Acceder

El Fondo Monetario Internacional se planteó en julio de 1944 en una conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Bretton Woods (Estados Unidos), cuando los representantes de 44 gobiernos acordaron establecer un marco de cooperación económica destinado a evitar que se repitieran los círculos viciosos de devaluaciones competitivas que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años treinta. Forma parte de los organismos especializados de las Naciones Unidas, siendo una organización intergubernamental que cuenta con 187 miembros.

Cada país tiene un determinado poder de voto dentro del organismo, dependiendo de el tamaño de su economía, cuenta corriente, reservas internacionales y otras variables económicas. Las decisiones se toman con una mayoría cualificada de 70%, aunque algunas decisiones (16 de 40) se toman con una mayoría cualificada de 85%. Dado que Estados Unidos posee un 16.74%, el sistema le otorga un poder de veto sobre las decisiones tomadas por el organismo financiero. Luego ya sabemos quien manda en el FMI. Además, los representantes de los países ricos en el FMI responden a intereses muy estrechos en sus países, principalmente los sectores empresariales y financieros. El FMI no está abierto a la participación pública, ni siquiera de los ciudadanos de los países ricos, mucho menos de los de los países en desarrollo. En cambio sí que se presta a escuchar a los poderes empesariales y financieros de los países ricos.

Sede del FMI en Washington

Se supone que el papel predominante del FMI consiste en la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza. Al menos eso rezan sus estatutos. Para cumplir con esos principios, y otros que se les han ido añadiendo en el tiempo, el FMI se vale de la concesión de préstamos, principalmente a los Estados de países miembros afectados por problemas efectivos o potenciales de balanza de pagos. Se supone que esta asistencia financiera ayuda a los países en sus esfuerzos para reconstituir sus reservas internacionales, estabilizar su moneda, seguir pagando sus importaciones y restablecer las condiciones para un firme crecimiento económico, al tiempo que toman las medidas necesarias para corregir problemas subyacentes.

Visto así, parece que el FMI es una institución eminentemente beneficiosa dependiente de la ONU que se encarga de que los países del mundo no pasen apuros económicos muy graves. Solidaridad internacional en forma de asistencia financiera en estado puro, ¿no?

Sin embargo, las políticas del FMI han sido severamente criticadas precisamente como causantes de recesión en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, economista jefe nada menos que del Banco Mundial de 1997 a 2000 y Premio Nobel de Economía 2001.

Por ejemplo, en los años 80, cuando llegó la crisis de la deuda de los países del Sur, el FMI colaboró con el Banco Mundial para imponerles las políticas de ajuste estructural. Se obligó a los países endeudados a devaluar sus monedas, reducir sus subsidios para alimentos básicos, elevar las tasas de interés, reducir sus regulaciones de la inversión, reducir o eliminar servicios públicos, bajar sus aranceles, y reducir sus presupuestos, todo con el objetivo de reorientar las economías de los países hacia la exportación. Por ejemplo, el FMI obligó al gobierno de Tanzania a cobrar por consultas en hospitales y por aceptar niños a las escuelas. Como consecuencia, las consultas en los hospitales cayeron en un 53% y la tasa de analfabetismo creció de forma dramática. Durante la década de los 90, el FMI continuó con sus políticas, a pesar de sus consecuencias desastrosas durante los años anteriores. Respondió a una serie de crisis financieras en México, Asia del Este, Rusia, Brasil, y Corea del Sur con las mismas estrategias fracasadas. Continuó imponiendo políticas de ajuste estructural a los países en crisis, las cuales no solamente provocaron catástrofes sociales, sino que empeoraron las mismas crisis que pretendían combatir.

Esta fase del FMI se conoce como fase neoliberal, y a mi juicio aún no ha terminado. Se trata de un modus operandi que aplica una prescripción casi idéntica, y poco eficaz, a países cuyas circunstancias económicas son muy diferentes, sin prestar atención a esas diferencias, cuestión aparte de que desaparece una buena parte de la soberanía nacional, pues se transfieren las decisiones económicas desde la capital nacional a la sede del FMI en Washington. Por si fuera poco, el organismo parece ignorar las consecuencias sociales de sus políticas, sobre todo para la gente más pobre, las mujeres y los niños. El organismo aplica siempre un mismo credo sea cual sea la circunstancia o el país que analiza: recorte de gastos públicos, privatizaciones, liberalización de servicios, desregulación financiera, libertad de movimiento para los capitales, apertura de puertas al capital extranjero... siempre lo mismo, siempre el viejo credo liberal, sea cual sea la gravedad de los problemas que origina su aplicación.

Entonces, ¿por qué interviene el FMI en las propuestas de rescate europeas? ¿realmente se le necesita?

El FMI está controlado por el gobierno de los Estados Unidos. La crisis de deuda europea es jaleada por los anglosajones, primos de los estadounidenses, y el principal producto que se vende para asegurarse contra el miedo a una crisis de deuda (los famosos Credit Default Swaps o CDS) son vendidos precisamente por la banca especializada de la Costa Este de ese país. Una banca que, vaya casualidad, ha tenido empleados ilustres, mal llamados tecnócratas, que son ahora gobernantes o ministros de algún país europeo en apuros: Mario Monti en Italia, Lucas Papadimos en Grecia, Mario  Draghi en el BCE... Luis de Guindos en España. Toda una casualidad, ¿verdad?

Se me ocurren multitud de preguntas sin respuesta a partir de este hilo conductor, aunque vaya por delante que cuando se generan determinados problemas, me inclino más por pensar en la estupidez humana como causante antes que en la teoría de la conspiración. Expondré a continuación diez de ellas y me gustaría que lanzaran ustedes al aire las que se le antojen y responden las que les dé la gana, a ver si entre todos aclaramos que demonios es el FMI, si les necesitamos y si no es así, por qué siempre vienen a rescatarnos.

