Talmud Portfolio: la cartera con más de 2.000 años de historia
Talmud Portfolio: la cartera con más de 2.000 años de historia
Según la antigua tradición judía, tres son los pilares sobre los que se sustenta la riqueza humana. Retomamos ese conocimiento milenario para crear una cartera de inversión centrada en esas tres patas: negocios, liquidez y bienes.
¿Cómo invertir con sentido común y sin complicarse? Es una pregunta que tendemos a hacernos con mayor frecuencia de la que nos gustaría reconocer. Bien, pues ocurre que muchas veces las ideas más simples son las que mejor funcionan.
Y hoy te traigo un ejemplo de ello. Una cartera de inversión, conocida como Talmud Portfolio y que atención, ¡Tiene más de 2.000 años de historia! Vamos, que ha aprobado y con nota el test histórico del mercado
En primer lugar, “Talmud” significa “aprendizaje” en hebreo.
Y hace referencia al gran compendio de conocimiento de la tradición rabínica judía, que entre muchos otros incluye tratados sobre derecho civil y temas económicos.
Y en uno de ellos, concretamente en el pasaje Bava Metzia 42a, se cita lo siguiente:
Un hombre debe dividir su riqueza en tres pilares: un tercio en bienes, un tercio en efectivo y un tercio en negocios.
Pues ya lo tenemos,podríamos definirla cartera Talmud (o Talmud portfolio) como una forma sencilla de diversificar el patrimonio buscando obtener un equilibrio entre estabilidad, liquidez y crecimiento.
¿Y en qué tres pilares? ¿Qué es la Cartera Talmud?
El texto judio es bien claro, pero bueno, en la vida moderna podríamos traducirlo algo tal que así.
Activos de inversión (y porcentaje)
Explicación
Ejemplos
1/3 en bienes (activos reales)
Cosas que “están ahí” y tienden a proteger frente a inflación o crisis de moneda
Hoy, podríamos referirnos al sector inmobiliario (directo o REITs), oro u otros activos reales.
1/3 en efectivo (liquidez y seguridad)
Dinero disponible para imprevistos y para aprovechar oportunidades
Esta pata la cubrirían cuentas remuneradas, letras del tesoro, fondos monetarios.
1/3 en negocios (crecimiento)
Exposición al verdadero factor de crecimiento: la renta variable (empresas)
Aquí incluiríamos fondos indexados, ETFs globales, y para los más osados, directamente acciones en las que veamos oportunidad.
De esta forma, estamos evitando 2 extremos muy arriesgados en términos financieros:
No lo apuestas todo a bolsa: puedes tener años malos.
No lo dejas todo en cash: que pierde poder adquisitivo con el tiempo
¿Cómo aplicamos la cartera Talmud?
Perfecto, pues ahora que ya sabemos que es, vamos a montarla sin necesidad de inmuebles, ni montar un negocio desde cero, pero manteniendo la lógica ⅓ - ⅓ - ⅓, a través de uno de los instrumentos financieros más potentes (en términos de alcance), baratos (en comisiones), y sencillos en complejidad: los ETFs.
1/3 Negocios (crecimiento):renta variable global vía ETFs globales.
1/3 Efectivo (liquidez/colchón): para lo que nos serviremos de la cuenta de saldo remuneradas del propio broker en el que formaremos la cartera.
1/3 Bienes (o activos reales): lo más fácil hoy es a través de REITs globales (inmobiliario cotizado), que incluso aportan buenos dividendos.
Y lo mejor es que podemos hacerla desde 3.000€, invirtiendo 1.000€ en cada ETF. De hecho, en realidad podríamos empezar desde 300€, pero bueno, seremos un poco más ambiciosos.
Y como es costumbre en estas carteras, usaremos el enfoque lazy portfolio de apenas 3 o 4 activos.
1er pilar: los negocios
Sencillamente la mejor forma de exponerse a los negocios, es a través de las mejores acciones internacionales, pero no de EEUU, o el mundo Occidental, sino de todo el “absoluto” mundo. Por ende, nuestros primeros 1.000 euros irán a un ETF sobre el MSCI ACWI, que suele tener en cuenta también a los mercados emergentes.
Para ello, te presento el ETF SPDR MSCI All Country World UCITS (Acc)(IE00B44Z5B48) que es, básicamente, un “todo en uno”, tener la bolsa mundial en un solo producto
Sencillamente, replica el índice MSCI ACWI, que combina 23 países desarrollados y 24 emergentes, cubriendo más de 2.300 compañías de gran y mediana capitalización en todo el mundo.
