Últimamente encuentro en bastantes medios y sus comentarios el argumento perfecto para rechazar cualquier tipo de referéndum; “¿Vamos a estar preguntando sobre todo?”. Es cierto que cada vez se escucha más frecuentemente y con más insistencia por la celebración de referéndums para un número mayor de temas, que por lo general tienen una manifiesta importancia. De hecho, otro de los argumentos en contra de dichos referéndums suele ser el de la estabilidad y la importancia de la confianza, aparte de la constitucionalidad.
¿Tiene sentido la crítica de negarse a un referéndum porque son demasiados?. Pues en mi opinión es simple; entiendo que la democracia pura y dura significaría que todos los ciudadanos se manifestasen de forma informada sobre todas y cada una de las decisiones que se han de tomar. Cómo es evidente, tal situación es un absurdo imposible, (y no sólo por las cuestiones técnicas, sino por cuestiones tan básicas como que sería imposible que todos los ciudadanos tuviesen una opinión formada y no manipulada sobre todos los temas, y que se decidiesen a expresarla).
Por tanto estando de acuerdo en que la democracia real, exige la representación de los ciudadanos en base a la operatividad necesaria para que un sistema funcione y que llegue a ser democrático, es fácil asumir que la mejor solución es una democracia representativa en la que se pregunte a los ciudadanos por aspectos importantes o sustanciales.
Es decir, asumiendo el criterio de que todo a referéndum no es posible, todo el mundo tiene que asumir que un número razonable de referéndums sobre determinadas cuestiones es muy sano. Estando en este sitio, sería normal plantearnos si en España hay demasiados referéndums, y la respuesta parece clara.
Efectivamente se piden algunos referéndums, pero la realidad es que los referéndums que efectivamente se hacen se limitan a dos en casi cuarenta años, por lo que no parece mucho argumento para rechazar o calificar de ilegales los referéndums en base al criterio de que no vamos a estar pidiendo referéndums siempre.
De hecho, llama poderosamente la atención la manía que existe en España, con algún partido político que lleva la democracia después de la palabra unión en su nombre, (y parece que no es casualidad), que incluso pedía hace unos meses que fuese ilegal convocar referéndums en contradicción con lo manifestado en el pleno sobre la abdicación de Juan Carlos I, calificado como ilegal, sin que existiese la famosa norma que pedían. Si son ilegales, ¿Qué se pedía?, Si se pedía una norma para ilegalizar, ¿Cómo se califica como ilegal sin la norma?.
También me gustaría que se reflexionase en determinados ámbitos sobre situaciones como las de USA, donde con las elecciones presidenciales de 2012, se celebraron hasta 177 referendums o en Suiza, donde se pregunta regularmente a los ciudadanos. En febrero de 2014 los Suizos rechazan limitar la entrada de trabajadores de los países de la UE, en mayo de 2014 rechazan establecer un Salario mínimo.
¿son poco democráticos?, ¿están locos preguntando estas cosas?. Lo curioso es que donde no se ven referéndums sobre casi nada es en aquellos regímenes totalitarios. ¿A ver si se piden referéndums precisamente porque tenemos un problema de democracia?