Hace un par de años los grandes prebostes de la banca española se reunieron en secreto convocados por la AEB (Asociación Española de Banca) para tratar sobre el resultado del estudio jurídico que se le había encargado a los mejores juristas del país.
Y cuando esta gente contrata la asesoría de grandes juristas no es como cuando Soraya Sáenz de Santa María convoca reuniones con sus compañeros de la abogacía del Estado, que más que reuniones de brainstorming se parecen más a "la cena de los idiotas", a tenor del estado actual de sus asuntos.
No, los señores de la banca, acojonados por el cariz de los acontecimientos que se estaban produciendo en las instancias judiciales, le preguntaron a los mejores juristas de España si podría llegar a darse el caso de tener que pagarle intereses a sus deudores hipotecarios en el caso de que los tipos de interés bajaran lo suficiente por debajo de cero.
Pregunta absurda pues... ¿cómo podría ser posible que las entidades financieras acabaran teniendo que pagar intereses a sus deudores por los créditos de éstos?
¿Os lo imagináis? Te presto doscientos mil euros a un interés del Euribor + 0,25% y como el Euribor está en el -1%, el resultado es que te tengo que pagar un interés del 0,75%.
Absurdo...
Pues no tan absurdo, pues la conclusión de los juristas consultados es que ellos no creían que con la legislación actual pudiera suceder tal cosa, pero que no ponían la mano en el fuego a que con el ambiente actual del "todos contra la banca" no pudiera acabar sucediendo lo que ahora parecía inconcebible.
Conclusión, que para curarse en salud y para que los listillos que vemos en los telediarios lloriqueando que sus bancos les pusieron pistolas en el pecho para que firmaran sus hipotecas sin haberlas leído y sin saber lo que estaban firmando, desde entonces para que te den un crédito hipotecario tienes que escribir previamente de tu puño y letra el siguiente texto:
Soy conocedor de que mi préstamo hipotecario establece limitaciones del 0,00% como mínimo a la variabilidad del tipo de interés; además, he sido advertido por la entidad prestamista y por el notario actuante, cada uno dentro de su ámbito de actuación, de los posibles riesgos del contrato y, en particular, de que el tipo de interés de mi préstamo, a pesar de ser variable, nunca se beneficiará de descensos del tipo de interés aplicable por debajo del cero (0,00); por lo que en ningún caso podrán devengarse intereses a mi favor.
¿No os parece vergonzoso?
A este bochorno nos trae el empeño de algunos jueces demagogos que se han empeñado en demoler el antaño robusto sistema hipotecario español.
Y cuando estoy a punto de dar por concluidas estas líneas me entero de que otro juez de quinta acaba de echar por tierra el aval que unos padres hicieron sobre el crédito de su hijo.
El argumento del juez es para enmarcarlo:
(...) los avalistas no fueron informados por parte del banco de manera suficiente de las consecuencias que tenía lo que estaban firmando.
Y yo me pregunto...
¿Para qué cojones sirve el Código Civil?