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El juego de los brokers: Una historia de venganza y trampa en el mundo del trading

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El juego de los brokers: Una historia de venganza y trampa en el mundo del trading
El juego de los brokers: Una historia de venganza y trampa en el mundo del trading
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El juego de los brokers: Capítulo 57: Las piezas del tablero

La verdad no cae como un rayo. Se va desenrollando como un hilo.
Y cuando crees que ya lo has tirado todo... descubres que solo habías desatado el nudo más visible. Gabriel, Luis y Marcos se reunieron en un piso franco de Viena.
Sin teléfonos. Sin ordenadores. Solo una pared blanca, un mapa en papel, y fotografías impresas.

Cada ficha tenía un nombre. Un rostro. Un rol.

1. Dragomir: El rostro de la mentira 
  • Broker de fachada de OrionTrade24.
  • Confesó en una videollamada grabada y certificada.
  • Recibía comisiones del 5% al 9% por mover dinero hacia estructuras offshore.
  • Figura visible… pero no el cerebro.

2. Brigard & Langner: Los notarios de la oscuridad 
  • Bufete con sede en Bruselas y medallas de la UE.
  • Firmaban documentos clave para legitimar la red: actas de sociedades, licencias falsas, informes de solvencia.
  • Demandaron a periodistas, intentaron borrar pruebas.
  • Fueron expuestos tras el informe Kassandra.

3. Las Entidades Intermediarias 
  • Despachos legales en Letonia, Chipre, Malta y Luxemburgo.
  • Bancos que “no sabían” pero nunca preguntaron.
  • Plataformas de pago que validaban depósitos… y cerraban los ojos.
  • Un intermediario arrestado en Lituania reveló conexiones con pasaportes falsos y trusts en islas remotas.

4. El Whistleblower de Riga 
  • Funcionario medio de la autoridad financiera báltica.
  • Filtró documentos que demostraban inacción deliberada por parte de los reguladores.
  • Protegido por los tres protagonistas, publicó todo en una web espejo islandesa.
  • Su evidencia fue clave para que la eurodiputada se sumara al caso.

5. La eurodiputada verde 
  • Pérdida personal por una estafa previa.
  • Recibió el informe Kassandra y lo llevó al Parlamento Europeo.
  • Presionada por dentro… pero todavía en juego.

6. Las víctimas 
  • Profesores. Ahorradores. Jubilados.
  • Historias individuales que se conectaron gracias a The Orion Map: un mapa interactivo para visibilizar el alcance real del fraude.
  • Más de 2.000 casos en 48 horas.
  • Hicieron imposible ignorar lo que muchos sabían pero nadie decía.

7. Los cómplices silenciosos
 
  • Medios que bajaron noticias.
  • Canales que cancelaron entrevistas.
  • Políticos que empezaron a “dudar” cuando el mapa mostró apellidos incómodos.

Y ahora… C.I.E. Capital Investment Europe.
Una entidad con sede en Luxemburgo, fachada respetable, oficinas con mármol y moqueta.
Pero al revisar las estructuras de propiedad, todo lleva de vuelta a lo mismo:
NovaInvestMarkets, la nueva piel del monstruo.
Registrada hace solo 11 días.
Mismos patrones. Mismo beneficiario.
Mismo fraude… con traje nuevo.

Gabriel lo resume así:
—“Hemos arrancado la máscara. Pero aún no hemos tocado la mano que la sostenía.” Marcos reparte nuevas carpetas.
Luis saca un diagrama con líneas rojas, verdes y negras.
Y una sola palabra en el centro: C.I.E. 

—“Aquí es donde se esconde la cabeza.
Y aquí es donde vamos a ir.” 

Continuará...
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El juego de los brokers: Capítulo 58: El nombre del fantasma

"Trabajo en C.I.E. Vi su mapa.
No sabían ni la mitad.
Si puedo salir de aquí con seguridad, les doy el resto." 

Había enviado ese mensaje cifrado al buzón anónimo que usaban para contactar con potenciales informantes.

No firmó con su nombre. No dijo su cargo.
Solo dejó una huella: una imagen de una minuta de consejo de administración con marcas rojas.
Suficiente para entender que no estaba mintiendo.
Suficiente para saber que estaba dentro. 

Ella era la pieza que faltaba.
Y también la más frágil. 

— 

Su nombre era Elena Vassileiou.
Abogada griega, 36 años, parte del equipo legal interno de Capital Investment Europe.
Oficialmente, responsable de compliance.
Extraoficialmente, testigo silenciosa de una estructura de poder que no estaba en los organigramas. 

Los tres se reunieron con ella en un piso protegido en Estrasburgo. 

—¿Por qué ahora? 

—Porque he visto cosas que no se borran.
Porque han empezado a tapar huellas.
Y porque sé que ustedes ya tienen a Dragomir… pero se equivocan si creen que eso acaba la historia. 

Gabriel se adelantó: 

—¿Quieres decir que no es el jefe? 

—¿Dragomir? No.
Era valioso. Tenía carisma. Sabía moverse entre brokers, intercambios, blanqueadores.
Pero era una pieza.
Un gestor de fachada con licencia para ser visible.
Nunca fue quien diseñó esto. 

Abrió su mochila y colocó cuatro carpetas numeradas: 

1. Actas del Consejo
Fechas, firmas digitales, decisiones opacas.
Una constante: presencias fantasma en las reuniones.
Personas que hablaban, sugerían, dirigían… pero nunca quedaban registradas formalmente. 

—Había un grupo que no firmaba. No votaba. Solo influía.
Lo llamaban “el Comité de Supervisión Externa”.
Nunca vi sus nombres. Solo siglas. 

2. Contratos de asesoría
Firmados desde paraísos fiscales por Dragomir, sí.
Pero también por otros apoderados.
Uno en particular: N.D.
—Siempre aparecía como “coordinador de operaciones” en las estructuras donde Dragomir figuraba.
—¿Quién es? —preguntó Luis.
—No lo sé. Pero Dragomir respondía ante él. Siempre. 

3. Presentaciones internas
Algunas con lenguaje tan técnico que solo un insider de banca estructurada las entendería.
Pero había una anotación manuscrita que destacaba:
“Validado por N.D. – circular solo con el círculo interno. No archivar en red.” 

4. La matriz de control
Un Excel.
Filiales. Cuentas. Flujos.
Y una leyenda al pie:
"El beneficiario formal no equivale al beneficiario efectivo.
Coordinación final: C.G.

—¿Quién es C.G.? —preguntó Gabriel.
 Elena bajó la voz: 

—Nadie en la empresa lo ha visto en persona.
Pero Dragomir lo mencionó una vez, borracho, en una cena con traders.
Lo llamó "el Contable de Dios"

Silencio.
Ese apodo no estaba en ninguna base de datos.
Pero lo decía todo. 

Ahora lo entendían:
Dragomir era un puente.
Entre el mundo real y el sistema oculto.
El rostro visible que podía caer, sin que la cabeza se viera comprometida

Y el rastro conducía a dos siglas:
N.D. – el coordinador.
C.G. – el contable. 

El juego no había terminado.
Solo acababan de ver el tablero completo. 

Continuará...