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8 de noviembre (Reuters) – Las bolsas europeas se pusieron en pausa el lunes después de una racha récord, ya que los inversores se mostraron cautelosos a la espera de los datos de inflación de Estados Unidos, mientras que una serie de beneficios decepcionantes contrarrestaron el impacto de la subida de los valores del petróleo.
El índice paneuropeo STOXX 600 cedió un 0,04% tras haber alcanzado el viernes sus máximos históricos.
Los mercados asiáticos terminaron ligeramente al alza, aunque el ambiente era de desconfianza ante las expectativas de otra lectura alta de los precios al consumo en Estados Unidos, debido a la rigidez del mercado laboral combinada con la dislocación de las cadenas de suministro mundiales.
«Después de la ajetreada sesión de la semana pasada, el reloj ha vuelto a ponerse a cero, ya que nos esperan meses y meses antes de que se modifique la política monetaria, si es que se hace», dijo David Madden, analista de mercados de Equiti Capital.
«Es lo mejor de los dos mundos: las economías de Estados Unidos, Reino Unido y la zona euro se están recuperando a un ritmo decente, y no esperamos ningún cambio importante del BCE, el Banco de Inglaterra o la Fed hasta dentro de un tiempo».
La semana pasada, la renta variable europea registró nuevos máximos tras los optimistas datos sobre las nóminas en EE.UU., la positiva actualización de la farmacéutica estadounidense Pfizer sobre su píldora COVID-19 y la buena temporada de resultados hasta ahora.
Sin embargo, los principales índices regionales, como el CAC 40 francés, el DAX alemán y el FTSE británico, cayeron ligeramente el lunes, a pesar de que el economista jefe del BCE, Philip Lane, afirmó que la inflación se reducirá el próximo año y seguirá siendo débil a corto plazo.
Los valores petroleros subieron un 1,5% y fueron los que más subieron en Europa, ya que los precios del crudo se fortalecieron tras la aprobación del proyecto de ley de infraestructuras de EE.UU. el sábado, y porque la empresa estatal saudí Aramco aumentó su precio de venta de crudo.
Richemont avanzó un 2,5% tras conocerse la noticia de que el fondo de cobertura activista Third Point había creado una participación en la empresa de artículos de lujo.
La mayor caída fue la del grupo de bienes de consumo Henkel, que bajó un 5,6% tras recortar sus previsiones para todo el año y afirmar que no podía compensar totalmente el aumento de los precios de los insumos.
El conglomerado francés Bouygues perdió un 4,8% tras su acuerdo de 7.100 millones de euros para comprar el grupo de servicios técnicos Equans a Engie.
La británica Playtech ganó un 2,3% después de que el desarrollador de software de juegos de azar online recibiera una oferta de compra de su segundo mayor accionista, Gopher Investments.
Las acciones de Tesla, que cotizan en Fráncfort, cayeron un 6,3% después de que los usuarios de Twitter dijeran «sí» a la propuesta del consejero delegado de Tesla, Elon Musk, de vender el 10% de sus acciones en la empresa. (Información de Anisha Sircar en Bengaluru; edición de Shounak Dasgupta y Anil D’Silva) Traduce serenitymarkets.com
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