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Monedas digitales de bancos centrales

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Monedas digitales de bancos centrales
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#16

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 Día importante para el futuro del dinero en la zona euro, ya que se espera que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie si sigue adelante con el euro digital, en un momento en que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC por sus siglas en inglés) están en el punto de mira de gobiernos y reguladores monetarios de todo el mundo -un 80% trabaja en ellas-. Para la entidad dirigida por Christine Lagarde, dar luz verde a la siguiente fase significará que el instituto emisor entrará en un período de exploración de este ecosistema que durará unos dos años. 
#17

Se retrasará la llegada del euro digital hasta 2026

 
El Banco Central Europeo ha entrado en la siguiente fase para introducir su propia moneda digital de banco central (CBDC): el "euro digital". El período de investigación de dos años implicará muchas discusiones sobre los objetivos de las políticas y los casos de uso para el resto del año, seguidas de compensaciones entre la privacidad y otros objetivos de las políticas, como la lucha contra el lavado de dinero a principios de 2022.

Esto proyecto y su timing retrasará la llegada del euro digital hasta 2026, al menos. Después de la fase de investigación y la decisión de continuar en 2023, el desarrollo real está programado para que dure al menos tres años, lo que significa que el BCE ha sumado silenciosamente otro año a la fase de desarrollo, en comparación con las declaraciones de hace unos meses. Esto sugiere que el público en general puede conocer un euro digital en 2026 

#18

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
 
#19

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
 
#20

Varoufakis muy a favor de las divisas digitales de Bancos Centrales pero en contra del resto de criptos

(resumen traducido de un artículo del economista y ex-ministro de finanzas griego)
 
Cuando uno paga una taza de café con la tarjeta de débito o transfiere dinero a otra cuenta, la transacción pasa por un sistema digital que es propiedad exclusiva de los bancos. Un cartel lucrativo ocupa el lugar de lo que debería ser un servicio público, como la provisión de carreteras o alcantarillados. Del mismo modo, cuando un banco otorga un préstamo, aumenta el saldo de cuenta del deudor, lo que equivale a crear dinero. Así salen de la nada dólares, libras, euros, yenes, etc., en gran medida por acción de los bancos privados.

Los defensores del statu quo objetarán que el acceso de los bancos al árbol de dinero está sujeto a límites del banco central. Al obligarlos a mantener un cociente mínimo de deuda segura (por ejemplo, bonos del gobierno estadounidense o garantías inmobiliarias) por cada préstamo que otorguen, el banco central limita la producción de dinero. Pero aunque eso puede ser cierto en teoría, las crisis generan incobrabilidad en masa, lo que obliga al banco central a elegir entre dejar que los bancos quiebren o aceptar instrumentos de garantía cada vez menos valiosos.

Que la sociedad dependa de los bancos para tener un sistema de pagos implica que desde 2008 (y más aún durante la pandemia) los bancos centrales han estado transfiriendo dinero a los ultrarricos a través de los bancos privados, mientras el resto sufría estancamiento y austeridad. Pero una vez que cayeron en la trampa, los bancos centrales quedaron imposibilitados de reactivar la economía y al mismo tiempo mantener controlados a los financistas. Para encontrar una salida es necesario, aunque insuficiente, poner fin al doble monopolio que tienen los bancos sobre el sistema de pagos y sobre el árbol de dinero. ¿Pero cómo?

Las criptomonedas no estatales como el bitcoin son de hecho un desafío al monopolio que tienen los bancos sobre el sistema de pagos pero en todos los demás aspectos son una alternativa pésima. De sus muchos defectos, el más notorio es la imposibilidad de ajustar la oferta de la criptomoneda en función de la actividad económica.

Si se hubiera extendido su uso antes de la pandemia, los gobiernos no podrían dar apoyo a trabajadores y empresas afectados por las cuarentenas. Y para los países en desarrollo que no se endeudan en moneda propia, dar curso legal a una criptomoneda como el bitcoin (como hizo hace poco El Salvador) promete causar problemas incluso peores que los de la dolarización. 
 
Hay que poner fin al monopolio que ejercen los bancos sobre el sistema de pagos y sobre la creación de dinero, pero sin trasladar su poder exorbitante a los burócratas de los bancos centrales. La creación de monedas digitales oficiales basadas en tecnologías transparentes como las del bitcoin es un modo prometedor de alcanzar tres objetivos: liberar de rentistas al sistema de pagos, garantizar un nivel inédito de transparencia respecto de cuánto dinero se saca del árbol y democratizar el acceso a sus frutos.

Es significativo el hecho de que la idea de crear monedas digitales oficiales reciba cada vez más apoyo de miembros del establishment financiero como el Banco de Pagos Internacionales (el «banco central de los bancos centrales»). Que los «guardianes» del sistema financiero adopten las criptomonedas obedece a que se dan cuenta de que si no lo hacen, lo hará algún otro, sea el Banco Popular de China, cuya propia moneda digital está en un estadio de desarrollo avanzado, o (peor aún) las megatecnológicas. El objetivo del establishment es introducir monedas digitales que preserven el monopolio actual de la oligarquía sobre el dinero. Los progresistas tienen que procurar quitarles el control, para promover la prosperidad compartida y la estabilidad monetaria.

El primer paso es separar el sistema de pagos del árbol de dinero de los banqueros. Para lograrlo, basta que el banco central asigne automáticamente a cada residente (y a determinados no residentes que comercien con residentes) una cuenta digital, un PIN y una aplicación web o de teléfono inteligente que permita hacer transferencias de dinero en forma inmediata y gratuita.

Además del atractivo de poder hacer pagos sin comisiones, un incentivo fiscal de, digamos, un 5% sobre los fondos que se transfieran a la cuenta personal en el banco central y se usen un año más tarde para saldar impuestos atraería ahorros ociosos que ahora están en cuentas de bancos comerciales, y daría al gobierno acceso a recaudación impositiva adelantada. Para no perder clientes, los bancos tendrán que ofrecerles servicios genuinos.

En cuanto a la privacidad, las cuentas en el banco central se pueden anonimizar, asignándoles identificadores digitales que sólo un ombudsman independiente (un cargo creado en el espíritu de una nueva separación de poderes) pueda relacionar con personas físicas. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que el sistema de pagos actual (con las estrictas normas de verificación de antecedentes de los clientes impuestas a los bancos) ofrece escasa privacidad.

