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¿Y qué hay de las víctimas?
 

El martes pasado leí un artículo en Cotizalia que todavía me da vueltas en la cabeza y que me provocó una especie de ardor tripero que todavía me tortura. Así que para exorcizarlo voy a hablar de él, aunque el tema no puede ser más off-topic.

Se trata del último post de Eloy Renobales en su blog "Alma, corazón y vida", titulado "Sandra Palo, Marta del Castillo... ¿Tienen todos los asesinos derecho a la reinserción?"
Renobales cuenta por encima las bestialidades que le hicieron a Sandra Palo, que era una chiquilla de 22 años, deficiente psíquica pero llena de vida, a quien violaron, torturaron y asesinaron sólo para divertirse. También nos relata que uno de esos bestias, el "Rafita" ya está en la calle después de su ridícula condena de 4 años y cómo, después de aquellos hechos iba amenazando a quienes le caían mal con...
"...darles matarile y quemarles vivos como había hecho con Sandra Palo"
Por eso les cogieron, porque además de asesinos eran unos bocazas. Dicen que en el centro de internamiento de menores tenía aterrorizadas a las educadoras amenazándolas con violarlas y quemarlas vivas, como a Sandra.

También cuenta Renobales que el angelito está ahora en la calle...
"...haciendo su vida, a pesar de los informes de los psicólogos, quienes han señalado que no se ha reinsertado ni arrepentido y que las posibilidades de reincidencia son muy altas. Según un compañero de reformatorio, el criminal manifestaba que si le gusta una chica, se acostará con ella, tanto si la chica quiere como si no"
Os recomiendo encarecidamente leer el post completo, porque no tiene desperdicio y ya os adelanto que estoy completamente a favor del discurso del mismo.

Su lectura me trajo a la memoria otro post, éste de Echevarri, titulado "Nuestro modelo penal en crisis", que leí hace casi un año y que me fascinó porque coincidía punto por punto con la visión que tengo desde siempre acerca de la problemática del cumplimiento de las penas y acerca del contrato tácito que los ciudadanos tenemos con el Estado, en quien
"...depositamos nuestro legítimo Derecho a la Violencia en aras de la protección de los nuestros"
Echevarri, en un alarde de información, nos cuenta que los orígenes de esta crisis del modelo penal están en que con el paso del tiempo se han desvirtuado las teorías de Beccaria, que en el siglo XVIII teorizó acerca de los delitos y las penas originando un cambio radical en el Derecho Penal occidental.
"...con el paso de los siglos se ha ido imponiendo una corriente de desculpabilización de los criminales, bien por causas sociales, bien por causas médicas, cuando no por causas ideológicas. De alguna manera, el delincuente debía ser tratado, no castigado"
Y así estamos ahora, en que hasta la Constitución española da más importancia a la reinserción de los criminales que al consuelo de las víctimas. Yo realmente no comprendo el increíble divorcio entre nuestros legisladores y la sociedad española. Hable con quien hable, desde extremistas de derechas hasta gente de izquierdas, pasando por el centro-derecha y el centro-izquierda, todo el mundo excepto la extrema izquierda casi extraparlamentaria, están a favor del recrudecimiento de penas para este tipo de criminales, que disfrutan torturando a sus semejantes.

¿Cómo puede la minoritaria sensibilidad de extrema izquierda, que ahora sólo tiene dos diputados, llevarse el gato al agua en materia penal y mantener cabreados al resto de los españoles? Aún me acuerdo de la primera Ley del Menor, que a pesar de haber sido legislada con el Partido Popular en el gobierno, parecía haber sido dictada directamente por Gaspar Llamazares.

Repito... ¿Por qué este divorcio entre la sociedad y sus legisladores? Me estoy refiriendo exclusivamente a las penas para delitos especialmente crueles, pues estaremos de acuerdo en que no es lo mismo, ni siquiera parecido, matar en un atraco a un pobre que pasaba por allí, que violar, torturar y asesinar disfrutando cada segundo, como ocurre en los casos criminales a los que me refiero.

Hay una historia que me viene muy bien para ilustrar lo que quiero decir. La historia es como sigue:
Hace algunos años, en la Alemania de los noventa, un universitario alemán llevó a cabo el secuestro del hermano pequeño de una ex-novia rica. Como era novato en esto de los secuestros le pillaron enseguida y como era un hijoputa (uy, perdón) se negó en redondo a confesar en qué oscuro agujero había escondido al asustado infante. Pasaban las horas y como no confesaba al comisario de policía se le ocurrió la idea de asustarle haciéndole creer que lo iban a torturar. Se acercó al detenido junto a un médico y una enfermera (disfrazados de) y le dijo que le iban a torturar, pero que no se preocupara porque allí estaba el médico para no dejarle morir.
El héroe veinteañero se puso a llorar y cantó la traviata, pero cuando la poli llegó al agujero sólo encontraron el cadáver porque el niño se había asfixiado con la mordaza.
Yo no me enteré de estos hechos hasta algunos años después cuando, alucinado, vi por televisión cómo el comisario de policía era conducido a su propio juicio mientras cientos de manifestantes le esperaban en la puerta con pancartas de "stop-nazis", "tortura no", "Gestapo=asesinos", y otras lindezas. ¡¡¡ Le iban a juzgar por torturar psicológicamente al pobre estudiante!!!

