Descubre cómo lograr el equilibrio perfecto entre seguridad y rentabilidad extra con la estrategia Core-Satellite. Una forma sencilla de combinar lo mejor de la gestión pasiva con toques activos que potencian tu cartera. ¿Quieres saber cómo construirla paso a paso?
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La estrategia Core-Satellite se ha convertido en una de las más utilizadas por inversores que buscan combinar lo mejor de la inversión pasiva con la posibilidad de añadir un sesgo activo en áreas de mayor potencial.
¿Qué es y cómo funciona la cartera Core-Satellite?
En este artículo te explicamos en qué consiste, cómo funciona y cómo podrías construir una cartera Core-Satellite paso a paso.
¿Qué es la cartera Core-Satellite?
La cartera Core-Satellite es una estrategia de inversión diseñada para combinar estabilidad y crecimiento dentro de una misma cartera. La idea central es dividir los activos en dos bloques complementarios:
Bloques de la cartera
El núcleo (Core): representa la parte más estable, diversificada y de bajo coste. Normalmente está formado por fondos indexados globales o ETFs que replican grandes índices bursátiles, como el MSCI World o el S&P 500. Su función principal es asegurar que la cartera evolucione en línea con los mercados globales, reduciendo riesgos y garantizando una base sólida.
Los satélites (Satellite): constituyen una porción más pequeña de la cartera y aportan el toque dinámico. Aquí es donde el inversor introduce ideas concretas de mayor crecimiento: fondos temáticos (como tecnología o energías renovables), regiones con potencial (emergentes, Asia-Pacífico) o incluso estrategias activas. Son apuestas que buscan generar una rentabilidad extra, aunque también conllevan mayor volatilidad.
Básicamente, esta estrategia pretende lograr un equilibrio entre seguridad y oportunidades, evitando tanto el exceso de conservadurismo como el de riesgo.
¿Cómo funciona la cartera Core-Satellite?
El sistema Core-Satellite es simple, pero muy efectivo:
Pasos a seguir para crear la cartera
Definir el porcentaje del Core: Lo habitual es que represente entre el 70% y 80% de la cartera, garantizando que la mayoría del dinero esté en activos estables, diversificados y con bajos costes.
Asignar la parte Satellite: El restante 20%-30% se destina a los satélites, que permiten al inversor buscar una rentabilidad superior en sectores, regiones o activos específicos.
Rebalancear periódicamente: Con el tiempo, algunos activos crecerán más que otros y la cartera perderá su peso inicial. Por eso es clave realizar un rebalanceo (por ejemplo, cada 6 o 12 meses) para devolver los porcentajes a su estructura original.
De este modo, el Core genera la rentabilidad estable a largo plazo, mientras que los satélites aportan diversificación y un potencial extra de crecimiento.
El núcleo (Core) de la cartera
El Core es la columna vertebral de la estrategia.
Características del Core
Está formado por fondos indexados o ETFs globales que incluyen cientos o miles de empresas de todo el mundo.
Busca diversificación amplia en sectores y geografías, reduciendo riesgos específicos de una compañía o región.
Su objetivo es replicar la evolución del mercado global con costes muy bajos.
Incluye tanto mercados desarrollados (EE.UU., Europa, Japón) como emergentes si se busca más amplitud.
En resumen, el Core es el encargado de que la cartera sea consistente y fiable en el largo plazo, incluso en momentos de volatilidad.
Los satélites (Satellite) de la cartera
Los Satellite son la parte dinámica y personalizada de la estrategia. Sirven para dar un sesgo adicional en función de las convicciones o intereses del inversor.
Ejemplos de Satellite
Fondos de tecnología, uno de los sectores de mayor crecimiento.
Fondos de energías renovables o sostenibilidad, ligados a megatendencias globales.
Fondos centrados en Asia o mercados emergentes con alto potencial de expansión.
Estrategias de gestión activa que busquen batir al mercado.
Su papel no es asegurar la estabilidad, sino añadir valor extra y oportunidades de rentabilidad. No obstante, también aumentan el riesgo y la volatilidad, por lo que deben limitarse a una parte reducida de la cartera.
¿Cómo construir tu propia cartera Core-Satellite paso a paso?
A modo de ejemplo, veamos una cartera Core-Satellite sencilla:
Core (75%)
Vanguard Global Stock Index Fund (50%)
El Vanguard Global Stock Index Fund es un fondo indexado que replica el comportamiento del índice MSCI World, ofreciendo exposición global a más de 1.500 grandes y medianas empresas de países desarrollados. Se trata de una de las piezas centrales más utilizadas en carteras diversificadas gracias a su amplitud, bajo coste y eficiencia.
