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Rumores de mercado.

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#1262

"Es difícil vaticinar si lo que estamos viendo es otra corrección pasajera, o una corrección de mayor calado"


 
Fuertes alzas de las bolsas europeas al cierre tras las caídas de la semana pasada. "Está entrando dinero finalista en el mercado. A los institucionales les parece atractivo seguir poniendo dinero en las caídas de las bolsas. Veremos hasta cuándo", nos comentaba un operador hace unos minutos.

El Eurostoxx 50 ha recuperado la directriz alcista iniciada a mediados de 2022. Una señal positiva, que de momento, reduce los riesgos de mayores caídas en el medio plazo. Y decimos de momento porque no es nuestro escenario principal. Nosotros creemos que esa directriz alcista volverá a ser perforada a la baja, para alcanzar los 4.400-4.600 y formar un doble suelo. Veremos.

"A diferencia de la primera semana de agosto, que empezó el lunes 5 con una fuerte sacudida en las Bolsas, pero terminó con un claro tono de recuperación, la primera semana de septiembre empezó también con fuertes caídas en los mercados, pero, lejos de recuperarse en las jornadas sucesivas, ha terminado el viernes 6 con nuevos descensos. Descensos que, en el caso de algunas tecnológicas, se podrían llegar a calificar casi como desplome", afirma Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco. Añade:

"Los descensos semanales han sido fuertes y generalizados, dando lugar, en el caso del S&P, a la peor semana desde marzo de 2023. El Eurostoxx ha caído un 4,4% en la semana, el S&P un 4,25%, el Dow Jones un 2,9% y el Nikkei un 5,8%, pero, como decíamos, la peor parte se la han llevado las tecnológicas, cuyo índice Nasdaq 100 ha caído un 5,9% en las últimas cinco sesiones. Las caídas han sido aún más abultadas en algunas de las grandes tecnológicas, como Nvidia, que ha recortado un 13,9% en la semana tras ser citada a declarar en un proceso “antitrust”, o Alphabet, que ha caído un 7,6%. Pero los recortes han afectado a todas las grandes tecnológicas incluidas Apple, Microsoft, Amazon o Meta. 

Sería, sin embargo, a nuestro juicio, un error interpretar la corrección de esta primera semana de septiembre como una crisis exclusivamente de las tecnológicas, igual que fue un error interpretar el “mini crash” de principios de agosto como algo provocado por la subida del yen y por la reversión de las posiciones de financiación en yenes, el llamado “yen trade”.


Es verdad que las tecnológicas están liderando las caídas, igual que antes habían liderado las subidas en 2023 y primer semestre de 2024, y es verdad que el abuso de la financiación en yenes, y probablemente también de la financiación en dólares, explica la sobrevaloración a la que habían llegado las Bolsas y en particular las tecnológicas y, por tanto, explica también las caídas de principios de agosto y las caídas de estos días. Pero la causa última de la actual corrección de las Bolsas hay que verla, como decíamos la semana pasada, en las dudas sobre el crecimiento económico y en la combinación de esas dudas con la sobrevaloración de las Bolsas. La sobrevaloración ha sido alimentada, en gran medida, por el exceso de posiciones financiadas abusando de la deuda, en parte en yenes y en parte en dólares, y por la fascinación generada por la inteligencia artificial generativa, que ahora se está enfriando.


Las expectativas de fuerte crecimiento, en parte alimentadas por la nueva revolución de la inteligencia artificial, empezaron a ponerse en duda a principios de julio, cuando aparecieron los primeros datos de confianza del consumidor y de ventas minoristas a la baja, y los primeros datos de empleo a la baja, sobre todo el informe de empleo americano de julio, publicado el viernes 2 de agosto, que fue el detonante de la fuerte caída del lunes 5 de agosto. Las dudas han ido a más a lo largo del verano, a medida que han ido apareciendo datos que confirman la debilidad del consumo y del empleo. Recordemos que el informe de empleo americano de julio, publicado el 2 de agosto, fue el detonante de las caídas del 5 de agosto.


