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Inversionista

Un inversionista es una persona, empresa o entidad que destina recursos financieros con la intención de obtener ganancias o rendimientos en el futuro. El inversionista busca utilizar su capital de manera productiva y rentable a través de diversas opciones de inversión. "Inversionista" es el sinónimo de "inversor" utilizado en Latinoamérica, por lo que hablamos del mismo concepto.

En términos generales, un inversionista es cualquier persona o entidad que destina una parte de sus recursos, ya sea dinero, tiempo, o incluso esfuerzo, con la expectativa de obtener un retorno o beneficio futuro. Es decir, el inversionista sacrifica un bien presente, que puede ser consumido hoy, con la esperanza de que en el futuro pueda disfrutar de una recompensa mayor. Este fenómeno, conocido como la preferencia por el tiempo, es una de las bases fundamentales de las inversiones y la economía en general.

En muchas ocasiones nos referimos a él como "inversor", y es que hemos de señalar que el término 'inversionista' es el utilizado en América Latina para describir al anterior, por lo que ambas palabras se refieren exactamente al mismo concepto.

Cuando hablamos de inversionistas en un sentido más estrictamente financiero, normalmente nos referimos a aquellos que invierten dinero en diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, bienes raíces, o empresas emergentes, con la esperanza de obtener un rendimiento.

Es importante entender que los inversionistas pueden ser de muy diversos tipos. Algunos pueden ser personas individuales, inversores minoristas, que invierten su dinero personal en la bolsa de valores, mientras que otros pueden ser grandes instituciones como fondos de pensiones, aseguradoras o fondos de inversión, que invierten grandes cantidades de dinero en nombre de sus clientes. También existen los inversionistas ángeles, que invierten en empresas emergentes con gran potencial de crecimiento, y los que invierten en capital riesgo, que invierten en empresas en etapas más avanzadas de desarrollo.

El universo del inversionista es, sin duda, complejo y lleno de matices. Cada inversionista tiene sus propios objetivos de inversión, tolerancia al riesgo y horizonte temporal de inversión, lo que le llevará a adoptar diferentes estrategias de inversión. Algunos pueden preferir invertir en acciones de empresas establecidas con un historial de generación de beneficios y dividendos, mientras que otros pueden estar dispuestos a asumir mayores riesgos en busca de retornos potencialmente más altos, invirtiendo en empresas emergentes o en mercados más volátiles.

Pero a pesar de todas estas diferencias, todos los inversionistas comparten una característica común: la búsqueda de un rendimiento. Ya sea en forma de incremento del valor de sus inversiones, dividendos, alquileres, o el éxito de una empresa emergente en la que han invertido, todos los inversionistas buscan recibir más de lo que inicialmente invirtieron.

Tipos de inversionista


Dentro del universo de los inversionistas hay una gran diversidad de perfiles que responden a sus objetivos, tolerancia al riesgo y el horizonte temporal de sus inversiones.

Para empezar, están los inversionistas individuales, personas como tú y yo, que ahorramos una parte de nuestros ingresos para invertirlos en busca de un retorno. Podríamos ser conservadores y optar por inversiones de bajo riesgo como bonos gubernamentales, o ser más arriesgados y aventurarnos en la bolsa de valores o incluso en criptomonedas.

Por otro lado, tenemos a los inversionistas institucionales. Aquí entran las grandes entidades financieras como fondos de pensiones, aseguradoras o bancos, que invierten en nombre de sus clientes o miembros. Suelen contar con grandes cantidades de capital y tienen un enorme impacto en los mercados financieros debido a sus inversiones.

No podemos olvidarnos de los capitalistas de riesgo. Son entidades o individuos que invierten en empresas emergentes o startups con alto potencial de crecimiento. Buscan un retorno alto, pero el riesgo es elevado, ya que la mayoría de las nuevas empresas no sobrevive a sus primeros años.

Similarmente, están los inversionistas ángeles, que también apuestan por las startups, aunque normalmente se involucran en una etapa más temprana que los capitalistas de riesgo y suelen aportar, además de financiación, su experiencia y red de contactos.

Por último, también se pueden mencionar a los inversores de impacto. Este tipo de inversionista no solo busca un retorno económico, sino también generar un impacto positivo en la sociedad o en el medio ambiente. Se fijan en proyectos o empresas que, además de ser rentables, alinean con sus valores éticos o de sostenibilidad.

Perfil de inversionista


El perfil del inversionista es una descripción de las características, necesidades y expectativas de un individuo en lo que se refiere a sus inversiones. Se determina teniendo en cuenta una serie de factores como su tolerancia al riesgo, sus metas financieras, su situación financiera personal y su horizonte de inversión.

Por lo general, los perfiles de inversionista se pueden clasificar en tres categorías principales: conservador, moderado y agresivo.

El inversionista conservador es aquel que prefiere minimizar el riesgo, aunque esto pueda suponer un rendimiento potencialmente más bajo. Su objetivo principal es preservar su capital, por lo que normalmente optará por inversiones seguras como depósitos a plazo, bonos del estado o fondos de renta fija.

En el otro extremo, encontramos al inversionista agresivo. Este tipo de inversionista está dispuesto a asumir un riesgo más alto con el objetivo de obtener rendimientos superiores. Suelen invertir en activos más volátiles como las acciones, los fondos de inversión de renta variable o incluso las criptomonedas.

Por último, el inversionista moderado se encuentra en un punto intermedio entre los dos anteriores. Está dispuesto a asumir algún riesgo, pero sin llegar a los extremos del inversionista agresivo. Su cartera suele estar diversificada entre activos de renta fija y renta variable, buscando un equilibrio entre seguridad y rendimiento.

