Si hay una actividad en la que los novatos deben andar con mucho ojo para que el sistema legal del país no les desplume en menos que canta un gallo, esa actividad es el negocio de las subastas. Y aún así los novatos siguen, erre que erre, llegando y actuando en las subastas como elefante en cacharrería.
Pero no pensemos que lo hacen sin conciencia del peligro ni si miedo del precio a pagar por su atrevimiento. La mayoría son plenamente conscientes de que están en un campo de minas, pero no se pueden contener porque la avaricia, tan humana, les empuja hacia el panal de rica miel. La avaricia es el motor que mueve la economía.
Pero... que terrible es ser un novato y tener miedo de todo.
Precisamente hace unos días me llegó el siguiente correo:
Hace un año compre por subasta judicial un terreno embargado, en todos los sitios ponía que no constaba de cargas incluso en el registro, ahora me acaba de llegar una notificación de hacienda que me dice que no soy el deudor pero que tengo que pagar una cantidad de 433.000 e....y la verdad que estoy acojonado, estoy sin trabajo y apenas tengo dinero....se trata de algún error, hay alguna solución? necesito su ayuda.
Entonces, intrigado por el asunto, le respondí lo siguiente:
Hola Federico. Esto puede ser interesante. Envíame la nota simple que viste antes de la subasta en la que no existía ninguna carga anterior y lo que acabas de recibir reclamándote la deuda de una carga. A ver si consigo verle el truco.
Reconozco que soy muy friki y que me interesan todas las rarezas que suceden en las subastas. Si efectivamente había habido un error del Registro de la Propiedad o de Hacienda al valorar la existencia de cargas anteriores podía ser un tema muy interesante para el blog. Y si el error había sido del adjudicatario, pues también daría para un buen post.
Y este ha sido el resultado...
Es decir, que el adjudicatario no había estudiado ninguna nota simple sino que simplemente se había limitado a creerse a pies juntillas lo que la AEAT afirmaba respecto a las cargas. A ver, Hacienda no suele equivocarse y cuando afirma que no hay cargas suele ser cierto. Pero yo nunca participaría en una subasta sin haber visto al menos una nota simple del Registro de la Propiedad.
Y ahora veamos esa carga anterior que le reclaman...
O sea, que la carga anterior que le estaban reclamando solo existía en las pesadillas del adjudicatario, pues lo que en realidad le estaba diciendo Hacienda era, simplemente, que lo que tuviera que pagarle a uno de sus proveedores se lo diera directamente a Hacienda porque le habían embargado (al proveedor) todos sus créditos.
¿Y por qué se había temido Federico que se tratara de otra cosa mucho peor?
Pues muy sencillo, porque en el fondo de su cabeza sabe perfectamente que ha estado paseando por un barrio cuyas reglas no conoce y aún no está muy seguro del resultado.
Y es que siendo novato se pasa mucho miedo.
Y tú, lector, ¿también has sido novato?
Cuéntanos tu novatada.
