Duro Felguera sigue siendo un valor interesante dentro del sector industrial y de ingeniería en España, aunque con un perfil de riesgo más elevado debido a su exposición a proyectos grandes y complejos. La compañía ha estado centrada en la reestructuración de su deuda y en la optimización de su estructura operativa, buscando estabilizar sus finanzas y retomar la confianza de clientes e inversores.
En cuanto a contratos y actividad, Duro Felguera ha mostrado señales de recuperación al adjudicarse proyectos estratégicos tanto en España como en mercados internacionales, especialmente en el ámbito energético e industrial. Sin embargo, la volatilidad en la ejecución de estos proyectos y la dependencia de licitaciones públicas continúan siendo factores de atención para el inversor.
Bursátilmente, el valor ha tenido movimientos irregulares, reflejo de la incertidumbre sobre la capacidad de la compañía para consolidar su situación financiera y generar resultados consistentes. Aquellos que siguen la acción valoran sobre todo la posibilidad de revalorización a medio plazo si los proyectos adjudicados se ejecutan con éxito y los planes de reestructuración logran sus objetivos.
En resumen, Duro Felguera ofrece oportunidades interesantes, pero con un riesgo notablemente mayor que empresas más consolidadas del sector. La clave estará en la evolución de sus contratos, la gestión de la deuda y la capacidad de ejecutar los proyectos adjudicados sin contratiempos significativos.