El segundo paso es terminar el socialismo de los ultrarricos, también llamado flexibilización cuantitativa. En vez de que el banco central financie a bancos que dan préstamos a corporaciones, que luego usan el dinero para recomprar acciones propias (con lo que aumentan su riqueza sin un centavo de inversión real), el banco central acreditará una suma mensual automática a la cuenta de cada residente (y a fin de año el gobierno cobrará impuestos a los ingresos de los que más tienen). Este dividendo directo variará según los cambios en las condiciones económicas.

Hay dos razones para usar un sistema de registro distribuido transparente como el del bitcoin: la resiliencia y la confianza. Cualquier moneda digital oficial será extremadamente vulnerable. Pero una arquitectura de registro distribuido será inmune a intentos de intrusión informática o daños físicos. Y como la cantidad de dinero la fijará el banco central, no habrá necesidad de procesos de minería como los del bitcoin, que demandan un consumo de electricidad peligroso para el planetau. Además, con esta modalidad todos sabrán cuánto dinero hay en el sistema (con lo que el banco central no podrá inflacionar la economía en forma encubierta) y se mantendrá el anonimato.

Tarde o temprano habrá monedas digitales oficiales. La batalla por controlar el sistema de pagos y el árbol de dinero seguirá. Pero hoy tenemos una chance de usar la nueva tecnología para democratizar el dinero y recuperar el control sobre su provisión, para ofrecer a los ahorristas un tipo de interés razonable sin precipitar una nueva depresión y en síntesis, para usar el árbol de dinero al servicio de la gente y del planeta.

Quien controla las transacciones, los tipos de interés y la creación de dinero controla la política. Por eso los poderes establecidos combatirán esta propuesta con uñas y dientes. 
#21

Re: Monedas digitales de bancos centrales

A pesar de los retos que quedan aún por resolver en esta ´fase de investigación formal’, el BCE prevé que este periodo de preparación dure mucho menos que los diez años que se tardó en preparar la versión analógica del euro.

Con todo, muchas son las implicaciones inherentes a la introducción de un euro digital que, “si se concibe mal, podría tener graves consecuencias”, avisa Thibault Gobert, ejecutivo de ventas en Spectrum Markets. Cree el experto que es muy probable que el BCE actúe con mucha cautela en lo que respecta a la parte de las operaciones de pago que el euro digital puede asumir con respecto al euro no digital o en lo que respecta a los fondos máximos que un individuo puede tener en una cuenta. De hecho, subraya el experto que “un enfoque centralizado basado en cuentas proporcionadas directamente a los clientes minoristas por el Eurosistema no sería un inteligente, ya que perturbaría considerablemente los negocios de los bancos comerciales”.

Para tener en cuenta estas particularidades, el BCE ha publicado un conjunto de principios básicos y requisitos generales y específicos para cada escenario. Además de asignarle el estatus de dinero de banco central convertible a la par, el BCE se compromete a la neutralidad del mercado del euro digital. Asimismo, ha convertido en un principio básico la accesibilidad equitativa del euro digital en toda la zona euro.

Entre los requisitos generales y específicos del escenario, que aún no se han discutido, se incluyen características similares a las del dinero en efectivo (por ejemplo, permitir el pago fuera de línea y la inclusión), características competitivas (hacer que la moneda digital sea suficientemente atractiva), así como requisitos para su resistencia, seguridad, coste y eficiencia ecológica y medidas que eviten que se convierta en un vehículo de inversión en lugar de un medio de pago. “La solución de infraestructura tecnológica que finalmente elija el BCE dependerá también de otros factores”, indica Gobert.

Por otra parte, también hace hincapié el analista de Spectrum Markets en que “el euro digital no será un criptoactivo, ya que no es un token ni constituye dinero electrónico emitido por entidades privadas supervisadas”. “El BCE describe el euro digital como una forma de dinero emitido por el banco central libre de riesgo, una representación digital del efectivo emitida exclusivamente por el BCE y los bancos centrales nacionales, y que siempre permanecerá bajo su responsabilidad”, apunta el ejecutivo.

“Esto subraya la diferenciación fundamental”, prosigue el analista. “Los criptoactivos son una representación digital de un valor o derecho que puede transmitirse y almacenarse electrónicamente sobre la base del uso de la tecnología de libro mayor distribuido ("blockchain"). Por tanto, el euro digital no es un token ni constituye dinero electrónico emitido por entidades privadas supervisadas”, concluye.

#22

Re: Monedas digitales de bancos centrales


 “La mano que mece la cuna es la mano que gobierna al mundo”

Varoufakis (como político que es) quiere mecerla, los bancos tienen el poder ahora (delegado en BCE y BdE en esta crisis) y los ricos de verdad mandan sin hacer ruido (poniendo y quitando a los dos anteriores).

En qué manos preferís estar?: políticos, banqueros o multimillonarios. 

Mientras sigamos debiendo dinero y favores, a unos y a otros, nunca seremos libres. Hagamos un esfuerzo, apretemos el cinturón y recuperemos el verdadero poder de la democracia: decidir nuestro futuro.

“Tengan cuidado ahí fuera”


#23

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 El Banco de Pagos Internacionales (BPI) probará el uso de monedas digitales de bancos centrales con Australia, Malasia, Singapur y Sudáfrica en un experimento que podría conducir a una plataforma de pagos mundial más eficiente. 
#24

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cree que el Banco Central Europeo (BCE) se inclinará por lanzar el euro digital, aunque estableciendo restricciones a su uso para evitar posibles impactos en la estabilidad financiera.

Así lo ha señalado durante el debate 'La nueva estrategia monetaria del BCE: qué herramientas le quedan para sostener el crecimiento' del Foro Futuro organizado por Cinco Días, en el que ha reflexionado sobre los efectos que el euro digital puede tener sobre la política monetaria del BCE.

El BCE aprobó este verano el lanzamiento de una investigación formal sobre el euro en forma de divisa digital. Tras la fase de investigación, que durará 24 meses, el organismo tendrá que decidir si se implementa o no.

"Si es un sí, que es lo más probable, habrá que ver cuáles son las características de ese euro digital y con qué condiciones lo establecemos", ha recalcado.