¿Qué factores afectan a los inversionistas?


En el mundo de las inversiones, existen numerosos factores que pueden influir y afectar a los inversionistas. Algunos de estos son internos, ligados a la personalidad y a la situación personal del inversionista, mientras que otros son externos y tienen que ver con el entorno económico y financiero.

Comencemos con los factores internos. Uno de los más importantes es la tolerancia al riesgo. No todos los inversionistas están dispuestos a soportar el mismo nivel de incertidumbre y volatilidad en sus inversiones. Unos prefieren inversiones seguras que ofrezcan rendimientos modestos pero estables, mientras que otros están dispuestos a asumir más riesgos en busca de beneficios más altos.

Otro factor interno es el horizonte temporal de inversión. No es lo mismo invertir a corto que a largo plazo. La estrategia de inversión debe adaptarse al plazo en el que se espera obtener los rendimientos.

Por último, la situación financiera personal también es determinante. Dependiendo de los recursos disponibles y de las necesidades de liquidez, los inversionistas podrán optar por unas inversiones u otras.

En cuanto a los factores externos, el estado de la economía es crucial. En períodos de crecimiento económico, los inversionistas tienden a tomar más riesgos, mientras que en tiempos de recesión o incertidumbre, suelen ser más cautelosos.

Los cambios en las políticas económicas y fiscales también pueden tener un impacto significativo. Por ejemplo, un aumento de los impuestos sobre las ganancias de capital puede disuadir a los inversionistas de realizar ciertas inversiones.

Y, por supuesto, las condiciones del mercado financiero juegan un papel clave. La evolución de los precios de las acciones, los tipos de interés, la volatilidad del mercado... todos estos factores pueden influir en las decisiones de inversión.

¿Cómo puedo ser inversionista?


Ser inversionista no es sólo una cuestión de tener dinero para invertir, sino también de contar con la educación financiera adecuada, la paciencia para esperar los rendimientos y la capacidad para manejar los riesgos.

Lo primero que uno necesita para convertirse en inversionista es contar con capital para invertir. Puede ser un ahorro personal, un fondo de pensiones o incluso un préstamo. Sin embargo, es fundamental recordar que nunca deberías invertir dinero que no te puedes permitir perder.

Una vez que tienes el capital, necesitas formarte. Debes aprender sobre los diferentes tipos de inversiones que existen: acciones, bonos, fondos de inversión, bienes raíces, criptomonedas, etc. Cada uno tiene sus propias ventajas, riesgos y rendimientos esperados. Además, debes entender conceptos como la diversificación, que es la estrategia de distribuir las inversiones en diferentes activos para reducir los riesgos.

Además, es esencial mantenerse actualizado sobre las tendencias económicas y del mercado. Esto puede implicar leer noticias financieras, informes de análisis y seguir a expertos en inversión. Este conocimiento te ayudará a tomar decisiones informadas.

A continuación, debes establecer tus objetivos de inversión. ¿Estás invirtiendo para tu retiro, para comprar una casa, para la educación de tus hijos? Tus metas influirán en tu estrategia de inversión, incluyendo el tipo de inversiones que eliges y el tiempo durante el cual inviertes.

También es importante tener en cuenta tu tolerancia al riesgo. Si eres averso al riesgo, es posible que prefieras inversiones más seguras con rendimientos más bajos. Si puedes tolerar un mayor riesgo, puedes optar por inversiones con la posibilidad de rendimientos más altos, pero también de pérdidas más grandes.

Por último, pero no menos importante, necesitas tener paciencia. La inversión no es un esquema para hacerse rico rápidamente. Se necesita tiempo para que las inversiones den fruto, y es normal que haya altibajos en el camino.

Ejemplo de inversionista


Para concluir, permitámonos imaginar a Clara, una joven profesional que ha empezado a trabajar en una empresa tecnológica. Aunque tiene ciertos gastos básicos, ha logrado ahorrar parte de su salario durante un par de años y ahora quiere que ese dinero trabaje para ella, es decir, quiere convertirse en inversionista.

A Clara le interesa la idea de comprar acciones de diferentes empresas porque ha leído que las acciones pueden ofrecer rendimientos atractivos a largo plazo. Pero también sabe que comprar acciones puede ser arriesgado, especialmente si invierte todo su dinero en una única empresa. Así que decide diversificar sus inversiones y poner parte de su dinero en acciones, otra parte en bonos de gobiernos estables y una última parte en un fondo de inversión centrado en energías renovables, un sector que le apasiona y en el que cree que hay potencial de crecimiento.

Clara también se preocupa por mantenerse informada. Lee periódicamente noticias económicas y financieras, sigue a expertos en inversión en redes sociales y asiste a seminarios web sobre inversión y finanzas. Todo esto le ayuda a entender mejor cómo funciona el mercado y le proporciona información valiosa para tomar decisiones de inversión.

Pero Clara también sabe que la inversión es una carrera de fondo, no un sprint. No espera hacerse rica de la noche a la mañana. Sabe que puede haber momentos en los que sus inversiones bajen de valor, pero también sabe que, a largo plazo, las inversiones bien diversificadas suelen dar buenos resultados.

Con el tiempo, Clara ve cómo su patrimonio crece gracias a sus decisiones de inversión. Se siente contenta de haberse convertido en inversionista y ya está pensando en nuevas oportunidades de inversión.
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Inversionista, Francisco Coll, 06 de julio del '23, Rankia.com
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