Tras su análisis sobre los comentarios financieros, Fisher Investments España opina que una de las reglas de oro más habituales en la inversión es "compra lo que conoces". Aunque parezca lo más sensato, creemos que es problemático ya que puede generar un exceso de confianza, una trampa de la que debemos cuidarnos al invertir. Al centrarnos únicamente en empresas con las que estamos muy familiarizados, puede que nos olvidemos de diversificar, limitemos nuestras oportunidades y, sin quererlo, aumentemos el riesgo.
En opinión de Fisher Investments España, el consejo "compra lo que conoces" (popularizado por el conocido exgestor de fondos Peter Lynch) alienta a los inversores a comprar acciones de empresas con las que están familiarizados, ya que así podrán determinar sus expectativas. [1] Creemos que hay algo de cierto en este enfoque. Desde el punto de vista fundamental, al inversor le conviene saber qué está comprando. Por ejemplo, si compra acciones ordinarias de una farmacéutica multinacional, su participación le da derecho a una parte de las ganancias futuras de esa empresa (las cuales dependerán de las perspectivas de la compañía, así como de las tendencias del sector y del entorno económico en general). Conocer los productos de la empresa y su situación financiera puede ser beneficioso. Del mismo modo, si alguien le quiere vender un producto de inversión, le conviene conocer qué está comprando realmente, no solo los argumentos esgrimidos por el vendedor.
Sin embargo, en opinión de Fisher Investments España, algunos llevan este razonamiento demasiado lejos. Pensemos, por ejemplo, en un trabajador cuya compensación incluye la opción de comprar acciones de su empleador, una práctica más habitual en Estados Unidos (especialmente entre las empresas emergentes de tecnología), aunque está ganando terreno en Europa. [2] El empleado puede optar por mantener esas acciones o acumular una posición muy grande en la creencia de que conoce las perspectivas, el equipo directivo y la estrategia de su empresa, por lo que se siente bastante cualificado para evaluar el riesgo de su empresa.
Análogamente, la experiencia profesional de una persona puede influir en su visión del sector y llevarle a creer que eso le aporta una ventaja. Un cliente incluso puede pensar que su experiencia personal le proporciona un conocimiento especial acerca de una empresa (por ejemplo, porque observa que su tienda favorita está siempre llena de gente, lo que le lleva a concluir que debe ser una buena opción). Esta forma de pensar también puede impedir que el inversor considere otras oportunidades —y llevarlo, por ejemplo, a evitar otras empresas porque no está familiarizado con ellas—.
En nuestra opinión, esa familiaridad puede generar sesgos y una confianza excesiva, lo cual resulta perjudicial al invertir. Hemos observado que es peligroso que el inversor acumule únicamente activos con los que está familiarizado, independientemente de su experiencia. A nuestro juicio, esto se debe a otra de las realidades de la inversión: uno siempre puede equivocarse. Según los análisis de la historia bursátil llevados a cabo por Fisher Investments España para formar su opinión, ningún analista o inversor ha predicho de manera fiable y repetidamente cómo se comportará una determinada acción. Predecir el futuro es imposible: son demasiadas las variables que están en juego y pueden dar lugar a resultados imprevistos.
Por ejemplo, ¿qué pasaría si el director ejecutivo de una empresa con excelentes resultados se retirara inesperadamente de forma anticipada y su sucesor no tuviera la misma habilidad o visión? Esa incertidumbre y un liderazgo más débil podrían socavar las ventajas de la empresa y reducir sus beneficios en el futuro. ¿Y si una empresa es sólida, pero el sector está atravesando una transformación importante? Por ejemplo, el ascenso de los medios digitales y la tecnología transformó la manera en que los lectores consumen las noticias, lo que infligió un duro golpe a los medios impresos tradicionales. [3] Un acontecimiento en el plano de la macroeconomía también puede arruinar las perspectivas de una empresa. La pandemia de covid-19 golpeó con fuerza al sector turístico y afectó de manera desproporcionada a las empresas de los países cuya economía depende del turismo. [4]
Limitarse a empresas que conoce también puede implicar aferrarse a enfoques comerciales que son lentos para adaptarse a un entorno económico dinámico. También puede llevarle a descartar toda una industria o un sector entero con perspectivas prometedoras simplemente porque no lo conoce a fondo o no está familiarizado con él. ¿Qué pasaría si una nueva empresa desafía el statu quo al asumir un riesgo (por ejemplo, al dirigirse a un segmento de la población que hasta entonces no se había considerado o al utilizar la tecnología de manera innovadora para mejorar la productividad)? El inversor podría perderse una gran oportunidad si ignora a la empresa emergente.
