En este blog hemos hablado muchas veces de las diferentes modalidades que se pueden aplicar para que los tontos paguen la mayor estafa perpetrada por la élites corruptas en toda la historia de la humanidad, pero mientras se permita que exista papel moneda al portador, la gente lo esconde en el colchón y se escaquea de algunos de los planes (no de todos) de los de arriba para despojarle de sus ahorros.
Para que la rapiña del patrimonio de la clase media sea efectiva al 100%, no hay más remedio que prohibir el dinero al portador.
Vamos a repasar las ventajas (para los que mandan) de implantar esta medida:
1 - Se termina de un plumazo con la economía sumergida hasta el cuello. Como todos los trabajos se tendrían que pagar por tranferencia o con tarjeta, quedaría todo reflejado y nadie podría eludir el pago de impuestos. En Grecia ya están yendo en esa dirección, al aplicar un IVA menor a los pagos con tarjeta que a los pagos en efectivo.
2- Nadie podría robar dinero, porque no existiría. No se podría robar una cuenta a través de un delito informático, porque el dinero tendría que ir obligatoriamente a otra cuenta con nombre y apellidos, con lo cual, coger al ladrón sería cuestión de minutos. Sólo podrían robar los que hacen las leyes (y no me refiero a los que se sientan en el Congreso), pues tendrían todo el patrimonio de la gente a mano para poder confiscar la cantidad que hiciera falta.
3- Los pequeños delincuentes que ahora trafican con drogas, armas, prostitución, secuestros, chantajes, etc., tendrían que cerrar el negocio. Esos delitos pasarían a ser monopolio de los que mandan. Como es natural, al quitar la libre competencia, se produciría un alza en los precios.
4 - Cuando los países tienen que aplicar un corralito, siempre hay quien se escapa porque se entera antes de que lo hagan. No circulando moneda al portador, los corralitos se podrán aplicar incluso con efecto retroactivo. Así se harán posibles los sueños húmedos de los partidos populistas, que, sin saberlo, llevan a buen término la agenda de los amos del mundo a rajatabla.
5 - El castigo para los que propaguen teorías contrarias a la dictadura mundial no será el de meterlos en la cárcel como ahora y tirar la llave. Eso resulta caro y queda feo. Los de arriba les aplicarán una eutanasia financiera, impidiendo por ley que abran o mantengan ninguna cuenta bancaria por la que podrían ser financiados o recibir donaciones de las personas afines a sus actividades. Esto se hizo hace poco con las cuentas de los que defendían el referendum para que Suiza tuviera el 20% de sus reservas en oro.
6 - Y por último y lo más importante: que la gente se vea obligada a pagar los intereses negativos por sus ahorros. Hace cinco años ya avisé de que llegarían los intereses negativos, pero no tenía claro qué medidas tomarían para obligar a la gente a pagar esos intereses y no sacar el dinero del banco. Ahora ya está claro el camino que van a tomar.
De momento, los intereses negativos están alrededor de unos porcentajes pequeños. Cuando todo el dinero de la gente tenga que estar obligatoriamente en una cuenta de un banco, ya se podrán dar unas cuantas vueltas de tuerca y meter intereses negativos del 3% para los ricos y del 5% para cuentas pequeñas (quedarán exentos los dueños de los bancos que, por un casual, también son los dueños del resto). Con ello se consigue una recaudación brutal, pues el porcentaje va sobre todo el patrimonio y no sobre los beneficios. La mayor ventaja de esta forma de expropiar el dinero es que nadie puede decir que eso es un impuesto. Los partidos progres tampoco verán la medida con malos ojos, pues está bien visto y es muy demagógico sangrar a todo aquel que tenga un duro.
De esa manera se podrían sanear los balances de los bancos centrales en unos 10 años y que cuadraran las cuentas, después de que los amos hayan robado, en los últimos años, más dinero del que existe en el mundo.
Lógicamente, los intereses negativos que se paguen no serán deducibles de cualquier ganancia que se haya tenido en renta variable o activos inmobiliarios, y mucho menos de las rentas del trabajo. Eso se considerará a todos los efectos como una aportación a fondo perdido para enriquecer a un puñado de personas que, según ellos dicen, hacen el trabajo de Dios. Y debe de ser verdad, pues, hasta el momento, Dios nunca los ha desmentido.
Como es natural, prohibir el dinero al portador sólo funcionará si se hace a nivel mundial. Por eso el tema de la moneda mundial está en la agenda de los amos desde hace muchos años. El último refinamiento será que para poder pagar las patatas tengas que llevar un chip implantado que, además, sirva de localizador. De esa forma, si alguien necesita ser reeducado, por su bien, se le podrá encontrar sin problemas.
He repetido varias veces que, como lo que está pasando no había pasado nunca, lo que viene detrás también debe de ser algo nuevo, inesperado e imprevisible. Que desapareciera el dinero al portador en todo el mundo sería algo nuevo, por tanto, entra dentro de lo posible.