Características del fondo
Definición
🏷️Nombre
Vanguard Global Stock Index Fund
🆔ISIN / Clase
IE00B03HCZ61 / Investor EUR Acc
🚩Benchmark
MSCI World Index
💵TER (gastos corrientes)
0,18%
💼Patrimonio del fondo
+20.000M€
📊Rentabilidad a 3 años (anual.)
8,4% (Fuente: Vanguard, 2025)
En los últimos tres años ha ofrecido una rentabilidad anualizada en torno al 8–9 %, en línea con el comportamiento del MSCI World. Su ventaja principal es la amplia diversificación por regiones (EE.UU., Europa, Japón, Canadá, etc.) y sectores (tecnología, salud, consumo, financiero), lo que reduce el riesgo específico de un país o industria.
Rentabilidad del Vanguard Global Stock Index Fund
Es un fondo pensado para inversores de largo plazo que buscan un núcleo estable y diversificado dentro de su cartera, con costes muy bajos y gestión pasiva pura. No está diseñado para batir al mercado, sino para replicarlo con precisión, siendo especialmente recomendable como parte Core en una estrategia Core-Satellite.
El Amundi Index MSCI Emerging Markets es un fondo indexado que replica el índice MSCI Emerging Markets, ofreciendo exposición a más de 1.200 empresas de gran y mediana capitalización en economías emergentes como China, India, Brasil, Taiwán o Sudáfrica. Su propuesta permite diversificar más allá de los mercados desarrollados, accediendo a regiones con mayor potencial de crecimiento a largo plazo.
Características del fondo
Definición
🏷️Nombre
Amundi Index MSCI Emerging Markets
🆔ISIN / Clase
LU1681045370 / P EUR Acc
🚩Benchmark
MSCI Emerging Markets Index
💵TER (gastos corrientes)
0,20%
💼Patrimonio del fondo
+5.000M€
📊Rentabilidad a 3 años (anual.)
2,7% (Fuente: Amundi, 2025)
En los últimos tres años ha tenido una rentabilidad más modesta, en torno al 2–3 % anualizado, debido a la volatilidad de los mercados emergentes. Sin embargo, su aportación clave está en la diversificación geográfica y en la posibilidad de capturar el crecimiento futuro de países con dinámicas demográficas y económicas muy distintas a las de Europa o EE.UU.
Rentabilidad en un año del Amundi Index MSCI Emerging Markets
Es un fondo adecuado para inversores que buscan un complemento al núcleo desarrollado de su cartera, con mayor tolerancia a la volatilidad y horizonte de largo plazo. Dentro de una estrategia Core-Satellite, cumple un papel de diversificación adicional, equilibrando riesgo y potencial de rentabilidad.
El Fidelity Global Technology Index es un fondo indexado sectorial que replica el MSCI ACWI Information Technology, ofreciendo exposición a las principales compañías tecnológicas globales. Su cartera incluye gigantes como Apple, Microsoft, Nvidia o Taiwan Semiconductor, además de empresas de software, semiconductores y servicios en la nube. Se trata de un vehículo para capturar uno de los motores de crecimiento más potentes de la economía mundial.
Características del fondo
Definición
🏷️Nombre
Fidelity Global Technology Index
🆔ISIN / Clase
IE00BYXYYX59 / P EUR Acc
🚩Benchmark
MSCI ACWI IMI Information Technology
💵TER (gastos corrientes)
0,30%
💼Patrimonio del fondo
+1.000M€
📊Rentabilidad a 3 años (anual.)
14,6% (Fuente: Fidelity, 2025)
En los últimos tres años ha logrado una rentabilidad anualizada superior al 14 %, impulsada por el auge de la inteligencia artificial, el crecimiento en semiconductores y la digitalización global. Sin embargo, también presenta alta volatilidad, con correcciones superiores al 25 % en fases de ajuste del mercado.
Rentabilidad en un año del Fidelity Global Technology Index
Es un fondo adecuado como posición satélite dentro de una cartera diversificada, pensado para inversores que deseen un sesgo tecnológico con horizonte de largo plazo y tolerancia al riesgo. Su papel no es estabilizar la cartera, sino añadir potencial extra de crecimiento en un sector clave para las próximas décadas.
La cartera Core-Satellite, con una rentabilidad anualizada en torno al 7-8% en los últimos 30 años, se sitúa por encima de la mayoría de carteras lazy tradicionales (como el clásico 60/40, más cercano al 6-7%) gracias al aporte extra de los satélites con sesgo a crecimiento. Sin embargo, mantiene una rentabilidad similar a carteras diversificadas como la Golden Butterfly, que históricamente ha experimentado una menor volatilidad y caídas más suaves en crisis.
