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Warren Buffett anuncia por sorpresa que dejará Berkshire Hathaway a finales de año
Ha sido la noticia del fin de semana en el mundo financiero. El legendario inversor Warren Buffett, de 94 años, anunció este sábado, durante la Junta Anual de Accionistas de Berkshire Hathaway, que dejará su cargo como CEO a finales de este año. El anuncio, inesperado incluso para algunos miembros del Consejo, marca el fin de una era para uno de los conglomerados más emblemáticos de Estados Unidos.
Su sucesor será Greg Abel, actual vicepresidente de las operaciones no aseguradoras de la compañía. Canadiense, nacido en Edmonton (Alberta), Abel tiene 62 años y cuenta con una trayectoria de 25 años en Berkshire. Se unió al grupo en el año 2000, tras la adquisición de MidAmerican Energy, donde asumió la dirección general en 2008. Antes de eso, trabajó en CalEnergy, empresa que transformó de una modesta firma geotérmica en un diversificado negocio energético.
Buffett resta importancia a la reciente volatilidad en el mercado: “Realmente no es nada”
Los medios estadounidenses señalan que, aunque Abel fue designado como sucesor en 2021, la confirmación oficial de la salida de Buffett sorprendió a los cerca de 40.000 accionistas presentes en la reunión, quienes asistieron una vez más para escuchar las reflexiones de Buffett sobre el futuro de la empresa.
“Mañana tendremos una reunión del Consejo de Berkshire, y contamos con 11 directores. Dos de ellos, que son mis hijos, Howie y Susie, saben de lo que voy a hablar. Para el resto, será una novedad, pero creo que ha llegado el momento en que Greg debe convertirse en el director ejecutivo de la compañía a fin de año”, dijo Buffett en los últimos minutos de Junta, según recoge ‘CNBC’.
El anuncio dejó atónita a la Junta e incluso a Abel, quien desconocía que la noticia se iba a producir cuando al reunión anual llegaba a su fin.
Buffett compró Berkshire Hathaway en 1965, cuando era una fábrica textil en decadencia, y la convirtió en un conglomerado sin precedentes, con negocios que van desde los seguros Geico hasta el ferrocarril BNSF. Ahora cede el mando en un momento de bonanza: las acciones de la compañía han alcanzado recientemente un nuevo máximo histórico, elevando su capitalización bursátil a casi 1,2 billones de dólares.
El ‘Oráculo de Omaha’, como se lo conoce, aseguró que no venderá ni una sola de sus acciones —valoradas en más de 160.000 millones de dólares— tras su retirada. “La decisión de conservar cada acción es económica. Creo que las perspectivas de Berkshire serán mejores bajo la gestión de Greg que bajo la mía”, afirmó.
Durante la reunión, Buffett elogió el enfoque más activo de Abel al frente de las más de 60 subsidiarias del grupo. “Funciona mucho mejor con Greg que conmigo. Yo no quería trabajar tan duro como él. Me lo podía permitir porque tenemos un negocio muy bueno”, bromeó.
Aunque dejará el puesto de CEO, Buffett continuará vinculado a la empresa. Él y Abel discutirán en la próxima reunión del Consejo cuál será su rol formal a partir del próximo año. Actualmente, también ocupa el cargo de presidente del Consejo de Administración.
¿QUÉ MÁS DIJO BUFFETT?
Durante más de cuatro horas, el incombustible Buffett estuvo hablando de muchos asuntos durante la Junta antes de comunicar su retirada.
Sobre los aranceles de Donald Trump, reiteró su preocupación. Afirmó que “el comercio no debería ser un arma” y dijo que, cuanto más próspero sea el resto del mundo, "más prósperos y seguros nos sentiremos nosotros y nuestros hijos algún día”.
Respecto a la creciente volatilidad de los mercados, precisamente por los aranceles y por el temor a que estos provoquen una recesión en Estados Unidos, Buffett le restó importancia. “Lo que ha pasado en los últimos 30 o 45 días… realmente no es nada”, afirmó. Señaló que no calificaría los movimientos recientes del mercado como “enormes". De hecho, el índice S&P 500 acaba de registrar su racha de ganancias más larga en dos décadas, tras una caída que lo llevó brevemente a territorio bajista (una bajada de casi el 20% desde su último máximo).
Además, dijo que ver caer un 50% a las acciones de Berkshire le parecería “una oportunidad fantástica”. “No me molestaría en lo más mínimo”, aseguró.
Asimismo, señaló que sigue confiando en EEUU y en su excepcionalidad a pesar de la situación. “Si estuviera por nacer hoy, seguiría negociando en el útero hasta que me dijeran que puedo nacer en Estados Unidos”.
Por su parte, al ser consultado sobre la iniciativa de Trump del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), al frente del cual está Elon Musk, Buffett reconoció su preocupación por el creciente déficit fiscal del país. Aunque no habló en detalle sobre DOGE, sí destacó la necesidad de reducir el gasto público a niveles sostenibles.
“No es un trabajo que quiera, pero es un trabajo que creo que debe hacerse”, dijo. “Y el Congreso no parece estar haciéndolo”.
Buffett reveló que recientemente estuvieron cerca de invertir 10.000 millones de dólares de la histórica reserva de efectivo de la compañía, aunque finalmente no lo hicieron.
“Estuvimos bastante cerca de gastar 10.000 millones hace poco, por ejemplo, pero podríamos gastar 100.000 millones”, dijo. “Esas decisiones no son difíciles de tomar cuando se presenta algo que tiene sentido para nosotros, que entendemos y que representa un buen valor”.
Sus declaraciones se producen mientras los inversores se preguntan cuál será el próximo movimiento de Berkshire. La compañía acumulaba más de 330.000 millones de dólares en efectivo al cierre del primer trimestre.
No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.