Si extiendes una malla en una piscina y en cada cruce atas una bola flotante, cuando intentas hundir la malla vas a tener problemas. Hundes un grupo de bolas y sale a flote otro que ya estaba hundido. Si te paras a pensar, te darás cuenta que si eliges una o dos bolas concretas y tiras de ellas, toda la mala se hundirá.
Cuando analizamos una empresa podemos investigar una multitud de puntos que parecen importantes y son un jeroglífico difícil de descifrar.
No obstante, hay pocos puntos realmente relevantes y cuando los encontramos, nos damos cuenta de que el resto depende de ellos. Están todos relacionados. La clave está en encontrar estos puntos.
Seremos capaces de encontrar esos puntos relevantes si conocemos y entendemos el negocio de la empresa.
Debemos tener claro que nuestro objetivo no es hacer un análisis bonito y con muchas cifras, gráficos y ratios que den apariencia de rigor científico.
Con el análisis pretendemos conocer el valor de la empresa y eso depende del comportamiento que tenga en el futuro.
Todas las cifras, ratios y gráficos que utilicemos no nos van a dar esa información que nos sirva de referencia para invertir porque la inversión depende del futuro y no hay formula alguna que nos diga lo que sucederá en el futuro.
Sin embargo, sí podemos obtener una buena aproximación al valor si conocemos y entendemos el negocio de la empresa. Este conocimiento no lo necesitamos para gestionar la empresa, ni para trabajar en ella por lo que, cuando estudiamos el negocio de la empresa, debemos estar siempre “mirando al norte” y nunca perder de vista que el objetivo del análisis no es otro que la inversión. Se trata de comprar algo en el presente de forma que nos dé un rendimiento adecuado en el futuro.
En el análisis debemos prever el comportamiento de la empresa en el futuro para eso debemos hacer previsiones temporales a un año vista y matizarlas con estimaciones a dos o tres años, e incluso podemos introducir elucubraciones a más años. Todo ello debe estar condicionado por la capacidad que tenga la empresa de convertir sus resultados en efectivo. Una vez calculado un valor de referencia hay que hacer seguimiento y corregir los errores y desviaciones que muy probablemente se van a producir al enfrentar los cálculos con la realidad.
Peter Lynch decía algo así como que un médico tiene ventaja sobre un analista para entender el negocio de una farmacéutica. No hace falta ser analista para entender el negocio si lo estas viviendo diariamente y tienes interés en entenderlo. No obstante, puedes entenderlo si lo estudias a conciencia y tienes claros tus objetivos.
Seremos capaces de aproximarnos al valor de la empresa si somos capaces de entender su negocio que está íntimamente relacionado con su mercado, su producto y la estrategia con la que la empresa se enfrenta al mercado. La información económica y las ratios que podemos obtener a partir de ella, nos dará pistas que deberemos utilizar, pero nunca nos dirán lo que nos interesa.
En el caso de ACS, de forma similar al resto de empresas, trabajo con una cantidad de unos 10.000 datos con información trimestral desde el año 2006.
La información económica a una fecha determinada te da una foto de la empresa, pero si encadenamos la información año tras año durante los casi 20 años, tenemos una película de la empresa en la que podemos observar cómo oscilan e interactúan las cifras y con ello, obtenemos información sobre la gestión de la empresa en función de las circunstancias del mercado en cada momento del tiempo.
Se trata de ir recogiendo referencias que nos lleven por el camino del conocimiento.
Voy a seguir con el tema con un ejemplo real de una de mis inversiones: ACS.
No es mi mejor inversión, ni voy a hablar de entender el negocio. Sobre como funciona el sector de la construcción, ya publiqué hace años en Rankia este artículo y el que quiera puede leerlo aquí: https://www.rankia.com/blog/invirtiendo-en-empresas/2875267-analisis-ohl-particularidades-sector-construccion
Me voy a centrar en la propia inversión: Previsiones, compras, ventas, rendimiento …
Si entiendes el negocio se pueden hacer buenas previsiones.
Cada año hago una nueva valoración partiendo de cero. Valoro por múltiplos utilizando algo similar al PER forward, incluyendo la previsión de crecimiento de la empresa y matizándolo con el valor calculado DCF. Posteriormente, cada trimestre hago seguimiento para rectificar las diferencias o errores. No se trata de acertar (o no) en las previsiones, se trata de poder tomar decisiones con la última información real disponible.
Este es el cuadro de la previsión y seguimiento de ACS:
En el se observa una desviación en el año respecto a la previsión inicial del -3,4%, pero si tenemos en cuenta las variaciones trimestrales, vemos que en el 1T se desviaba -16,2% y en el 2T se corrigió con un +13,9%. El 3T se ha desviado un -11,2%, y espero que en 4T se corrija, en cualquier caso, una desviación del -3,4% en el año no es importante pues, a PER 20 la diferencia viene a suponer unos 2-3€ por acción.
Evidentemente no se trata de hacer una previsión al céntimo. Estamos hablando de ir un paso por delante del futuro y siempre hay que ir con aproximaciones. Una desviación de 2-3€ significa un precio objetivo calculado de 69-71€/Acc que es totalmente aceptable.
Si comparamos con la cotización actual, vemos que el potencial es negativo, pero debemos ser capaces de matizar y con el conocimiento del negocio podemos hacerlo.
