España que se olvide de ser cabeza de nada
Pues nada, como querer ser cabeza de "algo" trae conflictos, pues seguiremos como hasta ahora, pintando menos que la Tomasa en el baile. Un mercado libre para que alemanes, franceses, chinos y todo el que venga nos venda a su plena satisfacción ¿A cambio? A cambio que vengan aquí a Sol y playa, para que comprueben lo serviciales y simpáticos que somos haciendo de camareros y aparcacoches. No sea que nos pasemos de ambiciosos y los otros nos amenacen con mirarnos mal. Eso sería terrible.
Vamos a ver, la doctrina Monroe de américa para los americanos fue cuando las potencias europeas consideraron la posibilidad de meterse por las bravas en la América recién "independizada". No deja de ser una perogrullada porque los ingleses ya llevaban un siglo intentando (y fracasando) conquistar primero Cartagena de Indias (honores a Blas de Lezo) y luego Montevideo y Buenos Aires. Al no poder, reclutaron para sus logias a Bolívar, San Martín y otros más. Curiosamente varios de los padres de la patria americana, como Washington ya pertenecían a la fraternidad (¿Vieron los retratos con el mandil?).
Es decir, antes de que el mundo anglosajón dominara materialmente la América Española, nos expulsaron intelectualmente. El DOMINIO FUE INTELECTUAL antes que material. Que, por cierto, no son un descampado deshabitado que se quede quien tenga el ejército más grande. Son 500 millones de personas, con un potencial humano tremendo y que, no se olvide, siguen mirando a España como ejemplo y vaya ejemplo que les estamos dando.
Ese dominio intelectual no se impone, es consecuencia de ser más lúcido, de no ser un cobarde frente a la realidad, de emprender. Cosas todas que en la España de hoy faltan bastante. Peor aún, una parte no pequeña considera que lo "correcto" es lo opuesto. Si esa parte de España quiere seguir pudriéndose espiritualmente y materialmente como hasta ahora, pues bien por ellos, les alabo el gusto y les deseo que culminen pronto tan alta empresa. Cuanto antes lo logren, mejor.
Un saludo.