En este sentido, Hernández de Cos ha señalado que debe analizarse cuidadosamente el efecto que pueda tener la divisa digital sobre la capacidad de ejecución de la política monetaria, pues "no es obvio".

"Por una parte, uno podía llegar a una conclusión simple, que es que si todos los ciudadanos tienen una cuenta en el banco central, la capacidad de ejecución de políticas monetarias se ve facilitada de manera radical. Pero al mismo tiempo, hay que tener en cuenta qué consecuencias tiene esa potencial decisión para la estabilidad financiera, qué implicaciones tiene para el sector bancario", ha avisado.

En opinión del gobernador, ese análisis llevará a la conclusión de que habrá que establecer "una serie de restricciones al uso del dinero digital, que a su vez puede acabar condicionando el incremento de esa capacidad de ejecución de la política monetaria".


LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN LA SUPERVISIÓN Y POLÍTICA MONETARIA

En otro orden de cosas, el gobernador del Banco de España ha incidido en los riesgos climáticos en el contexto de supervisión bancaria.

Según ha detallado, se están analizando "todas las posibilidades" con un cierto orden, siendo prioritaria la divulgación de la información, pues sin ella resulta difícil dar los siguientes pasos. Además, no descarta que la obligación de publicación de la información por las distintas entidades pueda generar efectos positivos en términos de modificación de los precios relativos.

De Cos ha destacado que la publicación de test de estrés climáticos permite al organismo supervisor avanzar en ese análisis y solicitar a las entidades que incorporen los riesgos climáticos en sus carteras. Según ha apuntado, "eventualmente, una vez iniciada esa discusión, podría haber cambios regulatorios".

En la política monetaria, el punto de partida es también la obligación de divulgación de la información, así como la evaluación de los riesgos dentro de las carteras, que pueden afectar, en último término, a las decisiones de compras de activos, ha señalado el gobernador.


EL MARCO INSTITUCIONAL EUROPEO SIGUE SIENDO INSUFICIENTE

Preguntado por los planteamientos que haría de cara a la próxima revisión de la estrategia del BCE, Hernández de Cos ha asegurado que no echa de menos "nada" y que está centrado en que la acción del Consejo de Gobierno del BCE trate de lograr los objetivos definidos.

Respecto a lo que todavía falta por hacer en el marco institucional, el gobernador del Banco de España ha reconocido que, pese a la mejora en el marco de gobernanza del área euro, "este sigue siendo insuficiente y hay 'gaps' que hay que cubrir".

En concreto, se ha referido a la Unión Bancaria y a la falta de un fondo de garantía de depósitos común, que resulta "absolutamente fundamental" para eliminar los riesgos de fragmentación financiera.

"No podemos tener entidades bancarias supervisadas en Fráncfort, que si tienen problemas son resueltas por Bruselas, pero que los potenciales costes fiscales sean individuales de los países. No es sostenible políticamente", ha advertido De Cos, quien ve "fundamental" contar con un mercado "más profundo y más integral", así como con una política fiscal común que ayude al objetivo de estabilización del BCE.

Por último, respecto al alza de la inflación en la zona euro, De Cos opina que será algo transitorio y cree, en cualquier caso, que el BCE está preparado para hacerle frente si persistiera en el tiempo.

En este sentido, ha destacado la ventaja que supone para el objetivo de estabilidad de precios del organismo la nueva meta del 2%, que debe dejar de ser percibido como un límite superior, lo que implica que que el BCE aceptará tasas de inflación superiores a ese objetivo durante un tiempo indeterminado. 

#25

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
Es una tendencia creciente de la que ya habló en mayo el Banco de España en su Revista de Estabilidad Financiera: "Una moneda digital de un banco central mayorista (CBDC, por sus siglas en inglés) integrada en una red de Libro Mayor Distribuido (DLT) podría resultar en una mayor eficiencia, transparencia y trazabilidad en operaciones multidivisa".


Una CBDC le daría a quien la posea, ya sea una empresa, una persona o un gobierno, un derecho directo sobre ese banco central, lo mismo que el efectivo físico. Y podría ampliar el acceso al sistema bancario para las personas que actualmente están bloqueadas por las altas tarifas u otras barreras. 

También podría ser una forma más eficiente de distribuir los pagos del gobierno, como los enviados a los hogares durante la pandemia, y posiblemente los desembolsos más rutinarios, como los cheques mensuales del Seguro Social. 


Como explica el economista y exministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, gran defensor de las CBDC: "Una arquitectura de registro distribuido será inmune a intentos de intrusión informática o daños físicos. Y, como la cantidad de dinero la fijará el banco central, no habrá necesidad de procesos de minería como los del bitcoin, que demandan un consumo de electricidad peligroso para el planeta. Además, con esta modalidad todos sabrán cuánto dinero hay en el sistema (con lo que el banco central no podrá inflacionar la economía en forma encubierta) y se mantendrá el anonimato".

Para muchas personas recibir directamente, de forma inmediata y sin cargos de ningún tipo, el cobro de la pensión o el pago de una subvención desde el banco central a su "billetera" en el móvil supone una gran ventaja. 

Por otra parte, existe un cierto recelo del sector financiero comercial, que puede ver sus funciones limitadas tras años de reestructuración y pérdida de rentabilidad, y cierta inquietud por quien cree que pueda suponer el fin del dinero en efectivo y con él, un control total del Estado. 

¿Un riesgo para los bancos? 

Fitch Ratings advirtió recientemente que la adopción generalizada de las CBDC podría perturbar los sistemas financieros si no se gestiona adecuadamente. Los riesgos incluyen el flujo repentino de fondos hacia los CBDC y fuera de los depósitos bancarios. 

El Banco de Pagos Internacionales reconoce: "Una CBDC directa implicaría un gran trasvase de tareas (y costes) asociados con actividades con la gestión de usuarios desde el sector privado al banco central, un cambio de este tipo provocaría que el banco central se alejara de su rol al mando de la política económica para ser como una institución ligera y centrada en el público".

Para evitar un desplome de la actividad bancaria ha recomendado de manera generalizada que las CBDC cuenten con un sistema dual en el que los bancos comerciales sean los encargados de comercializar dicha divisa y relacionarse con los ciudadanos.