Cuando una empresa está barata (con el precio por debajo de su valor) puede ser una buena compra, pero cuando la empresa sube y alcanza su valor, ya estará en precio. A partir de ese momento la cotización tendrá capacidad para subir, en función del valor que sea capaz de crear.
ACS es una empresa que ahora mismo es capaz de crecer en el entorno de un 15% anual y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de tomar decisiones de inversión.
Hago un inciso con los bancos ahora mismo, estaban baratos, subieron hasta alcanzar y luego superar su valor, a partir de ahora solo crecerán en función del valor que sean capaces de crear que, al ser un sector muy maduro y competitivo no puede ser superior al crecimiento de la economía (2-3-5%). Las cotizaciones subirán o bajarán temporalmente, la bolsa hace lo que quiere, pero al final, los valores se impondrán y los bancos ya han hecho lo que podían hacer.
Con buenas previsiones, se pueden tomar buenas decisiones:
En el caso de ACS tengo la ventaja de lo que decía Peter Lych, mi conocimiento del sector se remonta a 1980 y he desarrollado muchas funciones en varias empresas, desde peón de albañil hasta Director de Planificación y Auditoría Interna que venía a ser una especie de adjunto al Director General. Habiendo trabajado en constructoras pequeñas, medianas y grandes.
El conocimiento del negocio, lleva a minimizar el riesgo y a veces tomas decisiones de inversión aparentemente muy arriesgadas, pero en realidad son totalmente racionales.
En inversión, el mejor seguro contra el riesgo es el conocimiento.
La inversión en ACS la inicio con una compra a 16,22€/Acc el día 25 de marzo de 2020. En aquellos días, el mundo estaba llegando a su fin y mientras tanto yo estaba comprando ACS. Posteriormente he ido comprando y/o vendiendo, no según la cotización, sino según mis necesidades.
Ha habido compras a 24,35€ el 20/6/2022 a 31,47€ el 5/5/2023 y otras varias, siendo la última el 8/7/2025 a 56,30€. Ventas ha habido a 24,52€ el 9/11/2020, a 24,65€ el 4/5/2022 a 26,24€ el 14/11/2022 y la última el 6/11/2023 a 33,40€.
Estas compras y ventas están tomadas aleatoriamente de entre las operaciones realizadas.
Hay momentos en que quieres invertir en otra empresa o en otro negocio si veo alguna oportunidad, el efectivo, en estos casos, lo obtengo desinvirtiendo. Para ello, selecciono una o varias empresas de la cartera (mi cartera nunca ha tenido más de 7-8 empresas) y vendo una parte de la empresa o empresas que creo conveniente en función de sus potenciales. Tengo que vender para obtener liquidez pues, nunca invierto a crédito, aunque hubo un tiempo con tipos prácticamente cero que lo hice de forma excepcional. También hay momentos en qué, por una desinversión en alguna empresa, o en algún negocio, me entra liquidez que invierto inmediatamente. No estoy nunca con caja, siempre invertido. Esto suele suceder cuando vendo algún inmueble y, en este caso, también reparto las inversiones según los potenciales de las empresas de la cartera. Las inversiones en inmuebles serán mejores o peores, pero cuando se produce una desinversión suele aportar a la cartera de RV cantidades relativamente importantes.
Con todo, llegamos al día de hoy 14/11/2025 habiendo transcurrido 2.060 días o 5,64 años invertido en ACS y con la cotización en 77,90€/Acc.
Con buenas decisiones, se pueden obtener buenos rendimientos:
La medición de las inversiones es muy importante. No se trata solo de saber lo que ganas o pierdes, se trata de seguir las previsiones para ver si la empresa se comporta conforme esperabas.
Utilizo muchas métricas de rendimiento, creo que la frase “dime como mides y te diré como gestionas” es totalmente cierta. Es muy importante medir bien, para tomar decisiones correctas. Algún día publicaré algo al respecto.
La rentabilidad total de ACS alcanza un 404,89% (x5) y un 33,23% anualizada durante los 5,6 años.
La rentabilidad materializada (ya vendido) asciende al +77,67% y +10,72% anualizada. La rentabilidad latente es del +327,23% y +29,34% anualizada.
Los gastos a origen menos los dividendos cobrados ascienden a -0,52%. ACS paga dividendos en Scrip y como normalmente voy siempre a acciones y apenas cobro los picos, no compensa los gastos.
El precio medio de compra es de 33,76€/Acc. No utilizo el FIFO como hace Hacienda porque con este método, las ventas afectan al precio de compra y eso, aunque al final es lo mismo, pierdo las referencias de los precios de compra.
El potencial actual es del -11,7% y ya he comentado antes, en este mismo post que, de momento, no me preocupa.
Los fondos comprometidos por acción actual ascienden a 23,77€/Acc y significa que ese es el dinero que ahora mismo tengo en riesgo (no recuperado) por cada acción de ACS.
El riesgo de precio sobre valor contable es de 7,38€/Acc. Si cae el precio, aunque se trate de una caída muy fuerte, normalmente no debería caer más que el valor contable (18,50€/Acc) y esos 7,38€ sería mi riesgo total. Aunque es algo que se cumple en la bolsa española con las cotizaciones del conjunto de las empresas cotizadas, se trata de números grandes y no tiene por qué cumplirse en una empresa concreta, sin embargo, lo utilizo como referencia para calcular el riesgo de la inversión.
Y eso es todo por hoy. Espero que el post haya sido de utilidad.
Saludos
José Manuel Durbá