- El vehículo eléctrico no es una revolución en el mercado de la automoción. Supone una ampliación de la oferta de tecnologías. Antes eran dos y ahora serán tres, pero no cambia nada, el mercado sigue siendo el mismo. La supervivencia de cualquiera de las tres tecnologías dependerá de lo que decida el mercado.
- La bolsa descuenta para las cotizadas tradicionales grandes reducciones de su negocio y les aplica PER 5 pero eso no sucederá. PER 5 significa que la bolsa está descontando un crecimiento negativo del 15-20% anual durante varios años.
Para un inversor, la rentabilidad, o es lo más importante, o es lo único importante.
Cuando estás en una reunión entre inversores, hay empresas de moda con las que puedes presumir de llevarlas en cartera. En cambio, hay otras que, aunque estés invertido en ellas, nunca lo dirás, porque te da vergüenza decirlo y sentir el rechazo unánime de todo el grupo.
Es muy probable que dentro de un tiempo las inversiones más rentables serán las empresas que ahora te da vergüenza decir que las llevas en cartera.
Para encontrar buenas inversiones, hay que buscar entre las empresas malditas que nadie quiere, entre lo que no está de moda y los entendidos de bolsa rechazan y no quieren ni oír hablar.
“Lo que todo el mundo sabe, no me interesa” decía uno de los grandes. Las empresas de moda, todo el mundo las conoce y no me interesan
Acabo de analizar Mercedes-Benz Goup. Me gusta, pero no voy a decir si he comprado o voy a comprar porque… me da vergüenza.
El estudio completo está en mi web y en Rankia voy a publicar una parte del mismo que hace referencia al sector.
La bolsa está valorando a todo el sector por igual y cuando eso ocurre, suele haber buenas empresas que quedan escondidas que nadie les hace caso.
Normalmente con estas empresas hay que tener mucha paciencia para conseguir buenas rentabilidades, pero, precisamente en eso consiste la inversión… siempre estamos esperando a que el futuro se vaya convirtiendo en presente.
LA INVERSIÓN EN EL SECTOR DE LA AUTOMOCIÓN:
Cuando invertimos, el resultado depende de lo que pase en el futuro. El pasado no produce rendimiento y es necesario entender el negocio de la empresa en la que queremos invertir, para poder hacer previsiones sobre las posibilidades de la inversión.
Nunca sabemos lo que va a pasar en el futuro, pero, como inversores, estamos obligados a utilizar referencias para poder entrever lo que puede pasar.
Si estamos en lo correcto, la inversión podrá ser un éxito. En caso contrario, es muy probable que no lo será.
El sector de la automoción es un sector maduro. Ya lo era hace años y desde hace años se comportaba como tal: Bajo crecimiento según la economía y adaptación al ciclo.
Con la llegada del eléctrico, no se crean mercados adyacentes y/o nuevos que se incorporan al mercado principal. Hasta hace pocos años, las marcas ofrecían vehículos similares en versión diésel y versión gasolina, ahora, con la llegada del eléctrico, el mercado no ha cambiado ni se ha ampliado, simplemente se ofrecen vehículos en tres versiones: diésel, gasolina y eléctricos.
Tal vez alguna tecnología de estas desaparezca en el futuro o tal vez no, tal vez sea el diésel o la gasolina… o tal vez sea el eléctrico.
Al final será el cliente el que decidirá el futuro del sector y de cada tecnología. Normalmente decidirá según el precio, el diseño, las prestaciones, la digitalización, el coste del mantenimiento u otros condicionantes de ese estilo.
Los fabricantes producirán y ofrecerán lo que compre el cliente, ni más ni menos, y si no lo hacen, tendrán que cerrar.
Ahora tenemos mayor variedad de producto, pero no hay un aumento del número de clientes ni un cambio en su comportamiento más allá de los cambios normales que se producen habitualmente en todos los mercados. Los clientes siguen siendo exactamente los mismos, el mercado no se ha ampliado.
