Re: Seguimiento y opiniones de B&H acciones
La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre
La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre
y el día que suban los tipos se levantarán con un -10%... verás qué divertido! Riesgo que por cierto en B&H Renta Fija sí que tienen cubierto....
Cuando compramos acciones, nos convertimos en accionistas, lo cual quiere decir que
sólo ganaremos dinero una vez que la empresa haya pagado a todos sus acreedores y
genere beneficios abundantes. En esta situación, la calidad del negocio y de sus
gestores debe ser muy alta. Cualquier nube en el horizonte puede hacer que el negocio
siga funcionando y cumpla todas sus obligaciones, pero que nosotros por el contrario
como accionistas obtengamos unos beneficios y unos retornos mediocres o negativos.
Sin embargo, paradójicamente, esta situación -que debemos evitar a toda costa como
accionistas-, puede ser muy rentable si somos acreedores. Como titular de un bono,
nuestros intereses son en ocasiones distintos y contrapuestos a los intereses de los
accionistas. De hecho, sólo nos preocupa que la empresa cumpla todas sus
obligaciones financieras, es decir que no caiga en suspensión de pagos,
independientemente de que tenga beneficios o no, o tenga que ampliar capital o
malvender activos…etc. En otras palabras, como bonistas, la calidad de la empresa y
de los gestores no debe ser extraordinaria, sino simplemente suficiente…. para evitar
una suspensión de pagos…
Una suspensión de pagos (concurso de acreedores) es un evento extremo que
normalmente se evita a toda costa; porque en ella no solo pierden los accionistas, sino
todo el mundo, incluidos los acreedores, los trabajadores y los directivos. Antes de una
suspensión de pagos, las empresas mueven todas las palancas disponibles, reduciendo
costes, vendiendo negocios, ampliando capital o buscando un comprador que les salve.
Cuando invertimos como acreedores buscamos bonos que pensamos que están mal
valorados por el mercado (su precio implica un riesgo de impago mayor que el que
nosotros asignamos), y para los que esperamos que mejoren su solvencia y que esta
sea finalmente reconocida por el mercado. Cuando esto sucede, en el entorno actual de
tipos tan bajos, normalmente vendemos antes de vencimiento; puesto que la mayor
parte de la revalorización del bono se suele producir en corto espacio de tiempo; y la
rentabilidad que queda hasta el final suele ser muy baja.
La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre
Sin embargo, durante el último año hemos
mantenido una posición corta en la deuda pública española. No porque pensemos que
van a subir los tipos de interés en general, sino porque creemos que, desde un punto
de vista fundamental, el interés que paga España por su deuda -que es cercano a cero
no es sostenible a medio plazo. España tiene un déficit público estructural y unas
obligaciones futuras con el sistema público de pensiones que no son sostenibles sin una
reforma muy profunda y dolorosa. La venta de deuda pública española tiene otra ventaja
adicional, y es que nos permite cubrirnos contra subidas de tipos de interés en caso de
que éstas se produjeran
La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre
Salva Marqués
La realidad está hecha de cisnes negros, no de elefantes rosas; sobreoptimizar te fragiliza y lleva al desastre
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