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Lo que necesitas saber sobre la renta fija (II) Usar como referencia las rentabilidades históricas es muy mala idea

El título del artículo no es sólo una afirmación personal. Viene avalada por los reguladores de los mercados, que obligan a introducir en la información sobre inversiones financieras coletillas del tipo “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras” con la misma buena intención que los reguladores de la salud pública obligan a introducir en las cajetillas de tabaco avisos sobre los riesgos de fumar para la salud. 

Cabe añadir que con la misma ausencia de resultados prácticos. A pesar de los avisos la gente sigue fumando e invirtiendo a partir de las rentabilidades históricas, con el consiguiente perjuicio para su salud corporal en un caso y para su salud financiera en el otro.

En este artículo vamos a explicar en detalle porqué las rentabilidades históricas son un dato poco relevante en el mejor de los casos y peligrosamente engañoso en el peor. Y el procedimiento para ello nos permitirá conocer un importante concepto, la TIR, que contribuirán en unión de otros que veremos más adelante a desarrollar una metodología para evaluar nuestras inversiones en renta fija. Que no es otra que la que usan los profesionales, no estoy inventando nada, y por ello conociéndola seremos capaces de evaluar críticamente su desempeño.

TIR es el acrónimo de la expresión Tasa Interna de Retorno. Es un concepto de capital importancia porque que permite medir la rentabilidad de una inversión teniendo en cuenta, además de la diferencia entre el total pagado y el total recibido, el plazo de cada uno de los pagos y cobros realizados en ella

Ya hemos hablado de la TIR, mostrando su aplicación práctica para medir la rentabilidad en el sistema DCA123. 

Para calcular la TIR de un bono la metodología es distinta. 

En DCA123 conocemos el valor liquidativo de nuestra inversión en la actualidad y los pagos que realizamos en el pasado, así que tenemos que calcular la tasa de interés que aplicada a esos pagos pasados obtiene el valor actual. 

En cambio, en un bono conocemos una serie de ingresos futuros y el tipo de interés que queremos obtener (determinado por el mercado como una referencia para bonos de igual plazo y calidad crediticia) y queremos saber cuál es el precio que hemos de pagar para obtener dicha rentabilidad.

Supongamos un bono a 10 años de 100.000 de valor nominal y cupón anual del 4%. Para calcular el precio actual del bono, hemos de calcular la cantidad a la que aplicando el tipo de interés de mercado sea igual a la suma de los cobros que vamos a recibir mediante los cupones y la devolución del principal. 

La fórmula para calcularlo parte de la fórmula base del interés compuesto que todo inversor ha de tener tatuada a fuego en su cerebro:

Vf=Va*(1+i)^n

Vf Valor futuro de la inversión al plazo y tipo aplicados; 

Va Valor de la inversión en el momento actual; 

i Tipo de interés expresado en tanto por uno (4% se expresa como 0,04); 

n Plazo de la inversión expresado en número de años.

Como lo que queremos es conocer el valor actual, que sería el precio de mercado del bono en el momento presente, lo despejamos en la fórmula

Va=Vf/(1+i)^n

Por ejemplo, si el cupón es del 4% y el plazo es de 1 año, recibiremos dentro de un año 4.000 euros. ¿Cuál es la cantidad que colocada a un año nos dará 4.000 euros? 3.846,15 euros que colocados al 4% se convertirán en 4.000 al cabo de un año. A dos y reinvirtiendo los intereses del primer año serían 3.698,22, y así sucesivamente.

Este procedimiento se llama descuento de flujos porque descontamos de la cantidad que recibiremos en el futuro los intereses que queremos cobrar.  Tiene varias aplicaciones en el mundo de las finanzas por lo que se a menudo oiréis a los “expertos” hablar de descuento de flujos.

En la siguiente tabla hemos descontado los flujos que recibiremos por nuestro bono a 10 años

El total de flujos descontados suma 100.000 euros, luego el precio del bono es de 100.000 euros. Es lógico que sea así, porque cupón y TIR coinciden, de hecho, el hacer el descuento de flujos para este supuesto concreto nos permite verificar que el diseño de la tabla es correcto. 

Así que el precio del bono es del 100%, porque en el mercado de renta fija el precio se expresa en porcentaje del valor de mercado respecto al nominal de la emisión, en este caso 100.000 (valor de mercado de la emisión)/100.000 (nominal de la emisión)*100

A estas alturas os estaréis preguntando: Vale Enrique, esta clase de matemáticas financieras está muy bien y es muy instructiva, pero qué tiene que ver con tu afirmación sobre la no validez de las rentabilidades históricas. Ahora vamos a ello.

