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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones

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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones
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Los analistas no ven claro que el BCE baje los tipos en septiembre y fían la rebaja al tema arancelario

 
Los analistas no ven claro que el Banco Central Europeo (BCE) vaya a bajar los tipos de interés en la próxima cita de septiembre tras haberlos mantenido este jueves y reducido previamente en ocho ocasiones, las últimas siete de forma consecutiva, al entender que la decisión final, de producirse, estará condicionada al resultado de las negociaciones arancelarias con Estados Unidos, según los expertos.

Desde el área de banca privada de JP Morgan Chase daban por descontado que se mantendrían los tipos dado que se había anunciado "con claridad". Desde la entidad apuntan a que persiste la incertidumbre comercial entre Washington y Bruselas, aunque estiman más probable un arancel sobre las importaciones europeas del 15% que del 30%.

"Todo ello sitúa al BCE en una clara posición de espera. Sigue sobre la mesa un recorte en septiembre, pero existe un debate real sobre el calendario. Tras ocho recortes de tipos durante el último año, los tipos son ahora 'neutros', no restrictivos, por lo que para seguir avanzando probablemente se necesiten más señales de desaceleración", ha explicado la estratega de inversiones globales del banco, Madison Faller.

En este sentido, Ebury ha coincidido en que la pausa era esperada dada la incertidumbre existente y por la magnitud de las últimas bajadas del precio del dinero, que han dejado los tipos en niveles "objetivos".

Los comunicados de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que en opinión de la casa de análisis han sido "moderadamente hawkish", han provocado que el mercado haya dejado de dar por asegurado una nueva disminución de tipos no solo este año, sino también el siguiente.

El economista sénior de DWS, Ulrike Kastens, ha indicado que tanto la decisión del BCE como la posterior rueda de prensa han ofrecido "pocas sorpresas", insistiendo Lagarde en el apego a los datos y su enfoque reunión a reunión.

Kastens ha apreciado "poco margen" para un nuevo recorte de tipos ante un desempeño económico mejor de lo esperado, incluso ante los "importantes riesgos".

De hecho, ha fiado un ajuste de la política monetaria al comportamiento de la política arancelaria de Donald Trump. "Los datos de las próximas semanas indicarán si aún es probable una bajada de tipos de interés en septiembre", ha explicado.

Al igual que el resto, el gestor de fondos de Pimco, Konstantin Veit, también ha visto venir la actuación del BCE y ha pronosticado que el ciclo de flexibilización monetaria "está llegando a su fin".

Aún así, su escenario base es que el BCE acometerá una última bajada en septiembre para "proteger la previsión del 2% para 2027, aunque ha expresado un grado de convicción "bajo" dado que ve "casi las mismas posibilidades" de que el precio del dinero se quede ya como está.

En esta línea está Filippo Alloatti, jefe de investigación en Federated Hermes, que augura un recorte más de tipos, aunque con "un timing complicado".

El experto cree que si fructifica el acuerdo comercial con EE.UU. de un arancel del 15%, la bajada de septiembre será "innecesaria" a menos que los datos de agosto sean negativos. "Creemos que tendría sentido que el BCE mantuviera esta bala en la recámara para un invierno más frío", ha resumido 

#617

El auge de las 'stablecoins' en dólares amenaza el control monetario del BCE

 
El creciente protagonismo de las 'stablecoins' vinculadas al dólar podría erosionar la soberanía monetaria y la estabilidad financiera de Europa, debilitando el control del Banco Central Europeo (BCE) sobre las condiciones monetarias, en ausencia de una respuesta estratégica, según recoge este lunes el blog del instituto emisor de la zona euro.

El autor del artículo, Jürgen Schaaf, asesor del área de infraestructura de mercados y pagos del BCE, advierte de que las monedas estables están transformando las finanzas globales, con el dólar estadounidense a la cabeza, por lo que, sin una respuesta estratégica, la soberanía monetaria y la estabilidad financiera europeas "podrían erosionarse", aunque también apunta que esta disrupción también presenta una oportunidad para que el euro se fortalezca.

En la actualidad, el mercado global está cada vez más dominado por las 'stablecoins' basadas en dólares, que representan aproximadamente el 99% de la capitalización total del mercado, mientras que las denominadas en euros siguen siendo marginales, y, si bien las monedas estables siguen eclipsadas por los activos financieros convencionales, "están empezando a salir de su nicho y a vincularse más con las instituciones financieras tradicionales", lo que crea amenazas potenciales para la estabilidad financiera.