Sin embargo, hay quien está encantado con el daño que se le puede hacer a la banca. Esto es lo que opina Varoufakis: "Cuando uno paga una taza de café con la tarjeta de débito o transfiere dinero a otra cuenta, la transacción pasa por un sistema digital que es propiedad exclusiva de los bancos. Un cártel lucrativo ocupa el lugar de lo que debería ser un servicio público, como la provisión de carreteras o alcantarillados". 

"Que la sociedad dependa de los bancos para tener un sistema de pagos implica que desde 2008 (y más aún durante la pandemia) los bancos centrales han estado transfiriendo dinero a los ultrarricos a través de los bancos privados mientras el resto sufría estancamiento y austeridad".

Rivalidad con las criptos 

Hay una cierta obsesión entre los bancos centrales que se han manifestado a favor de crear monedas digitales en diferenciarse totalmente de las criptomonedas, a las que tienen siempre muy presente, aunque sea para criticarlas. 

Por ejemplo, Brainard (de la Fed) cree que, "a medida que proliferan nuevas formas de dinero privado como las stable coins, una CBDC patrocinada por la Fed podría ser una alternativa segura para los consumidores y las empresas porque es posible que los emisores privados no siempre puedan cumplir con sus pasivos, mientras que la Fed siempre puede hacerlo".

Después de varios ataques al bitcoin del propio gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, su director de fintech, Tom Mutton, ha declarado que la tecnología detrás de las monedas digitales del banco central (en este caso la libra digital) podría ser "decenas de miles de veces más eficiente por transacción" que la creación de Satoshi Nakamoto. 

También es el caso de Varoufakis: "El bitcoin es una alternativa pésima. De sus muchos defectos, el más notorio es la imposibilidad de ajustar la oferta de la criptomoneda en función de la actividad económica. Si se hubiera extendido su uso antes de la pandemia, los gobiernos no podrían dar apoyo a trabajadores y empresas afectados por las cuarentenas".

Desde el mundo cripto hay una cierta indiferencia, ya que están de acuerdo en que, aunque basadas en una tecnología similar, poco tienen que ver con las criptomonedas, ya que estas no dependen de ningún Estado

Una herramienta contra nuevos actores 

Fabio Panetta, el miembro italiano de BCE, defiende que un euro digital ayudaría a mantener abierta la competencia y estimularía la innovación al tiempo que fortalecería la autonomía y la resiliencia financiera de Europa y, además, señala otra ventaja. 

Él cree que es importante evitar que el mercado europeo de pagos minoristas esté dominado "por un puñado de agentes no europeos" que podrían ser relativamente inmunes al escrutinio y la supervisión de las autoridades del Viejo Continente.

También recuerda que un pequeño número de empresas no europeas ya dominan algunas partes del mercado de pagos minoristas, como tarjetas de crédito y pagos en línea, advirtiendo de que en el futuro el papel de las grandes empresas tecnológicas podría llegar a ser muy significativo en los servicios financieros. 

Claramente esto es un aviso contra las multinacionales norteamericanas que, o bien ya están en el negocio financiero (¿Paypal?) o bien tienen planes de hacerlo (¿Google?). Y es que, como apunta Varoufakis, "quien controla las transacciones, los tipos de interés y la creación de dinero controla la política".

Factores geopolíticos 

El dólar es la moneda de reserva mundial, lo que otorga al gobierno de Estados Unidos un estatus privilegiado como prestatario en los mercados globales. Representaba casi el 60% de las reservas internacionales oficiales de divisas a fines de 2020, según datos del Fondo Monetario Internacional. El yuan chino, por el contrario, representa solo el 2,25%. 

Es por eso que asusta en Occidente que el país que más ha avanzado en la posible implantación de una CBDC sea China. De hecho, ya han hecho una prueba piloto. 

En la ciudad de Suzhou se entregaron el equivalente a 7 euros en moneda digital a 181.000 consumidores, dinero gratis en carteras digitales para gastar en tiendas específicas durante cinco días. Fue solo una prueba que formaba parte de una mayor que envolvía a 500.000 consumidores en 11 regiones chinas y tuvo un tremendo éxito. 

Para usar el dinero los usuarios sólo tenían que descargar una aplicación: una cartera digital. Con ella podían comprar en miles de tiendas participantes y recibir descuentos. La tecnología que hay por detrás es una cadena de bloques autorizada, lo que significa que el Banco Popular de China decide quién puede usarla.

Sus defensores sólo le vieron ventajas: no hay tarifa de servicio, la velocidad de los pagos puede ser más rápida que con métodos tradicionales, no hay necesidad de bancos, está respaldada por el gobierno (la emisión de yuanes digitales es la misma que la emisión de efectivo en circulación) y no dependería del dólar en las transacciones internacionales, tendría más libertad y no sería necesario el SWIFT. 

Pero lo que inquieta al resto de bancos centrales es que esta moneda no se usará solo dentro de China, están preparando una plataforma para hacer que la moneda sea internacionalmente viable, y aunque ese paso pueda retrasarse aún años, está más adelantado que los demás. 

Como ocurre en otros aspectos, China puede ir más deprisa al tener un gobierno autoritario sin un equilibrio de poder que modere la acción del Ejecutivo. Por ejemplo, preguntado Powell por si la Fed podría crear una CBDC, este reconoció que estaban estudiándolo pero que se necesitaría la aprobación del Congreso

BCE y la Fed lo apoyan como complemento 

Pese a que la decisión sobre si la zona euro desarrollará y lanzará un euro digital se halla todavía en un horizonte muy lejano -a tres o cuatro años vista según ha avanzado la misma presidenta del BCE, Christine Lagarde-, el supervisor monetario europeo está desarrollando un modelo teórico y tecnológico en el que se podría basar la futura moneda. 

Y debe ser "un complemento y no un sustituto" del euro tal y como lo conocemos, en palabras de Mayte Arráez, adjunta de la división de apoyo a infraestructuras de mercado del BCE.

Jens Weidmann, el representante alemán en el BCE, cree que el euro digital debería tener características limitadas al principio y añadir funcionalidades adicionales más adelante. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también expresa mesura al tratar de este tema.