Según la experiencia de Fisher Investments España, el mejor remedio contra el exceso de confianza que produce el consejo "compra lo conocido"es diversificar. La diversificación es una manera eficaz de practicar la humildad al invertir, aunque diversificar no significa poseer todos los tipos de activos disponibles. La combinación adecuada dependerá de sus objetivos de inversión, sus metas personales, su horizonte temporal y su tolerancia al riesgo. En términos generales, creemos que diversificar significa que su cartera tenga una amplia exposición a distintos sectores y regiones geográficas, sin que ninguna posición individual tenga un peso desproporcionado. De esta forma se distribuye el riesgo de la inversión, ya que se reduce la posibilidad de que una sola acción, región o sector afecte drásticamente a su cartera. Además, la diversificación amplía su conjunto de oportunidades, es decir, aumenta la cantidad de empresas que puede tener y de las que puede obtener ganancias. Es comprensible sentirse cómodo comprando lo que uno conoce, pero aplicar esa regla general puede impedir que su cartera crezca y cubra sus necesidades futuras.
Fisher Investments Italia è la denominazione commerciale utilizzata dalla succursale di Fisher Investments Ireland Limited operante in Italia (“Fisher Investments Italia”). Fisher Investments Ireland Limited, una società a responsabilità limitata costituita in Irlanda, è iscritta, insieme alla sua denominazione commerciale Fisher Investments Europe, al Companies Registration Office (""Registro delle imprese"") irlandese con i numeri 623847 e 629724. Fisher Investments Europe è regolamentata dalla Banca Centrale d’Irlanda e ha sede legale presso: 2 George’s Dock, 1st Floor, Dublin 1, D01 H2T6 Irlanda Fisher Investments Europe affida una parte degli aspetti dell’attività giornaliera di consulenza di investimento e gestione di portafoglio e delle funzioni di trading alle proprie affiliate.
Il presente documento contiene le opinioni generali di Fisher Investments Europe e non deve essere considerato alla stregua di una consulenza personalizzata in materia di investimento o di natura fiscale, né tantomeno come un riflesso delle performance dei clienti. Non è possibile garantire che Fisher Investments Europe manterrà queste opinioni, che potrebbero cambiare in qualsiasi momento in base a nuove informazioni, analisi o riconsiderazioni. Nulla nel presente deve essere inteso come una raccomandazione o una previsione delle condizioni di mercato. Al contrario, è da intendersi come l’illustrazione di una tesi. Le condizioni di mercato attuali e quelle future potrebbero presentare numerose differenze rispetto a quelle qui illustrate. Inoltre, non si forniscono garanzie in merito all’esattezza delle ipotesi formulate negli esempi qui presenti
[1] ʺFidelity Legend Peter Lynch: ‘I Never Said to Invest in the Stock Market’ʺ, Kerry Hannon, Yahoo! Finance, a 20/6/2023.
[2] ʺSeven European Countries Match US in Startup-Friendly Laws, Report Saysʺ, equipo de redacción, Reuters, 27/10/2024. Consultado a través de Investing.com
[3] ʺService Annual Survey Shows Continuing Decline in Print Publishing Revenueʺ, Adam Grundy, Oficina del Censo de Estados Unidos, 7/6/2022.
[4] ʺTourism-Dependent Economies Are Among Those Harmed the Most by the Pandemicʺ, Adam Behsudi, Fondo Monetario Internacional, diciembre de 2020.