Buenas tardes. Actualizo los datos de mi cartera: -1,5% en el mes, +3,0% en el año, -5,4% en el acumulado 2022-2023.
Batacazo en toda regla. Me cayó en septiembre tanto la renta variable como el oro. En renta variable cayeron menos los emergentes (que no llevo) que los desarrollados y, dentro de estos, los que más cayeron fueron los small cap growth y los que menos los large cap value. Entre medias los large cap growth y los small cap value, que son las dos “patas” que, junto con los indexados, forman mi cartera estable.
En la cartera móvil registraron pérdidas en el mes tanto la mitad invertida en el S&P 500 con cobertura de divisa (-4,9%) como la mitad a la que le quité la cobertura a mediados de mes (-4,1%), así como la inversión (media posición) que llevo en en EuroStoxx 50 (-2,6%). Con lo cual todas estas posiciones se me van a negativo en mayor o menor medida y la cartera en su conjunto (estable + móvil) vuelve al punto en que quedó al cierre de febrero (un poquito por encima ahora).
Para este mes de octubre he cursado ya órdenes para quitar la cobertura de divisa a los fondos en los que aún la tenía, es decir, el Seilern World Growth y la mitad que me quedaba en el S&P 500 en la cartera móvil.
De momento no hago nada más. Me da cierta esperanza el hecho de que el S&P 500 me parece muy comprimido abajo y podría tener al menos un rebote para aliviar. Pero esto es simplemente una reflexión que hago, no el motivo para no cerrar posiciones. Las cerraré en cuanto perciba un cambio de tendencia (reanudación del mercado bajista), lo cual en el caso del EuroStoxx 50 no está muy lejos.
En la cartera estable, mis alertas siguen activas, por lo que mantengo la inversión en renta variable en aproximadamente dos tercios de lo que sería su situación normal y sigo a la espera para completar la reinversión de lo que saqué a principios del año pasado. No me queda otra que ejercitar la paciencia.
Saludos y suerte.