Lo mismo ha afirmado Powell, de la Fed: "El diseño de la futura CBDC sobre el dólar se plantearía como complemento, nunca como sustituto del billete estadounidense". Y añade: "[El dólar digital] tiene importantes consideraciones de política monetaria, estabilidad financiera, protección del consumidor, legales y de privacidad y requerirá una reflexión y un análisis cuidadosos, incluidos los comentarios del público y de los legisladores". 

Así pues, parece que en unos años tendremos monedas digitales de bancos centrales pero, al menos en Occidente y en un primer momento, no significarán el fin del dinero físico ni el de los bancos. Pero tiene sentido pensar que si cualquiera puede desde su móvil realizar todas las operaciones con sus ahorros directamente, la labor de intermediación de estos, y la necesidad de aquel, quedará en entredicho. 

#26

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
Pocos dudan que las divisas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) son el futuro, entre otras cosas porque miembros de los bancos centrales no dejan de hablar de ello. La semana pasada, sin ir más lejos, fue el ejecutivo italiano del Banco Central Europeo, Fabio Panetta, quien habló de ello en un acto en Madrid junto a la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

Y el pasado fin de semana un informe de la consultora Oliver Wyman y JPMorgan Chase & Co. alabó la posibilidad de que una red a gran escala de CBDC arregle los actuales problemas que encierran los pagos transfronterizos.


En la reunión del G7 del mes pasado ambién se abordó la creación de las divisas digitales de los bancos centrales y han consensuado unas líneas maestras para estas monedas. Entre las conclusiones a las que han llegado tras una reunión en Washington, destaca que estas no deben "hacer daño" y deben cumplir unas normas rigurosas resumidas en 13 principios de política pública relativos a su aplicación. 

En una declaración conjunta, los ministros de finanzas y los banqueros centrales del G7, formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, han exigido que las nuevas monedas digitales de los bancos centrales "no perjudiquen" la capacidad de estos para mantener la estabilidad financiera


"Una fuerte coordinación y cooperación internacional en estos temas ayuda a garantizar que la innovación de los sectores público y privado aporte beneficios nacionales y transfronterizos al tiempo que sea segura para los usuarios y el sistema financiero en general", han declarado. 

En el texto conjunto se ha concretado que complementarían al dinero en efectivo y podrían actuar como activos de liquidación líquidos y seguros, además de anclar los sistemas de pago existentes. Asimismo, han acordado que las monedas digitales deben ser energéticamente eficientes y totalmente interoperables a nivel transfronterizo. 

Los líderes de las naciones del G7, entre las cuales varias están investigando el lanzamiento de estas monedas online han confirmado que comparten la responsabilidad de minimizar "los efectos perjudiciales para el sistema monetario y financiero internacional". La emisión de CBDC debe "basarse en los compromisos públicos de larga data con la transparencia, el Estado de derecho y la buena gobernanza económica", recoge la declaración. 

El euro digital

Como ya explicamos, uno de los miedos que existe ante la creación de divisas digitales de bancos centrales es que afectara de forma dramática a la banca.

Fitch Ratings advierte que la adopción generalizada de las CBDC podría perturbar los sistemas financieros si no se gestiona adecuadamente. Los riesgos incluyen el flujo repentino de fondos hacia los CBDC y fuera de los depósitos bancarios. 

Eso explica las declaraciones de Panetta de la semana pasada:

"Un euro digital debería diseñarse de forma que sea lo suficientemente atractivo para su uso generalizado como medio de pago, pero, al mismo tiempo, se evite que tenga tanto éxito como depósito de valor que desplace al dinero privado y aumente el riesgo de retiradas masivas de depósitos bancarios".

Panetta señaló que en la actualidad la importancia del efectivo en los pagos está disminuyendo debido a que los ciudadanos muestran una preferencia cada vez mayor por los pagos digitales y el comercio electrónico, mientras que el efectivo se utiliza cada vez más como depósito de valor:

"Si estas tendencias persistieran y se aceleraran, el efectivo acabaría perdiendo su papel central. Al igual que el sello de correos perdió gran parte de su utilidad con la llegada de internet y el correo electrónico, el efectivo podría perder relevancia en una economía cada vez más digital".

Reconoce que en este escenario se debilitaría la eficacia del dinero del banco central como ancla monetaria. De este modo, dado que las personas empiezan a utilizar el efectivo más como depósito de valor que como medio de pago, disponer de un euro digital les permitiría seguir usando el dinero de banco central como medio de cambio en la era digital, ha defendido.

"El euro digital y el efectivo se complementarían entre sí para garantizar que el dinero de banco central continúe siendo un ancla monetaria para el ecosistema de pagos, sirviendo como medio de cambio, depósito de valor y unidad de cuenta", ha subrayado.

"Además de poseer un atractivo intrínseco, un euro digital debería ser ampliamente accesible y utilizable para tener éxito sin percibirse como un competidor de los servicios de pago digitales que ofrece el sector privado y reforzando la competitividad de los pagos europeos, al abaratarlos y aumentar su eficiencia para los usuarios".

Weidmann

El presidente del Deutsche Bundesbank, Jens Weidmann, destacó este miércoles que una de las razones por las que a los consumidores les siguen gustando los billetes es porque los emite una institución oficial, de ahí que el euro digital vaya a ser un éxito.

Weidmann dijo que la encuesta realizada por el Bundesbank el año pasado mostró que "el efectivo era la opción más utilizada para los pagos cotidianos, incluso durante la pandemia de coronavirus", ya que la gente confía en el dinero sellado por los bancos centrales.

"Esto cambiaría con un euro digital, en la forma que se está examinando actualmente en el Eurosistema. Los particulares y las empresas de la zona del euro podrían utilizarlo para pagar con dinero del banco central, de forma sencilla, segura, barata y rápida, tanto en un entorno físico como digital", afirmó.

Weidmann señaló que una de las razones por las que la gente está preocupada por las transacciones digitales es la cuestión de la privacidad y que el BCE debe encontrar una manera de proteger los datos de los usuarios.

También señaló que ese formato de euro permitiría a las autoridades "rastrear las transacciones dentro del ámbito de la ley, para poder combatir actividades ilegales como el blanqueo de dinero y castigar a los autores".

Pagos transfronterizos

El economista italiano ha destacado que un euro digital accesible a no residentes e interoperable con otras monedas digitales de bancos centrales podría facilitar los pagos transfronterizos, que actualmente tienen costes elevados, velocidad reducida y acceso limitado.

