Pues como tú bien dices, Gsoros, un banquero "amigo mío" me colocó 50.000 laureles en subordinadas hace algunos años, la mitad vencerían dentro de un año y la otra en 2021. Eso sí: siempre que al banco le salga de las narices. Lo cierto es que de necesitar ese dinero, a día de hoy apenas dispondría de algo más de un tercio del total. Y ojo, que con este... "amigo" tomaba más de un café, alguna caña y solíamos hablar del día a día de cada uno, de nuestras alegrías y de nuestras miserias. Incluso llegó a confesarme que no veía bien ciertas políticas del banco, y que la honradez estaba por encima de todo. Lo curioso es que de repente un día desapareció. Ya no contestaba al teléfono y ni siquiera en la sucursal de turno sabían explicarme que había pasado con él. Ingenuo de mí llegué a temer por su salud. Meses más tarde, luego de infinitos e infructuosos intentos de saber de "mi amigo banquero", por fin pude enterarme de que había dejado la entidad para irse a la competencia. Lo cojonudo del asunto es que no sólo se había marchado sino que también se había llevado documentación mía y no veas lo que hubo que insistir para recuperarla. Tuvo que ser otro banquero, éste sí "amigo mío" (espero) quien me informó del solar en el que habían convertido mi cartera otros de "mis amigos banqueros anteriores".
P.S.- Bastante temple tiene la gente de este país no llevándose por delante a unos cuantos.