El sector está maduro y seguirá basando las ventas en la sustitución de los vehículos viejos por los nuevos. Las nuevas generaciones de clientes que se vayan incorporando al sector, seguirán sustituyendo a las viejas generaciones que van saliendo.
No hay grupos de clientes nuevos que se incorporan al mercado ahora porque hay vehículos eléctricos y que, en otro caso, no entrarían. Tampoco sucede lo contrario, simplemente ahora hay más producto para elegir.
A nivel global, simplemente se amplía la oferta de tecnologías en el sector.
La incertidumbre por la nueva tecnología que se incorpora al sector está creando una retención de compras que, junto a las condiciones no demasiado boyantes del ciclo de la economía, está provocando bajos crecimientos o crecimientos ligeramente negativos en las ventas de vehículos. Con ello, el parque de vehículos ha ido envejeciendo y en algún momento se puede producir un crecimiento adicional en el sector, hasta que se normalicen los años de antigüedad del parque y se alcance un número de años razonable. Una vez esto ocurra, la automoción seguirá siendo un sector estable en conjunto, en el que algunas empresas conseguirán crecer más que otras, pero el conjunto dará crecimientos similares a la economía.
Las nuevas empresas o no tan nuevas que se han centrado en la fabricación de eléctricos han alcanzado o están cerca de alcanzar economías de escala en sus fábricas. Eso les permite abaratar los vehículos y vender más. En estos momentos los chinos parece que van a barrer a los fabricantes tradicionales y la bolsa descuenta para las cotizadas tradicionales grandes reducciones de su negocio y les está aplicando PER 5 pero eso no sucederá.
Un PER 5 significa que la bolsa está descontando un crecimiento negativo para el sector del 15-20% anual durante varios años. A esto me refiero cuando digo que no sucederá.
El vehículo eléctrico sigue sin tener resuelta la infraestructura de recarga, los chinos fallan en la infraestructura de ventas y post-venta. Hay accidentes y reparaciones que necesitan piezas de recambio. Todo no es vender, eso solo es el comienzo.
En cualquier caso, conforme se lleguen a conseguir economías de escala, los precios descenderán, las ventas de eléctricos aumentarán y se irá creando una infraestructura de recarga con lo que esta tecnología, en algún momento podría superar el crecimiento aritmético para pasar a un crecimiento geométrico. En cualquier caso, no será crecimiento nuevo del sector, sino sustitución de una tecnología por otra.
Lo que se venda de más en eléctrico se venderá de menos en combustión y no tiene porqué desaparecer alguna tecnología ni que, en su caso, que sea la que todos pensamos ahora.
Las marcas tradicionales no tienen problema alguno con el eléctrico. Ofrecen y ofrecerán tres versiones similares del mismo modelo y las economías de escala las conseguirán con la suma de ellas, con los modelos. Con el tiempo, si se da el caso, irán sustituyendo modelos y/o tecnologías y en estos momentos ofrecen los modelos, según demanda el cliente.
Las inversiones que están haciendo motivadas por la entrada del eléctrico son elevadas, pero son perfectamente asumibles, los fabricantes están invirtiendo entre 1,3 y 1,6 veces lo que amortizan en el año y lo están haciendo poco a poco. No es un volumen que vaya más allá de lo que cualquier empresa de fabricación invierte cuando acomete un plan de inversiones para dar soporte a su crecimiento normal. Las inversiones se financian con el propio negocio y no están necesitando financiación adicional.
Por otra parte, las inversiones no están siendo tan elevadas, ni tan rápidas como para sustituir la combustión por el eléctrico en 2030. Los fabricantes, en sus informes ya no hablan de 2030 sino de la década de 2030 para la supuesta sustitución.