Todavía me fascina pensar en esos cientos de alemanes que consideraron más importante acudir a insultar al comisario que quedarse tranquilamente en sus casas disfrutando de sus familias. ¿Pensaron acaso en la pobre víctima asesinada?

¿Piensan nuestros legisladores en las víctimas? Porque para legislar debieran pensar sólo en ellas. Es más, debieran legislar como si todos fuéramos víctimas, como si hubiera una especie de epidemia y estos delitos se hubieran convertido en una plaga y todos, de una manera u otra, hubiéramos sido víctimas de alguno de estos criminales. Solo desde esa óptica tendríamos por fin una Ley justa, porque si pensamos que es algo que les sucede solo a los demás....

Y esto es lo que pienso; me importa un carajo lo que sea de los criminales y su posible reinserción, en la que no creo. Yo soy muy individualista, por lo que mi opinión apenas tiene valor, pero vosotros ¿con quién estáis, con la integridad psicológica del estudiante secuestrador o con el comisario psico-torturador? ¿De verdad consideráis una prioridad la reinserción de todos estos bestias?
Antes de contestar pensad en si os gustaría que vuestras hijas coincidieran en la misma disco con el Rafita ese....
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  • Off Topic
  1. #5
    Anonimo
    31/03/09 01:25

    Yo pondría a dos de estos juntos en la misma celda y le quitaba un año de pena al que consiguiera que el otro saliera con los pies por delante de la cárcel. Después volvía a juntar a dos ganadores y así.... Ala, reducción de condena. Y si alguno salía con éxito, seguro que viendo lo que le espera en el trullo se vuelve más civilizado. Ante todo competitividad!!!

  2. #4
    Anonimo
    30/03/09 23:24

    Las personas que se quejan de la debilidad del sistema penitenciario español, del divorcio entre el pensamiento del pueblo, y el pensamiento de nuestros politicos, decirles que la culpa es solo suya, por votar, sin leer programas electorales, sin preocuparse de lo que hacen nuestros politicos.Y lo que es peor aun, debido a este asesinato, con el que llevamos dos meses en los telediarios se esconden los temas importantes, como son el paro y la crisis sistemica a la que nos enfrentamos en España

  3. #3
    30/03/09 23:05

    En primer lugar, gracias por la cita, así da gusto.

    1. Más que desvirtuado las teorias de Beccaria, diria que se estan aplicando en un contexto que no fuen en elq ue nacieron.
    2. No comparto el modo de actuar del policia aleman. Quizás por mi formación los Harry el Sucio no me van : Una cosa es lo que haría un padre y otra un servidor de la ley, y todos sabemos que un sumario debe ser escrupuloso con los derechos de los imputados. De no ser asi, saldran libres merecidamente.
    3. ¿Ensañamiento? Creo que mi percepciñon cambiaría bien poco.

  4. #2
    Anonimo
    30/03/09 22:31

    Creo que entre el caso de Sandra Pallo y el de la chica sevillana hay una diferencia abismal: hasta que no aparezca el cadáver no sabemos si hubo ensañamiento.

    No quiero polemizar sobre el asunto, porque para estos casos la respuesta suele ser más visceral que racional.

    Yo estoy tan a favor de la cadena perpetua con trabajos forzados como en contra de la pena de muerte.

    Lo que sí que está claro que las víctimas están indefensas.

  5. #1
    Anonimo
    30/03/09 15:53

    A los lobos no se les puede tratar como corderos. Parece ser que entre la juventud se están creando villanos, y con derecho a campar sin ningún castigo aparente.
    ¿Para que está la cárcel? Se supone que aparte de la supuesta reinserción, que en algunos casos no dudo que la haya, es un ejemplo de lo que puede pasar a alguien si comete un delito. A modo de advertencia. La cárcel, las condenas, debería ser una advertencia para los que en algún momento están tentados a delinquir.
    Pero ¿qué está ocurriendo? Nos estamos acostumbrando a oír y familiarizarnos con nombres como "El Rafita" o " El cuco" que han hecho verdaderas barbaridades, y luego no son lo suficientemente mayores para ser juzgados como tal.
    Esto es como la pólvora. Eh que aquí asesinar, violar y luego reírte de la autoridad, si eres menor no pasa nada. Si no se es ejemplar en las penas, flaco favor nos hacemos. Es penoso que a gente como el policía alemán se le juzgue por hacer bien su trabajo, mientras verdaderos mounstros puedan campar a sus anchas y jactarse de sus hazañas.

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