Café de la Bourse-11/03/2024 a las 15:45
Aunque las tensiones geopolíticas y unas perspectivas macroeconómicas inciertas en 2023 podrían haber ejercido una importante presión a la baja sobre el sector del lujo, este ha mostrado una sorprendente resistencia. Según datos de Bain & Company y Altagamma, el sector del lujo habría alcanzado los 1.500 millones de euros el año pasado, lo que supone un aumento del 8-10% respecto a 2022. Estos resultados marcan un nuevo récord para el sector y dan fe de una demanda más fuerte que nunca. Pero, ¿continuará esta tendencia en 2024? ¿Es prudente invertir en el sector del lujo en 2024? ¿Qué hay que tener en cuenta?
La normalización del sector del lujo puede verse contrarrestada por la mejora de las perspectivas económicas
Tras dos años de impresionantes resultados con crecimientos de dos dígitos, el sector del lujo debería normalizarse gradualmente. Sin embargo, esto no significa que las cifras vayan a caer drásticamente para todos los actores.
También es interesante considerar que si las perspectivas económicas mundiales mejoran, el consumo de artículos de lujo por parte de ciertas clases sociales podría aumentar y apoyar aún más al sector del lujo, sobre todo porque los fundamentos a largo plazo de esta industria parecen sólidos.
Además, el enfoque geográfico de las marcas de lujo podría cambiar este año a medida que las oportunidades de crecimiento se vuelvan más atractivas en regiones como Oriente Medio, India y Asia-Pacífico, muy lejos de los dos principales motores del crecimiento del sector del lujo en los últimos años, Estados Unidos y China.
Varios motores de crecimiento podrían sostener el crecimiento del sector del lujo a lo largo del tiempo
En su informe sobre El estado de la moda en 2024, McKinsey & Company explica que las empresas del sector se enfrentarán este año a una serie de vientos en contra, como los cambios tecnológicos, un panorama competitivo en evolución y las prioridades climáticas.
Sin embargo, los cambios en las prioridades de los consumidores también ofrecerán oportunidades de crecimiento a las marcas ágiles y flexibles que sepan adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias y a las nuevas formas de consumir.
Las nuevas generaciones, las personas influyentes y la popularidad de las redes sociales apuntalan la importancia de la imagen en estos días, llegando a diferentes estratos sociales, pero también demográficos, lo que permite un aumento potencial de la base de clientes.
La búsqueda de experiencias más personalizadas y exclusivas para los clientes también puede brindar nuevas oportunidades a las marcas, sobre todo para reforzar la fidelidad de los clientes más acaudalados, que serán los más propensos a seguir gastando en tiempos difíciles.
La integración de la sostenibilidad y las cuestiones climáticas en los procesos, productos y comunicaciones de las marcas de lujo también podría influir en la toma de decisiones de algunos consumidores que buscan realizar compras más responsables.
También es importante tener en cuenta la creciente integración de las nuevas tecnologías, que pueden mejorar las experiencias de los clientes y mucho más. Los avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático, por ejemplo, ofrecen a las marcas de lujo oportunidades para aumentar la productividad y la eficiencia. En particular, estas tecnologías pueden automatizar procesos que consumen mucho tiempo y apoyar la creatividad y la comunicación.
Los inversores deben prestar especial atención a las disparidades dentro del sector del lujo
Aunque el sector del lujo se beneficiará de diversos motores de crecimiento en los próximos años, los vientos económicos en contra podrían frenar la demanda este año. Sin embargo, esta influencia no afectará a todas las empresas del sector de la misma manera, lo que plantea un reto a los inversores que deseen introducirse en este mercado: identificar los valores que ofrecen el mayor potencial de crecimiento.
De hecho, existen disparidades de rendimiento entre las marcas de lujo. Mientras que algunas empresas, como Hermès, Richemont, LVMH y Ferrari, siguen obteniendo resultados impresionantes, otras, como Burberry y Kering, han pasado apuros en los últimos años.
Entre las marcas que están obteniendo buenos resultados a pesar de que el mercado empieza a ralentizarse están las que se centran en productos de gama alta destinados a una clientela adinerada. Esta categoría de consumidores suele verse menos afectada por las fluctuaciones económicas, ya que tienen un alto poder adquisitivo y son menos sensibles a las limitaciones financieras.
Para estos clientes, comprar artículos de lujo suele ser una elección de estilo de vida o una inversión en calidad y exclusividad. Por ello, incluso cuando la economía general muestra signos de desaceleración, estas marcas pueden mantener una demanda estable o incluso creciente, lo que ofrece cierto grado de resistencia a sus negocios.
Por ello, los inversores suelen decantarse por estas marcas, que se benefician de una cierta protección frente a las fluctuaciones económicas y de una relativa estabilidad en sus resultados financieros.