Las ideas son tan infecciosas como los virus
Analisis del equipo de investigación de renta fija de Credit Suisse:
Las ideas son tan infecciosas como los virus. Y rara vez somos conscientes de lo influenciados que estamos por la gente que se mueve a nuestro alrededor y por el impacto de sucesos recientes, sobre todo si, como en el momento actual, estos son inusualmente extremos.
Pero no puede ser de otra forma. Somos animales sociales y ponerse en contra del grupo del que dependemos genera el riesgo de exclusión.
Este comportamiento trasladado al mundo de las inversiones, provoca que asumamos mucho riesgo cuando las cosas van bien y éste es recompensado, y muy poco en momentos negativos en los que se castiga tomar posiciones de riesgo.
Pero hay que destacar lo que puede ser denominado como “el gran ciclo psicológico”, que provoca largos periodos de comportamiento secular que terminan originando burbujas de activos.
Y es que podríamos pensar en las burbujas como periodos en los que nos “infectamos” colectivamente con la idea de que estamos en una suerte de nueva era de comportamiento económico positivo, ya sea por productividad, rentabilidad empresarial, estabilidad económica etc...justificando de esta forma el precio de cualquier activo por sobrevalorado que parezca bajo un criterio normal. Se les agolpan los ejemplos ¿verdad?
Ciertamente siempre hay una semilla de verdad en esta generación de burbujas, pero que una vez regada con un crecimiento/generación de riqueza por encima de lo normal, acaba disparando irrealmente las expectativas de crecimiento futuro. Y ya sabemos lo que sucede cuando explota la cruda realidad.
Psicológicamente es igualmente inevitable sobrerreaccionar ante acontecimientos extremadamente negativos, como el actual. Es lo que se conoce como “burbujas invertidas” en las que se hace imposible imaginar cómo volverán a mejorar las cosas (productividad, empleo...), ni siquiera si volveremos a un escenario de normalidad.
Con lo que un buen inversor debe ser capaz de reconocer estos momentos de comportamiento extremo para maximizar sus beneficios, pero ¡qué fácil es decirlo! Sobre todo tras un corto periodo de tiempo en el que hemos pasado del pánico más absoluto a la euforia de la recuperación.
Fíjense si estaremos influenciados por nuestras emociones en nuestras decisiones en el campo de las inversiones, que hay estudios que demuestran que los días soleados son más alcistas que los lluviosos, influenciados por el estado de ánimo del operador, y que en Wall Street, la sesión posterior a un gran logro deportivo es indudablemente alcista por el fervor nacionalista que rodea aquellos lares.
Fuente:blog economíahoy
