Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un anillo para atraerlos a todos y atarlos a las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras
J. R. R. Tolkien
Supongo que en este blog no hace ninguna falta que os presente a Inversius ni que os comente que ha desarrollado un sniper que según parece es capaz de birlarnos la ansiada adjudicación por un céntimo y en el último milisegundo.
Esto, que dicho así parece una baladronada, en realidad es el mayor gol en la escuadra que un particular le ha conseguido colar a la mente pensante que desarrolló el Portal de Subastas del B.O.E.
Sea quien sea este Zuckerberg español, lo cierto es que hasta ahora yo le tenía por un genio por haber sido capaz de desarrollar un sistema de subastas muy eficaz y bastante capaz de ordeñarnos a los postores para que nos dejemos en la subasta hasta el último euro.
La idea de prorrogar la subasta 24 horas fue genial porque evita que los no profesionales sufran el efecto "sorpresa" y les permite reordenar sus objetivos y establecer nuevos precios máximos más acordes con la realidad. Antes, en las subastas presenciales, los particulares que se atrevían a aventurarse en ellas, sufrían un pequeño shock en cuanto veían cómo pujábamos los profesionales y, para cuando querían darse cuenta, la subasta había terminado y no eran ellos los adjudicatarios.
No lo he presenciado una vez, lo he visto cientos de veces.
Ahora eso ya no pasa porque tras cada puja los postores tienen una hora para pensar si siguen subiendo o si desisten.
Pero Inversius (y otros) han sido más listos que el Zuckerberg del B.O.E. y les dan a sus sniper la orden de esperar el máximo posible y de subir la puja anterior el mínimo posible, muchas veces un simple céntimo. Así consiguen que transcurran las 24 horas de prórroga sin que las pujas hayan apenas avanzado, de manera que todo se juegue en los últimos segundos, donde ellos son reyes absolutos por la capacidad de sus programas de recibir tu puja, subirla en un céntimo y enviarla a toda leche al portal de subastas. Todo esto en un milisegundo.
Para cuando te quieres enterar de lo que ha pasado ya se ha cerrado la subasta.
Esto es como si en las subastas presenciales, estando las pujas en cincuenta mil euros, un tipo cuyo máximo fuera, por ejemplo, doscientos mil, ya no pudiera ofrecerlos porque el secretario judicial hubiera cerrado la subasta tras la puja de Inversius.
Inversius: 10
Zuckerberg del BOE: 0
Resto de postores: 0
deudor: 0
Lo que he dicho, un gol por toda la escuadra.
Pongamos otro ejemplo, éste real, aunque quizás ni Inversius ni Tristan sean los verdaderos protagonistas.
Supongamos que Tristán quiere comprarse un edificio entero porque quiere instalar un picadero de lujo.
Por lo tanto investiga la siguiente subasta: SUB-JA-2017-76777
Va a por el edificio de la calle Santa Engracia, que le mola mucho para sus propósitos de canalla.
Y, tras rebañar todos sus ahorros, consigue reunir ocho millones cien mil euros. Es mucho dinero, pero al fin y al cabo se trata de un capricho.
Por otro lado está Inversius, que también se ha encaprichado con el mismo edificio, pero por motivos menos inconfesables que los del cerdo de Tristán. Inversius va a dedicar el edificio para el alquiler turístico, que se está poniendo muy de moda y le han dicho que deja pingües beneficios.
Su presupuesto para esta inversión es de ocho millones de pesetas.
Como veis, queridos lectores que me soportáis con tanta paciencia, en esta situación lo normal sería que Tristán consiguiera sus tórridos objetivos y comprase el edificio por ocho millones de euros y un piquito más. Por poner un ejemplo.
Sin embargo no es esto lo que pasó...
¿Qué ha pasado aquí?
Pues muy sencillo, lo primero que ha pasado es que Tristán va a tener que seguir haciéndolo en su coche porque todos sus ahorros no le han permitido comprarse el picadero que tenía proyectado.
Y lo segundo que ha pasado es que, gracias a la ayudita de su sniper, Inversius se ha ahorrado un millón setecientos catorce mil quinientos euros menos cuatro céntimos.
Todo gracias a que su sniper fue capaz de subir 4 céntimos en el último segundo. Creedme, en el último segundo.
A ver quién es ahora el listo que se cachondea de los sniper de Inversius.
Hay gilipollas que dirían que Inversius les ha robado, en el último segundo, una subasta que consideraban ganada.
Pero NO es así. Inversius no ha hecho nada ilegal. Es cierto que en una subasta presencial el secretario judicial, antes de cerrar la subasta hubiera preguntado si había alguien dispuesto a subir la puja de inversius, pero ya no existen las subastas judiciales presenciales y las reglas son las que son y cualquiera que cumpla las reglas tiene todo el derecho de tomar toda la ventaja que pueda conseguir.
Y que tampoco se queje el deudor.
Cuando dejó de pagar su deuda él sabía que sus edificios iban a ser subastados y conocía la legislación con la que se iban a subastar.
Nadie le ha robado.
Si acaso el legislador.
Y el Zuckerberg del BOE, que podría haber sido mucho más listo (ya lo fue mucho) y, en vez de dar la posibilidad de prorrogar las subastas de hora en hora hasta un máximo de 24 horas podría haber establecido que tras los veinte días de subasta, ésta se prorrogaría hasta que no hubiera nuevas pujas durante 5 ó 10 minutos (en vez de 1 hora).
Con este simple cambio las cosas habría sido muy diferentes.
Y si el verdadero objetivo fuera recaudar lo máximo posible para que la venta judicial forzosa le perjudicase lo mínimo al deudor, entonces a lo anterior se podría añadir que el tramo mínimo fuera del 2% del tipo de subasta.
Y se acabó la tontería.
Y lo que definitivamente le hubiera le dado la vuelta al marcador habría sido implementar el sistema de puja automática que tan estupendamente está funcionando en otras subastas y que consiste en que los postores que lo desean le encargan al mismo portal del BOE el automatismo de sus pujas, de forma que éste puja en su nombre, de tramo en tramo, hasta el máximo designado por ellos.
De hacerlo así, el portal tardaría un segundo en decidir cuál de todas las pujas automáticas es la máxima y luego seguiría pujando contra el resto de postores y de snipers hasta que hubiera un ganador.
En tal caso el marcador habría quedado así.
Inversius: 0
Zuckerberg del BOE: 10
Resto de postores: 10
deudor: 10
Cooooño, que cabrito, Tristán, ¿por que quieres perjudicar a Inversius?
Jejeje, nadie le quiere perjudicar, pero a todos nos gusta ganar las subastas en las que participamos
¿Y esto en qué situación nos coloca?
Pues mientras quien tenga la sartén por el mango sea Inversius, será él quien marque las reglas. Hasta ahora alquilaba el uso de su sniper a 300 euros por subasta, pero ahora se ha unido con Manuel González, de SubastaFácil y han decidido no cobrar por el uso, sino solo por el éxito, siendo sus honorarios del 2% del tipo de subasta.
Además les ha hecho una oferta muy interesante a los alumnos del curso Triunfa Con Las Subastas.
Una de esas ofertas que no se pueden rechazar.
Creo que los números están muy claros. Mientras que el Zuckerberg del BOE mantenga las actuales reglas de combate, lo inteligente es utilizar snipers.
Cuando las cambie, ya veremos.
Y tú, amigo lector, ¿te animas a probar con el sniper?