  1. ¿Realmente necesitamos al FMI para un rescate en Europa?

  2. ¿A qué nivel de miseria llegarán Grecia y Portugal tras recibir su ayuda?

  3. ¿Quién concede el dinero de los préstamos al FMI? ¿Qué tipo de interés efectivo reciben a cambio de esta arriesgada operación? ¿reciben algo más aparte de dinero?

  4. ¿Sería factible pensar en un plan anglosajón para reducir el poder de Europa atacando a su flanco débil (la deuda)?

  5. ¿Qué papel tiene la banca norteamericana?

  6. ¿Por qué cuando se comparan las políticas de un determinado país en el FMI y en Banco Mundial son tan distintas?

  7. ¿Viven los Directores del FMI en una burbuja neoliberal apartada del mundanal ruido donde a base de recortes, austeridad y privatizaciones se arreglan todos los males del mundo?

  8. ¿Que pasaría si un país no devuelve el dinero prestado por el FMI? ¿Ha ocurrido ya? ¿Ha habido golpes de estado o dictaduras al poco tiempo?

  9. ¿Por qué me entran ganas de romper el televisor cada vez que aparece Cristine Lagarde? (esta es una pregunta frívola, pero dejen que me desahogue, ¡por favor!)

  10. ¿Utilizan los poderes financieros internaciones al FMI para que les proporcione las mejores condiciones para aumentar sus beneficios a costa de los Estados en apuros?

4

Disclaimer

Este post, como todos los que aparecen en el blog Ecos Solares cuando se analizan oportunidades de inversión y/o especulación, es una reflexión que comparto libremente en Rankia por motivos puramente educativos, de incremento desmesurado del ya de por sí desmesurado y soberbio ego personal y de fortalecimiento de amistad y relaciones personales con otros inversores particulares de la Comunidad de Rankia, y nunca se podrá considerar como una recomendación de inversión. El usuario que está detrás del nick "Solrac" no está habilitado para crear recomendaciones de mercado, gestionar carteras ajenas y ni lo hace ni pretende hacerlo al margen de la Ley. Este usuario, en todo caso, sólo ejerce actividades de inversión acogidas en el artículo 62.3 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores como excepciones a la aplicación de dicha Ley. La decisión de invertir es personalísima y autónoma y debe realizarse en un marco responsable por adultos formados.

¿Te ha gustado el artículo?

Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico.

  1. en respuesta a Skeptical
    -
    Top 25
    #4
    23/06/12 20:57

    Agradezco tu aclaración skeptical y para nada es un rollo lo que dices. Debe saberse claramente el estatus de esta organización y de que o quienes depende, que por lo que se ve es bastante libre a pesar de lo que consta en la propia web de la ONU.

    Esto me recuerda que los jerifaltes del FMI disfrutan de inmunidad jurídica en sus actos tal y como rezan sus estatutos. Es decir, si Christine Lagarde fastidia a un país sumiéndole en una depresión económica profunda a causa de la intervención del FMI a petición del "tecnócrata" de turno del país, no se le pueden pedir responsabilidad al cabo de los años en los juzgados. Tampoco pueden retenerle en ningún país miembro por ningún otro motivo relacionado con su trabajo (el ejemplo de DSK se sale de lo normal en "su trabajo".

    Sencillamente brillante y bien ejecutado. Una organización influyente, bien financiada, independiente de la ONU, con conexiones con el entramado empresarial y bancario de los países ricos cuyos dirigentes principales gozan de inmunidad.

  2. en respuesta a Solrac
    -
    #3
    23/06/12 20:06

    En efecto consta en la lista aunque no debiera figurar. Tanto el grupo del Banco Mundial como el FMI son instituciones autónomas que no dependen en absoluto de la ONU y fueron creadas separadamente (véase nota 3 del organigrama en el enlace al que haces referencia). Incluso sus condiciones de acceso, empleo y remuneración son muy distintas (por cierto, mucho más favorables que las que ofrece la ONU).
    Lamento la intervención pues no era mi intención polemizar por cuestiones semánticas que probablemente no interesen mucho a nuestra comunidad. Lo que quería señalar en mi primera intervención es que conviene diferenciar entre la percepción que existe en el mundo, sobre todo en los países en desarrollo y en los círculos "progresistas" entre las políticas que aplica el FMI, que se consideran neoliberales y que no todo el mundo aprecia (probablemente con razón) y las funciones de la ONU y sus agencias especializadas que son totalmente neutrales desde un punto de vista político-económico y, a veces, incluso muy críticas con el FMI.
    Pido disculpas por el largo "rollo".

    Salu2.

  3. en respuesta a Skeptical
    -
    Top 25
    #2
    23/06/12 11:49

    Skeptical, en la página Web de la ONU consta que el FMI es un organismo especializado de la ONU.

    http://www.un.org/es/aboutun/structure/

    Organismos especializados, organizaciones relacionadas, fondos, y otros organismos de las Naciones Unidas
    Organismos especializados

    Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
    Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) Disponible en inglés
    Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) Disponible en inglés
    Organización Internacional del Trabajo (OIT)
    Organización Marítima Internacional (OMI) Disponible en inglés
    Fondo Monetario Internacional (FMI)

    Saludos.

  4. #1
    22/06/12 19:26

    Cuidado con lo que se escribe. El FMI así como el IBRD, más conocido como el "Banco Mundial", y el antiguamente ICITO/GATT: Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (actualmente Organización Mundial del Comercio) son instituciones creadas por los acuerdos de "Bretton Woods" pero no, repito NO, forman parte del sistema de organismos especializados de las Naciones Unidas.