Yo siempre fui un convencido de que en el caso de un problema de salud, el mejor sitio dónde uno podría recalar era en la Seguridad Social, entiendo que teníamos (en pasado) de lo mejor que nos podríamos encontrar, sin tener que envidiar para nada a los sistemas hospitalarios de cualquier economía occidental, con profesionales comprometidos, experimentados, con formación más que adecuada, equipos médicos de tecnología de vanguardia, un correcto acceso a ellos, y si había que buscarle alguna deficiencia, tal vez tenía y tiene el problema del “hotel”, que convendremos que en general es bastante malo. No obstante cuando uno tiene un problema de salud, en general, pues lo del “hotel” es bastante secundario.
En cuanto a los sistemas de “primer acceso”, en especial los servicios de urgencias, y no por un problema de presupuesto, creo que el copago debía haberse iniciado hace años, algo testimonial, para que de alguna forma se pudiera “separar el grano de la paja”. No sé si alguno de los lectores de mi modesto blog ha tenido la idea de ir a urgencias, solo a observar la sala de espera, un día de un Barça-Madrid, de un Betis-Sevilla, de un Real Madrid-Atlético de Madrid, un día que juega “la roja”, pero si nadie se ha tomado la molestia, que para empezar es una solemne gilipollez, ir ahí para ver el panorama careciendo de necesidad sanitaria alguna, es para que me den de leches, por eso "ser gilipollas perdido", pero bueno como dicen “hay gente pa too”, observará que no hay casi nadie, y en ciudades pequeñas absolutamente nadie en la sala de espera, tal vez un accidentado, al que obviamente no le queda otra. Con lo cual y como en otros estados de la Unión Europea, mediante un pago testimonial es probable que la cosa de “reordenase” por si sola, si bien ya me los veo a venir (a los políticos), en primer lugar ahora no es el momento, esto debía hacerse antes de la crisis, y luego si se hace, y creo que se hará, como casi siempre mal, o hasta puede que rematadamente mal, ya que al existir necesidad de ingresos, en lugar de “testimonial”, tenderá a ser “recaudatorio”, habrá que ver si eliminan de dicho copago enfermos crónicos, embarazadas, accidentes, temas que no iban a suponer un “reordenamiento”, sino lo que antes indiqué, un mero afán recaudatorio. Un copago bien planteado y repito “testimonial”, con unos máximos anuales por usuario del servicio, supondría una mejor utilización, eliminación de guardias, pluses de nocturnidad, y probablemente una cierta reducción de gastos.
Bien, tras esta “parrafada” de mi opinión personal en relación a los servicios de urgencias, a lo que iba, el título del post, y aun cuando sigo pensando que nuestra Seguridad Social tiene una elevadísima calidad médica, comparable y en algunos casos “mejorada”, en relación a cualquier estado de nuestro entorno , hoy me estoy planteando la contratación de un seguro privado de salud, que no son baratos en términos absolutos, tal vez si lo sean en relación a las prestaciones que ofrecen, incluso si uno solicita presupuesto con inclusión del modulo de libre elección con reembolso de los gastos (normalmente del 80% de los mismos), y si me lo planteo no es por la calidad de nuestra asistencia universal y gratuita (ahora menos con las ideas de algunos políticos y su desarrollo normativo), sino por las listas de espera que los recortes han incrementado de manera exponencial, por tanto si al final llego a contratar un seguro de esta índole, lo haré por miedo a la espera, a la posibilidad de que la misma me pueda suponer un problema mayor, y confieso que me duele tener que plantearme esta cuestión. A modo de ejemplo no me importa indicar que por problema de salud, precisé de una prueba médica, afortunadamente y tras ella, se confirmó que no tenía que preocuparme, entonces mi médico de cabecera, un tipo estupendo, buen profesional, buena persona…. Redactó el volante para ella, ante mi sorpresa la fecha de la prueba me la dieron para dentro de unos cinco meses, creo recordar, entonces llamé al centro que tenía los equipos para ello, si era posible ir en plan privado, y sin rubor me dieron cita para la semana siguiente, a las tres de la mañana, en el mismo lugar, la misma máquina, las mismas personas. Tal vez no sea un caso extrapolable, pero de 5 días (o una semana) a 5 meses va un trecho demasiado desajustado, y yo por fortuna tengo trabajo, cobro cada final de mes, me podía permitir, y esto cada día por la situación económica no está al alcance de todos los ciudadanos.
Sinceramente, me jode plantearme esto y bajo dicha perspectiva.
Y finalmente algo para relajarnos, recordaréis que la carrera de Marta y Marilia acabó, una lástima http://www.youtube.com/watch?v=n39QBtnKe2k