Buenos días, solo deciros que ya se acerca el día del juicio, por fin.
Aunque imagino que, como a todos los que os hayáis visto en la misma tesitura, mis sensaciones son contrapuestas.
Por un lado la necesidad y las ganas de que todo esto termine con una sentencia favorable, y por otro el saber que cabe la posibilidad de que no sea así.
Si se diera este último caso, como ya comenté, voy a recurrir. Pero eso no obsta a que uno piense en Sísifo: otra vez partiendo no desde cero, pero sí desde bastante atrás (tiempo, desgaste emocional, salud, dinero, nuevos informes...).
En fin, este martes me enfrento al leviatán, en su versión bíblica y filosófica (hobbes).
Ya os contaré a ver que tal ha ido la cosa. Sé que la ley dice que es 1 mes lo que en teoría tarda en salir la sentencia, aunque también sé que ese plazo puede demorarse. Espero que la cosa no pase de los 3 meses y no me pille el inhábil mes de agosto por medio.
No creo que me tome ningún ansiolítico, estoy bastante tranquilo, aunque tampoco quiero ir a pecho descubierto y me llevaré mi frasquito de rivotril por si las moscas.
Saludos desde la calma que precede a la tempestad (y espero que a la victoria)
Santi