Buenas tardes. Nueva actualización mensual de mi cartera al cierre de marzo, ahora que tengo ya todos los VL. +0,7% en marzo, +3,6% en el año, -4,8% acumulado 2022-2023. Recuperando poco a poco las pérdidas, que alcanzaron un máximo del 8% (tomando cierres mensuales) al final de 2022 (muy dentro de mi margen de tolerancia).
En rojo cerró en marzo el compartimento de renta variable estable (-0,9%), sesgado desde hace doce meses, como sabéis, hacia small cap value, segmento que tuvo bastante mal desempeño este mes. En el lado contrario, el protagonista positivo fue el oro, con una revalorización (en euros) del 5,7%. Por su parte, las mineras (única inversión de la cartera móvil actualmente) subieron un 1,5%, aunque gracias a que llevo la versión cubierta, porque la versión sin cubrir perdió un 0,6%. Parece que no fue mala decisión salirme del dólar.
Aunque puede parecer que el horizonte se va despejando, sigo de momento en modo defensivo, sin nuevas inversiones para abril. Ciertamente, mi visión del panorama económico y bursátil no es tan optimista como la de
@moclano y se acerca bastante más a la de
@quark1, pero eso no determina de por sí la posición de mi cartera. También tenía una situación de alerta a finales de 2021 (como comenté aquí entonces) y no por ello modifiqué la composición de la cartera hasta el primer trimestre de 2022, cuando se iniciaron las caídas. No trato de anticipar acontecimientos; reacciono ante ellos cuando se producen. Lo que ocurre es que la reacción es diferente según el contexto. A principios de 2022 la situación indicaba que había que tomarse en serio la caída, así que cerré la mayor parte de mis posiciones en renta variable cuando empezó la misma. Actualmente diría que patinamos sobre hielo fino y que conviene proceder con cautela. Pero no me cierro a reinvertir en breve en renta variable si el viento sigue soplando en esa dirección. Como digo, no invierto según lo que creo, sino según lo que veo. Y lo que veo (o he visto) en la subida bursátil de marzo es mucha dispersión interna, que es un aspecto en el que me fijo mucho para tomar el pulso a los mercados (y el que me alertó, como comenté, a finales de 2021).
* En Estados Unidos, el S&P 500 subió un 3,5% (todo en la última semana, dicho sea de paso), pero el Value Line Geometric (índice mucho más amplio, equiponderado y computado con la media geométrica que penaliza la dispersión) bajó un 2,4% y el índice Russell 2000 de compañías de pequeña capitalización bajó un 5%..
* En Europa, el EuroStoxx 50 subió un 1,8%, mientras que el EuroStoxx completo (no sólo las 50 mayores) subió sólo un 0,3% y las pequeñas (EuroStoxx Small) bajaron un 3%. De los 19 sectores (ellos los llaman “industrias”) en que se distribuye el EuroStoxx, 10 subieron y 9 bajaron.
* En el MSCI World se aprecia la misma dispersión. Subieron (y bastante) las compañías growth de capitalización grande, pero bajaron las growth de capitalización pequeña y las value, tanto grandes como pequeñas.
Todo ello combinado con una curva de tipos invertida que no se endereza y un comportamiento muy “huidizo” de los inversores en las bajadas del mes, que venían acompañadas de fuertes subidas del oro, me hacen mantenerme, como digo, muy cauteloso y a la espera. Iremos viendo.