es, según tu narración, lo que se merecían. Si se negasen a cogerla, el dilema moral sí que sería importante. Tú, que sabes cómo terminará esa subasta, lavándote las manos, les condenas a un daño mayor. Deberías haberles permitido que, en su caso, se condenasen ellos mismos.

  7. #14
    21/01/14 19:55

    Te estás ablandando. Te veo abandonando el negocio.

    Las subastas son consecuencia de un cúmulo de desdichas buscadas con mayor o menor acierto.

    Si fuera fabricante de armas me gustaría que las mías fueran las más mortiferas y dañinas. O no sería fabricante de armas. Claro que puede que no me gustara que se utilizaran contra alguien en concreto y en ese caso rechazaría al cliente.

    Cada uno debe poner sus límites.

  8. #13
    21/01/14 13:47

    Son nuestras actuaciones en la vida como nos definimos a nosotros mismos. Si te sientes comodo con lo que haces y puedes dormir por la noche pues ya tienes mucho ganado.

  9. #12
    21/01/14 13:47

    De una u otra manera, al final la casa la pierde. Ese es el dilema que nos encontramos algunas veces. Si no soy yo, será otro.........quien haga el negocio.

    Saludos

  10. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #11
    21/01/14 12:33

    Enhorabuena, Tristán.

    El mismo hecho de que seas consciente de que es una historia a contar ya te define.

    Seguro que tu carrera profesional no se resentirá, y además tú satisfacción personal habrá crecido como un globo. Estas cosas por las que nos admiran los demás son las que nos hacen felices (bueno, los psicópatas, por disfunción mental, no).

    Pasado el tiempo, podrás recordarla como aquellas proezas que contaban los griegos. Los héroes, muchas veces, son humanos,...y muy cotidianas sus victorias.

  11. en respuesta a mtlc2012
    -
    Top 100
    #10
    21/01/14 10:28

    Claro, tirándoles piedras

  12. #9
    21/01/14 10:24

    Tristán cualquier dia te vemos en alguna manifestación de "Stop Desahucios".

  13. #8
    21/01/14 09:59

    La verdad es que es una situacion putas como las hay muchas, pero la subasta seguira adelante y todo a la mierda... No se si seria mejor acudir a la subasta del chalet en la sierra y facilitarles un alquiler barato de algun pisito en madrid. El hijo lo mismo encuntra algun trabajo en un mcdonalls

  14. en respuesta a Kyrie lomthe
    -
    Top 100
    #7
    21/01/14 00:07

    Algún día de los próximos cinco años y tan transformada que cualquier parecido con la realidad parezca fruto de la coincidencia.

  15. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #6
    20/01/14 22:55

    ¿La podrías contar algún día esa historia?

  16. Top 100
    #5
    20/01/14 22:31

    Además, hace unos meses tuve una experiencia espeluznante que me hizo darme cuenta de lo delicado que puede ser este negocio. Mejor evitar cualquier situación que pueda devenir "delicada".

  17. en respuesta a Kyrie lomthe
    -
    Top 100
    #4
    20/01/14 22:27

    En realidad no le hago ningún favor no asistiendo a la subasta. El favor se lo haría subiendo mucho las pujas.

    Pero es una cuestión de debilidad y cobardía. Simplemente no me veo diciéndole a esa familia que se tiene que ir. Si no tienen ni dónde caerse muertos. Si lo comprara les tendría que echar en defensa de los intereses de mi cliente y lo haría sin dudarlo. Pero el desgaste sería tremendo. Así que mejor no me pongo en esa situación.

    Lo dicho, cuestión de cobardía.

  18. #3
    20/01/14 21:39

    Que hagas esto y que luego te llamen lo que te llaman...

  19. #2
    20/01/14 21:21

    Yo desistí hace tiempo de una subasta en la que un anciano viudo perdía su casa por avalar a un hijo arruinado. Ese día asumí que jamás podría vivir de esto, me quedan todavía muchos años de aguantarle la mirada a ese careto del espejo.

  20. #1
    20/01/14 20:15

    no eres un blandito, eres un humano . Te gusta hacer negocios para poder vivir y comer, pero no atropellar a la gente por eso te salen esos sentimientos
    Un saludo

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