Lo sucedido la semana pasada confirma plenamente la lectura que venimos haciendo en estos comentarios, y confirma también que, como decíamos en nuestro último comentario, la mirada de las Bolsas ha cambiado de dirección y a partir de ahora se prestará menos atención a la inflación y más atención al empleo y al crecimiento.


En este sentido, el martes pasado el ISM de manufacturas de Estados Unidos fue un nuevo golpe para los mercados, al contraerse por quinto mes consecutivo, y el informe de empleo americano de agosto, publicado el viernes, con una creación de 142 mil puestos de trabajo, por debajo de los 161 mil estimados, fue el golpe definitivo para las Bolsas. El informe de empleo de agosto era, como decíamos al terminar nuestro anterior comentario, la prueba de fuego de la semana y es finalmente el que ha inclinado la balanza hacia el lado negativo. En Europa también contribuyó, el viernes, la noticia de que el PIB de la zona euro creció solo el 0,2% en el segundo trimestre, con la principal economía de la zona, Alemania, bajando un 0,1%.


En unas Bolsas que se mueven al son de numerosos impactos, muchos de ellos dispares o incluso abiertamente contradictorios entre sí, es difícil vaticinar si lo que estamos viendo es otra corrección pasajera que ofrece una oportunidad de compra (“buy the dip”) o si estamos ante una corrección de mayor calado que, sin necesidad de caer en escenarios catastrofistas, pueda superar el 10% o incluso el 20%.


Para responder a esa pregunta es muy interesante analizar los distintos índices y ver cómo se han comportado a lo largo de esta corrección.


Una primera conclusión es que, centrándonos en las Bolsas americanas, los primeros valores en corregir fueron los tecnológicos, que se adelantaron al resto de las Bolsas. Nvidia marcó sus máximos históricos el 20 de junio y a partir de ahí inició una larga caída, solo aliviada temporalmente por el intento de recuperación de agosto. El Nasdaq 100, índice que refleja mejor que ningún otro la evolución de las grandes tecnológicas, marcó máximos el 10 de julio, mientras que el S&P los marcó el 16 de julio y el Dow Jones los ha marcado en fecha tan reciente como el 30 de agosto. Ese adelanto de las tecnológicas hizo pensar en una rotación de valores, pero a fecha de hoy está claro que los recortes han sido generalizados, no ha habido trasvase de unos valores a otros sino salida de dinero de todos ellos. Unos más y otros menos, pero todos.



Una segunda conclusión es que los recortes son mucho más profundos en las tecnológicas que en las empresas tradicionales. Los índices tradicionales pierden menos de un 10 % desde máximos. El Dow pierde solo un 2,9% desde máximos, el S&P un 4,6% y el Eurostoxx un 7,5%. Sin embargo, el Nasdaq Composite pierde un 10,6% y Nvidia pierde ya el 26,7% desde sus máximos de junio.


La situación del S&P y del Nasdaq se ha complicado tras las caídas de la semana pasada. El S&P parecería estar dibujando un “doble techo” con fuertes implicaciones bajistas y en el Nasdaq los indicadores técnicos de cortísimo plazo dan señales de venta. Pero de momento no se han roto niveles técnicos relevantes desde el punto de vista del medio y largo plazo.

 Los mínimos de agosto, en torno a los 5.100 puntos para el S&P y en torno a los 17.900 puntos para el Nasdaq 100, están todavía lejos de los 5.400 puntos y de los 18.421 puntos a los que cerraron el S&P y el Nasdaq 100 el pasado viernes.


En nuestra opinión, es probable que el S&P y el Nasdaq se quieran acercar a sus mínimos de principios de agosto, sobre todo si, como decíamos la semana pasada, Nvidia, que cerró el viernes en 102,8 dólares, rompe claramente a la baja los niveles de 100 dólares en los que se paró la caída en agosto. Si se rompiesen a la baja esos niveles, el escenario se puede complicar bastante, pero de momento no contemplaríamos esa ruptura como escenario central. Sobre todo, con el tipo de interés del bono a 10 años (T bond) en el 3,7% y con el Vix todavía en niveles de 22,4, muy lejos de los niveles de 65 que alcanzó el 5 de agosto.


