En eso yo opino como Zacka.
Azvalor se sabe a qué juega, haciendo antes macro y luego micro, más top-down que bottom-up, aunque ellos lo nieguen, y entendiendo correctamente que parte del desempeño de las empresas, hoy en día, depende en gran medida de los ciclos económicos que marcan los bancos centrales con la política monetaria y los tipos de interés. Son "austriacos" pero no tontos, y tampoco se empeñan mucho en disimularlo: identifican qué sectores pueden estar siendo perjudicados por la macro y luego, dentro de ellos, buscan las empresas baratas. Se puede discutir, entonces, su stock picking, ya que en varias empresas han metido la pata hasta el corvejón, pero hay que entender como probable que eligiendo colillas dentro del cubo de la basura al final se equivoquen en varios casos.
También se puede poner en duda, además, que superen a índices temáticos de esos sectores tan castigados, y al final un ETF de mmpp o una cesta de ellos de petróleo, oro y carbón puedan dar mejor resultado. En ese caso, lo complicado para un no profesional es tener la capacidad de prever el sector infravalorado, sin perjuicio de que ellos hayan llegado unos años antes y el coste de oportunidad haya sido alto. Cierto es que ninguno de nosotros tendría los porcentajes de cartera que tenemos -o teníamos- en fondos temáticos de mmpp o ETF's de petróleo, y estamos incurriendo en un riesgo alto. Como siempre se dijo aquí: puerta grande o enfermería. De momento va bien, pero siempre queda la duda qué aparte ha sido talento y cuál ha sido azar.
Cobas, en cambio, parece un errado batiburrillo de muchas cosas, dispersas y compradas parece que únicamente por su extraño mérito de estar baratas, sin perjuicio de los motivos. Que el primer screening -como en una entrevista comentó la analista de Currys, Carmen- sea "haber bajado mucho", a mí, que soy profano en el análisis, no me parece serio ni consistente a largo plazo. El resultado, excuso decir, es el que es: unas Aryzta por aquí, unas TK/TGP por allá, unas Currys por acullá, y otras a las no les prestamos atención por pesar poco en el fondo -por ejemplo las McClatchy, en alguna que otra ocasión-, pero que entran y salen con cornada haciendo perder miguitas de dinero que van sumando -mejor dicho, restando- en el desatino global. Curiosamente, le están funcionando bien sus apuestas más estructurales y macro, como las del gas y el petróleo.
Está también su obsesión con el PER y su manía a todo lo que le suene a tecnológico, siendo muy confuso qué entiende él por tal, cuando dice que sí llevamos tecnológicas en cartera como Samsung. Acertó, cierto es, en la crisis del 2000, pero no sé quien decía que no hay nada peor para un hombre que acertar por los motivos equivocados y eso le ha dejado un dogmatismo tecnófobo que le hace muy complicado moverse en un mundo como el actual. Azvalor, en ese contexto, parecen tener más cintura y adaptarse mejor a las oportunidades que pueda dar el mercado, sin importar sector ni ser tan irritantemente sesgados.