Eso apunta el informe de Oliver Wyman y JPMorgan Chase&Co: "Una red que contenga una serie de monedas digitales de bancos centrales podría generar eficiencias que representen decenas de miles de millones de dólares y beneficiar a todos los participantes".

Según sus conclusiones una red a gran escala de múltiples CBDC, o de monedas digitales de múltiples bancos centrales que facilite pagos transfronterizos en tiempo real las 24 horas del día, los 7 días de la semana y mecanismos pago contra pago de divisas podría ahorrar a las empresas globales casi 100.000 millones de dólares al año.

Además, se resolvería una serie de puntos débiles en los sistemas actuales, como liquidez atrapada y pagos atrasados. Añaden que, si bien muchas entidades del sector privado y algunos bancos centrales han intentado resolver algunos de estos problemas, hasta ahora no existe una solución escalable y transparente que pueda funcionar en todos los países, monedas y sistemas de pago.

Una solución de ese tipo provocaría un replanteamiento de cómo los bancos comerciales y otros proveedores de divisas pueden entregar sus ofertas actuales y modificar procesos para todos, desde "market makers" o creadores de mercado hasta proveedores de tecnología, según el informe.

"Sin embargo, nos alienta el potencial de nuevos modelos operativos y de negocios, que podrían generar beneficios a largo plazo para todos los participantes".

El documento advirtió que las dificultades administrativas, de coordinación y de política monetaria asociadas con la incorporación de múltiples bancos centrales podrían resultar un obstáculo para iniciar redes CBDC a escala.

Miedo al impacto en el sector financiero

Los planes de muchos bancos centrales en torno a monedas digitales se han acelerado en los últimos años y países como Bahamas y Camboya se han incorporado junto con naciones más grandes, como China. Incluso el dólar estadounidense se está uniendo, aunque su proceso parece que vaya un poco más lento.

Si bien muchos ven una gran promesa en los planes, ya existe preocupación por el impacto en el sector financiero: el Banco de Pagos Internacionales (BPI) advirtió que las CBDC podrían convertirse en el refugio seguro preferido durante una futura crisis financiera, lo que podría agravar un éxodo en los prestamistas comerciales. 

Para evitar un desplome de la actividad bancaria el BPI ha recomendado de manera generalizada que las CBDC cuenten con un sistema dual en el que los bancos comerciales sean los encargados de comercializar dicha divisa y relacionarse con los ciudadanos.

Y en un informe de agosto, estrategas de JPMorgan liderados por Josh Younger dijeron que las CBDC minoristas deben establecerse con cuidado para evitar canibalizar el sector financiero de un país.

Por último, es evidente el interés de los miembros de los bancos centrales por dejar claro que no sólo las monedas digitales emitidas por ellos no tienen nada que ver con las criptomonedas, sino que son mejores. Así se explica Lael Brainard, de la que hemos hablado alguna vez como candidata de parte del partido demócrata para sustituir a Powell:

"A medida que proliferan nuevas formas de dinero privado como las stable coins, una CBDC patrocinada por la Fed podría ser una alternativa segura para los consumidores y las empresas porque es posible que los emisores privados no siempre puedan cumplir con sus pasivos, mientras que la Fed siempre puede hacerlo". Menuda indirecta. 

#27

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
El euro digital representaría una forma de dinero soberano emitido electrónicamente por el Banco Central Europeo (BCE) con importantes repercusiones económicas y financieras, así como geopolíticas y para los derechos de las personas, y que "no tiene nada que ver con criptoactivos como Bitcoin".

En un discurso pronunciado en Roma, el representante italiano en el directorio del BCE, Fabio Panetta, ha señalado que, a diferencia del valor garantizado que respaldaría al euro digital al ser emitido por un banco central, los criptoactivos, en cambio, son instrumentos teóricos "sin valor intrínseco", que no generan flujos de ingresos ni valor de uso para sus propietarios, cuyo valor no puede ser asegurado por ninguna parte o garantía.

"Los criptoactivos son intercambiados por operadores cuyo único objetivo es venderlos a un precio más alto. Son, en efecto, una apuesta, un contrato especulativo de alto riesgo sin fundamentos de respaldo", ha explicado Panetta, añadiendo que, por esta razón, su valor fluctúa enormemente y no son aptos como medio de pago, depósito de valor y unidad de cuenta, las funciones básicas de la moneda.

No obstante, el italiano ha reconocido que el valor de los criptoactivos está creciendo rápidamente y tiene el potencial de generar riesgos para la estabilidad financiera que no deben subestimarse.

Para el ejecutivo del BCE, a pesar de las sustanciales sumas involucradas, "no hay indicios de que los criptoactivos hayan desempeñado o estén desempeñando funciones social o económicamente útiles", ya que, por lo general, no se utilizan para pagos al por menor o al por mayor, no financian el consumo ni la inversión y no juegan ningún papel en la lucha contra el cambio climático.

"De hecho, existe una clara evidencia de que hacen exactamente lo contrario: los criptoactivos pueden causar grandes cantidades de contaminación y daños al medio ambiente", ha señalado, añadiendo que también son utilizados ampliamente para actividades delictivas y terroristas, o para ocultar ingresos a las autoridades fiscales.

"En general, es difícil ver una justificación para la existencia de criptoactivos en el panorama financiero", ha apostillado. 

#28

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
El Banco de Pagos Internacionales (BIS), el Banco Nacional de Suiza y SIX han probado con éxito la integración de la liquidación mayorista de una divisa digital de banco central con entidades comerciales, según han informado este jueves.

La segunda fase del 'proyecto Helvetia', un ensayo conjunto en el que también participaron Citi, Credit Suisse, Goldman Sachs, Hypothekarbank Lenzburg y UBS, ha determinado que la integración de una moneda digital de banco central mayorista (CBDC) en los sistemas bancarios básicos existentes "es compleja y constituye un requisito previo fundamental para la emisión".

Asimismo, el experimento ha demostrado que la CBDC puede integrarse en los sistemas y procesos bancarios básicos existentes de los bancos comerciales y centrales. "La emisión de una CBDC mayorista en una plataforma de tecnología DLT operada y propiedad de una empresa del sector privado es operativa y legalmente viable bajo la legislación suiza", concluye el ensayo.

