El oro ya está marcando máximos históricos, y no me sorprende viniendo de este escenario global. La debilidad del dólar, combinado con la expectativa de que la Fed recorte tipos por primera vez desde diciembre, crea un caldo de cultivo perfecto para que el metal precioso vuelva a brillar. Además, los factores políticos en EE.UU.—la presión sobre la Reserva Federal o el debate sobre su independencia—añaden ese plus de incertidumbre que siempre beneficia al oro como refugio.
En cuanto al EUR/USD, me parece que lleva demasiado tiempo “quieto”, rondando esa zona de 1,1780. Hay ruido —la rebaja de rating a Francia, los riesgos geopolíticos, expectativas sobre los bancos centrales—pero nada que haga romper al par con violencia. Parece más bien un “esperando al mensaje de Powell” que un mercado que tenga claro qué camino quiere seguir.
Creo que la Fed es la protagonista esta semana. El diagrama de puntos (“dot-plot”) y la rueda de prensa posterior tienen suficiente peso como para mover mucho: si dan señales de que los recortes van más despacio o que hay más riesgos de inflación de lo que esperaba el mercado, podemos ver al oro dispararse más, pero también al dólar reaccionar al alza, lo que puede frenar al EUR/USD.
En resumen: para quienes operan con cuidado, oro puede ser opción fuerte, sobre todo con barreras o stops ajustados. Y con EUR/USD, lo prudente es mantenerse en zona de observación hasta ver qué comunica la Fed. No esperaría movimientos violentos antes de los eventos clave, pero sí que haya oportunidades interesantes para quien tenga paciencia.