Supongamos un fondo de inversión cuyo único activo es el bono del ejemplo. Inicialmente, el fondo compra los bonos en el momento de su emisión al 100% y fija el valor de la participación en 100. El fondo tiene unos gastos anuales entre comisiones y otros conceptos del 1,5%

Transcurre un año, el fondo cobra el cupón y ahora tiene por cada bono en cartera 4.000 euros en efectivo y un bono a 9 años. Para este plazo y nivel de solvencia del emisor, el mercado está demandando que el tipo sea el 3%. En la siguiente tabla calculamos el valor de mercado

Como podemos apreciar, al ser menor la TIR que el cupón, el valor actual de los flujos futuros es mayor que el nominal de la emisión.

Al haber bajado el tipo de descuento estamos descontando menos, porque cuando la TIR baja el valor actual de los flujos futuros se incrementa y en consecuencia el precio de mercado sube.

¿Cuál sería el valor liquidativo del fondo? La suma del efectivo y el valor de mercado del bono. El fondo tendrá en ese momento alrededor de 2.500 euros en efectivo (4.000 del cupón menos alrededor de 1.500 de comisiones y gastos) más un bono valorado aproximadamente en 107.790 euros. El valor liquidativo de una participación sería de 110,29, 2,50 en efectivo y 107,79 del valor de mercado del bono. Así que el fondo ha obtenido una rentabilidad anual del 10,29%. 
 
Como regla general, la bajada de la TIR dependerá en parte del menor plazo, porque los tipos tienden a disminuir con el plazo formando la llamada “curva de tipos” (en futuras entregas profundizaremos en este concepto). 

Pero una bajada tan acusada normalmente será consecuencia, o bien de previas bajadas de tipos a corto plazo, o bien de expectativas de una próxima bajada (en el ejemplo suponemos estable la calidad crediticia del emisor que sería otro factor que influye en la variación del tipo de mercado).

Supongamos el clásico inversor muy conservador y de baja cultura financiera que se ha limitado a abrir depósitos y renovarlos en un entorno de tipos estables. En la renovación, el banco le anuncia una bajada de tipos con el consiguiente disgusto. Ante sus quejas, el solícito empleado bancario le muestra triunfante el fondo de nuestro ejemplo, diseñado por el banco y que tras descontar un 1,5% en comisiones y gastos (algo que no dice) ha ganado un 10,29% en un año. Una vez aclarado que se trata de una inversión muy segura (entendiendo por segura la solvencia del emisor, en este aspecto vamos a suponer en nuestro ejemplo que no se miente), el confiando inversor no puede resistirse al chollo y suscribe el fondo.

Transcurre otro año en donde hay un giro copernicano en el entorno de tipos, con el resultado que ahora el mercado le pide a nuestro bono a 8 años una rentabilidad del 5%. Este es el efecto sobre su precio. 
 
¡El bono ha sufrido una caída interanual de 93,54/107,79-1=-13,22%! Ello se debe a que cuando la TIR sube, el precio de mercado de los bonos baja. El razonamiento es el inverso al que hicimos para explicar la subida del precio de mercado cuando bajaba la TIR. En esencia, nuestro bono vale ahora menos porque estamos aplicando más descuento en los flujos que vamos a recibir en el futuro.

Nuestro querido fondo tendría un efectivo u otros activos por valor de aproximadamente 5.100 euros, resultado de añadir a los 2.500 euros de cupón neto de gastos del fondo durante dos años unos 100 euros de reinversión del efectivo al cierre anterior. A ello hay que sumar un bono valorado aproximadamente en 93.540. 

Así que su valor liquidativo es ahora de 98,64. Los que suscribieron el fondo en el momento de su lanzamiento están en negativo al cabo de dos años y preguntándose si no habría sido mejor abrir los depósitos de toda la vida. Efectivamente, habría sido mejor.

Pero quien está verdaderamente furioso es el incauto que suscribió hace un año a 110,29 y que ha encajado una pérdida del 10,56% (el cupón ha compensado parcialmente la caída de precio del bono y lo habría compensado más si las comisiones del fondo fueran menos abusivas). Y pide explicaciones a su asesor bancario. 

El bancario le explica que los tipos han subido. Ello provoca el consiguiente incremento de la furia acompañado de un gran desconcierto ante la paradoja de una caída de precios consecuencia al parecer de un aumento de la rentabilidad. ¿Cómo se come eso? Si la rentabilidad sube, el bono debería valer más…

El atribulado empleado intenta explicarle, a grandes rasgos, lo que aquí hemos mostrado en detalle. El inversor más o menos lo entiende; o no lo entiende pero no le queda más remedio que asumir el que esto es lo que hay y que no se va a resolver por muchas vueltas que se le dé, el mal está hecho.