El experimento, que se llevó a cabo durante el cuarto trimestre de 2021, exploró la liquidación de transacciones interbancarias, de política monetaria y transfronterizas en los sistemas de prueba de SIX Digital Exchange, el sistema suizo de liquidación en tiempo real y los sistemas bancarios centrales.

El 'proyecto Helvetia' explora un futuro en el que más activos financieros se tokenizen y las infraestructuras financieras funcionen con tecnología de registro distribuido (DLT). Según recoge el informe, las normas reguladoras internacionales sugieren que los operadores de infraestructuras de importancia sistémica deben liquidar sus obligaciones en dinero del banco central siempre que sea práctico y esté disponible.

Aunque señala que ninguna de las plataformas existentes basadas en DLT es todavía sistémica, asegura que pueden llegar a serlo en el futuro, y apunta a la posibilidad de que los bancos centrales tengan que ampliar la aplicación de la política monetaria a los mercados de activos tokenizados.

El jefe del centro de innovación del BIS, Benoît Cœuré, ha destacado que el proyecto ha demostrado que la innovación "puede aprovecharse para preservar los mejores elementos del sistema financiero actual, incluida la liquidación en dinero del banco central, y al mismo tiempo desbloquear potencialmente nuevos beneficios". "A medida que la DLT se generalice, esto será más relevante que nunca", ha asegurado.

De su lado, el miembro de la Junta de Gobierno del Banco Nacional de Suiza, Andréa M. Maechler, ha advertido que, para seguir cumpliendo sus mandatos de garantizar la estabilidad monetaria y financiera, los bancos centrales deben estar al tanto del cambio tecnológico. "El 'proyecto Helvetia' es un excelente ejemplo de cómo lograrlo. Ha permitido al Banco Nacional de Suiza profundizar en su comprensión de cómo la seguridad del dinero del banco central puede extenderse a los mercados de activos tokenizados", ha celebrado.

El consejero delegado de SIX, Jos Dijsselhof, ha ensalzado que el proyecto demuestra que la plataforma SDX es compatible con la CBDC mayorista para la liquidación de activos tokenizados de extremo a extremo.

Según han recordado los participantes del ensayo, el 'proyecto Helvetia' es un experimento de naturaleza exploratoria y "no debe interpretarse como una indicación de que el Banco Nacional de Suiza planea emitir un CBDC mayorista".

La segunda fase continúa la exploración de la liquidación de activos mediante tokens en la CBDC mayorista que se inició con la primera fase del proyecto en 2020 

#29

Re: Monedas digitales de bancos centrales

 
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirma que las monedas digitales de banca central (CBDC) tienen como objetivo que los ecosistemas de pago "no pierdan" el ancla última que proporciona el dinero de banco central, "el medio de pago seguro por excelencia", al tiempo que ha apuntado que cuentan con "considerables" beneficios y desafíos.

Así lo ha expresado en un prólogo al Documento sobre dinero digital y sistemas de pago, publicado por el 'think tank' Fide. En su texto, De Cos ha afirmado que, si bien el efectivo sigue desempeñando hoy en día "un papel importante", este ha cedido "gran parte de su protagonismo" a los medios de pago digitales.

"Aunque la digitalización es un fenómeno general que incide sobre prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, creo que es en este de los pagos en el que las oportunidades que abren las nuevas tecnologías se están desarrollando con mayor velocidad", ha señalado.

Entre los beneficios de esta digitalización, el gobernador ha resaltado los incrementos de eficiencia, reducción de costes, mayor acceso a los servicios financieros o una seguridad reforzada.

Sin embargo, las nuevas tecnologías "abren la puerta" a nuevos riesgos que, en algunos casos, son "relativamente similares" a los que plantean los pagos tradicionales, mientras que en otras plantean nuevos retos que es "necesario identificar y evaluar" para determinar el "mejor modo de abordarlos".

De Cos ha destacado el papel de iniciativas como el Grupo de Trabajo de Dinero Digital y Sistemas de Pago de Fide, ya que suponen una "contribución de primera magnitud para comprender las características e implicaciones de la transformación digital".

"Solo teniendo en cuenta las distintas perspectivas de los muchos agentes afectados por estos cambios es posible estructurar un análisis cuidadoso y completo que permita dar respuesta al reto que supone mantener un adecuado equilibrio entre los riesgos y los beneficios que aporta la digitalización de los pagos", ha añadido al respecto.


COORDINACIÓN INTERNACIONAL

Por la propia naturaleza de los medios de pago digitales, ya que son "fácilmente atribuibles a una jurisdicción concreta", De Cos ha señalado que la coordinación internacional "es esencial" para afrontar con solvencia el fenómeno de la digitalización de los pagos.

Sin embargo, ha indicado que esta coordinación se debe llevar a cabo "evitando abrir la puerta a oportunidades espurias de arbitraje regulatorio que en nada favorecen el bienestar de los ciudadanos".

Sobre iniciativas que ya se están llevando a cabo en este ámbito, el gobernador del Banco de España ha resaltado el plan del G-20 para dinamizar los pagos transfronterizos a escala mundial, incluidas las remesas; los trabajos del Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado del Banco de Pagos Internacionales (CPMI) y de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco) para aplicar estándares de infraestructuras de importancia sistémica a los 'stablecoins'; y el desarrollo de las CBDC.


MONEDAS DIGITALES DE LOS BANCOS CENTRALES

En este sentido, ha afirmado que las CBDC responden "al deseo de que los ecosistemas de pago no pierdan esa ancla última que proporciona el dinero de banco central", que considera "el medio de pago seguro por excelencia".

Así, considera que los beneficios de estas soluciones son "considerable", al igual que "el tamaño de sus desafíos".

Entre los riesgos de estas monedas digitales ha incluido aquellos que pueden afectar al normal funcionamiento de los flujos financieros internacionales si "no se diseñan de manera que se garantice un grado adecuado de interoperabilidad entre ellas, facilitando de este modo su uso fuera de sus fronteras nacionales.

Al respecto, ha señalado la iniciativa que se está desarrollando al amparo del Banco de Pagos Internacionales (BIS), en la que siete bancos centrales de todo mundo se han reunido para tratar de delinear un conjunto de principios fundacionales y de características mínimas que toda CBDC debería compartir.

