Cada vez son más las ofertas de ETFs en el mercado y esta variedad a veces dificulta nuestras decisiones a la hora de elegir un ETF. Debido a ello, en este artículo vamos a enseñarte cómo elegir un ETF y qué factores debes de tener en cuenta.
Como sabemos, un ETF es un híbrido entre un fondo de inversión y una acción, es decir, tiene una cartera que está compuesta por una serie de activos (fondos de inversión) que cotiza en bolsa y se pueden negociar a un precio de cotización (acciones). Si quieres conocer con más detalle el funcionamiento de los ETFs te recomiendo esta lectura.
Determinar nuestros objetivos a largo plazo
Al igual que en el resto de productos de inversión, en los ETFs es importante saber qué buscamos a largo plazo, así como nuestra tolerancia al riesgo. Los inversores en ETFs suelen tener claro que la gestión activa no es la mejor alternativa de inversión a largo plazo, por lo que una cartera diversificada en diferentes mercados suele satisfacer mejor sus necesidades.
Un punto fundamental es la capacidad de asumir pérdidas a corto y medio plazo. Las carteras de ETFs suelen tener una visión a largo plazo, eliminando el efecto del timing mediante aportaciones periódicas. Por tanto, a priori, las oscilaciones a corto plazo no suelen ser un problema para este estilo de inversión, pero debemos tener claro que llegarán y tener la fortaleza necesaria para no cambiar nuestra estrategia de inversión. Por ello, determinar el nivel de riesgo en el que estamos cómodos es fundamental a largo plazo.
- Cuanto más joven es el inversor, mayor será la capacidad de asumir riesgos.
- Cuanto mayor es la capacidad de ahorro, mayor será la capacidad de asumir riesgos.
- Cuanto mayor sea el horizonte de inversión, mayor será la capacidad de asumir riesgos.
- Aportaciones periódicas
- Diversificación en diferentes áreas geográficas
- Visión a muy largo plazo
- Rebalanceos periódicos
Todo lo necesario para aprender qué son y cómo invertir en ETFs en un PDF y de forma gratuita.
¿Qué factores tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un ETF?
Existen diferentes elementos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir qué ETF se ajusta mejor a nuestras necesidades y estrategia:
Índice o sector que replica
Una de las claves del éxito de esta estrategia a largo plazo es una diversificación eficiente, que nos ayude a soportar las caídas en mercados concretos. Por ello, debemos tener claro los diferentes índices que existen y a cuáles de ellos estamos dispuestos a exponernos. Existen ETFs sobre cualquier índice que nos podamos imaginar, siendo un buen vehículo para invertir en mercados exóticos.
Con el Tracking Error podemos conocer cuál es la desviación de la rentabilidad de un fondo sobre su benchmark. Cuanto menor sea el tracking error, más eficiente será la réplica del ETF. La intención de un ETF es replicar lo máximo posible, por lo que proporcionar rentabilidades muy superiores o inferiores se considera un error por parte del ETF.

Mercado en el que cotiza
TER (Total Expense Ratio)
El TER es el gasto total anual, expresado en forma de porcentaje, del ETF sobre el patrimonio. Este porcentaje incluye las comisiones de gestión, de depósito, los cargos que soporta el ETF por intermediación de las operaciones de compra y venta de valores y los de auditoría. En el caso de los ETFs el TER coincide por lo general con la comisión de gestión. No está de más decir que a la hora de comparar un ETF que tiene el mismo índice subyacente, las comisiones son un factor clave ya que influirán directamente en la rentabilidad final.
En los ETF el TER es clave a largo plazo, siendo los mejores ETFs los que menor TER tienen a largo plazo.
Volumen
Apalancamiento
Algunos ETFs utilizan el método del apalancamiento para multiplicar las rentabilidades del índice subyacente normalmente x2 y x3, mediante instrumentos derivados (Ej: swaps). Sin embargo, el apalancamiento también multiplica el riesgo del activo. Si se puede ganar x2 también se puede perder x2.
Política de Dividendos
Basados en una serie de factores, la rentabilidad de los ETFs con dividendos puede variar significativamente. Algunos inversores pueden requerir una declaración de los ingresos actuales de sus inversiones, mientras que otros pueden estar buscando la revalorización del capital, en un esfuerzo para retrasar los impuestos. Asegúrate de que cualquier ETF que compres tenga una política de dividendos consistente con sus metas de inversión. Para conocerla en profundidad será necesario acudir al folleto.
Divisa
El riesgo divisa está muy presente al invertir en otros sectores y mercados al nacional. Debemos tomar la decisión si queremos exponernos a otras monedas, ya que será igual a soportar dos inversiones diferentes, la de ese mercado o índice y el de nuestra divisa.
Método de Réplica
A hora de realizar un seguimiento de un benchmark, existen dos posibilidades: La réplica física y la sintética. La manera más sencilla de realizar esta tarea es a través de la replicación física donde el gestor del ETF simplemente compra los valores subyacentes del índice. Sin embargo, la réplica sintética está siendo cada vez más utilizada por los gestores de ETFs. Se basa en la compra un contrato de swap con un banco de inversión que acuerda pagar la rentabilidad del índice a cambio de una pequeña comisión y de la rentabilidad del colateral mantenido en la cartera del ETF.
Aunque la replicación sintética elimina el tracking error y reduce el impacto de las retenciones sobre los dividendos, tiene el coste del riesgo de crédito de la contraparte.
Existe un gran número de ETFs a nuestro alcance con diferentes características. Debemos tratar de minimizar los costes, tanto del propio ETF, como de compra/venta, siendo la base de la gestión pasiva soportar la menor cantidad de costes a largo plazo y la rentabilidad final lo más similar posible a ese índice a largo plazo. Además, tener una cartera diversificada geográficamente ayudará a reducir el riesgo, junto con las aportaciones periódicas, que nos ayudarán a reducir el efecto del timing.