Si ha logrado entenderlo, le surge una nueva duda

-         Vale, ya entiendo porqué el precio ha caído tras subir los tipos, pero no la razón de una caída tan brutal. Sabemos que esto puede pasar con la bolsa, pero la renta fija debería ser mucho más estable.

El empleado suspira mentalmente (otro concepto esotérico que hay que explicar) y le responde

-         Es que la duración de la cartera del fondo es muy alta.

Y esto de la “duración” le suena a chino al inversor, al igual que os sonará a la gran mayoría de vosotros. Pero tranquilos que en el próximo artículo traduciremos el chino a castellano cervantino y quedará perfectamente aclarada la razón de la volatilidad de la renta fija. 

Y no sólo eso, sino que además dispondremos una simple regla heurística para evaluar la volatilidad potencial de un activo de renta fija sin necesidad de hacer los complejos cálculos que hemos mostrado en este artículo.

Y a modo de bonus, se entenderá la razón de la brutal revalorización del misterioso activo del que hablamos en la entrada anterior, que no me olvidado de él, en la próxima entrega se aclarará el misterio. 
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  1. en respuesta a Enrique Gallego
    -
    #8
    24/10/23 11:29
    hola

    estoy totalmente entusiasmado con tus artículos y lo que me queda por aprender, 

    sería posible tener acceso a estas exceles?

    Gracias de antemano
  2. en respuesta a Enrique Gallego
    -
    #7
    14/11/21 00:01
    Es un libro relativamente reciente (2017) escrito en un lenguaje de fácil comprensión cuyo objetivo es que el lector tenga las nociones básicas de lo que son y lo que se negocia en los mercados monetarios y de renta fija, para valorar qué riesgos se asumen y qué rentabilidades se pueden obtener.
    Uno de los autores(tiene 3) es el profesor Xavier Puig, del cual se pueden encontrar videos muy didácticos sobre finanzas en YouTube.

    Saludos'
  3. en respuesta a Renon
    -
    #6
    13/11/21 13:53
    No lo conozco y no sé si será el caso, pero los libros escritos hace años tienen el inconveniente de que cuando abordan el diseño de políticas de inversión y en especial de asignación de activos no están teniendo en cuenta el cambio de paradigma que ha supuesto la intervención de los bancos centrales en los mercados. En este aspecto están obsoletos y pueden perjudicar más que beneficiar a un lector poco experto que se los tome al pie de la letra.

    La parte que mantiene su validez es la descripción del aparataje conceptual y matemático que determina el precio de los valores de renta fija (TIR, duración) a partir de los datos económicos (política de tipos, prima de riesgo). El problema ahí reside en su lenguaje oscuro que constituye una barrera para el aprendizaje. Lo que estoy intentando es iluminar al máximo posible esa oscuridad. 
  4. #5
    11/11/21 19:46
    La renta fija actual es posiblemente la peor inversion ex ante de la historia. Promete unas rentabilidades reales muy negativas en la mayor parte de emisiones actuales. A no ser que hubiese un shock deflacionario monumental garantizan perdidas considerables.
  5. #4
    11/11/21 18:05
    Gracias Enrique por estos post de renta fija. Me gustaría recomendar para complementar tus enseñanzas el libro: Comprender la inversión en renta fija a corto y largo plazo de la editorial Profit.

    Un saludo'
  6. en respuesta a AbuelitoDimeTú
    -
    #3
    11/11/21 14:17
    Estoy estudiando la forma de enlazar con mi nube privada. Si no es problemático mandaré un enlace de acceso a los suscriptores.
  7. Top 25
    #2
    11/11/21 12:22
    El banco no es tu amigo, jajaja! Incluso cuando suponemos que no miente, el pobre pardillo seguro que no esperaba que "una inversión muy segura" pudiera caer un 10% en un año, no le explicaron que era segura sólo si se llevaba a vencimiento... porque claro, si lo explican, entonces venden menos fondos, no llegan a su cuota, y no tienen bonus. Básicamente, su trabajo es "colártela".
  8. Top 100
    #1
    11/11/21 11:07
    Muchas gracias Enrique por la aportación que estás haciendo sobre Renta Fija! 

    Tienes algún sitio, donde se puedan descargar los excel que utilizas como ejemplos?