Esta semana hay numerosos datos de China, de los que no cabe esperar buenas noticias, y en Estados Unidos, además del debate entre Kamala Harris y Donald Trump, se publica el miércoles el IPC de agosto, que se espera que baje al 2,6% desde el 2,9% de julio, aunque se espera que la inflación subyacente se mantenga en el 3,2%, y el jueves del índice de precios industriales (PPI) que se espera baje al 1,7% desde el 2,2% de agosto. En Europa el jueves se reúne el BCE, que se espera que baje los tipos un 0,25%.


Aunque, sin duda, la situación técnica de los índices se ha deteriorado tras las fuertes caídas de la semana pasada, esperaríamos una semana de cierta estabilización."


No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1263

Europa se encamina hacia una recesión ante la caída del consumo estadounidense, advierte un estratega.


 
Europa se encamina hacia una recesión a medida que el consumidor estadounidense se debilita, advirtió un estratega, aconsejando a los inversores cambiar a acciones defensivas.


Mathieu Savary, estratega jefe europeo de BCA, afirma que los inversores deberían centrarse en los indicadores prospectivos en lugar de en las medidas actuales que muestran que la economía sigue expandiéndose.


Y dice que hay una lista cada vez mayor de preocupaciones. Comienza con el índice manufacturero ISM, que sí mejoró en el nivel general el mes pasado, pero donde la relación entre nuevos pedidos y existencias cayó. "La industria manufacturera estadounidense refleja la dinámica del crecimiento global. Históricamente, la debilidad en la relación entre nuevos pedidos y existencias predice problemas para Europa", dice.



Los datos del mercado laboral estadounidense se están deteriorando, dice, citando el empeoramiento de las ofertas de empleo y la creciente tasa de vacantes, mientras que la actividad de la construcción estadounidense también está en rojo.



Los pedidos combinados de bienes de capital de Estados Unidos, la zona del euro y Japón se están contrayendo al ritmo más rápido desde los confinamientos por la pandemia, y la desinversión de la curva de rendimiento es la verdadera señal de recesión de lo que era una curva de rendimiento invertida.

Las fluctuaciones del índice de volatilidad también son preocupantes, ya que aumentan las probabilidades de que los diferenciales corporativos vuelvan a subir, algo que ya advierte el aumento del diferencial Caa/Ba. La elevada volatilidad también impide que se implementen operaciones de carry trade, que son vehículos cruciales para asignar liquidez a activos procrecimiento, añade. El debilitamiento de las materias primas también es incompatible con el fortalecimiento de la actividad global.


Mientras tanto, en Europa hay pocas esperanzas a nivel interno, tras el repunte del sector servicios tras los Juegos Olímpicos en Francia. Las tendencias de empleo están empeorando, las ventas minoristas se están desacelerando y las perspectivas de confianza del consumidor están decayendo.


Con esa perspectiva, la firma aconseja bonos soberanos en lugar de acciones, para comprar acciones de salud y vender industriales, vender euros frente al dólar estadounidense y el franco suizo y favorecer las acciones suizas en las carteras europeas.





 

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#1264

Morgan Stanley prevé que el euro caerá a 1,02 este año a medida que el BCE recorte tipos


 
El pronóstico de Morgan Stanley para el euro, que se situará en 1,02, es el más bajo de la calle para finales de año. El estratega de divisas del G10, David Adams, habló hoy en una entrevista con Bloomberg destacando esta predicción.


“Hay mucho margen para que el mercado vuelva a centrarse en el hecho de que el BCE podría recortar más y más rápido de lo que se estima actualmente”, dijo Adams, que trabajó anteriormente en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. “La reunión de esta semana podría resultar un catalizador importante para que el mercado comience a pensar en eso”.

Los precios actuales prevén un recorte en septiembre, pero hay menos del 50 % de probabilidades de que haya otro recorte en octubre. Para fin de año, se han descontado 63 puntos básicos para las tres reuniones restantes.


"Si los datos siguen deteriorándose aún más en Europa, el mercado tiene que empezar a pensar no sólo en 25 puntos básicos por trimestre, sino tal vez en 25 puntos básicos en cada reunión o tal vez incluso en el riesgo de un recorte de 50 puntos básicos, de la misma manera que el mercado ha aplicado las preocupaciones sobre una desaceleración en Estados Unidos a un ciclo de recortes más rápido y más profundo por parte de la Fed", dijo.

