Mientras Europa languidece perdiendo cada vez más importancia a nivel mundial en todos los aspectos, España todavía más y se enfrenta a un oscuro panorama económico, financiero y social durante 2012 y 2013, en plena pura y dura recesión económica, siendo imposible de todo punto crecer económicamente a niveles adecuados.
Existe cierto consenso entre los analistas y expertos en considerar la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, enraizada en la desconfianza en los mercados de crédito, como el origen de la crisis global y de todas sus posteriores secuelas e interacciones. El verano de 2007 arrancó con Bearn Stearns anunciando al otro lado del Atlántico la quiebra de dos de sus