Métrica
Core-Satellite 75/25
Mariposa Dorada
Cartera 60/40
Dalio “All Weather”
Permanente
Rentabilidad anualizada
7,5%
7,8%
8,29%
7,37%
6,85%
Volatilidad anual media
11%
7,82%
9,68%
7,45%
6,65%
Máximo drawdown
-32%
-17,79%
-30,55%
-20,58%
-15,92%
¿En cuánto habrías transformado 1$?
8,8$
9,52$
10,6$
8,7$
7,1$
Como puedes observar, la cartera Core-Satellite destaca por su capacidad de combinar lo mejor de dos mundos: mantiene la simplicidad y bajos costes de un núcleo indexado —similar a la filosofía Bogleheads—, pero añade un extra de rentabilidad potencial gracias a los satélites, que introducen sesgos estratégicos hacia sectores, regiones o temáticas concretas. De esta forma, logra acercarse a la rentabilidad de un 60/40 clásico, aunque con mayor flexibilidad y posibilidades de superar a carteras más defensivas como la All Weather o la Permanente en horizontes largos.
Core-Satellite: el portfolio que busca el equilibrio entre gestión activa y pasiva
La estrategia Core-Satellite se ha popularizado porque combina lo mejor de dos mundos que tradicionalmente se consideraban opuestos: la gestión pasiva y la gestión activa. En lugar de tener que elegir entre una u otra, esta aproximación permite que te beneficies de las ventajas de ambas de forma complementaria.
Rentabilidad de una cartera Core-Satellite
Por un lado, en el núcleo (Core) se replica índices de referencia, lo que aporta simplicidad, diversificación automática y comisiones muy bajas. De esta forma, se garantiza que la cartera evolucione de forma estable, en línea con el mercado global, sin necesidad de realizar una gestión constante. En otras palabras, lo que sería la gestión pasiva de la cartera.
Por otro lado, los satélites (Satellite), que suelen representar entre un 20–30 % de la cartera, permiten al inversor introducir ideas concretas de inversión (fondos sectoriales, temáticos, regionales o fondos de gestión activa de alto convencimiento). Su función es dar un sesgo adicional que pueda aumentar la rentabilidad a largo plazo, aunque asumiendo más riesgo y volatilidad. Básicamente, lo que sería la parte de gestión activa de la cartera.
La gran ventaja de este enfoque es la flexibilidad. Cada inversor puede ajustar el peso de los satélites en función de su perfil de riesgo y sus convicciones:
Un perfil más conservador puede limitar los satélites al 10–15 %.
Un perfil más dinámico puede ampliarlos hasta el 30 %, siempre manteniendo un Core sólido que actúe como contrapeso.
Ventajas y desventajas de la cartera Core-Satellite
Pros
✅ Diversificación global.
✅ Costes bajos en la mayor parte de la cartera.
✅ Posibilidad de personalizar con sesgos o sectores favoritos.
✅ Adaptable a distintos perfiles de riesgo.
Contras
❌ Requiere rebalanceos periódicos.
❌ Los satélites pueden aumentar la volatilidad.
❌ El exceso de satélites puede complicar la estrategia.
En definitiva, el Core-Satellite es un enfoque que logra un equilibrio entre seguridad y oportunidad. El Core ofrece la tranquilidad de estar expuesto a la rentabilidad media del mercado mundial, mientras que los satélites aportan la posibilidad de capturar megatendencias y generar un valor añadido. Por ello, es una estrategia muy utilizada tanto por inversores principiantes que buscan sencillez, como por inversores avanzados que desean personalizar su cartera sin perder la base estable de la indexación.
FAQs sobre la estrategia Core-Satellite
¿Qué porcentaje se recomienda entre Core y satélites?
Lo más habitual es un 70%-80% en el Core y un 20%-30% en satélites.
¿Es mejor usar fondos o ETFs en esta estrategia?
Depende del inversor: los fondos indexados son más cómodos (por aportaciones periódicas), mientras que los ETFs permiten mayor flexibilidad en la operativa.
¿Para qué tipo de inversor es adecuada esta estrategia?
Ideal para inversores de largo plazo que buscan diversificación pero también desean apostar por sectores o regiones concretas.
¿Cada cuánto hay que rebalancear la cartera Core-Satellite?
Normalmente una vez al año es suficiente, aunque puede hacerse semestralmente en mercados muy volátiles.
¿Sirve para inversores principiantes?
Sí, porque el Core da estabilidad, pero los principiantes deberían empezar con satélites pequeños para no complicar demasiado la cartera.