Una caída a 1,02 sería el nivel más bajo desde noviembre de 2022 y sería un movimiento drástico llegar hasta allí. Aprecio una predicción fuera del consenso. 




No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.

#1265

Las señales de venta están por todas partes en el mercado de valores ahora, pero los alcistas se mantienen firmes


El índice de referencia estadounidense sigue cayendo, aunque la trayectoria ha sido volátil. Hace poco más de una semana, el índice bursátil de referencia estadounidense cayó de un rango de cotización que abarcaba la zona de 5.560-5.650. Se produjo una rápida caída hasta 5.400, pero un repunte ha llevado al índice de nuevo por encima de 5.560.


La resistencia es fuerte en la zona de 5.560-5.650, con resistencia adicional en los máximos históricos de 5.670. En el lado negativo, hay soporte en 5.400 y soporte adicional en 5.370. Una ruptura por debajo de 5.370 sería extremadamente negativa.


La señal de compra de la banda de volatilidad de McMillan (MVB) sigue vigente, con un objetivo en la “banda de Bollinger modificada” de 4σ superior, actualmente por encima de 5.750.


Los ratios de opciones put y call de acciones siguen dando señales de compra, algo un tanto inusual, dado que el mercado ha estado vendiendo. Aun así, las compras de opciones put no han sido especialmente fuertes durante esta liquidación, por lo que los ratios siguen cayendo. Mientras sigan cayendo, eso es teóricamente alcista para las acciones.

La amplitud del mercado ha sido bastante negativa. El oscilador de amplitud “solo acciones” descendió brevemente a una señal de venta la semana pasada y ahora está tratando de salir de ese agujero. El oscilador de amplitud basado en la Bolsa de Nueva York también generó una señal de venta y permanece en ese estado negativo por ahora.


Los nuevos máximos en la Bolsa de Nueva York han seguido superando en número a los nuevos mínimos, por lo que este indicador se mantiene en un estado positivo. Sin embargo, ha habido un desarrollo algo negativo en el sentido de que los nuevos mínimos superaron los 100 valores en dos de los últimos tres días. Si los nuevos mínimos superaran a los nuevos máximos durante dos días consecutivos, esto devolvería a este indicador a un estado neutral (es decir, detendría la señal de compra actual). Si los nuevos mínimos registraran más de 100 valores en esos mismos dos días, eso sería una señal de venta directa.


La volatilidad realizada, determinada por la volatilidad histórica de 20 días del índice SPX (HV20), sigue siendo lo suficientemente elevada como para que siga siendo una señal algo bajista para las acciones. En un mercado alcista, la volatilidad realizada se calma, pero si se mantiene relativamente alta como lo está haciendo ahora, podría haber sorpresas negativas.

El VIX sigue dividido en sus señales. Apareció la semana pasada y luego finalmente generó una nueva señal de compra de "pico máximo" para las acciones al cierre del 5 de septiembre. Esa señal permanecerá vigente durante 22 días de negociación, a menos que el VIX cierre por encima de su máximo de cierre más reciente de 23,31. Por el contrario, la tendencia de la señal de venta del VIX también permanece vigente. El VIX tendría que cerrar por debajo de su media móvil (MA) de 200 días para detener esa señal, y esa media móvil está bastante lejos de aquí, ya que permanece por debajo de 15.


El modelo de los derivados de volatilidad sigue siendo en su mayor parte alcista, pero existen algunos problemas. La estructura temporal de los índices de volatilidad CBOE tiene pendiente ascendente, por lo que es alcista. Sin embargo, la estructura temporal de los futuros del VIX sigue viéndose obstaculizada por el “golpe electoral” en los futuros de octubre. Además, muchos de los futuros se han estado negociando recientemente con un descuento respecto del VIX, y eso también puede ser una señal de advertencia de peligro. Aun así, esto es más alcista que no.


Los indicadores son mixtos y las oscilaciones del mercado son cada vez mayores. Seguiremos operando con nuevas señales a medida que surjan y continuaremos operando con opciones con precios muy altos cuando se produzcan.






No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.