Características del ETF
Definición
📋 Nombre del fondo / ISIN
SPDR MSCI All Country World UCITS (Acc) (IE00B44Z5B48)
En cualquier caso, y aunque su nombre suene muy exótico, la foto por dentro es muy reconocible:
Por ejemplo, en las Top 10 posiciones (peso conjunto 25%) figuran nombres como NVIDIA(NVDA), Apple(AAPL), Microsoft(MSFT), Meta Platforms(META), o Taiwan Semiconductor (TSMC). Mientras que en la distribución geográfica sigue pesando EEUU con una ponderación cercana al 65%, seguida muy de lejos por Japón (5%), y el Reino Unido (3%)
No obstante, es cierto que en la distribución sectorial está algo más balanceado otorgando un mayor peso a la tecnología (26–27%), pero seguido de no muy lejos por el financiero (18%), el industrial (11%) y el de consumo discrecional (10%)
Mientras que en términos de rentabilidad, aunque no ha sido superior a la del S&P 500, si ha otorgado una mayor diversificación, sectorial y geográfica, lo que ha hecho que los episodios de volatilidad, no fueran tan bruscos.
Rentabilidad del ETF SPDR MSCI All Country World UCITS
En la práctica, estás comprando bolsa global con un claro sesgo a EE. UU. y a tecnología, pero sin renunciar al resto de regiones y sectores que componen la economía mundial.
En finanzas ya sabéis que cuando hablamos de efectivo, no hablamos de guardar ⅓ de nuestra riqueza debajo del colchón por si acaso se acaba el mundo, sino de ingresar nuestra parte del dinero dedicada a la inversión en productos de ahorro que ofrezca cierta remuneración (lo ideal sería que consiguieran batir a la inflación).
Autoridad de Supervisión Financiera de Estonia (Finantsinspektsioon) y FCA de Reino Unido
⭐️
Puntuación
8.25/10
3er pilar: los bienes
Y el último pilar, aunque hoy en día podríamos tirar de otros activos reales en pleno auge como el oro o la plata (incluso Bitcoin), en honor a esta antigua cartera, me decantaré por uno de los más clásicos: los pisos (real estate).
Y una vez más, no hay problema de si no tienes 50.000€ a mano para dar la entrada de un piso de oportunidad, con todo el riesgo jurídico que existe en estos momentos, para ello existen ETFs de REITs como el iShares Developed Markets Property Yield (IE00B1FZS350), que invierte en compañías inmobiliarias cotizadas y REITs de países desarrollados, excluyendo Grecia. Te lo presento.
Características del ETF
Definición
📋 Nombre del fondo / ISIN
iShares Developed Markets Property Yield (IE00B1FZS350)
Su objetivo es replicar el índice FTSE EPRA/NAREIT Developed Dividend+, que selecciona sólo aquellas empresas con una rentabilidad por dividendo estimada ≥ 2%, de modo que estás comprando “ladrillo cotizado” con sesgo claro a ingresos recurrentes vía dividendos.
Con todo, agrupa unas 330 posiciones relacionadas con el sector inmobiliario cotizado, principalmente de EEUU (62%) y Japón (8%), en el que las 10 mayores posiciones tienen un peso de alrededor del 33 %, donde destacan nombres como Prologis (7,1 %), Equinix (5,0 %), Digital Realty Trust (3,5%) o VICI Properties (1,5%).
Principales posiciones dentro del ETF iShares Developed Markets Properties
En este caso, es cierto que su rentabilidad no ha sido la mejor a largo plazo, pero es que este producto está idealmente pensado para obtener rentas pasivas por el ladrillo.
Solo debemos mirar cada uno de sus pilares. Por ejemplo, si miramos el histórico (siempre dependiendo del periodo), un índice global como el MSCI ACWI se ha movido muchas veces en el entorno del 6% - 8% anualizado, mientras que los REITs globales, con más vaivenes, han rondado también esa misma rentabilidad 6% - 8% (recuerda que cobrando el dividendo de forma trimestral).
Mientras que la pata de la liquidez sería la “tranquila”. Va al ritmo de los tipos, pero hoy entre cuentas remuneradas y fondos monetarios puedes rascar aproximadamente un 3%–4% (en USD) o un 1,5% - 2% (en EUR) con un riesgo muy contenido.
Con todo, nos sale un rentabilidad anualizada aproximada del 6% - 7%, aunque algunas derivadas como el Talmud Portfolio de Roger Gibson le otorga otorga un 8,4% anualizado (o 5,7% descontando inflación)
Gráfica que muestra la rentabilidad histórica de una cartera Talmud al uso
Al final, todo dependerá de la asignación de activos que hagas.
Y por supuesto, puedes adaptarla según tu edad o tolerancia al riesgo. Si tienes 20 años quizás te convenga reducir la parte líquida, y subir la exposición a renta variable. Y si te acercas a la jubilación, puedes hacer lo contrario.
Golden Butterfly: Ideada para obtener rentabilidad en el largo plazo
Core-Satellite: Para inversores que buscan rentabilidad, pero también tener una micro sección de experimentación que no ponga en riesgo el núcleo de su patrimonio.
Forever: Y por supuesto, no podía faltar la marca de la casa, una cartera ideada para cobrar dividendos todos los meses.
En definitiva, el Talmud portfolio, es una cartera con rentabilidad potencial razonable, exposición a activos reales y, sobre todo, la paz mental de saber que siempre tienes una parte disponible para imprevistos.