Si en la Nochevieja de 2013 hubieramos estado charlando de inversiones con algún conocido experto en la materia, probablemente nos habría advertido de que los bonos iban a ser una pésima inversión: "Con los tipos de interés actuales la renta fija SOLO puede bajar". Y sin embargo durante 2014 la renta fija subió, subió y no paró de subir. En concreto, para la siguiente Nochevieja nuestro bono alemán de 30 años (ISIN DE0001135481, el más largo en aquellos momentos, aunque ahora hay disponible otro mayor) se habría revalorizado un 34,62%, además de pagarnos un modesto interés del 2,65% (suponiendo su compra al comienzo del año).
Este acierto no tiene nada de extraordinario, la renta fija bien podría haber bajado y puede que lo haga en este 2015, o puede que no. Nada de ello importa si realizamos una diversificación real de activos y siempre contamos con los que podamos necesitar, sea cual sea el estado de la economía. Hay diferentes formas de conseguir este objetivo, pero una de las más sencillas, baratas y efectivas es la Cartera Permanente, según la cual solo necesitamos cuatro componentes repartidos a partes iguales en nuestra cartera: renta variable, oro, bonos y dinero. Y ya está, nada hacer market timing, análisis técnico ni estar al día de las noticias económicas; tan solo comprar tus cuatro activos y asegurarte de vez en cuando de que su peso en la cartera no se ha desviado demasiado del 25% objetivo (y cuando digo de vez en cuando, es que te puedes pasar muchos años sin necesidad de hacer una sola operación). Yo hace años que la utilizo para el grueso de mi patrimonio y os aseguro que desde entonces duermo mejor que nunca, incluso cuando el oro se desplomó en 2013 sabía que los otros activos harían su trabajo.
Y bien, ¿cómo se ha comportado entonces la Cartera Permanente en 2014? Según los índices de referencia que utilizo para calcular la evolución histórica, de la siguiente manera:
- Acciones (MSCI EMU): +4,32%
- Oro (Bullion): +13,07%
- Bonos (Ger Gov 30y): +33,27
- Dinero (Ger Gov 1y): +0,12%
- Total: +12,7%
- Nota: Utilizando el bono DE0001135481 la rentabilidad teórica de la cartera sería del +13,7%
Otra opción para formar una Cartera Permanente europea, menos recomendable desde el punto de vista de la seguridad pero más cómoda de montar y por tanto válida para empezar a familiarizarse con ella, sería utilizar ETFs. Con ellos, el resultado de 2014 sería el siguiente:
- Acciones (ZPRE): +4,52%
- Bonos (EL4V): +26,26%
- Oro (4GLD): +11,54%
- Dinero (EXVM): +0,01%
- Total: +10,58%
Para terminar, os dejo con los resultados de la Cartera Permanente europea desde 1999, en este caso rebalanceando al final de cada año, pero no es necesario un ajuste tan frecuente.