Además, el 'hub' de innovación del BIS está desarrollando una serie de experimentos prácticos que pueden permitir una mayor armonización técnica entre los bancos centrales que más están avanzando en este terreno 

#30

Biden ordena estudiar el lanzamiento de un dólar digital

 
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha encargado a diversos organismos y agencias federales, incluido el Departamento del Tesoro y de Comercio, así como a la Reserva Federal de Estados Unidos, la evaluación de los riesgos y beneficios, así como de las acciones necesarias para el lanzamiento de un dólar digital.

"Mi Administración otorga la máxima urgencia a los esfuerzos de investigación y desarrollo de las posibles opciones de diseño e implementación de una CBDC (moneda digital centralizada) de los Estados Unidos", ha indicado el inquilino de la Casa Blanca en una orden ejecutiva publicada este miércoles.

En este sentido, ha señalado que estos esfuerzos deben incluir evaluaciones de los posibles beneficios y riesgos para los consumidores, inversores y empresas; estabilidad financiera y riesgo sistémico; sistemas de pago; seguridad nacional; la capacidad de ejercer los derechos humanos; inclusión financiera y equidad; y las acciones requeridas para lanzar una CBDC de los Estados Unidos si se considera que hacerlo es de interés nacional.

Para el presidente de Estados Unidos, un dólar digital puede tener el potencial para respaldar transacciones eficientes y de bajo coste, particularmente para transferencias y pagos de fondos transfronterizos, así como para fomentar un mayor acceso al sistema financiero, con menos riesgos de los que plantean los activos digitales administrados por el sector privado.

Asimismo, Biden ha defendido que un dólar digital que sea interoperable con CBDC emitidas por otras autoridades monetarias podría facilitar pagos transfronterizos más rápidos y de menor coste y potencialmente impulsar el crecimiento económico, "respaldar la centralidad de los Estados Unidos dentro del sistema financiero internacional y ayudar a proteger el papel del dólar en las finanzas globales".

Sin embargo, para la Casa Blanca también hay riesgos potenciales y desventajas a considerar en el proyecto, por lo que ha insistido en la necesidad de priorizar las evaluaciones oportunas de los beneficios y riesgos potenciales bajo varios diseños para garantizar que Estados Unidos siga siendo un líder en el sistema financiero internacional.

De este modo, en un plazo de 180 días, la secretaria del Tesoro, en consulta con el secretario de Estado, el Fiscal General, el secretario de Comercio, el secretario de Seguridad Nacional, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, el director de Inteligencia Nacional y los jefes de otras agencias relevantes presentarán al presidente un informe sobre el futuro del dinero y los sistemas de pago, incluidas las condiciones que impulsan la adopción generalizada de activos digitales.

Además, el presidente de EE.UU. ha alentado al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a continuar investigando e informando sobre la medida en que las CBDC podrían mejorar la eficiencia y reducir los costes de los sistemas de pagos existentes y futuros, para evaluar la forma óptima de una CBDC de los Estados Unidos, y para desarrollar un plan estratégico para la Reserva Federal y el Gobierno de los Estados Unidos.

Por otro lado, en su orden ejecutiva, el presidente de EE.UU. ha señalado el interés de su Administración en una innovación financiera responsable, que permita ampliar el acceso a servicios financieros seguros y asequibles y reducir el coste de las transferencias y pagos de fondos nacionales y transfronterizos, incluso a través de la modernización continua de los sistemas de pago públicos.

"Debemos tomar medidas enérgicas para reducir los riesgos que los activos digitales podrían representar para los consumidores, los inversores y las protecciones comerciales; estabilidad financiera e integridad del sistema financiero; combatir y prevenir el crimen y las finanzas ilícitas; seguridad nacional; la capacidad de ejercer los derechos humanos; inclusión financiera y equidad; y el cambio climático y la contaminación", ha señalado.

En este sentido, ha advertido de que en ausencia de supervisión y estándares suficientes, las empresas que brindan servicios de activos digitales pueden proporcionar protecciones inadecuadas, mientras que ha recordado que los ataques a la seguridad cibernética y los fallos del mercado en plataformas de intercambio de activos digitales han resultado en pérdidas de miles de millones de dólares.

Estados Unidos debe garantizar que se implementen salvaguardas y promover el desarrollo responsable de activos digitales para proteger a los consumidores, inversores y empresas; mantener la privacidad; y protegerse contra la vigilancia arbitraria o ilegal, que puede contribuir a los abusos contra los derechos humanos.

De este modo, Biden ha expresado la necesidad de EE.UU. de proteger la estabilidad financiera mundial y del país, así como de mitigar el riesgo sistémico, además de mitigar los riesgos que plantean las finanzas ilícitas y para la seguridad nacional del mal uso de los activos digitales.

Asimismo, ha reclamado apoyar los avances tecnológicos que promuevan el desarrollo y uso responsable de los activos digitales, señalando que la arquitectura tecnológica de diferentes activos digitales tiene implicaciones sustanciales para la privacidad, la seguridad nacional, la seguridad operativa y la resiliencia de los sistemas financieros y el cambio climático.

"Estados Unidos tiene interés en garantizar que las tecnologías de activos digitales y el ecosistema de pagos digitales se desarrollen, diseñen e implementen de una manera responsable que incluya privacidad y seguridad en su arquitectura" ha explicado.

Asimismo, ha defendido la importancia de reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el sistema financiero global y en la competitividad tecnológica y económica, incluso a través del desarrollo responsable de innovaciones de pago y activos digitales.

"Estados Unidos tiene interés en asegurarse permanecer a la vanguardia del desarrollo y diseño responsable de activos digitales y la tecnología que sustenta nuevas formas de pago y flujos de capital en el sistema financiero internacional", ha indicado.

En este sentido, ha recordado que EE.UU. obtiene importantes beneficios económicos y de seguridad nacional del papel central que desempeñan el dólar estadounidense y las instituciones y mercados financieros del país en el sistema financiero mundial.

"El liderazgo continuo de los Estados Unidos en el sistema financiero mundial sustentará el poder financiero de los Estados Unidos y promoverá los intereses económicos de los Estados Unidos", ha apostillado 

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