Asimismo, además de la fragilidad inherente de las monedas estables, la creciente divergencia regulatoria es preocupante, después de que Estados Unidos haya impulsado su propio régimen para las 'stablecoins', algo más permisivo en algunos aspectos que el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la UE.

"Las implicaciones para la eurozona son potencialmente de gran alcance", sostiene el autor, que advierte de que, si las monedas estables con intereses se generalizaran y más empresas comenzaran a utilizarlas, podrían desviar depósitos de los bancos tradicionales, lo que podría poner en peligro la intermediación financiera y dificultar la disponibilidad de crédito, un problema que sería aún mayor en Europa, donde los bancos desempeñan un papel central en el sistema financiero y los depósitos son su principal fuente de refinanciación.

"Si las 'stablecoins' en dólares estadounidenses se generalizaran en la eurozona, ya sea para pagos, ahorro o liquidaciones, el control del BCE sobre las condiciones monetarias podría verse debilitado", alerta Schaaf, subrayando que esta "invasión", aunque gradual, podría replicar los patrones observados en las "economías dolarizadas".

En este sentido, apunta que dicha dinámica sería difícil de revertir, dado el carácter de red de las monedas estables y las economías de escala en este contexto, por lo que a mayor presencia, más difícil será revertirlas y si el uso de 'stablecoins' denominadas en dólares continúa aumentando a través de los canales tradicionales, podrían competir directamente con los instrumentos basados en euros en las transacciones transfronterizas.

"Este dominio del dólar estadounidense proporcionaría a Estados Unidos ventajas estratégicas y económicas, permitiéndole financiar su deuda a un menor coste y, al mismo tiempo, ejercer influencia global", señala el autor, mientras que, para Europa, esto implicaría mayores costes de financiación en comparación con Estados Unidos, menor autonomía en política monetaria y dependencia geopolítica.

De este modo, "no hay margen para la complacencia", afirma el autor, que defiende brindar mayor apoyo a las monedas estables denominadas en euros debidamente reguladas, añadiendo que el proyecto de euro digital del Eurosistema y las innovaciones del sector privado son elementos complementarios en una estrategia europea más amplia de pagos digitales, donde el euro digital promete ser "una sólida defensa de la soberanía monetaria europea".

Asimismo, considera que la incertidumbre actual también ofrece una oportunidad única para Europa, cuyo marco institucional estable y su enfoque basado en normas proporcionan una base sólida para la confianza, por lo que, de aprovechar esta ventaja, mediante una regulación sólida, inversión en infraestructuras e innovación en monedas digitales, el euro podría emerger como una moneda más fuerte 

#618

El BCE detecta una caída en las expectativas de inflación de los consumidores

 
Las expectativas de los ciudadanos de la eurozona sobre la evolución durante el próximo año de la tasa de inflación han disminuido hasta su nivel más bajo desde el pasado mes de febrero, según constata el Banco Central Europeo (BCE) en su última encuesta entre los consumidores de la zona euro.

En concreto, con datos de junio, los ciudadanos esperan que la inflación se situará dentro de un año en el 2,6%, frente al anterior 2,8%, lo que supone el nivel más bajo desde febrero, mientras que las expectativas para los próximos tres años se mantuvieron sin cambios en el 2,4% y las proyecciones de inflación para los próximos cinco años se mantuvieron estables en el 2,1% por séptimo mes consecutivo.

De su lado, en junio, la tasa mediana de inflación percibida durante los 12 meses anteriores se mantuvo sin cambios por quinto mes consecutivo en el 3,1%, su nivel más bajo desde septiembre de 2021.

En cuanto a las expectativas de los consumidores sobre el crecimiento de los ingresos nominales durante los próximos 12 meses estas mantuvieron estables en el 1% en junio.

Sin embargo, el BCE apunta que esta aparente estabilidad oculta una disminución de las expectativas entre las personas con ingresos más altos, compensada por un aumento de las expectativas entre los grupos de ingresos más bajos.

En el caso de las percepción del crecimiento del gasto nominal durante los últimos 12 meses se mantuvo estable en el 5% en junio. En cambio, el crecimiento esperado del gasto nominal durante el próximo años disminuyó aún más, hasta el 3,2% en junio, desde el 3,5% en mayo y el 3,7% en abril.

"Esta disminución refleja la mayor incertidumbre económica de los últimos meses, así como la menor inflación esperada", explica el BCE.

Por otro lado, los consumidores esperaban un aumento del 3,1% en el precio de sus viviendas durante los próximos 12 meses, una ligera disminución respecto al 3,2% de mayo, mientras que las expectativas sobre los tipos de interés hipotecarios en el próximo año cayeron al 4,3%, desde el 4,4% de mayo