De momento, en el caso de Mercedes Benz Group, su estrategia se basa en lanzamientos mixtos en 2025-2027 y para más adelante no dicen nada. Hablan en abstracto de que la tendencia en el futuro será el eléctrico, pero es evidente que todo dependerá de lo que dicte el mercado.
Tanto en los fabricantes exclusivos de eléctricos como en los tradicionales con tecnologías mixtas, las economías de escala podrían verse pronto a nivel general, con ellas, los precios de los eléctricos podrían empezar a bajar y en consecuencia, deberían aumentar los porcentajes fabricados de eléctricos. A final de 2024, en el caso de MB la producción de eléctricos no llega al 20% en Cars y al 5% en Van. Hay fabricantes que no dan cifras por lo que, es de suponer que van por debajo.
Los problemas derivados del cambio no son tan graves como parecen. No se trata de una revolución en el sector que lo cambia todo, simplemente entra una nueva tecnología que complementará a las que ya existen y no sabemos si la sustituirá o incluso si desaparecerá la nueva sin llegar a cuajar. El consumo de combustibles fósiles por los vehículos actuales no tiene nada que ver con el que había hace solo unos años atrás y si se sigue investigando, tal vez la mayor sostenibilidad se ponga del lado de los combustibles tradicionales. Los eléctricos no son la panacea.
Una vez se superen las lógicas incertidumbres del momento, el sector se estabilizará y cuando el ciclo acompañe, independientemente de que los vehículos vendidos sean de una tecnología u otra, vendrán unos años buenos con fuertes crecimientos en los que el mercado recuperará sus niveles “normales” de antigüedad en el parque y luego volverá a estabilizarse con un crecimiento bajo, como corresponde a un sector maduro.
Esto podría producirse dentro de 1-2-3 años o alguno más, pero las cotizaciones reaccionarán normalmente antes, cuando se intuya que va a suceder.
Las cotizaciones actuales son una oportunidad de compra y reaccionarán en algún momento, sin avisar. Si se alcanza un PER 10-15 que debería ser el normal del sector en un momento del ciclo medio que se corresponde con crecimientos del 2-5% anual, las cotizaciones podrían multiplicarse por 2-3 veces las actuales y como nunca sabremos cuando va a suceder ni siquiera si va a suceder, si pensamos que esto es lo que va a ocurrir, una compra hoy podría compensar una espera de varios años.
Por mucho que la “industria” insista sobre el concepto del coste de oportunidad no hay que hacer caso, la “industria” solo quiere que movamos el dinero porque ese movimiento es lo que les da comisiones.
Nosotros invertimos determinada cantidad y vamos a determinado plazo (o indeterminado). La rentabilidad está ahí y tardará en cumplirse lo que tarde.
Si compras y estás 3 años sin ganar nada y luego en un año ganas un 200% la rentabilidad anualizada es enorme. No hay coste de oportunidad por estar 3 años esperando. Un 200% en 4 años es un 32% anualizado y no tiene cabida considerar ningún coste de oportunidad.
En cualquier caso, deberíamos considerar coste de oportunidad la diferencia entre la rentabilidad conseguida por nosotros durante cualquier período y la conseguida por el activo que más se haya revalorizado en todo el mundo durante ese mismo período. Eso nos lleva al absurdo y a la inutilidad de considerar el coste de oportunidad.
Si después de esperar años no rentabilizas la inversión, o has calculado mal o no has esperado lo suficiente, pero eso no es un coste, solo es una mala inversión.
El tiempo en que no ganas nada, no es tiempo muerto o perdido, es tiempo en espera para que madure la inversión y puede ser el tiempo que sea pues, aunque pasen 10 años esperando, un 200% supone una rentabilidad anualizada del 12%.
La espera no es un coste, forma parte del proceso de inversión. Nunca sabes cuando subirá el precio de un activo, sin embargo, si estás convencido de la inversión, esperas.
Es una opinión, no una recomendación. Cada uno debe hacer su propio análisis y tomar sus propias decisiones.